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🥀𝕿𝖗𝖊𝖎𝖓𝖙𝖆 𝖞 𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔🥀


- Señor...no creo que sea buena idea salir sin el permiso de mi señora.

- Claro, menuda estupidez de mi parte. Bueno- suspira- creo que debería irme. Avísale a Miranda que estuve aquí.

- Espera.

Detuve mi caminar al oír su voz decir que me detuviera.

- Taehyung, si deseas puedo prepararte algo de comer o...beber.

- No gracias, solo bebo sangre.

- Puede beber la mía.

-¿ Cómo?- quedé estupefacto con su ofrecimiento, tanto que no supe como responder.

- Si, puede alimentarse de mí.

- Brianna es mala idea. Olvida eso.

Cuando iba a irme me agarró del brazo.

- Espera Tae por favor. No te vayas.

- ¿ Para qué quieres que me quede?

- Para serte útil. Taehyung yo quiero que me muerdas. Hazlo.

- Miranda se enfadará conmigo por tocarte o dañarte.

- He oído que con la sangre de vampiro se curan las heridas.

- Si, eso es verdad. Pero igual opino que es mala idea.

- De acuerdo. Pruébame una sola vez. Si no te gusta mi sabor, dejaré que te vayas.

No escuché más y así lo hice. Entré y cerré le puerta y la posisioné contra esta. De modo tal que pudiera ver su cara mientras la mordía. Eso hice, me acerqué a su tan delicado y pálido cuello, no sé por qué motivo ella me atrae ya que no me gustan las rubias, me gustan las mujeres con el cabello largo y negro. Ella lo tiene largo pero no negro. Sin más mordí su cuello, escuché un gemido bajo de parte de ella. Siempre me gustó oír esos quejidos por muy bajos que fuesen.
De reojo pude ver su hermoso rostro sonrojarse levemente, su boca entre abierta, sus ojos cerrados. Ella es hermosa, no me explico que tiene. Dejé de alimentarme de ella, me separé, sentía que había llegado algo lejos. No podía permitirlo. Es cierto que su sabor es sumamente encantador pero...no se parece en nada al sabor de Meredith. Pase lo que pase y haga lo que haga siempre estará ella. No sé por qué pero tuvo que ser ella. No aguanto más.

- Me tengo que ir.

- Espera Tae...¿ Es por...ella cierto? Por...¿ Me-Meredith?

- Eso no puedo decirlo.

- No digas más. Es obvio. Ella siempre será a la que ames. Taehyung nos hemos visto poco. Hemos tenido pocas oportunidades para hablar y conocernos pero...me gusta lo que he conseguido conocer de ti. Me gustaría seguir conociéndote, y continuar explorando...ese mundo llamado Taehyung.

- No digas esas cosas, no me conoces bien.

- Se que tu corazón le pertenece a ella pero, yo, yo podría hacerte cambiar de opinión...

- ¡ Ya basta! Entiende...no soy bueno para ti. No te conviene enamorarte de un imbécil como yo. Imbécil sí, soy un imbécil por darle mi corazón a alguien que nunca se ha preocupado por lo que siento en realidad. Cuando esa frialdad de parte del otro te consume, te hace sentir como una basura. Y eso...nunca cambiará.

Una lágrima traviesa recorrió mi mejilla, tenía aflicción en ese momento. No pensaba en nada solo...sentía mis propios quejidos internos. Hasta que sentí algo suave sobre la piel de mis labios, para cuándo me si cuenta, Brianna se encontraba besando mi boca. Ni siquiera sé por qué motivo fue que correspondí a ese beso. Nuestras bocas comenzaron a moverse, no tardé en desplazar mi lengua a su cavidad bucal, recorriendo toda esa zona. Fue un impulso momentáneo. Para cuándo me había dado cuenta ya nos encontrábamos camino a sus aposentos. Ni siquiera me percaté solo... continué besándola.
Pronto mis manos se encontraban recorriendo y conociendo su cuerpo. Primero acaricié sus pechos, eran suaves y esponjosos, y eran grandes, muy grandes. Después mis manos bajaron hasta su cintura, ahí decidí que debía detenerme...

- Espera...esto no está bien. Debo irme- quité mis manos de su cuerpo.

- De acuerdo...fui una tonta al pensar que podría tener algo contigo. Eres un vampiro de hace muchos años, y nunca te fijarías en una chica joven e inexperta como yo. Puedes irte no hay problema.

- Brianna no es eso es que...si comienzo, no se cuándo detenerme.

- Nadie te pidió que te detuvieras.

- Escucha...eres joven y virgen, puedes escoger al primero. No recomiendo que sea yo el indicado.

- Te pareceré insistente pero quiero que seas tú. Y no me importa lo que me digas o si estás de acuerdo o no. Yo quiero que seas tú Tae.

