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Capitulo 7: Una humilde "reunión"

Es muy simple. No puedo meterme a la cabeza el hecho de que Hayley fuera capaz de entrometerse en el asunto privado de estos dos.

La habitación esta hecha un desastre. Las cortinas totalmente abiertas nos permite visualizar la escena del "crimen sexual".

¡¿Pero qué les sucede a este par de ninfómanos?! ¿Cómo es que este chico la tiene en esa posición de "perritos"? Hayley tenía razón cuando me dijo hace unos minutos, que la estaban cogiendo como a cachorra en celo.

No. No diré esa palabra. Ni pensarlo.

Lo primero que puedo observar es el cuerpo desnudo de aquel, su espalda cubierta de tinta. Su cabello es el más rubio que he visto, y su piel blanca. No logro detallar el color de sus ojos. Y ese miembro... creo que este chico me ha desvirgado los ojos.

Mis ojos van directo a la chica, desnuda, de igual manera. Pero si ¡su cabello es un desastre completo! La mitad de su cabello es rosa, pero creo que tiene algunos mechones de color azul; y la otra mitad es como un verde, muy opaco, de hecho, con mechas amarillas. Es vómito de unicornio. La chica es bastante delgada y tiene unos cuantos tatuajes en su cuerpo.

La pareja desafortunada, se ríe y se viste sin ninguna prisa. Creo que les gusta que los demás vean sus esbeltos y desnudos cuerpos. No tienen vergüenza.

— Vaya, vaya — dice Hayley mientras camina dentro del cuarto —. Ustedes no pierden el tiempo, ¿no?

La chica del cabello de arcoiris camina hacia la salida, sosteniéndose de lo que encuentre, sólo se ríe, pero noto que algo anda mal con ella. Sus pasos son un poco torpes, sus ojos están rojos y no enfocan a nada. Ella se va.

— Ustedes tampoco desperdician lo que es bueno para los ojos —. Se pone una camiseta blanca y se acomoda su miembro ya oculto bajo la ropa.

— Deberías cerrar la puerta para la próxima.

Hayley se voltea a verme, está sorprendida de que haya hablado, lo sé. No soy de esas mujeres que responden o son altaneras. La verdad es que me parece el colmo de los descaros. Este sujeto no tiene respeto por la chica, y tampoco por él mismo.

El chico se acerca a mi, mucho, en realidad. Invade mi espacio personal. Vaya, es bastante alto ahora que lo tengo justo en frente de mi. Pone su rostro muy cerca del mio, logro ver sus ojos azules.

— Claro que no, dulcecito — pasa sus dedos por mi mejilla y no logro reaccionar —. Si no hubieran sido tan maleducadas de patear la puerta, yo mismo las obligaría a entrar a satisfacer lo que justo ahora vuelve a endurecerse —. Muerde su labio y voltea a ver a Hayley desde los pies hasta la cabeza.

A Hayley no le agrada para nada la actitud de este violador. Frunce su ceño, cruza sus brazos y le advierte con la mirada de que quite sus mugrosos dedos de encima. Él obedece.

— Dado el caso, me alegra haber pateado la puerta.

— Oh, y te hará más feliz dejarte poseer de mí — responde a Hayley, su voz no puede ser más sexual, sus ojos intentan provocar. Pero no surge efecto —. Nos veremos luego, señoritas.

Y antes de irse, me mira y guiña un ojo.

Algo me dice que esta habitación no es de esa chica.

Salimos de ese lugar y mi teléfono empieza a sonar. Es Eloise.

— ¡Sam! ¿Dónde andas?

— Eh, estoy por aquí, apreciando lo que nos espera.

— Okay... mi habitación es la 517. Tienes que venir. Es urgente.

— Claro, iré con Hayley.

Eloise no responde por unos segundos.

— En tal caso, trae unos tranquilizantes. Adiós —. Cuelga la llamada.

Cojo del brazo a Hayley y subimos por las escaleras. Eloise jamás pide algo con urgencia, así que debe ser algo muy importante para que me lo haya dicho. No entiendo para qué decía lo de "tranquilizantes". Ha de ser que estaba sólo exagerando.

