Cara a Cara
Ha pasado una semana.
Qué difícil es que un omega embarazado consiga empleo —dije tirándome en el sofá—
—No tienes por qué trabajar, yo puedo mantenerte.
Jungkook, ¿crees que no aprendí de mis errores?
—Yo jamás sería como Yoongi, me ofende que me compares con él.
¿Por favor, hablas en serio? Y dime, ¿te hiciste diferente antes o después de usar un preservativo dañado?
—Ya volvemos a lo mismo.
Sí, porque es un cachorro que puede cambiar mi vida, del que hablamos. Mejor olvídalo, saldré a caminar.
—Está bien, ten cuidado.
Salí de la casa y empecé a caminar. Eran como las 5 de la tarde y los rayos del sol ya no eran tan fuertes. Me detuve en el parque, recordando una noche que vine aquí con Yoongi. Me subí en el columpio, y luego nos metimos juntos en el tobogán cubierto de azul, y luego me comió a besos —me reí inconscientemente—, hasta que dirigí mi mirada al banco y vi a un hombre que me resultaba bastante conocido, ese pálido de cabellos negros que también me miraba.
Jimin —susurré— viéndolo allí parado con esa ropa ancha y sus cabellos bailando con el viento.
—No esperé y me corrí hacia él, viéndolo con ese coche de bebé, rogando que fuese mi bebé —"Mi pequeño, eres tú, mi amor", lo tomé en mis brazos y empecé a llorar.
Cálmate, Jimin, nuestro bebé está bien.
—¿Qué me calme, Yoongi? Te fuiste con mi bebé sin importarte que yo estuviese en el hospital.
Fue un malentendido, lo juro. Fue una trampa de Jhope, él me hizo creer que nos habías abandonado.
Abrazaba a mi bebé, lo revisaba sin parar de llorar y él, por instinto, me olfateaba y buscaba mi pecho, el cual le di. No había conexión más linda que la de un cachorro pegado a su omega.
—¿Cómo has estado? ¿Con quién has estado?
No creo que eso te importe, Yoongi. Eso no es de tu incumbencia.
—Eres mi esposo y mi omega, claro que es de mi incumbencia.
Sí, ¿crees que no vi los papeles en tu oficina? Nunca introdujiste nuestro matrimonio. Con razón le pedías a Taehyung matrimonio. Tú y yo nunca estuvimos casados.
—No metí los papeles, pero si los llevo cuenta. Además, hay pruebas de nuestra boda.
Yo soy Park Jimin, nunca fui un Min, es que ni eso tuve de ti.
—Tenemos un hermoso cachorro.
Lo tengo porque él es mío y se irá conmigo.
—No seas ridículo, Jimin. Mi hijo se queda conmigo y si quieres demanda, a ver a quién le van a dar el derecho de quedarse con él.
Tienes a Jhope, por favor, déjame en paz con mi hijo. Podrás verlo cuando quieras.
—Jhope perdió el cachorro y nos dejamos. Yo regresé por ti, Jimin. —No podía ignorar ese olor a nuez moscada— ¿Volviste con el que me fuiste infiel?
Sí, estoy viviendo con él.
—Nada mal, Jimin. No eres tan diferente a mí.
Sí, soy diferente porque yo respeté y aguanté todo cuanto pude, luché por nuestro matrimonio, soporté cada humillación, cada infidelidad, tus golpes que marcaron a otro omega. ¿Qué más querías de mí?
—Dame a mi hijo y vete, Jimin.
No, no te daré a mi bebé.
—Jiyoon es lo único que me queda, Jimin. No te lo puedo dejar. Ve y sé feliz con tu nuevo alfa.
No, no dejaré a mi bebé en tus manos, tú no sabes cuánto he sufrido por no tenerlo.
—Podrás verlo cuando quieras, te lo prometo.
Vi por primera vez las lágrimas caer de Yoongi, ¿en serio estaba llorando o era una manipulación?
