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flores para hyung

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Cuando MinSeok se levanta aquella mañana, lo primero que hace es tallarse los ojos con los puños de sus manos mientras suelta un bostezo porque algunos días como aquellos, pareciera que no ha descansado lo suficiente.

Estira los brazos al cielo y después de observar el reloj pequeño en su mesita de noche, MinSeok se anima a salir debajo de las sábanas para buscar a tientas sus pantuflas de hámster que le regaló su madre por su cumpleaños hace meses.

Se levanta con un suspiro entre sus bonitos labios y se apresura a correr a la ducha para que no se le haga tarde. Después de alrededor de media hora, MinSeok se observa al espejo porque ya está listo, se ha puesto el uniforme y se observa detenidamente mientras asiente una y otra vez, porque no es como si pudiera hacer más para verse un poco más guapo.

Y no lo malentiendan, MinSeok no tiene baja autoestima ni se deprime por ello, de hecho nunca ha tenido el suficiente tiempo como para ponerse a sentir lástima por sí mismo, porque entre la escuela y su trabajo de medio turno siempre tiene la mente demasiado ocupada, eso sin contar las tareas y los trabajos de equipo que algunos profesores se empeñan en dejar pese a que todos ya están demasiado grandecitos como para saber que la mayoría de las personas no conocen el trabajo en equipo.

Se apresura a salir de su habitación y saluda a su madre en la cocina, quien le tiene servida la leche en un vaso y le ha dejado la mitad de un pan dulce, porque MinSeok debe cuidar más su figura y no debería comer demasiado pan ni azúcar.

Así que después de despedirse de ella e intercambiar unas cuantas palabras, la señora Kim toma las llaves del auto y MinSeok la sigue fuera de la casa porque van a darle un aventón hasta la escuela, por lo que se siente muy agradecido ya que la parada del camión le queda a unas calles y siempre se la pasa atiborrado de gente.

ㅡ ¿Regresarás tarde otra vez?

ㅡ Estos días ha habido algo más de gente que lo habitual, pero intentaré volver a la hora ㅡ MinSeok esbozó una bonita sonrisa en sus labios y sus mejillas esponjosas se arrebolaron un poco.

Se había quedado un poco más de la cuenta en su trabajo porque la encargada les había comprado de cenar, y eso no sucedía todos los días, así que convencido por su compañero de turno, Do KyungSoo, se había quedado al final para saborearse una deliciosa cena y no desaprovechar la oportunidad.

ㅡ Entonces cuídate mucho, por favor. ㅡ La señora Kim dirigió su dedo índice de la diestra para toquetearse la mejilla, haciendo que MinSeok se apresurara a responder a su llamado.

Depositó un beso sobre su mejilla y se apresuró a salir del coche para no sentirse más apenado de lo que ya estaba. Y así, otra vez comenzaba su rutina.

Cuando llegó a su casillero, MinSeok se detuvo y suspiró, porque quizá era demasiado temprano y no había demasiados estudiantes en los pasillos, la mayoría aprovechaba sus momentos de supuesta libertad a las afueras de las puertas del edificio como si con eso se revelaran, lo cual al muchacho le parecía una estupidez, porque unos minutos más allá no les haría que no entraran a clases.

Y no se sorprendió de observar la delicada flor en la pequeña rejilla, sosteniéndose con un diminuto listón, como cada una de las mañanas en las que asistía a clases desde hacía aproximadamente dos meses, o quizá un poco más.

MinSeok la olisqueó y se deleitó con el aroma que la rosa roja desprendió, provocándole una sonrisa en el rostro que se expandió con ligereza. El corazón se le aceleró y no pudo sentirse bien, se sentía admirado, sentía que ahí afuera alguien realmente quería poner sus días de buen humor.

Al principio, cuando MinSeok observó la primera flor, había parpadeado y se había sentido demasiado confundido, porque eso era lo que justamente pensaba, que se habían confundido de casillero, pero cuando al día siguiente y al que sigue recibió una flor nueva, comenzó a dudar de ello.