Agaché mi cabeza procesando todas sus palabras anteriormente mencionadas.

- Está bien.

Taehyung eres débil.

¿ Y tú qué sabes?

Quieres...¿ Quieres de verdad acostarte con ella?

No lo sé, no estoy seguro conciencia. Pero...estoy cansado de escucharte.

Pero...

Cállate, quiero hacerlo.

No creo que sea buen...

Para cuando me di cuenta ya me encontraba besándola desesperadamente. Sentía ganas de veras. Aunque ni siquiera sabía por qué.
Mi pulso se estaba elevando, era señal de que mi erección estaba al caer.
Bajé mis manos hasta su trasero, éste era redondo y grande. Madre mía...¿ Qué come esta mujer?
Comencé a desvestirla. Primero quité su blusa para percatarme después de que no llevaba sostén. Tomé uno de sus pechos y lo llevé a mi boca, con la mano izquierda masajeaba su otro pecho y con la derecha trataba de bajar sus jeans. Cuando lo conseguí con mis dos manos procedí a quitar la prenda que faltaba, sus bragas. Eran de encaje blanco, muy bonitas y delicadas. La puse delicadamente encima de la cama acostándola boca arriba. Pude sentir su excitación y también su vergüenza, seguramente era...no, mejor dicho esta era la primera vez que se encontraba desnuda frente a un hombre.
Decidí hablarle para calmarla.

- Puedes estar tranquila, no te haré daño- escuché que su pulso ya estaba bajando, se encontraba más relajada.

- Tranquilo, Taehyung, yo confío en ti.

- Menos mal- sonreí de lado- ¿ Preparada?

- Si.

- Prometo hacer que te duela lo menos posible.

- Confío en ti.

Abrí sus piernas y pasé mi lengua por su parte íntima, ésta se encontraba muy húmeda. Introduje mi lengua provocando que ella gimiera bajo, una y otra vez más. Continué hasta que ella se vino en mi boca.

- Ya estás totalmente lista Brianna.

Quité mi camisa y luego mis pantalones dejando ver mi gran erección debajo de mi boxer. Bajé este último y procedí a introducirlo dentro de ella.

- Si te duele, me dices. ¿ De acuerdo?

Ella asintió con total seguridad y confianza.
Continué introduciendo mi longitud dentro de ella. Ella yacía con los ojos cerrados y la boca apretada. Al parecer le dolía pero no tanto. Llegado el momento que logré introducirla toda dentro, era el momento de moverme. Comencé a moverme suave y despacio para que se acostumbrara a mí. Abrí más sus piernas y aumenté el ritmo de las embestidas, con más fuerza y dureza. Solo escuchaba sus gemidos, eran más que gemidos, gritos. Me acerqué a ella para besarla y calmarla. Ella asintió porque noté que ya no se encontraba tensa. Entonces continué embistiéndola con rapidez y fuerza. Hasta llegado el punto que sentía sus paredes contraerse. Señal de que el orgasmo estaba próximo a salir. También yo estaba llegando al límite, ahora estaba bajando el ritmo de mis embestidas, me encontraba en el clímax, buscando mi propio alivio, hasta que saqué mi miembro de su interior y expulsé todo en su abdomen. Al borde del cansancio me tiré a su lado. Nuestras respiraciones eran agitadas.
Cerré mis ojos unos segundos y de repente su respiración se calmó, ya estaba dormida. Supongo que estaba muy agotada. A pesar de todo el esfuerzo haberlo hecho yo.
Me levanté de ahí, con una de las sábanas la cubrí bien para que no sintiese frío. En su mesita de noche tomé un cuaderno y arranqué una de sus hojas, con un bolígrafo escribí una nota para cuándo se despierte la vea y la coloqué en la cama. Me vestí y me dispuse a salir.




-¿ Y eso te dijo?

- Si, fue muy frío conmigo, y lo peor no es eso...lo peor es que me dolió. Y me duele recordar sus palabras.

- Lo siento mucho Meredith.

- Eun Young...más lo siento yo. Me arrepiento de haber sido tan estúpida como para haberle hecho daño a Tae, yo...yo lo...lo amo.

- Meredith...¿ Estás llorando?

- Claro que estoy llorando. Me dolió todo lo que dijo y lo peor es que tuve el descaro de haber dicho que no sentí nada al escuchar sus palabras. Fui una tonta y me arrepiento.

- Has...has recuperado tu humanidad Meredith.

- Eso parece- sonríe sin mostrar los dientes.

- Ya has recuperado tu humanidad Meredith, el siguiente paso es recuperar a Tae Hyung.

- ¿ Me ayudarás? ¿ Verdad?

- Claro tonta. Por supuesto que te ayudaré.

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