Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ADIÓS

Le di al botón de "Publicar" y observé cómo se actualizaba la página.

Solté el aire que había estado reteniendo, y apoyé los codos en el escritorio y el mentón en las manos cruzadas, con los ojos clavados en la pantalla. Ya estaba. Listo. Era el último capítulo, y el mensaje de despedida en Wattpad. Una etapa dejada atrás, después de siete años.

—Ya —dije en voz alta, como para cerrar el tema, y me recosté en el respaldo de la silla.

Un brillo dorado llamó mi atención detrás del cristal de la ventana, justo en el límite de mi vista. Giré la cabeza con curiosidad y por un instante no vi nada. Luego sí, ahí estaba, una mariposa del más puro color del oro que jamás hubiese visto en mi vida, tanto que no creí que fuese real. Era perfecta, y sus alas desprendían un polvo tan fino que se dispersaba enseguida en la brisa.

Aleteó frente a mis ojos mientras yo intentaba recordar cómo se respiraba, porque esa mariposa era la mía, era la de Loki, era aquella sobre la que había escrito más de una vez y aquella que significaba tanto aunque sólo fuese para mí.

Me puse de pie con tanta prisa que la silla se tambaleó y corrí, más que caminé, hacia la puerta. Pensé que, con mi suerte, ya se habría ido cuando yo llegase afuera, pero no. Me esperaba, dibujando gráciles espirales de oro en el aire fresco y oscuro del atardecer.

Intenté acercarme y se alejó de mí, pero no desapareció. Se mantuvo casi a mi alcance, y después de tres pasos me di cuenta de que me estaba guiando hacia el nivel medio del jardín. Bajé las escaleras de piedra con paso lento y el corazón latiéndome a toda velocidad, y me lo encontré detrás de la enredadera, de pie sobre el césped verde.

Era como lo había imaginado. No igual a las películas, no exactamente. Compartía los rasgos esenciales de Tom Hiddleston, pero al mismo tiempo su rostro y su cuerpo eran otros. Las líneas más estilizadas, más divinas, y una magia que ningún actor podría lograr y ninguna cámara podría captar. Llevaba el cabello del largo justo que yo describía, y sus labios se tensaron en esa sonrisa que yo conocía más que la mía propia a través de las palabras. Llevó las manos a su cabeza y se quitó el yelmo, que destelló con el mismo tono que la mariposa y se desvaneció en el aire.

—Buenas tardes, Priscila.

Yo ya estaba llorando sin remedio, en silencio e intentando encontrar oxígeno. Me tapé la cara con las manos y le escuché reír. Era él. Por Dios, era él.

Me sobresalté cuando sentí sus brazos rodeando mis hombros y me encontré refugiada contra su pecho. El metal de la armadura estaba frío pero la tela era suave y estaba impregnada hasta la última fibra de su perfume. Ese tan exacto, ese que tal vez sólo yo me había inventado. Era totalmente familiar, el escozor del humo y la fragancia de los pinos. Me obligué a tomar aire profundamente, con la respiración entrecortada, y me reí al darme cuenta de que mis manos temblaban de forma incontrolable.

—¿Qué...? —comencé, y no encontré las palabras necesarias—. ¿Qué...?

—Vine a decir adiós —contestó con simpleza, cada palabra en la entonación precisa y el tono medido. Era un dios y un príncipe, y no había vuelta que darle. Deshizo el abrazo, pero dejó sus manos en mis hombros; era altísimo, me sacaba como tres cabezas de estatura.

—¿Por qué ahora? ¿No podías venir antes? Por Dios, Loki, escribí durante años sobre ti, y te veo recién cuando me estoy yendo —le recriminé a medio camino entre la risa y el enojo.

—Estuve contigo en cada palabra, Priscila, y fuiste tú quien me hizo como soy, tal como una madre concibe a su hijo, o una planta forma un capullo que se transforma en flor. Es hoy que estoy aquí, completo y único, gracias a ti. Es también hoy que te digo adiós.

No tenía palabras para objetar eso, ni nada, siendo sincera. La situación era tan quimérica que aún ni siquiera había terminado de estabilizarme. Alcé la mano derecha y acaricié el perfil de su rostro, delineando cada uno de sus rasgos; eran tan familiares bajo mis dedos como si mil veces los hubiese tocado. El atardecer volvía el cielo cada vez más oscuro momento a momento, pero Loki brillaba de una forma leve y etérea como si contuviese la misma luz del fuego que olía en su piel.