Buscamos la puerta con el número que me acaba de dar Eloise. Otra puerta abierta.

Entramos y veo a Eloise sentada sobre lo que parece ser su cama. Está jugando con sus dedos y su mirada está fija en el suelo. Detallo a una chica de espaldas. Su cabello es rubio, y me parece un tanto familiar. Se gira y nos da una sonrisa malévola. Característico de ella. La odiosa Bradford.

— ¿Pero qué tenemos aquí? Es la fea y la dálmata.

— No empieces con tus insultos de mierda, Layla. Tuvimos suficiente de ti en la escuela. 

— Cálmate, perra, ¿tienes rabia? ¿no te han vacunado? — se ríe mientras termina de acomodar su ropa.

— Hablas de ti misma, cariño —. El sarcasmo en Hayley es puro y notable.

Miro a Eloise y puedo percibir su desdicha. Me hace una mueca, señala con su mano a Layla y me voltea los ojos, dando a entender su fastidio.

Esto es difícil de creer, ¿quién lo creería? Vivir y dormir dentro de la misma habitación con tu enemiga, la que te ha hecho la vida imposible desde que ingresaste a la escuela.

Eloise no ha tenido que sufrir tanto por el maltrato de Layla, porque ella sólo estuvo con nosotros en la escuela por los 2 últimos años. Lo extraño es que, el objetivo de Layla siempre hemos sido Hayley y yo. Con Eloise es un más educada, si es que se le puede decir así.

— ¿Y tú qué? No podías vestirte peor, ¿no es así, fea? — Se ríe de mí. Me observa de pies a cabeza.

Pero esto se acaba hoy y punto. Estoy harta de que quiera bajar mi autoestima. Esa mal... desgraciada, no merece que yo me rebaje su nivel. Mi padre me lo ha dicho. Soy valiosa.

— Deja de molestar —. No se me pudo haber ocurrido algo más agresivo.

— Sigues siendo igual de torpe, Samuel. No durarás aquí un sólo día. Este no es tu ambiente. Quizá debiste quedarte en casa con tu papi. Con esa ropa y esa cara, jamás se fijarán en ti.

— Cállate, maldita — Hayley intercede por mi, asustando a Layla y haciendo que retroceda —. Vamos, Eloise.

Eloise se para al instante y se dirige hacia la salida, la sigo y Hayley viene detrás de mi. Bajamos las escaleras y veo que Eloise nos lleva a la cafetería. Ella siempre tiene ganas de comer.

— Qué maldita —. Bufa Hayley.

— ¿Estás bien, Eloise? Podemos hablar para que te cambien de habitación —. Trato de consolar a Eloise. Luce destrozada.

— Pagaré si es necesario, Eloise. Sabes que puedo hacerlo —. Es extraño. Hayley lo dice sin convicción alguna. Como si estuviera obligada a hacerlo.

— De hecho, ya lo hice. Pero ya todo está ocupado, y no ha llegado alguien a pedir cambio, o algo parecido. Olvidenlo, vamos a comer algo.

Vamos a un local de comida y Eloise pide un sandwich para ella. Desde que la conozco, siempre come eso. Hayley manifiesta que no tiene hambre, y sólo pide una botella de agua. Yo sigo nerviosa, y eso me impide comer. Caminamos hacia una mesa y nos sentamos. 

Le empecé a contar a Eloise el suceso de los dos chicos emocionados en una de las habitaciones. No paraba de reírse y de llorar.

Hayley no comentó nada en todo el tiempo. Cuando la miraba, ella lucía enfocada en su botella de agua. No la entiendo. Ella es de esas personas que son el alma y espíritu de una reunión; pero cuando está junto a Eloise, cambia radicalmente. Hayley deja de sonreír, para fruncir el ceño. La forma en la que mira a Eloise no es propio de una amiga. Creo que tiene que ver con lo que me quiso comentar esa noche que ambas pelearon. Bueno, fue ayer. Pasó aproximadamente una hora hasta que Hayley pronunciara unas palabras.

— Me sorprende lo depilado que estaba. Vaya que era un miembro con venas tentadoras, ¿cierto, Sam?