Incluso llegó a pensar que seguramente alguien disfrutaba de ver su expresión confundida y lo hacía a manera de broma, pero después comenzó a creer que nadie en su sano juicio gastaría en flores solo para hacerlo sentir mal.

MinSeok siempre había pasado un poco desapercibido en la escuela, es decir, no era que fuera asocial ni nada por el estilo, simplemente era un estudiante más que transitaba por los pasillos y que cursaba sus materias sin sobresalir en nada en especial.

Hablaba con sus compañeros y había tenido a BaekHyun como amigo hasta el semestre pasado, porque al bajito lo habían transferido de escuela ya que su familia se había mudado a otra parte de la ciudad. Y fue en sus vacaciones de verano que había conseguido trabajo con la señora Choi en una preciosa florería que no quedaba muy lejos de la escuela y por la que pasaba siempre después de salir.

Así que había aprovechado la oportunidad que se le había presentado sin dudarlo y se había internado con el personal de medio tiempo de aquella florería, donde había conocido a su actual amigo KyungSoo, que era un chico cuya mirada podía malinterpretarse cuando dejaba sus lentes de lado, y que en la escuela lo había visto rondar un grado menos que él.

Sin embargo, siempre que se veían se hablaban e incluso se sentaban en la misma mesa a la hora del receso, porque bueno, no era que KyungSoo fuese asocial tampoco, pero tenía aspecto de chico rudo y la mayoría de las personas le huían por su aspecto. Ya que el muchacho asistía a prácticas de teatro los fines de semana y muy contento le había dicho un día que le habían dado un papel, por lo que había llegado con la cabeza rapada al día siguiente, haciéndolo ver más intimidante de lo que de por sí se veía.

Y era KyungSoo quien le decía a diario que su admirador secreto debía ser no solo alguien de la escuela, sino que podría ser también cliente de la florería.

ㅡ Eso suena muy descabellado. ㅡ MinSeok rodó los ojos por milésima vez en la semana, cuando el bajito le repetía lo mismo.

ㅡ Es estúpido que ni siquiera lo hayas pensado MinSeok hyung, yo tengo mis sospechas. ㅡ KyungSoo estiró la mano y tomó una papa frita de su bandeja de comida y se la llevo a la boca, o al menos eso intentó, porque Kim JongIn, capitán del equipo de futbol, le quitó la papa de la mano y se la echó a la boca apresuradamente.

Sus amigos le aplaudieron el chiste y el bajito rodó los ojos, mientras JongIn se partía de la risa como si aquello fuera algo gracioso.

ㅡ Hola, bolita de cristal... ¿Qué me deparará el futuro hoy? ㅡ JongIn cerró los ojos como si estuviera realmente frente a una bola mágica y estiró las manos para alcanzar la cabeza de KyungSoo, quien le dio un manotazo para alejarlo.

ㅡ Esta bola dice que te partiré la boca si no me dejas en paz, Kim. ㅡ Con el ceño fruncido y con los burlescos tonos de los amigos del equipo del moreno, KyungSoo lo fulminó con la mirada y JongIn cambió la forma de su sonrisa.

Fue imperceptible, pero MinSeok que estaba observándolo todo, pudo notar con claridad cómo JongIn estaba nervioso, la manera en que sus ojos brillaban cuando el bajito dejaba de prestarle atención y cómo pese a sentarse mesas más allá, siempre encontraba la manera de clavar su mirada sobre su cuerpo.

A MinSeok nadie le quitaba de la cabeza que a JongIn le gustaba KyungSoo, pero era demasiado estúpido como para siquiera animarse a intentarlo, mucho menos de hacerle burla por quedar bien con sus amigos.

KyungSoo lo ignoró entonces y JongIn tragó saliva, dándose la media vuelta y echándose a andar con los hombros caídos como si no importara, pero con las manos hechas puños porque sí que le jodía la indiferencia.

ㅡ Yo creo que JongIn está enamorado de ti ㅡ MinSeok habló de lo mismo por milésima vez en la semana, y fue el turno de KyungSoo de rodar los ojos y pensar que su amigo se había vuelto loco.