Él tomó mis manos en las suyas y dejó un beso sobre mis nudillos, deteniéndose un instante que pareció eterno. Luego me miró a los ojos, los suyos nítidos y con una profundidad imposible de describir.

—Gracias por mi existencia —murmuró, en un tono tan bajo que su garganta vibró como un ronroneo.

—¿Cómo se supone que pueda dejarlo todo ahora, después de verte en persona por primera vez? —dije, casi suplicante, y él sonrió.

—Así como los pájaros dejan volar a sus hijos, y los hombres se casan y forman otro hogar —contestó—. Aquí te doy una última idea, la despedida final. Escribe sobre esto y sobre mis palabras, y luego vive tu vida.

—¿Esto es real o está sucediendo sólo en mi cabeza? —pregunté.

—Eso lo dejo a tu criterio.

—No es justo.

Se rio bajo su aliento y se inclinó para dejarme tres besos en el rostro: uno en cada mejilla, y uno en la frente. Lo abracé con fuerza por la cintura, aferrando la tela rugosa de su capa en un intento de grabar ese momento por siempre en mi memoria. Los grillos habían comenzado su sinfonía junto a los últimos pájaros que cantaban tras la puesta del sol, y eso terminó de completar la escena en mi mente.

—Gracias a ti —susurré contra su pecho.

—Adiós —dijo contra mi cabello. Su voz fue como el viento, y de pronto ya no estaba más. Las últimas estelas de polvo dorado eran lo único que permanecía en el aire, y se esfumaron en la brisa apenas un segundo más tarde.

Me quedé un rato ahí, sin moverme, con los ojos fijos en donde él había estado. Luego subí lentamente hacia mi casa, y en la entrada me encontré a mi prometido con nuestra gata trepada a sus brazos, y en cuanto me vio me sonrió con todo el cariño que podría soñar.

—Vamos, es casi hora de la cena —me llamó.

Llegué a su lado, y me besó en los labios brevemente. Tendí las manos y me dio a la gata, que se hizo un ovillo en el hueco de mi codo. Miré atrás, pero no vi ninguna mariposa, y el aire no trajo ninguna fragancia de humo. La vida de verdad estaba a mi lado, y era hora de que aprendiera a verla. Giré la cabeza para contemplarlo de nuevo a él.

—Feliz Año Nuevo —le dije aunque aún no fuesen las doce, y se rio.

—Feliz Año Nuevo, Pris —respondió.

ADIÓS

* * *

En PriscilaGibert, mi cuenta de historias originales, he comenzado un poemario, y algunos de los poemas son "escritos" por Loki para mí, y otros de mí para Loki. Aquí se los comparto.

* * *

ESPERÁNDOTE (de Loki para mí)

Pase un año, pasen dos, pasen cien
Una eternidad
Estaré aquí, esperando
Esperándote

Una mariposa de oro
Bajó del sol
Una mariposa de espuma
Subió del mar
Y yo estoy aquí, esperando
Esperándote

Esperándote

Esperándote

Esperando...me

* * *

ADIÓS (de mí para Loki)

Siete años
Tantos días más tarde
Un millón de palabras
Y mil trazos en tu honor

Demasiadas canciones
Que el viento trae
Y la lluvia borra
Canciones sólo sobre ti

Fue único
Fue nuestro
Fue tú creciendo
Y yo creciendo a la vez
Fue tú viviendo
A través de mis dedos
Cortando mi aliento
Cruzando mis ojos
Tu sabor en la punta de mi lengua
Y tu aroma perdido en el aire

No quiero
Llorar
No voy a llorar
Alzando la mano para decir adiós
Las chispas de tu magia
Se entrelazan en mis dedos
Y lo sé
Y lo sabes

Eres yo

* * *

DE DIOSES Y RECUERDOS (de Loki para mí)

En tu tierra, lejos, allí abajo
El verano es siempre un poco más frío
Trae el viento el trinar de los pájaros
Trae la brisa el cantar de los grillos

Cuánta magia y caricias pueden
Conjurar bailando mis hábiles dedos
Pero cuánto más poder contienen
Las palabras que inventas sin miedo

Mis ojos verdes, color esmeralda
Son un fiel reflejo de los ojos tuyos
No tienes capa, armadura ni espada
Y sin embargo arreglas lo que yo destruyo

Cuando oí tu llamado
Acudí en un latido
Ahora me haces a un lado
Y se confunde tu adiós con el mío

Y tú te vas, o yo me voy
Y quisiera evitarlo con todo mi ser
Eres mi diosa, mi vida y mi sol
Espero, algún día, oír tu voz otra vez.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro