Capítulo 9. Mikey, Riry y el cacas
Ryota lanzó la pelota hacia el aro, encestando.
A pesar de haber estado entrenando con el equipo todas las tardes, Ryota seguía ejercitándose para enfrentarse en un futuro a su viejo y querido amigo, Aeomichii.
Ese maldito bastardo.
Esta vez, lo acabaría.
Lo lograría.
Lo vencería.
Sonrió emocionado y buscó su pelota cuando un pie se apoya sobre éste. Ryota frunce el ceño y se contiene en rodar los ojos al ver de vuelta a los matones del otro día.
¿Y ahora qué querían?
—Oye princesita... ¿No te dijimos que no te queríamos ver por acá?— exclamó el líder, agarrando la pelota del rubio.— La cancha Kawasuki nos pertenece ahora.
》Tu no puedes jugar acá.《
—Esta bien pero...— suspiró el rubio no queriendo meterse en una pelea.— Me dan mi pelota por favor.
El grupo se rió a carcajadas y comenzaron a jugar entre ellos con la pelota nueva que había comprado.
No, otra vez no.
No quería perder su pelota.
—Oigan, por favor...— se acercó con cuidado hacia el líder que sostenía su balón.— devuélvela.
Ryota se quejó al haber sido empujado hacia atrás, cayéndose al suelo que inmediatamente cerró los ojos al ver las intenciones de ese idiota querer golpearlo cuando no llega nada. Abre un ojo y se sorprende al tener al mantón tirado en el suelo a su lado, inconsciente. Sus ojos se apartan de él para clavarlos en donde lograba escuchar los quejidos, encontrándose al líder de la Tokyo Manji golpeando a los otros con una mirada seria que provocó escalofríos en el mayor Hanagaki.
—¿Quién les dio permiso de tocar a Riry?— masculló con la mandíbula tensa el rubio ceniza, agarrando a uno por los cabellos, acercándoselo a su cara.— Aprendan a no tocar ni agarrar lo que no es suyo.
》Esta cancha no tiene su maldito nombre, si Riry quiere jugar aquí él jugará aquí, ¿Entendido?《
—Diciendo ese estúpido apodo se pierde toda amenaza.— pensó cansado el mayor Hanagaki viendo como el rubio ceniza dejaba tirado a todos los bravucones en el suelo. Hasta que se sorprende al verlos asentir con la cabeza.
—Los quiero arrodillado en frente mío y que digan claramente que entendieron.— exigió Mikey con una mirada aterradora en donde Ryota le agarró del brazo para querer frenarlo, pero al clavar sus orbes dorados en esos orbes llenos de oscuridad su cuerpo se congeló.— Ahora... este lugar no les pertenece, ni siquiera esa pelota... y si vuelven a tocar un solo mechón de él.— señaló con la cabeza al mayor Hanagaki.— la pasarán muy mal... ¿Entendido?
—¡Si, lo entendimos!
—Que bueno.— sonrió dulcemente.— Ahora largo.
》Y llévense a su amigo.《
Mikey vió como ese grupo de idiotas se alejaban del lugar arrastrando al primero que había golpeado, mientras que su cuerpo se dirigía hacia la pelota del ojidorado. Lo agarró del suelo, lo limpió un poco y giró sobre sus talones para dárselo a Riry que lo miraba sorprendido.
—¿Eh? ¿Riry? ¿Que sucede?
—Ah... no era necesario todo eso.— murmuró avergonzado Ryota, agarrando su balón para dirigirse hacia la banca donde se encontraba su mochila y su agua, descansando allí, en donde el líder de la pandilla se sentó a su lado.
—Diablos... debo apestar horrible.— pensó avergonzado, intentando poner distancia con el rubio ceniza que miraba al frente, perdido.
—Pero... supongo que gracias.
—No agradezcas, nadie lastima lo que es mío.
—¡¿Eh?!— se atragantó con el agua, mirando rojo hasta las orejas al rubio ceniza que lo miraba inocentemente.— ¡¿Que acabas de decir?!
—Que nadie toca ni lastima lo que es mío.— habló lentamente cada palabra para que entendiera el mayor.— Eres mi perra.