Ahora que lo menciona, no recuerdo haber visto eso. Era algo borroso, al igual que las imágenes tatuadas en el cuerpo de ambos.

Oh no, ya sé lo que deje en casa.

— No puede ser — me tapo la cara y me recuesto en la mesa. Qué olvidadiza fui —. He dejado mis lentes en casa.

— Buena esa, Sam —. Se ríen ambas, y Eloise me da una palmada suave en la cabeza.

Genial. Tendré que llamar más tarde a mi padre para que me los envíe. Sin mis lentes, no soy yo. Los necesito con urgencia, ojalá antes del lunes que es el día que inician las clases. Lo que menos quiero es tener que pedirle a alguien que me diga lo que el profesor escriba en el tablero, o las diapositivas que se proyecten.

Hayley alarga su brazo y aprieta el mio. Alzo la mirada y Hayley me hace señas con sus labios. Quiere que voltee a ver algo. Lo hago y reconozco ese rostro. Es aquel chico, el que carece de pudor. Está sentado en una de las mesas con un grupo de personas que, en mi opinión, son sus amigos. Parecen de esos que son rebeldes sin causa. Hombres y mujeres que viven para cumplir cuatro objetivos en la vida : alcohol, drogas, fiestas y sexo. Me está mirando fijamente, mientras pasa su lengua por sus labios y acomoda su miembro.

— Muy bien, Sam. Eres de lo más discreto que puede existir —. Sarcasmo, ¿dónde?

— Santo cielo — giro mi cabeza —, lo siento, lo siento.  Qué tonta he sido, ahora será una pesadilla. Un violador suelto que me hace sentir vulnerable. Ojalá no venga.

Hayley se ríe de mi.

— Dicho y hecho.

Cuando menos lo pienso, ya está sentado frente a mi, junto a Hayley. Pone sus brazos sobre la mesa e intenta tocar mi mano, pero la quito de inmediato. Este tipo me está asustando. Se ríe, sabe que estoy tratando de evitarlo a toda costa. Me da una sonrisa de lado y no deja de mirarme a los ojos. Siento que su pierna está tocando la mía. Reacciono y le doy una patada. Su confianza me genera desconfianza, ¿eso se entiende?

— Eres toda una fiera, ¿no es así, dulcecito? Me agrada tu espíritu. Las chicas cómo tu son mejores en la cama, en el piso, en el sofá... dónde sea.

— Eso jamás lo sabrás —. Le respondo con frialdad, tratando de que mi voz no tiemble y delate mi inseguridad.

Pasa a observar mis labios y se muerde los suyos, dejándolos rosados y un poco húmedos.

  — Pero, Sam, tú eres... — Eloise no termina lo que estoy segura que iba a decir, y ya Hayley le ha dado una patada por debajo de la mesa.

El chico se detiene a mirar a Eloise, pero lo hace con desprecio y le pone los ojos en blanco.

— Intenta no meterte, ¿si? Estoy tratando de hablar con mi nueva amiga, Sam —. Se ríe. Es todo un cínico.

— Ni siquiera sé quién eres.

— Oh, pero qué descortés de mi parte, ¿no, dulcecito? Me llamo Ethan. Ahora somos amigos, Sam.

— Es Samantha, para usted —. Respondo de prisa. Necesito que entienda que quiero que se vaya.

Sonríe y se endereza en su silla. Gira su cabeza, aprecia a Hayley e intenta tocar su rojo cabello, pero ella le quita la mano de un sólo golpe. Es un lunático. No se lo que quiere conseguir realmente, pero sea lo que sea, no lo obtendrá; por lo menos de mi, no.

— Entre más se resistan, más cautivadoras se convierten. Hagamos algo. Esta noche habrá una — suspira — pequeña y muy humilde reunión en mi casa. A mis "reuniones" sólo asisten mis amigos. Para que después no digas, dulcesito, que no soy un buen amigo. Quiero que vayas tú, mi amiga candente aquí... y puede ir esta —. Mira a Eloise como si fuera una mosca y le vuelve a poner los ojos en blanco.

