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🔥 HyunLix | Consumación 🔥

HyunJin acaricia la cintura del menor con lentitud por sobre la delgada tela de la camisa y sube hasta su espalda, acercando a Félix a su cuerpo para tener su cuello a su alcance antes de agacharse y besarlo. El acompañante inhala hondo y sube sus manos a los bíceps del mayor, descansando sus manos delicadamente sobre la tela en lo que recibía el cálido aliento y suaves besos en su cuello.

Lentamente Félix va retrocediendo, llevando a HyunJin consigo hasta topar con la cama, donde el menor suelta los brazos del empresario para llevar sus manos al saco y quitarlo lentamente. HyunJin suelta su cuerpo para hacerlo más sencillo y cuando ya no tiene la prenda encima aprovecha para llevar las manos al borde de la camisa del pecoso y tirar de ella hacia arriba, quitándosela para luego dejarla caer en el sillón.

Félix sintió una leve aceleración en su corazón cuando ve al mayor inclinarse sobre sus labios. HyunJin le dijo que quería tenerlo tal y como era él ¿Entonces por qué se sentía incapaz de correrle la cara para evadir el beso? A él no le gustaban por dos motivos: Porque solían ser muy desastrosos y porque eran un camino sencillo al ridículo enamoramiento, que en su trabajo simplemente no tenía ni pies y cabeza porque sería un desastre.

Traga saliva, indeciso, pero finalmente tarda demasiado en decidir y los gruesos labios sonrosados del mayor se unen con los suyos en un beso lento que iba a un ritmo que le permitía a Félix modificarlo si así lo prefería. Inicialmente Félix se queda quieto, moviendo los labios solo para no quedar mal, pero luego de unos segundos siente las manos calientes de HyunJin acariciar con calma su espalda, y como un gato, va cediendo a las caricias y finalmente pone de su parte, volviendo el beso mucho más movido, pero sin perder la calma, abrazándose al torso del mayor.

Solo mantén la cabeza fría, Lix.

El más alto coloca una pierna entre las de Félix y el menor advierte que va a recostarlo en la cama. Lentamente se deja caer hacia atrás para no hacerlos perder el equilibrio, y una vez que sintió la rodilla de HyunJin sobre el colchón se dejó caer, llevándose consigo al rubio mayor, quien ya había vuelto el beso más hambriento.

Ansioso, Félix siente el placer en las caricias acaloradas pero tranquilas que el empresario le dedicaba a su torso mientras él levantaba sus manos para sujetar la cabeza del mayor, enredando sus dedos en el lacio cabello rubio. E inevitablemente se pregunta si lo estará haciendo bien.

HyunJin no estaba muy alterado y parecía tomarlo con calma, lento. A su ritmo.

Félix no era tonto, sabía que priorizar el placer del cliente no significaba abandonar el suyo, pero HyunJin estaba procurando mantener demasiado su comodidad, ignorando que en realidad era Félix quien debía complacerlo a él y no al revés. Sin querer ser brusco, desliza sus manos de la nuca hasta acunar las mejillas del más alto para separarse a ambos con calma, desconcertándose ante el choque de sus respiraciones agitadas ¿Con cuánto furor se habían estado besando?

- ¿Estás seguro que no quieres que haga nada? - jadea acariciando sus pómulos, sintiendo las ganas de mantenerse en movimiento, incluso si solo eran sus pulgares.

- Haz lo que tú quieras, siempre y cuando sea algo que Lee Félix haría - responde suave, casi en un susurro antes de darle un beso más pero corto y bajar a su cuello, dando mordiscos suaves y besos hasta llegar a su clavícula.

Vagos suspiros se escapan de entre sus labios cuando a los besos se suman las caricias apretadas en su torso, que poco a poco iban descendiendo hacia su erección. Cuando HyunJin llegó a ella la masajeó con insistencia, sacando algunos quejidos que el menor calló con una mano. HyunJin lo mira de reojo por la interrupción del sonido, pero no objeta, si el menor se sentía cómodo así no lo iba a obligar.

Sin dejar de presionar la erección de su acompañante, HyunJin lleva la mano libre hacia su corbata y afloja el nudo con un tirón para luego comenzar a desabotonar su camisa hasta abrirla. Félix por su parte entreabre los dedos de su mano con cierta duda, dejando escapar tímidamente algunos jadeos.

HyunJin automáticamente deja el bulto en la entrepierna del menor para abrir la bragueta de su pantalón y liberar la erección del acompañante. Félix no es capaz ni de registrar cuándo o de dónde saca el empresario un condón y se lo coloca. No iba a objetar, no tenía ni motivo ni ganas de decir algo, y si las tuvo HyunJin la mandó a volar a todas cuando engulló su miembro sin dudarlo.

Se sorprendió a si mismo cuando sus labios no pudieron retener el gemido profundo que surgió de su garganta. ¡La culpa la tenía JiSung! Durante toda su estancia en la empresa jamás le había fallado la voz, jamás gimió, lo sabía controlar perfectamente ¡Llega JiSung y su maldito libido y matan su control en menos de cuatro horas!

Una mano de HyunJin sube por debajo de su muslo y se aferra a él, mientras la otra se acerca a su entrada. Félix aprieta los dientes en un intento ansioso por contener otro gemido ante la penetración de dos largos dedos que se acercan bastante a su próstata.

Pero HyunJin no quiere eso. Él quería otro gemido, otro que fuera igual y sonara más alto que el que dejó salir hace rato.

