Takemichi se encontraba confundido.

Se encontraba confundido por su primo.

¿Por qué estaba oliendo la chaqueta de Mikey?

¿Por qué Ryota estaba esa noche con él?

¿Por qué su primo se ponía colorado ante la mención del líder de la Tokyo Manji?

—Hanagaki...

El rubio chillón ignoró aquel llamado y comenzó a buscar en su mente la respuesta ante aquellas interrogantes que se le había venido a su cabeza, mientras movía el lápiz contra la mesa.

Aunque sabía que debía estar pensando un plan para acercarse más al líder de la pandilla y evitar que se cruzara con el otro líder, su mente no podía, seguía procesando esas preguntas en su cabeza.

—¡Hanagaki!

—¡¿A-Ah?!— se sobresaltó el menor y se sonrojó ante las risitas de sus amigos y de las miradas de sus compañeros junto los ojos furiosos del profesor.— ¡¿S-Si?!

—Como te veo muy atento a la clase.— habló el profesor con sarcasmo.— Espero que pueda seguir con la lectura que su compañera dejó.

—A-Ah...

Takemichi se congeló en el lugar y se avergonzó aún más al saber que ni siquiera sabía que estaban leyendo. Rascó su nuca de los nervios y miró avergonzado hacia el profesor que éste solamente bufó y  le respondió.

—Espero que esos amigos suyos no lo estén llevando por el mal camino.— le reprochó.— Deberías seguir el camino de su primo, él es responsable.

—Y apuesto.— se burló el pelimorado.

—Sendo continúe con la lectura.— le habló enojado el profesor al muchacho que justo habló.

—¿E-Eh? S-si, profesor.— suspiró con resignación.

Takemichi quiso desaparecer en ese momento y se hizo bolita en su asiento prestando atención esta vez en la clase. Cuando los gritos de varios alumnos y quejidos interrumpió el ambiente del salón, abriéndose la puerta del aula dejándose ver al mismo rubio ceniza del día anterior.

¡¿Otra vez?!

—Ta-ke-mit-chy...— canturreó con una sonrisa el líder de la Tokyo Manji provocando que todos los alumnos e incluso el profesor temblara ante ese tono de voz y esa sonrisa que parecía ser angelical cuando los orbes oscuros del rubio indicaban muerte.

El menor Hanagaki tragó saliva del miedo.

—Fue un placer tenerte como amigo.— susurró Akkun a su lado.

—Te llevaremos tus flores favoritas.— susurró Suzuki.

—Cuidaremos de tu madre y de tu primo.— habló esta vez Yamagishi.

—Oe Takemitchy...— apareció atrás del rubio ceniza, Draken, agachando un poco su cabeza.— Mikey te acaba de llamar.

》Ven aquí en este momento.《

—Disculpen jovencitos pero no voy a...— el profesor dejó de hablar ante la oscura y peligrosa mirada del más pequeño que tragó saliva del miedo y se dirigió al rubio de orbes celestes.— ¡Hanagaki! ¡Ya sal del salón!

—¡Hasta el profesor me vendió!— pensó llorando en su interior el menor, que se levantó de su lugar con sus piernas temblando y agarró sus cosas para ponerlos en la mochila hasta que camino hacia ellos hasta afuera del aula.

—¿Q-Que su-sucede Mikey, Draken?— se animó a preguntar, caminando detrás de esos dos, viendo como había otra vez varios chicos tirados en el suelo ante los golpes del más grande.

—Bueno... para empezar.— habló Mikey, teniendo sus manos dentro de sus bolsillos del pantalón, saliendo del edificio.— Tu primo se quedó con mi chaqueta...

Takemichi tragó saliva ante la mención de su primo y se sonrojó al recordar como había encontrado al mayor con la prenda del rubio ceniza.

Si el mencionado se enteraba... ¡Mataría a su querido primo!

¡No tenía pruebas pero tampoco dudas!

—¿Me estas escuchando Takemitchy?— preguntó molesto con un puchero en sus labios.— Draken, la perra no me está prestando atención.

—¡A-Auch!— se quejó el menor Hanagaki ante el tirón de cabello por parte de Draken, que al tener los orbes molestos de ambos, se disculpó inmediatamente.— ¡Per-Perdón!

》¡Y-Y si te-te estaba escuchando Mikey! ¡Mi primo tiene tu chaqueta y se lo llevó a su..!《

Y Takemichi ahí supo que iba a morir al ver el aura oscura en Draken mientras que Mikey se cruzaba de brazos e inflabas las mejillas del enojo.

—No puedo creerlo.— refufuñó Mikey.— Confiamos en ti, Takemitchy y tu me mentiste en la cara.