Hayley empieza a reírse. Es toda una sarcástica cuando lo desea. Ella es la que mantiene a la raya a cuanto depravado aparezca en el camino.

— Que idiota, ¿crees que iremos a tu fiesta, que disfrazas con el término reunión? Apuesto a que buscas que terminemos como la chica a la que estabas penetrando hace unas horas.

— Oh, ¿Alana? Esa maldita se deja coger de cualquiera, sea hombre o mujer.

— Ah, ¿si? A mi me pareció verla drogada. Abusaste de ella.

— Cálmate, amiga...

— Hayley, maldito.

— Bien, ¿qué más puedes esperar de una puta adicta a los alucinógenos? Yo sólo quería satisfacerme, apareció ella e hice lo que quería hacer. Ni siquiera se acordará de ello cuando el jodido efecto de la droga se le pase.

Ethan habla como si estuviera orgulloso de ser lo que es. Sonríe a cada instante y se cree superior a todos.

De repente, siento que algo está detrás de mi. Volteo y observo al grupo de Ethan, que hace un rato estaban sentados.

Genial, ahí está Alana. Su actitud me dice que sigue drogada.

Uno de ellos en particular llama mi atención. El dorso de sus manos están completamente tatuados. Sus tatuajes recorren cada centímetro de su piel.

No tengo lentes para decir qué es la figura, pero parecen ser los huesos de su mano, envueltos de ramas y espinas. Su antebrazo derecho con varios símbolos tribales, y el izquierdo con plumas, como su fueran el ala de un ave. No logro ver más, a causa de las mangas de su camisa negra. Lleva puesto un jean desgastado y botas negras.

Por como le queda la ropa, deduzco que este sujeto se cuida. Es alto, su espalda ancha y no hay señales de exceso de grasa en su abdomen.

Estudio su rostro. Vaya, es muy atractivo. Su cabello castaño y desordenado, pero a la vez tan... no sé, es perfecto, algo me dice que debería hacer algo al respecto; pero no sabría decir qué es. Tiene una ligera barba. Expansiones en sus orejas, que por lo menos se ven modestos. Sus cejas son gruesas y tienen algo hermoso. No entiendo por qué lo describo así.

Samantha, calma. Es sólo un chico. Recuerda que nada de estas cosas te las vas a permitir.

Universidad, clases y exámenes. Sólo para eso viviré.

Pero hay algo en su mirada, que delata su frialdad y odio. Estoy segura de que oculta luz bajo la oscuridad que aparenta ser.

Él no se da cuenta de que lo estoy apreciando. No, no, no. Apreciando, no; sólo estudio su físico. Está ocupado mirando alrededor. Saca su lengua y lame su labio superior, pero hay algo que sale de su escondite.

¿Acaso lo que estaba pegado a su lengua era un piercing?

Quito mi de encima de él, antes de que se dé cuenta de que prácticamente lo estoy acosando con mi mirada.

Hayley también lo ha visto y detallado. Pero al verme, me comunica su desagrado.

— De acuerdo, iremos. Pasa la dirección —. Dice y le pasa el teléfono a Ethan. Hayley y yo nos sorprendemos de Eloise. Ella no suele ser así. Pero parece muy decidida.

Ethan parece que escribe la dirección. Nos sonríe y se levanta de su silla. Me mira y guiña de nuevo su ojo. Creo que tiene un tic nervioso, o algo así.

— Las estaré esperando, no me fallen —. Dice y se va junto a su clan de violadores y violada.

Vaya, ese chico parece tener una linda curva en su trasero.

Santo cielo. Ya, basta. No puedo ir. No lo haré.

— Muy bien, Eloise —. Hayley la fulmina con la mirada.

— Nos hicimos un favor —. Se levanta y se va, de mala gana.

Observo a Hayley. Vaya que está furiosa.

— No pienso ir, Hayley.

— Oh, no. Prepárate psicológicamente para lo que viene. O vas o te llevo arrastrada.

Amenaza detectada.




Helloooo! Como están?

Que les pareció este capítulo?

Algo pasa con Eloise... o no?

Que puede pasar en la "reunión" de esta noche?

Aguanten :3

Besos!!

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