One-shot

Narrador
El akuma del día era un  conductor de camiónes escolares que había secuestrado a cinco camiones antes de que Ladybug y Chat Noir pudieran detenerlo.
En lugar de estar asustados, los niños y niñas habían estado emocionados por ver y conocer a sus héroes de cerca. Todos querían autógrafos y fotografías. Ladybug había estado firmando con su característico dibujo de catarina una de las fotos que una niña le había puesto enfrente cuando levantó la vista para ver como algunas niñas de unos doce o trece años que venían en uno de los camiones con niños más grandes, se turnaban con sis celulares para tomarse fotos con Chat Noir. Estaban emocionadas y ruborizadas mientras lo abrazaban demasiado fuerte para una foto. Y Chat Noir coqueteo un poco, parecía completamente ingenuo a las intenciones de sus fans mientras sonreía y posaba para la cámara. Ladybug tuvo que sacarlo de ahí antes de que se les acabara la transformación.

Otro día ocurrió lo mismo cuando sacaron a muchos civiles de un supermercado durante otro akuma. Una muchacha se tropezó y Chat tuvo la suerte de estar en el tiempo y lugar para desviar el ataque que el akuma que se dirigía a la pobre chica. Él la ayudo a levantarse y correr, pero a Ladybug no se le escapó la mirada de admiración de la chica con el rubor de las mejillas, ni como había corrido para sin quitarle la mirada de encima. Tampoco se le escapó que la chica era bonita. Tuvo que admitir que algo andaba mal con ella cuando la situación se volvió ridícula. Esta vez no había akumas ni peligro a la vista, era sólo un evento que se había hecho en la plaza de la ciudad para conmemorar el primer aniversario de la primera aparición en escena de los héroes de París. Había comida, música y decoraciones de colores rojos y negros por todas partes. Parecía que toda la ciudad había ido y Ladybug estaba muy contenta, disfrutando de la fiesta hasta que una inocente niña de no más de tres años se acercó a su compañero. La pequeña era adorable, con un vestido rosa, peinada con dos coletas y notable nerviosismo mientras miraba al suelo y llamaba su atención tocándole el hombro para que volteara.

Chica: Chat Noir, ¿te casarías conmigo? -había preguntado de la nada-

Ladybug se había atragantado con su bebida. Los ojos verdes de Chat Noir se habían abierto todo lo que les fue posible.

CN: ¿Q-qué? -fue lo único que dijo-

Ladybug se dio cuenta que nunca lo había escuchado tartamudear. La niña señaló entonces hacia atrás.

Chica: Mi hermana dice que no es cierto, que tú nunca te casarías conmigo. Dice que soy muy fea para que Chat Noir se case conmigo.

Ambos súper héroes siguieron la dirección en la que señalaba la pequeña para encontrarse con la mirada atónita de otra adolescente que los veía como si no se creyera que su hermanita realmente hubiera ido a pedirle matrimonio a Chat Noir. Y que la hubiera delatado.

CN: ¿Ah, sí? -preguntó volviendo a usar ese tono juguetón que era tan característico de él-

La niña asintió tímidamente y Chat Noir la levantó en brazos.

CN: ¿Qué tal si vamos a darle la noticia a tu hermana? Quizá pueda ser tu dama de honor -dijo para alegrara a la niña la cual se rió contenta-

Todos los que estaban lo suficientemente cerca como para escuchar lo que estaba sucediendo parecieron considerar la broma adorable y pronto la noticia se había expandido por toda la fiesta. De repente Chat Noir tenía más admiradoras que al inicio de la celebración y todas querían bailar con él. El tan caballeros no se le negó a ninguna. Ladybug trató de buscar una razón lógica que justificara la molestia que esto le provocaba.

"Debe ser porque su actitud despreocupada nos quita tiempo durante la batalla" Pero en este momento no había batalla, y la excusa no era válida. "Siempre está tratando de llamar la atención" Sí eso debía ser. No tenía nada que ver con que de momento no estuviera tratando de llamar su atención.

Por supuesto que Ladybug recibió invitaciones para bailar también y tuvo que aceptarlas con una sonrisa a pesar de que "por arte de magia", se le habían quitado las ganas. Su deber como súper heroína era ser amable, servicial y carismática con todos. Además la fiesta era en su honor

Y vaya que tuvo que bailar, después de muchas canciones y todavía más parejas, ya le dolían los pies pero los pretendientes no paraban de llegar. Ladybug estaba tratando de pensar en una excusa que no la hiciera ver descortes cuando el chico que trataba de lucirse con pasos de baile que no le salían del todo, se detuvo de repente al sentir una mano con garras en su hombro.

CN: Disculpe Monsieur -dijo guiñándole un ojo- ¿Me permitiría secuestrar a Ladybug por un momento? Aún me debe un baile que me prometió.

El pobre chico no tuvo más remedio que ceder la mano que aún le sostenía a otra más familiar. Si había alguien que podía tomar a la chica sin que alguien pudiera poner objeción era su compañero, quien por suerte, sabía bailar. Lo había visto con las demás (no es que le hubiera puesto mucha atención) y cuando tonteaba haciendo algunos pasos durante el trabajo. Sin embargo, ésta era la primera vez que lo sentía en carne propia y debía admitir que la tomó completamente por sorpresa cuando la giró e inclinó como si bailaran tango.

Escuchó risas, aplausos, "aww's" y vio  flashazos de cámaras fotográficas. Apostaría lo que fuera a que al día siguiente estarían en primera plana, pero por una vez, sintió un pinchazo en el estómago cuando él le guiño insinuante.

LB: ¿terminaste de jugar con tus fangirls gatito? -preguntó cuando volvió a enderezarse pero salió más... serio de lo que usualmente sus bromas salían-

Debajo del antifaz, Chat Noir arqueó una ceja, sorprendido.

CN: ¿Celosa my lady? -preguntó con una sonrisa traviesa y emocionada-

LB: ¿Yo? ¿De qué? -dijo rápidamente y se mordió la lengua un segundo después al notar que hasta ella se habia escuchado a la defensiva-

CN: Exacto -sonrió él triunfante- Mi querida Ladybug no tiene nada de qué preocuparse

Uso la mano que tenía en su espalda para acercarla hacia sí y a pesar de que su agarre era firme, sus garras no la lastimaron

CN: Para mí sólo existes tu my lady

Agrego a su afirmación con un guiño como era su costumbre y Ladybug sintió que su corazón se escapaba en un latido. Se sintió feliz y no le agradaba. No quería estar celosa y no quería sentirse halagada con sus palabras. Ella quería a Adrien, y se negaba a querer a los dos. Su corazón sólo tenía un dueño. Por eso a veces le devolvía el coqueteo, porque así era más fácil verlo como un juego. Era más fácil pretender que no lo encontraba tal vez, quizá, al menos un poco atractivo.

LB: No seas engreído gatito

Disfrutaba sorprenderlo con la guardia baja, soltó su agarre en él para deslizarle los brazos alrededor de los hombros en una nueva posición. Se recargó en él hasta quedar muy cerca y le dirigió una mirada con los párpados caídos

LB: El día que sienta celos porque se te acerque alguien más, te dejaré darme un beso y tal vez algo mas...

Él se congeló y ella le guiñó el ojo a su vez para vengarse. Lo soltó y se alejó para por fin tomarse un merecido descanso. La cara de Chat Noir valía todas las fotos que estarian en cada uno de los periódicos de Francia el día de mañana.