Sin lugar a dudas los dos estaban tan sumergidos en los problemas o asuntos del contrario, que no observaban más allá, en una de las mesas, donde un par de bonitos ojos serios posaban su mirada sobre el mayor de los dos.

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La tarde había estado demasiada tranquila, MinSeok se encontraba trabajando en un arreglo floral que habían encargado para el día siguiente por la mañana y él había seleccionado cuidadosamente las flores para que quedara lo mejor posible.

Fue entonces cuando la campanilla de la puerta que anunciaba un nuevo cliente se escuchó, y MinSeok dejó lo que estaba haciendo, KyungSoo había descansado ese día y la señora Choi había tenido que salir, así que prácticamente estaba de encargado.

ㅡ Buenas tardes... ¿En qué puedo ayudarlo? ㅡ MinSeok se quitó los guantes que había estado utilizando para evitar las espinas y se encaminó hacia el muchacho.

Era apuesto, MinSeok no podía negarlo, era más alto que él y tenía un semblante demasiado serio, lo que lo hacía lucir elegante en lugar de molesto, era una sensación que lo invitaba a dar un paso más y acercarse.

El muchacho de cabellos rubios y ojos serenos lo observó y después se giró hacia la parte de la florería a la que le había estado dando la espalda hasta ese momento; carraspeó entonces y después avanzó, observando las flores que había.

ㅡ Bueno... estaba pensando en regalar algo, no sé...

ㅡ¿Para tu novia? ㅡ MinSeok lo siguió, y se mordió el labio inferior, porque siempre había pensado que no era quien para poner etiquetas. ㅡ ¿Para una persona especial?

MinSeok se corrigió y el cliente asintió, con las mejillas claras ligeramente sonrosadas aunque MinSeok no pudiera verlo.

ㅡ Sí... es muy especial.

ㅡ ¿Tienes algo en específico que quieras? Puedes decirme cómo es y podríamos buscar algo. ㅡ El florista sonrió animado, mientras el muchacho seguía observando las flores y sus preciosos colores.

ㅡ Usualmente llevo rosas, aunque creo que le gustan, es una persona alegre y gentil, es inteligente aunque no suela sobresalir... es perfecto para mi.

MinSeok asintió y se mordió el labio inferior, qué bonito sonaban los chicos cuando estaban enamorados.

ㅡ Entonces... ¿Quiere llevar rosas?

El rubio asintió y se giró, con las manos en los bolsillos de los vaqueros, al tanto que el florista se daba la vuelta para traer un par de rosas rojas que por cortesía se dedicó a adornar con pequeñas florecillas blancas, gypso, babys breath.

ㅡ El gypso así como lo ves de simple, tiene un significado precioso.

El muchacho estaba asintiendo cuando la campanilla se escuchó otra vez, pero MinSeok se entretuvo colocando el par de flores en un pequeño papel decorativo para que su cliente pudiera tomarlas por el tallo.

ㅡ ¿SeHun? ¿Qué estás haciendo por aquí? ㅡ MinSeok levantó la mirada y observó a nadie más y nadie menos que a Kim JongIn, con el ceño fruncido observando a su cliente.

ㅡ Eso mismo debería preguntar yo... ㅡ SeHun le dio la espalda y siguió esperando a que el florista terminara.

ㅡ ¿Estás comprando flores? ¿Para quién? ㅡ JongIn esbozó una sonrisa medio burlona y Sehun lo fulminó con la mirada.

ㅡ Métete en tus propios asuntos, JongIn.

ㅡ KyungSoo descansó el día de hoy.

Sabía que había sido atrevido, sabía que no debió de haberlo hecho, pero MinSeok estaba completamente seguro de que JongIn estaba ahí por su mejor amigo, de que ese moreno gustaba de él pese a toda esa fachada de chico popular que siempre se cargaba.

JongIn tragó saliva y parpadeó, con las mejillas ligeramente arreboladas al escuchar el nombre de KyungSoo.

ㅡ Yo no...