—¡Nunca dije que soy tu perra!— gritó rojo sin saber si del enojo o de la vergüenza, que se asustó al verlo hacer un puchero y bajar la cabeza como un niño pequeño siendo regañado.— ¿Q-Que?
—Creí que éramos amigos.
Una venita se le inflamó en la frente al mayor Hanagaki ante esa manipulación y más al comparar palabras 》perra《 con 》amigo《 ¡Como si eso significara lo mismo!
—Somos... amigos.— murmuró mirando hacia otro lado en un intento de no caer hipnotizado ante esos ojos negros que ahora brillaban como estrellas, una mirada que le gustaba, le hacía ver tierno.
—¡¿En serio?!— gritó emocionado el rubio ceniza, abalanzándose hacia el Hanagaki, quedando a centímetros del cuerpo del mayor.— ¿Realmente me consideras como tu amigo Riry?
Ryota tragó saliva y trato de taparse la cara ante el sonrojo que tenía en sus mejillas, sabiendo que estaba cavando su propia tumba, una tumba para su corazón y otra para su parte baja.
—¿Eh? ¿Riry?— llamó el rubio ceniza, inclinándose más hacia el ojidorado que miraba hacia otro lado, preguntándose porque no lo miraba y además pareciéndole curioso como las puntas de las orejas del mayor Hanagaki se teñían de un color rojizo.— Que tierno...— susurró para si mismo, que queriendo hacer una travesura, le sopló el oído provocando que cada músculo de Ryota se tensara y saltara de su lugar, cayéndose al suelo.
—¡¿Q-Que- que haces?!— gritó completamente avergonzado Ryota tapándose las orejas, no alcanzandole las manos para taparse la cara de lo rojo que estaba, mirando a Mikey que se acuclillaba en frente de él y lo miraba con curiosidad como si fuese un cachorro.
—Te di un poco de aire.— respondió tranquilamente el rubio.— estas rojo... otra vez.
—Maldito idiota.— pensó avergonzado el mayor Hanagaki, levantándose rápidamente del suelo y limpiándose de la tierra.
—¿Te enojaste conmigo?
—¿Eh? No.— respondió dándole la espalda al menor, dejando su botella de agua en la mochila, para luego agarrar su campera y el bolso, pasándoselo sobre su hombro, decidiendo cambiar de tema ante su pobre corazón y mejillas.— Solo... no vuelvas a hacer eso.
》Y por cierto... ¿Que haces por aquí?《
—Iba a visitar a Takemitchy.— respondió Mikey, parándose y viendo la ropa deportiva del ojidorado.— Luego de dejarlo en el hospital... quería visitarlo.
—Si.. gracias por eso.— respondió algo tenso e incómodo al recordar de qué Mikey y Draken estaban peleados y que Osanai que estaba en el hospital de Mei pero por insistencia de los padres y de el, lo llevaron a otro hospital.— Por cierto... ¿Tu cómo estas?
—¿Eh? ¿Y esa pregunta?— miró sorprendido al mayor Hanagaki que miraba hacia el frente, comenzando a caminar, alejándose de la cancha en donde él se acercó hasta el ojidorado, caminando hombro a hombro. Siguiendo con sus orbes negros clavados en el perfil del mayor sintiendo calidez en su pecho al haber escuchado aquella pregunta, una pregunta demasiado simple pero que no lo escuchaba muy seguido.
—Yo... es que realmente lo sé.— comentó el mayor.— se lo que pasó y quería saber como estabas... ya que debe ser difícil...
Silencio.
Ryota movió sus manos nervioso dentro de los bolsillos de su campera, pero sin saber de donde sacó la valentía, decidió decir lo que pensaba y sentía.
—Yo... realmente lo siento por tu amigo, Pah.— explicó Ryota mirándolo de reojo, ambos caminando hacia la casa de su primo.— pero le agradezco de corazón por haber hecho eso...
》Digo... esta mal apuñalar a alguien, lo que trato de decir es que... gracias a él pudimos atrapar al causante de que Meichii este en ese estado y la policía ya se está haciendo cargo. Que si no fuese por tu amigo... él estaría haciendo de la suyas... como si no hubiera hecho tal atrocidad.《
Ryota al notar el silencio del menor, decidió seguir hablando.