¡Jimin!
Volteé y era Jungkook que venía hacia donde estábamos. Luego vi a Yoongi y a él parecía no importarle ver a Jungkook.
¿Estás bien? —dije al llegar donde estaba Jimin—.
—¿Por qué mi omega no estaría bien? ¿Y por qué lo tocas?
El ambiente se puso tenso, había una mezcla entre las feromonas de Yoongi y de Jungkook y yo tenía miedo. Por favor, cálmense, hablemos como personas civilizadas.
—¿Con este me estabas engañando, Jimin? ¿Con tu supuesto amigo?
Jimin no te engañaba conmigo.
—¿Crees que soy estúpido?Jimin,hueles a nuez moscada y tú hueles a nuez moscada.
Sí, dormí con Jimin, pero eso fue solo una vez y las cosas no son tan así. Él estaba vulnerable...
—Y tú te aprovechaste de la situación.
Basta, basta, paren los dos que hablan de mí como si fuera el trofeo. Sí, Yoongi, yo me acosté con Jungkook. Quería saber si podía estar con otro alfa y dejar de amarte. Nadie se aprovechó de mí, a excepción de ti, y creo que no debo mencionar cada una de las cosas que has hecho.
—Vayamos a casa, Jimin, hablemos esto entre alfa y omega.
No, Jimin, por favor, ven conmigo a casa.
Retrocedí con mi bebé en brazos. No quiero estar con ninguno de los dos, solo quiero estar con mis cachorros.
—¿Cachorros?
Sí, Yoongi, yo no perdí a mi cachorro en el hospital.
—Pero yo no siento el olor de leche y miel. Ese cachorro no es mío, ¿no es así?
Yo... yo...
—¿Hiciste todo esto por venganza, Jimin? ¿En serio tendrás el cachorro de otro alfa? —No podía evitar llorar, sintiendo un profundo dolor en mi corazón. El omega que más amaba en este mundo daría un cachorro a otro alfa, y era mi culpa. Yo lo llevé a cometer errores. Cualquiera pudiera burlarse de mí, pero si Jimin es el amor de mi vida...
Jimin no tiene la culpa, la culpa fue mía. Sin su permiso, usé un preservativo roto.
—Entonces puedes abortar, Jimin.
No, yo no haré eso, sin importar de quién sea. Yo lo traeré a este mundo porque no sé si es de Jungkook o tuyo, pero estoy seguro de que es mío.
—Dame a Jiyoon, es hora de irme a casa.
Yoongi, no me quites a mi hijo.
—Ya tendrás otro con un buen alfa. No necesitas a mi hijo, que solo te recordará los malos momentos a mi lado. Y si lo quieres ver, las puertas de nuestra casa siempre estarán abiertas. Te amo, Jimin. Y tal vez estas palabras llegaron demasiado tarde, y no me importa si estás con él. Yo te amo y me arrepiento de haber sido un completo idiota y de haber cometido tantos errores. Por eso, puedes tener la certeza de que puedes ver a nuestro hijo cuando quieras. —Me acerqué a Jimin y sequé sus lágrimas— Tú mereces ser feliz, aunque no sea conmigo. Lamentablemente, lo entendí tarde. Pero si Jungkook te hace feliz, no lo dejes ir.
Yoongi tomó a Jiyoon de mis brazos y miré a Jungkook.
—Jimin, vayamos a casa.
No, no puedo, Jungkook. Tú sabes cuánto luché por encontrar a mi bebé y ahora no puedo simplemente dejarlo partir.
—Entiendo, Jimin. Te daré tu espacio.
—Yoongi, iré con ustedes, pero debes respetar mi espacio.
Está bien para mí, puedes venir a casa, habitaciones es lo que sobra.
—Igual, Jungkook. Este bebé puede ser tuyo y no nos alejaremos del todo porque es un lazo que debe formarse.
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