ㅡ ¿Por qué te sigues mintiendo a ti mismo? ㅡ SeHun respondió y tomó las flores que MinSeok le estaba extendiendo, sonriéndole con amabilidad mientras sacaba un par de billetes para pagar.

JongIn se quedó estático por unos segundos, pero cuando SeHun se giró para marcharse él salió detrás de él. Y MinSeok comprobó que sí, que Kim JongIn estaba detrás de KyungSoo. Suspiró porque ese muchacho debía aprender que molestando al chico que le gusta no lo haría llegar a ningún lado, y cruzó los dedos para que KyungSoo dejara de lado toda esa hostilidad y pudiera aceptarlo.

Ojalá su admirador secreto apareciera mágicamente frente a él también.

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MinSeok llegó aquella mañana un poco más temprano de lo habitual, se aseguró de decirle a su madre que tenía que estar en la escuela antes para terminar de repasar con su equipo de trabajo un proyecto que iba a exponer.

A sus casi dieciocho años, MinSeok nunca había sido un buen mentiroso, de hecho sus padres siempre le decían que era demasiado transparente, pero que amaban esa parte siempre honesta de él.

Subió las escaleras de dos en dos, después de haberlo pensado muy bien y tener una charla por teléfono con KyungSoo la noche anterior, que le reiteró que él sospechaba de algunos clientes de la florería, como su admirador secreto.

MinSeok le había contado el extraño comportamiento de JongIn cuando se había aparecido en el negocio y el bajito se había quedado en silencio quizá por demasiado tiempo, dando un respiro profundo y cambiando el tema de manera abrupta.

Así que a final de cuentas MinSeok se había atrevido a venirse un poco más temprano y el corazón le latió demasiado apresurado y no precisamente por haber saltado en las escaleras, sino porque en el pasillo pudo observar a un chico justo frente a su casillero.

El muchacho era alto y delgado, el mayor se sorprendió por completo cuando se dijo a sí mismo que definitivamente podría reconocer aquel porte donde fuera, después de haberlo visto en la florería.

Oh SeHun estaba dejando una rosa atorada con un listón en la rejilla del casillero, adornada por las diminutas florecillas blancas que él mismo se había dado a la tarea de acomodar el día anterior.

Se sentía un poco atolondrado, los pies le fallaban y sentía que en cualquier instante iba a colapsar sobre el piso, su corazón estaba dando tumbos en su pecho y estaba completamente seguro de que tenía las mejillas arreboladas, quería hablar. Quería hacerse notar y sin embargo, sentía que la voz no terminaba de salirle, que tenía el nombre del muchacho atorado en la punta de su lengua.

Pero el muchacho se giró a tiempo para verlo ahí parado y se congeló por un momento, con los ojos bien abiertos por haber sido descubierto, por haber sido tan tonto como para no asegurarse de que no venía nadie.

ㅡ M-Minseok hyung...

ㅡ Oh SeHun...

Las mejillas de ambos ardían por el calor corporal repentino y MinSeok, con la respiración acelerada, dio un par de pasos más hacia el muchacho, que fue incapaz de moverse.

Con sutileza, el mayor llegó a donde estaba el otro y lo observó directamente a los ojos, sintiendo un montón de emociones encontradas y la sensación de un escalofrío resbalándose por su columna vertebral. Se mordió entonces el labio inferior y completamente nervioso, bajo la mirada hasta la punta de sus zapatos, como si esperara un milagro.

SeHun estaba muriendo de los nervios, sus manos estaban pegadas a sus pantalones para secarse el ligero sudor y avanzó un paso más para acortar la distancia, porque si ya lo había descubierto no tenía caso seguir así, no tenía caso intentar negar lo que sentía.

Y aunque sabía que podía fallar miserablemente, prefería eso mil veces a quedarse con la duda de saber si MinSeok algún día podría pensar en él como hombre.

ㅡ Sé que... dirás que soy menor que tú pero ㅡ SeHun exclamó con las mejillas coloreadas intensamente y MinSeok levantó la vista al instante ㅡ pero en verdad me gustas, MinSeok hyung. Te he observado desde hace mucho y hasta hace poco decidí que no podía seguir así.

La mano de SeHun se apresuró a tomar la de MinSeok, envolviéndola amablemente con sus manos, acariciando la piel con las puntas de sus dedos mientras la llevaba hasta su boca y depositaba en su dorso un pequeño y dulce beso.

El corazón de MinSeok no daba para más, latía frenético y nunca se imaginó que fuera verdad, que KyungSoo tuviera razón y su principal sospechoso fuese realmente su admirador secreto.

SeHun le sonrió con parsimonia y acarició su mejilla con su mano libre, haciéndolo estremecerse. Y pensando por una fracción de segundo que quizá no estaba tan mal. Que quizá no era nada malo que SeHun fuese más chico que él, que fuese iniciando la preparatoria cuando él ya estaba por emigrar a la universidad.

No importaban sus gustos o que él fuese más un deportista y a él se le dieran mejor las flores, no importaba absolutamente nada si SeHun lo miraba de aquella manera tan delicada, como si quisiera protegerlo del mundo y como si fuera el centro de su universo.

MinSeok asintió en silencio y SeHun se atrevió a ir un poco más allá, inclinándose hacia el frente y cerrando los ojos para atrapar sus labios en un cálido beso, apenas un roce tras otro, pequeños toques que hicieron que una corriente eléctrica se descargara sobre su cuerpo.

Un beso que lo puso a temblar y que lo hizo aferrarse a sus manos, porque SeHun besaba delicioso y él no podía simplemente resistirse sin desear un poco más.

Y sus mañanas ya no serían iguales a partir de ese momento, cuando SeHun lo esperaría afuera de la escuela cuando la mayoría de los estudiantes no estaban, para abrazarlo y besarlo cuanto quisiera antes de tomar sus manos y enlazarlas con las suyas, para llevarlo hasta la puerta de su casillero y esperar por él.

La vida de MinSeok cambió considerablemente desde entonces, descubrió que SeHun era un buen chico, que era dulce y amable, que era considerado y que sus besos eran tan empalagosos y cursis como podían ser acalorados y ardientes, según la ocasión.

MinSeok no podía evitar que las mejillas se le arrebolaran cuando KyungSoo bromeaba sobre su nueva relación, y él siempre le preguntaba por JongIn, haciendo que el muchacho rodara los ojos y negara en silencio.

Pero sabiendo que después de tanto tiempo tras él, JongIn se había sincerado una tarde en la parte trasera del teatro, después de salir de ensayar, lo había esperado y se había mostrado arrepentido por las burlas que le había ocasionado antes.

No fue fácil para KyungSoo aceptarlo, ni mucho menos, pero al final había accedido, porque la idea de ver a JongIn con alguien que no fuera él lo hacía rabiar. Y así, con salidas improvisadas y besos poco cautelosos, MinSeok los había descubierto un día al salir de la escuela, cuando JongIn se empeñaba en cargar la bolsa del bajito y él le repicaba porque él podía hacerlo.

Fue bastante gracioso la manera en que se dieron las cosas, pero tener la mano de SeHun a su lado y una rosa roja acompañada de un beso, cálidas manos recorriendo su cintura y una sonrisa encantadora por parte de su novio, era lo que definitivamente hacía la vida de Kim MinSeok, un verdadero paraíso.

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Notas:

Para MitcheKiller117

OMGOSH es mi segundo SeXiu y tú tienes la culpa ;___;Uu espero que veas cuánto te quiero como para escribir esta pareja uwu

Espero que te haya gustado, ya sé que metí mi KaiSoo como siempre, lo siento T_T pero no puedo evitarlo.

En verdad me siento feliz de que te sientas feliz con este regalo que aunque no es mucho, significa mucho para mi que sea importante para tí. Ya sé, es un revoltijo y no sé cómo decirte de nuevo que te quiero ♥

Gracias por ser la loca que eres siempre, así de loquita te quiero :P

Me gustó esta historia :'v quizá resuelva el misterio de JongIn con KyungSoo con más calma más adelante ~

Espero que les haya gustado, muchas muchas gracias de antemano por leer.

Besos posholatosos

🌠Ary.

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