Capitulo 24: "Ven a mi"
— ¡Samantha! ¡Vuelve aquí, ahora!
Escucho a Clyde que viene detrás de mi, grita mi nombre mientras me escabullo entre la gente, aprovechando mi corta estatura, para salir de esta casa y encontrar a Adam.
Afortunadamente, mi amigo me espera afuera. Sentado en la moto encendida, haciéndome señas con su mano de que me dirija rápido hacia él.
Corro como si no hubiera un mañana, pero en el proceso, alguien me agarra de la mano, haciendo que mi cuerpo voltee.
Cómo no, es Clyde. Y esta enojado conmigo. Pero presiento que es una furia diferente. Impotencia.
— ¿Por que lo haces? — Trata de acercar su rostro al mío, pero le niego el derecho.
— ¿Qué cosa? — Cuestiono.
— Dime, Samantha, ¿por qué huyes de mi?
Echo mi cabeza para atrás mientras me río. Clyde puede llegar a ser gracioso sin siquiera querer serlo.
— Después de todos los dolores de cabeza que me has causado, ¿crees tú que necesito darte motivos? Eres de lo peor que ha podido aparecer en mi vida. Eres orgulloso, soberbio, mujeriego. Nunca había conocido a un hombre tan inestable como tú. Es por eso que no te quiero cerca de mi.
Frunce su ceño y aprieta su mandíbula.
— No me vengas con tu puto cuento. Yo podría decir que eres una mujer insoportable, que se cree mejor mierda que los demás. Pisoteas a los demás y crees que eso te hace digna de recibir algo bueno. Eres una mujer egoísta —. Eleva el tono de su voz y se acerca un poco a mi.
— Eres un maldito, Clyde. No soy egoísta, ¿o acaso se te olvida las dos ocasiones en las que te he rescatado y atendido como a un rey, mientras que tú sólo te empeñas en acabar con mi tranquilidad? Soy mejor persona que tú, y ni siquiera la muerte podrá darle fin a eso.
Se ríe de mi. Masajea su frente con su dedo índice y pulgar. Lo he irritado, supongo.
— Eres ridícula, Samantha. Ridícula e inmadura.
— ¡¿Disculpa?! — Chillo y lo empujo con la palma de mi mano — ¿A qué se debe tu torpe acusación?
Me lanza una mirada asesina. Creo que no hice bien en tocarlo mientras discutimos.
— ¡Hiciste que Alana vomitara! Y por si fuera poco ¡encima de la camiseta que te dejé hace un tiempo! ¿Qué persona, en sus cinco sentidos, comete cierta locura?
Abro mi boca. No sé si lo hago porque estoy furiosa con él, o porque de verdad, Clyde tenga razón.
— ¿Te ofende que lo haya hecho?
— No.
Lo niega, pero estoy segura de que está mintiendo.
— Entonces no traigas a la conversación ese tema.
Escucho la bocina de la motocicleta de Adam. Él ha estado esperándome durante todo este tiempo. Me grita que vaya con él. Es lo mejor que podría hacer ahora.
— Me voy. Suerte, Clyde —. Le digo y le doy la espalda.
— Eso, ve con tu amigo—. Habla detrás de mi.
Pongo mis ojos en blanco y bufo. Clyde me enfurece de maneras incomprensibles.
— ¡Es mi novio, inepto! — Giro mi cuerpo para gritar por última vez en esta noche.
No sé cómo describir la expresión en el rostro de Clyde. Burla, confusión, sorpresa. Todo mezclado.
Gracias al cielo, puedo montarme en la motocicleta sin que Clyde llegue de nuevo a impedirme alguna acción.
Recuesto mi cabeza en la espalda de Adam, retando con mi mirada a Clyde. Rodeo el cuerpo de Adam con mis brazos.
Adam acelera y se dirige a mi residencia para dejarme ahí. No dice mucho. Sólo menciona que está un poco cansado, y decepcionado de que no hubiéramos hecho algo más divertido. Yo también opino lo mismo.
Me acuesto en mi cama. Hace mucho tiempo que no sentía que se desataba un caos en mi cabeza.
Qué estupidez he cometido. No debí hacer eso. Llegar a esa casa y formar un espectáculo, haciendo que Alana vomitara encima de la camiseta de Clyde.
¿Por qué de un momento a otro, la auténtica Samantha se tuvo que convertir en una persona que desconozco totalmente? Debo aprender a controlar mis emociones. Esto no puede seguir sucediendo.
Tampoco puedo permitirle a Clyde que se acerque tanto a mi. Es peligroso.
Creí que después de todas estas semanas, toda atracción hacia Clyde se había desvanecido. Pero no fue así.
Santo cielo, ¿qué es lo que ocurre conmigo? Se supone que ese caso de Clyde está cerrado, totalmente en el olvido. Mi cuerpo desobedeció mis órdenes, mi mente me falló, en el instante que Clyde comenzó a caminar hacia mi.
