No puedes arreglarnos.

-Hobi ¿estás listo?- pregunto el peligris mientras se ponía un gorrito para evitar el horrible frio que hacia ese día.

-Sí, vámonos- termino de acomodar la bufanda que iba a llevar y camino hasta la puerta tomando las llaves del auto de sobre el mueble en la entrada.

Con el peligris quien lo seguia, salieron de la casa hasta llegar al auto del mayor, hoy era día de descanso, así que como lo habían dicho, saldrían de compras para seguir preparando todo lo necesario para el bebé, después de lo cansado que fue el día anterior y ambos tenían ganas de salir y disfrutar el día juntos, el plan era ir al centro comercial, ver una película en el cine, comprar un par de cosas y a la hora de la comida, comer en alguno de los lugares de comida rápida del centro comercial, seguir comprando y para la cena, comprar algo igualmente del centro comercial ya que ninguno de los dos tenía ganas de cocinar aquel día, con los planes listos se levantaron a las 11:30 de la mañana y se prepararon para salir sin permitir que el frio de aquella mañana arruinara sus planes, ahora siendo las 12:40 de la tarde ambos, pelirrojo y peligris entraron al auto y tomaron camino hasta el centro comercial.

Bajaron del auto y entraron, yendo directamente hacia el cine de aquella plaza, Taehyung se veía radiante ese día, sus cabellos estaban brillantes, su sonrisa era inigualable, sus mejillas habían recuperado por completo aquel sonrojo natural y ni hablar de aquella preciosa pancita de 5 meses recién cumplidos, entraron al cine y Taehyung se encargó de formarse en la fila para la dulcería mientras su mayor iba a la taquilla a pedir los boletos que compraron en internet antes de salir de casa, justo cuando el más bajito estaba por llegar a ser atendido el mayor llego junto a él y ambos pidieron una caja de palomitas grande con mitad de palomitas picantes para Hoseok y mitad palomitas de caramelo para Taehyung, un ICE para cada uno, un refresco que sería de ambos y un chocolate que ni bien se lo entregaron, el pequeño Tae empezó a comerlo por no decir que a devorarlo, se encaminaron hasta la sala de cine donde se transmitiría la película que eligieron y entraron.

La película comenzó con calma y normalidad y al terminar, se decidieron de la basura y caminaron alrededor de la plaza entrando en barias tiendas y comprando múltiples conjuntos de ropa de

diferentes colores, desde lilas hasta amarillos claros o tonos pastel, llegadas las 4:30 pm decidieron que era buen momento para comer, acordaron en comer hamburguesas con papas fritas y de postre quizás un helado con trozos de galleta para el menor.

-No pudo creer que aun con el clima que sabias que había, saliste de casa sin una bufanda- dijo el mayor viendo al más pequeño tiritar suavemente a causa del frio.

-N-no pensé que fuera necesario- susurro sorbiendo por su nariz.

-Claro que no lo pensaste Taetae- río mientras se quitaba su propia bufanda y la ponía al rededor del cuello del menor.

-Hobi no es necesario- susurro aún más sonrojado de lo normal.

-Claro que sí, no quiero que además de embarazado estés enfermo Taehyunnie- le sonrió y comenzó a caminar en dirección a otra tienda de cositas para bebés.

-Gracias- le sonrió de vuelta caminando a su lado.

Entraron en esa tienda llevándose una pequeña desilusión al no encontrar nada que les gustara y al salir caminaron un par de pasos hasta que una mano tomo la pequeña muñeca del menor deteniendo su camino, extrañado por el contacto Taehyung volteo inmediatamente y Hoseok fue testigo de cómo el menor de mejillas rosadas se desmoronaba y volvía a ser el pálido y ojeroso chico que conoció en la estación de Tren.

-Taetae- dijo en un susurro el causante de todos los residentes males de Taehyung.

-J-Jungkook- susurro al borde de las lágrimas el menor, lo cual fue una clara señal de auxilio para él de sonrisa reluciente.

-Suéltalo- dijo con voz bastante firme sorprendiendo y exaltando al peligris que volteo a verlo aun con los ojos cristalinos.

-¿Perdón?- pregunto con burla Jungkook.

-Dije que lo sueltes, ahora- camino hasta llegar a la mano que sujetaba a su amigo y con un movimiento brusco separo ambas manos y puso a Taehyung detrás de él.

-¿Y tú quién rayos te crees que eres para alejarlo de mí?- gruño con el ceño fruncido.

-Yo soy la persona que lo ha cuidado y ha escuchado y visto todas y cada una de las lágrimas que le has provocado las últimas siete semanas-

-H-Hoseok, por favor vamos a casa- susurro el menor que estaba aferrado a su abrigo, el cual de pronto comenzaba a sentirse muy mareado y débil.

-Claro que si Taetae, nos vamos a casa- le sonrió tomando la mano del menor.

-No le digas así- gruño acercándose demasiado a Hoseok.

- Jungkook, cálmate - NamJoon lo sujeto del brazo al notar como sus acciones estaban asustando a Taehyung -Estas asustando a Taehyung, el estrés puede hacerle daño al bebé.

 -N-namJoon hyung- le miro aun escondido detrás de Hoseok.

-Hola Pequeño, me da gusto verte, ¿cómo te encuentras?- le sonrió amistoso mientras se acercaba lentamente hasta él.

-Hyung lo he extrañado mucho- dijo el peligris para después darle un corto abrazo que fue correspondido -Yo estoy bien, ¿cómo estas tú y Jin hyung, lo he extrañado mucho a él también.

-Taetae cariño, debemos hablar mi cielo, por favor- intento acercarse su ex novio pero Hoseok se interpuso de nuevo provocando un gruñido del mayor.

-No me llames así- susurro el menor viendo directamente hacia el -Ya no vuelvas a llamarme así nunca, perdiste el derecho hace ya algún tiempo.

-Por favor déjame hablar, sé que puedo arreglarnos Taehyung, tan solo...-

-No puedes arreglarnos Jungkook, no somos un jarrón roto que se pueda pegar con silicón y arreglarnos- desvió la mirada hasta su compañero de departamento y le miro suplicante -Por favor vamos a casa Hobi hyung-.

-Como ordene - camino hasta él y tomo su mano solo para enfadar más a aquel castaño que no le quitaba la vista de encima.

-Nam hyung, le llamare más tarde ¿está bien?- le sonrió una última ves antes de empezar a caminar junto a Hoseok.

-Espera- hablo fuerte Jungkook caminando hacia ellos pero siendo detenido por su amigo.

-No kook, el estrés realmente podría ser malo para el bebé, déjalo ir.

-No puedes pedirme eso Hyung, acabo de encontrarlo- la desesperación era notoria en su voz.

-Él dijo que me llamaría, intentare convencerlo de vernos después.

Después de eso ambos se quedaron en silencio viendo al menor, aun con su mano unida a la de aquel desconocido, desaparecer a la lejanía.

Cuando ambos estuvieron en el auto, el peligris al fin se permitió llorar con desesperación, tapando su cara con sus pequeñas manos, el mayor lo veía sin saber que hacer o que decir para tranquilizar al más pequeño, así que solo permaneció ahí, junto a él dando leves carisias en la espalda contraria.

-¿Cómo rayos me encontró?- susurro sin dejar de llorar.

-No lo sé Tae- respondió con su voz calmada, aun cuando en su interior sentía una horrible tristeza por su amigo, justo cuando estaba recuperando su brillo, tenía que llegar a arruinarlo de nuevo, aquel idiota que le hizo tanto daño.