—Por eso... ante la acción de tu amigo... los padres de Meichii harán todo lo posible para que no esté tanto tiempo en prisión.— explicó Ryota tratando de que se sintiera un poco aliviado.— Ya que como esa basura se salvó, el padre de Meichii es abogado y además que tu amigo no tiene ninguna causa de delito... es probable que salga en unos meses... o posiblemente se quede un año...
—Vaya... no sabía eso.— susurró Mikey con la cabeza baja.— Yo... quería sacarlo de la cárcel... no quería que se entregara...
》Mientras que Kenchin... decidió dejarlo allí.《
—Yo creo que Draken respetó la decisión de tu amigo.— comentó con delicadeza, teniendo los orbes oscuros sobre el.— Es decir... Pah se comportó como una persona racional en ese momento... no diría como un adulto porque hasta un adulto se acobardaría y huiría ante lo que hizo.
》En cambio... Pah tuvo las pelotas bien puestas para hacerse cargo de lo que hizo, fue valiente y responsable y vengó a su amigo que era lo que más quería. Lo que yo tambien quería.《
—Entiendo a los tres.— continuó Ryota sabiendo que tenía la atención del rubio ceniza, viendo a una cuadra la casa de su primo.— Entiendo a tu amigo, porque ambos sentimos lo mismo, él por su amigo y yo por Meichii.
》También te entiendo a ti, se que se te sientes abrumado y quieres hacer todo lo posible para ayudar a tu amigo a salir de aquel lugar, yo también estaría desesperado si Take estuviera en un lugar como ese pero además comprendo la decisión de Draken en respetar la acción de Pah...— Ryota, paró de caminar estando a unos metros de distancia de la puerta de la casa su primo, para mirarlo sobre su hombro al darse cuenta que el rubio ceniza estaba un poco más atrás.— Así que... lo único que te puedo decir es que... ten esperanza de que tu amigo saldrá pronto, se que los padres de mi Meichii harán todo lo posible para que no esté tanto tiempo allí... Por lo tanto...— se acercó al rubio ceniza que miraba hacia el suelo, colocó una mano en la cabeza del menor y le sonrió cálidamente al tener la mirada oscura llena de sorpresa sobre él.— será mejor que vayas planeando una fiesta, una gran fiesta para cuando salga tu amigo.
》¿Que te parece?《
—Yo...— susurró tan bajo que apenas Ryota pudo escuchar. Pero todo su cuerpo se tensó al tener otra vez el cuerpo del menor sobre el, una vez más el pequeño rubio ceniza apoyaba su cabeza en su hombro, sintiendo su respiración en el hueco de su cuello.
—Tu... ¿Que?— preguntó en un murmullo aún tenso ante la cercanía y la respiración del menor sobre su piel.
—Yo...— suspiró.— realmente necesitaba que alguien me abriera los ojos... gracias...
Ryota se mantuvo callado procesando las palabras del rubio ceniza. No entendía muy bien a qué se refería, pero tenía muy claro que a este pequeño gatito, líder de una pandilla, le faltaba alguien que le diera un alto a esos pensamientos y acciones que tenía.
¡No podía hacer lo que se le diera la gana!
Alguien debía darle un alto.
—Riry.— lo llamó, logrando que el ojidorado volviera a prestar atención, que no se había dado cuenta que su mano se había dirigido hacia la cabeza del rubio ceniza sonrojandose ante la acción de estar acariciando sus cabellos.— Riry... quiero pedirte un favor...
—¿Un favor?
—Si.— susurró, acercándose más hacia el ojidorado al ser tan cálido y cerrando sus ojos disfrutando de las acaricias del mayor.— por favor, déjame estar a tu lado, necesito que... siempre estés allí para abrirme los ojos, para regañarme, por favor.
Ryota no pudo responderle al escuchar la puerta de la casa de su primo ser abierta. Tensando cada músculo de su cuerpo ante la pequeña escena que estaban haciendo cuando se relaja al notar quien era del otro lado.
—Oh... Draken, hola.
—Hola Ryota-kun.— saludó el de trenzas saliendo de la casa del menor Hanagaki.— ¿Eh? ¿Que estas haciendo tú aquí? Idiota.
— ¿Ah? ¿Que haces tú aquí? maldito imbécil.— contestó de manera bruta el rubio ceniza que Ryota se sobresaltó sin darse cuenta en el momento en que el líder se había separado de él, aunque se lo agradecía ya que su corazón se iba a salir de su pecho si seguían juntos ante esa cercanía.
—Vine a ver como estaba Takemichi.— respondió seriamente el de trenzas, mientras que Ryota miraba de un lado a otro como un partido de pin pon, sintiendo a su primo colocarse a su lado, nervioso.
—Estoy aquí por eso mismo.— respondió Mikey, ambos fulminándose con la mirada.— Pero tú no tendrías que estar aquí, Takemitchy es mi perra no la tuya.
》¿No es así Takemichi?《
Ryota se golpeó la frente con la palma de su mano ante aquel comentario mientras que su primo quería desaparecer.
—¿Ah? ¿Tu perra? El también es mi perra.— exclamó molesto Draken, inflandose una vena en su frente.— ¿No es así Takemichi?
—Hazte a un lado poste.— respondió Mikey con la mandíbula tensa.— estorbas.
—Hazte a un lado tu enano.
—¡Esperen un momento!— interrumpió su primito, sorprendiendo al mayor, que se acercó hasta el menor por las dudas, ya que el ambiente tenso entre ellos dos lo asfixiaba.— No se que habrá pasado entre ustedes dos pero no pueden pelearse, tranquilícense por favor.
—Take tiene...
—¿Quién diablos te crees que soy?— masculló con la mandíbula tensa Draken, agarrando por el cuello al menor en donde Ryota agarró la muñeca del tatuado para que lo soltara cuando el sonido del timbre de la bicicleta de su primo llamó su atención, que sus ojos se abrieron como platos al ver volar la bicicleta hacia ellos a la vez que Mikey le decía 》Riry, córrete.《 que rápidamente agarró a su primo por los hombros y lo tiró sobre él, ambos cayéndose al suelo.
—¿Qué demonios?— pensaron los dos Hanagaki al ver a Draken agarrar el bate de béisbol para partirlo contra la mitad en su rodilla.
—¡Mis lindos recuerdos!— chilló indignado y llorando Takemichi, levantándose del suelo al igual que Ryota que no salía de su sorpresa al ver como esos dos se arrojaban las cosas de su primo de un lado a otro.
Destrozando todos sus regalos.
—¿Quieres terminar aquí y ahora?— masculló con la mandíbula tensa Mikey mirando al de trenzas.
—Adelante.— aceptó Draken.
—Esperen...
—Ustedes dos...
Mikey, Draken y los amigos de Takemichi que habían bajado de la habitación del menor, tragaron saliva al ver a los dos Hanagaki ser rodeados por un aura oscura lleno de furia.
—¡Ya deténganse con esta mierda!— gritaron los dos furiosos, sorprendiendo a los presentes.
—¡Miren lo que hicieron!— gruñó furioso Ryota, acercándose a esos dos.— ¡Destruyeron las cosas de Take!
》¡Arruinaron sus recuerdos! ¡Regalos que yo le dí! ¡Y lo hicieron llorar!《
—Oh...— susurró Mikey avergonzado y triste de ver a Ryota enojado con el.
—¿Ah? ¿Y eso cuando pasó?— preguntó Draken, mirando sorprendido hacia el suelo viendo todos los objetos destruidos.
Draken tragó saliva del miedo al ver cómo el mayor Hanagaki había girado lentamente su cuello hacia él con una mirada furiosa sobre el.
—¡Ahhhh!
Takemichi gritó de la furia, llamando la atención de todos y el menor comenzó a repartir golpes hacia Mikey que éste lo esquivaba con facilidad no queriendo que Riry este más enojado con el si lastimaba al menor Hanagaki.
—¡No me jodan!
—¡Michi!— gritó el mayor Hanagaki preocupado al verlo caer en el medio de la basura de los vecinos.— ¿Estas bien?
—¿Estas bien Takemichi?— preguntó Mikey ante el silencio del menor Hanagaki que luchaba por salir de aquel basural.
—¡Cállate!— gruñó furioso el rubio de orbes celestes mirando fulminante al líder de la pandilla.— ¡¿Acaso creyeron que mis recuerdos no importan?!
—Ya, ya.. cálmate.— intentó tranquilizar Draken, recibiendo una fea mirada por parte de los dos Hanagaki.
—¡A la mierda calmarme!— gruñó furioso el menor acercándose al tatuado, sin dejar hablar al mayor.— ¡Ustedes no saben el esfuerzo que hizo mi primo para regalarme estos lindos recuerdos! ¡Y ustedes vienen aquí y lo destrozaron todo!
》¡No les importa nada más! ¡No les importa las personas que los rodean, ustedes pelean y rompen cosas ajenas! ¡Sin importarle el valor sentimental que tiene para esa persona!《
—Ya dije que lo sentía.— intentó disculparse una vez más Draken.— no era mi intención destrozar tus cosas.
—No importa, aún así van a seguir peleando.— susurró Takemichi cayéndose al suelo de rodillas que el mayor Hanagaki se asustó al verlo así, que quiso acercarse cuando ve cierta cosa en la cabeza de su primo.— ¿No se dan cuenta de todo el daño que hacen cuando pelean? ¡Todos quienes los admiran y los siguen también se están peleando!
》¡No es solo su problema! ¡Están destrozando Toman! ¡Es jodidamente devastador! No quiero que eso pase, no quiero ver que algo como eso pase... están siendo muy egoístas, ¡Actúen más genial! 《
Silencio.
—Pero olvídenlo... váyanse a casa.
Ryota esta orgulloso de las palabras del menor e iría corriendo hacia el y abrazarlo pero no podía mover su cuerpo ni mucho menos apartar sus ojos en esa mierda en la cabeza de su primito.
—Amm... Takemitchy...
—¡Ya váyanse!
—Nos iremos pero...— volvió a hablar Mikey señalándolo luego del gran silencio en el ambiente.— todo este tiempo...
》Has tenido una mierda gigante en tu cabeza.《
—¡¿Huh?!— se sobresaltó el menor mirando hacia su pelo.— ¡Que asco!
—Eres un inodoro Takemichi.— se burló Draken, riéndose a carcajadas.
—¿Por que no dijeron algo antes?— se quejó Takemichi que al ver a su primo ignorarlo, riéndose a escondidas de él, se sintió traicionado.— ¡Primo!
—Perdón..— se disculpó el mayor intentando contener la risa, ignorando por completo los ojos negros del rubio ceniza sobre el, que lo miraba como hipnotizado al haber escuchado su risa.— pero es que... estabas muy serio...
》Aunque tus palabras fueron muy maduras, estoy orgulloso de ti.《
—¡Primo!— se quejó medio llorando, queriendo acercarse a él, que lloró más al verlo alejarse.
—¡Corramos Kenchin, Riry!— gritó entre risas Mikey, agarrando la mano del mayor Hanagaki.— ¡O el cacas nos atrapará!
Ryota no pudo contenerse y se rió a carcajadas ante el apodo que el rubio ceniza le dio a su primito que lloraba en su dirección al verlo escaparse con los líderes de la pandilla. Pero... ¿Quien podía culparlo? Mikey agarraba fuertemente su mano, ambos corriendo siguiendo a Draken, que el mayor Hanagaki dejaría pasar ante, una vez más, el atrevimiento del menor y se divirtió como un adolescente normal.
A veces con tanto trabajo y estudios, esforzándose en cumplir las expectativas de sus padres, se olvidaba que era un simple adolescente.
Por lo tanto... decidió disfrutar este momento y más al ver la sonrisa y los orbes negros de Mikey brillar como estrellas.
Le gustaba esa mirada y esa sonrisa.
Esos ojos y esos labios llenos de vida.
{Me quedaron horrible, perdón jsjshs}
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¡Acá les traje un nuevo capítulo!
¡¿Que les pareció?!
¡¿Les gustó?!
Hay mucho Mikey x Riry... por cierto, ¿Que nombre de ship se les ocurre?
¿No son hermosos Riry y Mikey juntos? Disfruten de este momento porque después se viene lo feo </3
Riry cayendo cada vez más por Mikey.
NO SABEN TODO LO QUE TENGO PENSADO PARA ESTA HISTORIAAAAA.
En un hipotético caso... ¿Les gustaría que Ryota conociera a Shinichiro?
¡Voten y comenten!
Espero que les haya gustado.
Nos vemos el viernes.
Cuídense mucho.
Besitos.
~M.
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