Fui débil. No debí dejarlo. Pero la pregunta es, si pudo acercarse a mi, ¿acaso fue porque en realidad, una parte de mi quería que lo hiciera? Todo es tan inconcluso.
Mi teléfono empieza a sonar, creo que está en mi maleta. Reviso y veo un montón de mensajes de texto. Es Hayley.
Me da una pereza celestial abrir los 5 mensajes del buzón. Mejor la llamo.
— ¡Sam! No era necesario que me llamaras —. Además de escuchar su voz, se logra identificar una música muy fuerte a lo lejos.
— No, no te preocupes. Me alegra que tengas los pies sobre la tierra. Imagino que sigues en la fiesta —. Aunque eso ya lo sé, sólo quiero confirmarlo.
— Si, aquí sigo. Más tarde llego, quiero divertirme un rato. El estudio está acabando con mi vida social, y debo mantenerla activa. Te vi salir con tu amigo, Adam.
Reviso las uñas de mi mano libre. Me alegra que estén largas. Es de la única forma que pienso que son dignas de recibir un manicure.
— Oh, si, si. Salí con él. Vino a dejarme y ahora estoy en mi cama. Eres muy atenta a lo que pasa a tu alrededor —. Observo una arruga en mi cobija y la aplano con mi mano.
— Bueno, en realidad, cuando te vi bajar por las escaleras, te seguí sin que te dieras cuenta. Pero luego, supe que no era la única que andaba detrás de ti. Sabes a quién me refiero, ¿verdad, Sam?
Miro al techo y pongo mis ojos en blanco. Suspiro y con un pie ayudo al otro a quitar el zapato, haciendo que caigan en el suelo, hasta quedar descalza.
— Sabía que ibas a decirme algo al respecto, Hayley.
Quiero que no siga tocando ese tema, es lo que menos necesito ahora. Pero ella lo hace.
— Sam, soy tu amiga. Quiero que estés bien. Patearé los testículos que deba para que vivas en paz. Los ví discutiendo afuera de la casa.
— Sólo charlábamos. Eso es todo —. Intento cortar la conversación.
La música de fondo ha desaparecido. Creo que Hayley ha salido de la casa para poder hablar sin distracción alguna. La escucho exhalar.
— Pues, sea lo que sea que hayan charlado, volvió a la casa un poco... tenso.
¿Qué quiere decir con eso?
— ¿Tenso? — Pregunto.
— Si. Bueno, es que, yo entré cuando te vi abrazando a Adam. Segundos después entró Clyde, caminó directo a la cocina y empezó a buscar algo de una repisa. Sacó una botella sin abrir de vodka, la abrió y...
— Esa historia la conozco, Hayley — la interrumpo —. Bebió, como borracho que se respete.
Hayley hizo una pausa por unos segundos. Me estresa tanto suspenso.
— No, Sam. Clyde no bebió.
¿Qué? ¿Clyde... no bebió?
No tuve necesidad de pronunciar palabra alguna, porque Hayley sabía que yo estaba a punto de pedir detalles.
— Al principio — continúa —, pensé lo mismo que tú. Pero fue muy curioso ver como luchaba contra esa botella de licor. Quería hacerlo, tenía la botella en sus manos, pero apuesto que algo en él le estaba gritando a todo pulmón que no lo hiciera. Es muy extraño, ¿no lo crees?
No lo dudo.
Hayley sólo quería contactarme para eso. Sus mensajes decían que la llamara apenas tuviera un espacio en mi ajetreada agenda. Ni siquiera tengo una.
Supongo que no haré nada esta noche. O quizá sea la oportunidad para leer El Retrato de Dorian Gray. De nuevo.
No tengo ganas de cambiar mi ropa, todavía. Cepillo mis dientes, mojo mis manos y me las paso por la cara.
Dentro de dos semanas empiezan los exámenes. Genial. Creo que mejor estudio un poco.
"Ven a mi". Mi cama parece que tiene algún tipo de vínculo íntimo conmigo.
Pero no. Mi cama tendrá que esperarme.
Santo cielo. No quiero hacer nada, con existir basta. Aseguro que a Hayley no le molestará que me adueñe de su laptop por unos minutos.
Cojo el portátil y me meto debajo de la cobija de Hayley. Escucharé música un rato.
¿Cómo es que se llama esa página web en la que se ven vídeos musicales? ¿Yo tuve? ¿Yo tuve... qué? Algo así. Gracias al cielo que Google siempre me ayuda en mis momentos de crisis. Youtube. Esa es.
La imagen de la camiseta de Clyde viene a mi mente. The Kings of Leon. Odio que Clyde escuche la misma banda que yo. Es un atrevido. Pero qué se le hace.
Empiezo a escuchar "Use Somebody", porque me encanta la letra. Se acaba la canción, pero vuelvo a reproducirla. Es adictiva.
Por cuestiones que no alcanza mi mente a comprender, me da curiosidad ver ese vídeo de Rihanna que jamás he visto. La canción la he escuchado infinidad de veces cuando voy caminando por las calles, o en la motocicleta con Adam. Hayley dice que esa canción debo ponerla en su funeral. Ella no quiere que nadie llore cuando muera; sino, que baile. Es muy rara.
Mi impresión me causa gracia de mi misma, cuando veo bailar a todas esas mujeres del vídeo "Work". Ya sé por qué le encanta a Hayley esta canción. Qué traseros, parecen pelotas de baloncesto, bien infladas. Cuando se mueven, se asemejan a una gelatina temblorosa.
Recuerdo que varias veces, Hayley intentó enseñarme a bailar así, a "twerkear". Difícilmente puedo coordinar mis pies para caminar.
Eloise fue más abierta en ese aspecto, aunque no tenga una milésima parte de la punta del trasero de alguna de las chicas de Rihanna. Hayley todavía me fastidia con esa historia de que yo tengo "potencial", que poseo lo que se necesita: trasero. Pero eso es mucho más complicado de lo que parece. Cuando lo intenté bailar por primera vez, me cansé muy rápido.
El twerk es para las personas que van cada viernes y sábado de fiesta. Queda claro que yo me excluyo de inmediato de ese grupo.
Oh, vaya. Creo que se le ven los pezones a Rihanna en el segundo vídeo. Esto es incómodo.
Creo que mejor vuelvo a The Kings of Leon.
"Sex on Fire". Ahora, esta canción es muy especial. Mi padre es quien viene a mi mente ahora.
Tres semanas sin verlo. Sólo Dios sabe cuanto lo extraño. Si estuviera en casa, estaría en la el sofá de la sala, comiendo pizza hasta que se saliera por mi nariz, con Zac y mi padre. El viejo sería el centro de atención, como siempre. Contando sus anécdotas policíacas y recuerdos de joven.
Mi padre ha sido un gran hombre, de pronto, eso no fue suficiente para la mujer que me parió. Quizá quería algo menos valioso.
Reproduzco de nuevo "Use Somebody", tarareo la canción y muevo mi pie al ritmo de la música. Subo el volumen y saco la cabeza. Me estaba ahogando del calor ahí adentro. Me recuesto en la almohada de Hayley y cierro mis ojos.
Esto es vida. Yo, una habitación para mi y música. No podría pasar una noche mejor.
Mi tranquilidad se desvanece cuando escucho que alguien trata de girar la perilla de la puerta. De inmediato me siento al borde de la cama y mi mente empieza a maquinar cómo acabar con el intruso o la intrusa. Lástima que no traje un bate de béisbol para darle a la cabeza a alguien.
Santo cielo, qué pensamientos tan pecaminosos. No he ido a la iglesia. Quizá debería confesar mis pecados. O algo así.
Alguien toca bruscamente la puerta, repetidas veces. No se cansa de hacerlo.
Me levanto y me acerco a la puerta.
— ¡¿Qué te sucede, animal?! ¡¿Me vas a tirar la puerta encima, o qué?!
Santo cielo. El mundo en el que vivimos ha perdido el respeto por los demás, ¿o soy exagerada?
— ¡Si en realidad fuera un animal, no te tiraría la puerta encima! A no ser, que prefieras que yo me tire encima de ti, niñita.
Clyde. Justo a quien necesitaba.
***
HELLO! Como van? Que tal el dia? El clima?
Quiero darles las gracias! De verdad que me encanta leer sus comentarios y reacciones a ciertas partes de cada capitulo. Siempre estoy pendiente de ustedes. Los tengo en la mira -.- :3
Como habrán notado, dediqué varios capitulos a personitas que han estado re pendientes aqui. Yo sé muy bien que aun me faltan varias por dedicar. Ya los identifico con facilidad. Creí que los capitulos iban a alcanzar para todos, pero ¡ah sorpresa! A medida que vaya actualizando, voy dedicando. Están en mi lista... pero no la negra haha.
Tengo un update. Hoy inicié clases en la u. Soy oficialmente una cineasta en formación :D Aunque ya había iniciado una carrera (los que hayan leido "Infinitamente" entenderán mejor") Ya pude ser fuerte y tomar esa gran decision de seguir mi sueño. Eso implica que dentro de un tiempo, cuando haya aprendido muchísimos más conceptos, editaré esta historia, porque sé que no es perfecta, pero por algo se empieza.
Muchisimas gracias, de verdad. De pronto piensan que por escribir la novela, no me doy el gusto de revisar sus comentarios, sus saludos o cosas asi. Lo doy todo por ofrecerles algo que les encante.
Los ama este pechito gringo-colombiano!
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