Dispuesto a conseguirlo, prepara su entrada con energía sin hacerle ningún daño, rozando la próstata en reiteradas ocasiones y succionando su miembro con la misma intensidad. Félix simplemente no pudo resistir.

Más, más.

Sus manos buscan el cabello del más alto, sin embargo, hace un fuerte esfuerzo por no agarrarlo y finalmente sus manos caen sobre su vientre. HyunJin vio las manos ante sus ojos y suelta el miembro lentamente para erguirse y mirarlo con los ojos ensombrecidos por la lujuria.

- Tócate - a nada más comprender la orden Félix llevó sus manos rápidamente a su entrepierna.

Una mano sujeta su erección con firmeza e inicia un movimiento apretado y acalorado, mientras que la otra arañaba la parte interna de los muslos blanquecinos que HyunJin estaba considerando morder. Delicioso.

Sin quitarle la mirada de encima, HyunJin abre la bragueta de su pantalón y liberar su erección del bóxer, masajeándolo con intensidad a un ritmo lento. Los gemidos de Félix iban y venían suavemente, la manera en la que su cuerpo se torcía y curvaba cada vez que su mano se movía involuntariamente de una manera que lo hacía tocar un punto más alto de placer que los demás lo ponía ansioso.

HyunJin estaba seguro de que podría provocar puntos mucho más altos que los que el pecoso sentía y quería sentir su desesperación por obtener más. Abre un condón nuevo y a nada más colocárselo lleva una mano hacia una de las rodillas de Félix, haciendo que este abriera los ojos y lo mirara. No dejó de tocarse, porque hasta donde podía reconocer HyunJin no se lo pidió.

- ¿Puedo? - Félix solo pudo asentir a nada más mirarlo.

Al carajo si estaba obligado a decir que si por su contrato o su trabajo, Félix aceptaba por amor propio, porque sabía bien que ese hombre estaba bien dotado como ningún otro y no lo iba a desperdiciar. HyunJin sonríe levemente y se acomoda contra su entrada, tardando solo unos segundos antes de penetrarlo hasta el fondo, sacando a Félix finalmente ese gemido que el más alto tanto quería.

Ronco y sin aliento, así es como HyunJin quería escucharlo. Cierra los ojos gustoso, disfrutando el temblor en la grave voz de su acompañante y se queda quieto unos segundos, procurando calmarse y no perder el control, no quería lastimar al chico ni correrse a nada más entrar en su estrecha cavidad.

Félix respira hondo y trata de conservar la calma, se sentía bien y no había incomodidad alguna hasta ahora, no tenía quejas por el momento y HyunJin parece bastante interesante. Hasta ahora, Félix podía decir que HyunJin era buen cliente.

HyunJin desliza lentamente sus manos por los muslos de Félix hasta soltarlo y apoyarlas en el colchón, inclinándose sobre el rubio pecoso. Félix siente su corazón dejar de latir cuando el empresario alza su mirada oscura hacia él y le da una sonrisa de lado antes de empezar a moverse, es cuando una corriente eléctrica estalla desde su vientre y se expande por todo su cuerpo. Sus manos se mueven hacia los antebrazos de HyunJin y sus dedos se cierran a su alrededor, dejándose llevar por las placenteras embestidas que recibía su cuerpo, deja que su voz salir de sus labios libremente y sin ponerle restricciones de ningún tipo.

Era dificil encontrar el ritmo de HyunJin, sus movimientos eran fluídos y cada vez que tocaba fondo Félix sentía que se quedaba sin voz. HyunJin por su parte estaba feliz, finalmente tenía el control otra vez, y a quien dominaba bajo su cuerpo lo podría ver durante horas y horas. JiSung era hermoso, cualquiera que lo negara era ciego, con esas hermosas mejillas abultadas y su tierno pucherito rosado, su sentido del humor luego de tener sexo era divertido. Por algo le gustaba a MinHo, su chofer.

- Jinnie - pero Félix era otro mundo.

Donde JiSung demandaba control, Félix renunciaba a él confiada y totalmente, eso hablando solo de su dominio. Las voces, sabía que no todos tienen el mismo timbre de voz que otros, pero Félix tenía por lo menos tres veces más profundidad que JiSung, sus suspiros y gemidos eran roncos y generaba oleadas de calor en su cuerpo. Y sus cuerpos, JiSung se amoldaba a sus gustos rápidamente, a veces tardando un poco y otras veces no, pero siempre consiguiendo que se sintiera a gusto, Félix no. Félix directamente estaba hecho para él, su cintura delgada encajaba perfectamente en su agarre, y sus piernas abrazaban la suya con precisión, uniendo sus cuerpos en su totalidad y llevándolo a la cumbre del placer en cuestión de segundos.

- No aguanto - el suspiro del pecoso saca una sonrisa a medias en HyunJin, su advertencia sonaba tan dulce.

- Córrete entonces - responde con la respiración pesada, deslizando su mano a la erección del menor para acariciarla.

Cuando Félix se corre en su mano con un gemido ahogado expone su cuello ciegamente, y HyunJin no ve motivo por el cual no marcarlo, por lo que se arrima a su piel y atrapa su nuez de Adán con los labios y succiona, corriendose al mismo tiempo dentro del acompañante más hermoso que había contratado. Sus respiraciones agitadas van a destiempo, y ambos esperan pacientemente a que los efectos del orgasmo pasaran para poder separarse lentamente pra evitar daños.

- ¿Estuve bien? - la agitada pregunta del pecoso hace que HyunJin sonría con diversión.

- Perfecto -

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