》Tu primo no estudia aquí.《

No era una pregunta, era una respuesta pero el rubio chillón asintió con la cabeza avergonzado al notar la decepción en la voz de Mikey.

—¿Por que nos mentiste Takemitchy?— preguntó Draken, rodeando los hombros de este.

—A-Ah perdón Draken... y Mikey.— respondió avergonzado.— Solo... es que... no quiero que Ryota sea involucrado en el mundo de las pandillas...

》Yo... no quiero que le pase algo por ese tema... él tiene un futuro brillante,  él es increíble y no quiero que su reputación decaiga al involucrarse conmigo, ya que yo no sé pelear y si le pasa algo por mi culpa... jamás me lo perdonaría.《

—Yo tampoco quiero que Riry se involucre con la ToMan y la delincuencia.— respondió con seguridad, Mikey, ganandose la atención del menor Hanagaki que entendió la razón de Takemichi.— Pero no te voy a negar que quiero hablar con el.

—¿Eh?— parpadeó sorprendido el menor, confundido ante aquellas palabras y por el apodo raro.— ¿Por qué?

—Porque llama mi atención.— respondió sinceramente, provocando que Takemichi se sorprendiera aún mas.— Además que tiene mi chaqueta.

—Tu primo en cierto sentido se parece a ti.— continuó Draken, empujando por los hombros al rubio chillón, los tres comenzando a caminar hacia las motos.— Él también protege a los que quiere.

》Te protegió de Kiyomasa, así que también tiene nuestro respeto y atención.《

—Exacto.— respondió Mikey, mirando a Takemichi sobre su hombro.— Entonces...

》¿Sabes en donde estudia tu primo?《

—S-Si.— contestó el rubio.— ¿Por qué?

—Porque claramente iremos a visitarlo.

—¡¿E-Eh?!

—Si que eres lento Takemitchy.

🏀🏀🏀

—¿En serio? ¿Aquí es?

Draken chifló ante el gran y pulcro edificio de tres pisos. Un instituto diferente a los de ellos, donde claramente se notaba que era una institución de dinero y privada.

—Mis tíos tienen un buen poder adquisitivo.— le respondió a Draken que miraba todavía sorprendido al edificio.— Pero igual es Ryota quien paga su escolaridad.

—¿En serio?— volvió a preguntar el tatuado mirando al de orbes celestes.— ¿Y como paga?

—¿No sabían? Mi primo es...

—Espera.— interrumpió Draken, sorprendido mirando hacia todos lados.— ¿Y Mikey?

—¿Eh? Esta a mi... ¿lado?

Takemichi se sorprendió al no tener la presencia del rubio ceniza a su lado. También buscó con su mirada casi saliéndose el corazón al ver al líder de la pandilla trepandose por las puerta de rejas cerradas de la entrada.

—¡¿Q-Que es-estas haciendo Mikey?!

—¡Shh!— chitaron los dos.

—Per-Perdón...— se disculpó inmediatamente de la vergüenza, para preguntar en voz baja.— ¿Que estas haciendo?

—¿Tu que crees que estoy haciendo Takemitchy?— preguntó seriamente el rubio ceniza, mirándolo sobre su hombro.— estoy entrando...

》Pateé las rejas pero... son duras, asi que... estoy trepando, Kenchin dame un empujón.《

—Pe-Pero...— Takemitchy no sabía que decir al ver a Draken ayudándolo a entrar que Mikey dio un pequeño salto y cayó perfectamente de pie del otro lado.

—¿Y? ¿Que esperan?

—A-Ah... no-no creo que sea buena i-idea..— tartamudeó nervioso y asustado más por la reacción de su primo que del instituto cuando se enteren de que tres personas entraron  como ladrones a un colegio.— ¿P-Por qué no esperamos a que toque el timbre de salida?

—Ya entré.— respondió cortante Mikey.— y voy a buscar a tu primo.

—Tu chaqueta.

—Si, también.

—¿Eh?

—¿Vas a entrar si o no?— preguntó Draken con una vena resaltada en la frente ante la estupidez de ambos rubios.

—A-Ah... bu-bueno... yo...

—Ya entralo.

—¿Q-Que..? ¡A-Ahh!

Takemichi gritó del terror hasta sentir su cuerpo chocar contra el duro y frío suelo. Lloró interiormente ante la fuerte caída y sollozó al querer levantarse doliéndole todo el cuerpo.

—¿Estas bien Takemitchy?— preguntó Mikey mirándolo desde arriba.— creo que usaste mucha fuerza Kenchin.

—¿Eh? Bueno... el no puso de su parte— se quejó el más alto, levantando al menor Hanagaki intentándolo ponerlo de pie, que ya había entrado.— ¿Estas bien?

—S-Si... es-estoy bi-bien...

—¡Genial!— sonrió contento Mikey.— Ahora... ¿Cual es el salón de tu primo?

—A-Ah... ese es un problema...

—¿Que?— preguntaron los dos.

—N-No se en q-que aula estudia...— se rió nervioso ante la mirada seria de los dos líderes de la pandilla.— ¡Per-Perdón!

—Bueno...— Mikey hizo sonar sus dedos.— tendremos que buscarlo por todo el edificio.

—A-Ah... yo s-solo se.. que está en segundo...— aportó el menor Hanagaki del terror al pensar que iban a ir por todo el instituto para buscar a su primo.

—¿Que?— preguntó sorprendido Mikey.— ¿Es más grande que yo?

—Am... si, ¿No lo sabías?

Mikey hizo un puchero y dijo.

—No.

—Bueno, ya.— interrumpió Draken acariciándose las sienes del cansancio.— ¿Sabes donde se encuentran los salones de segundo año?

—Ah no...

—Genial.— bufó molesto el más alto.— Da igual, tendremos que buscarlo por todo el edificio.

—A-Ah.. cre-creo...— volvió a hablar Takemichi caminando detrás de esos dos que ya se estaba dirigiendo hacia el edificio.— que si esta en segundo...

》Debería estar... ¿En el segundo piso?《

—¡Buena idea Takemitchy!

—No grites Mikey.— le regañó Draken, un poco tenso.— Este instituto no dudará en llamar a la policía en cuanto nos encuentren... hay que ser discreto.

Takemichi quería llorar y huir con tan solo pensar que si su primo lo viera no dudaría en matarlo. Ellos realmente no sabían que Ryota enojado daba bastante miedo que hasta tenia pesadillas.

Por eso nunca intentaba hacer enojar a su primo, le tenia terror cuando tiene aquel sentimiento.

—Vaya... que limpio esta todo.— murmuró Draken viendo el interior del edificio.

—Y los salones son espaciosos y pulcros.— respondió Takemichi, mirando de reojo, pasando los tres agachados, escondiéndose en la pared al ser un salón con tres ventanales que daban al pasillo, es decir a su ubicación. No podían dejar que algún profesor los viera.— Este es el aula 1-A...

—Bien.— respondió Mikey, levantándose del suelo molesto al haber sido tironeado hacia abajo por Draken para esconderse.— sigamos...

—¿Quiénes son ustedes?

Draken y Takemichi se tensan como la cuerda de un violín mientras que Mikey estaba tranquilo. Takemichi giró sobre sus talones mientras que los dos líderes de la pandilla miran sobre sus hombros, encontrándose a una muchacha de cabellos castaños, cortos y orbes del mismo tono de color que su pelo, mirándolos de brazos cruzados y en desconfianza.

—A-Ah... es-esto...— tartamudeó nervioso Takemichi a punto de llorar.

—Estamos buscando a Ryota Hanagaki.— respondió Draken, sin paciencia.

—¿Y por qué lo buscan?— preguntó entrecerrando sus ojos.— ¿Que son de él?

—Y-Yo soy su Pri-primo...

—Ah si... Hanagaki-san nos ha hablado de ti.— respondió la castaña.— Takemichi Hanagaki...

—S-Si, soy yo.— murmuró avergonzado y sonrojado al saber que su primo hablaba de el con sus compañeros.

—Bien... ¿Y tu?

—¿Tu?— preguntaron a la vez Draken y Takemichi, confundidos mirándose a los ojos preguntándose sino sería 》¿Y Ustedes?《 para luego mirar hacia donde estaba Mikey encontrandose a nadie.— ¡¿Mikey?!

—Ese enano...— masculló con la mandíbula tensa Draken con una venita resaltada en la frente, al darse cuenta que su amigo se fue.

—¿Había alguien más con ustedes?

Y los dos no pudieron hablar ante el timbre del receso que retumbó por todo el edificio.

—Estamos muertos.

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¡Aquí tienen un nuevo capítulo!

¡Por su cumple mes!

¿Que les pareció?

¿Les gustó?

¿Que piensan que va a pasar en el siguiente capítulo?

Que no se note el interés de Mikey con Riry. *guiño, guiño*

¿Les va gustando la historia? ¿Me estoy yendo del comportamiento habitual de Mikey?

¡Voten y comenten!

Espero que les haya gustado.

Más tarde publicaré el segundo capítulo.

Cuídense.

Besitos.

~M.