🥀𝕾𝖎𝖊𝖙𝖊🥀
¿Nunca te ha pasado por la mente que podrías ser alguien más o que quisieras ser alguien más? A veces quisiéramos ser una persona la cual tuviera una vida distinta a la tuya...una vida en la cuál pudieras hacer lo que quisieras, en la que tienes todo lo que siempre has querido tener. Es como tener magia. Lo más importante es controlar las cosas a tu manera, a tu gusto. Eso quisiera Meredith en estos momentos, pero la tienen cautiva en una casa, aunque no es así realmente, a veces se siente sola y prisionera en esas enormes paredes e inmensos pasillos; pero en cambio es mucho mejor estar ahí dentro, y no en el peligroso exterior, donde era señalada por encima del hombro, donde ella siempre es juzgada. ¿Qué es lo que ella tiene de malo? ¿Qué es eso que la hace ser tan odiada?
Sentirse envuelta en soledad no era agradable para su corazón que ha estado encerrado en ese calabozo. Las últimas semanas ha estado intentando averiguar acerca de ese hombre que es su padre solo porque puso sus espermatozoides en el útero de su madre. Y al final ¿para qué lo hizo? Si luego la abandonó y seguramente la hizo sufrir a más no poder.
Pero a pesar de todo, ha sabido sentirse acompañada entre la soledad. Los chicos se portan increíblemente amables con ella, la han cuidado y se han preocupado por ella como nunca nadie lo había hecho ninguna persona antes. Para ella es algo que invade de calidez su corazón porque sentir esa compañía ha sido lo mejor.
¿Pero acaso esta felicidad durará para siempre?
—Buen día Meredith. ¿ En qué piensas?— pregunta TaeHyung entrando al salón.
Meredith subió su mirada y le sonrió al recién llegado.
—Tae, hola ¿qué tal estás?— lo miró con una sonrisa.
Se encontraba la chica sentada bajo la tenue luz de más velas en el salón de la mansión. Y TaeHyung casualmente pasaba por ahí y la vio, se preguntaba qué la mantiene tan despierta a estas horas de la madrugada, por qué sí. ¡Son las tres de ma mañana! ¿Qué hace ella levantada a esas horas carajo?
—Supongo que eso es un saludo.— le sonrió cálidamente.— Bueno los vampiros no dormimos ya que deberíamos de estar descansando en paz pero, no es ese nuestro caso.— explica.— ¿Qué haces despierta a estas horas?
— Es solo que tuve un mal sueño y, no conseguí volver a dormirme.— su voz se escuchó apagada.
— No creo que debas estar despierta, ¿Algo te preocupa?— pregunta nuevamente el castaño.
— No exactamente.— negó reiteradas veces.
—Puedes hablar conmigo Meredith, lo sabes bien.— apoyó su mano encima del hombre de la chica.— Últimamente estás más callada de lo habitual. Puedo preguntar ¿por qué?
—Taehyung ¿Cómo fue que se convirtieron en vampiros?— inquirió con su mirada perdida.
— Nacimos siéndolo.
— ¿Cómo?
—Como escuchas.— asintió.— Nacimos muertos, mi padre era un vampiro. Existe una leyenda que dice que los vampiros solo pueden tener hijos si nacen siendo vampiros. Somos purasangres. Aunque nunca sabremos cómo es eso posible.
— ¿Crees que sea cierto?
— Pues no sé. ¿Lo comprobamos?— le lanzó una mirada traviesa.
— ¿Eh? ¿A qué te refieres?
Ríe divertido.— Era una broma, tontita.— golpeó suavemente con su índice la frente de la chica.— Además hace siglos estoy enamorado de ti.— esta vez su rostro estaba totalmente serio. Ni rastro de broma.
— ¿Siglos?— preguntó con su seño fruncido.
— Eres reencarnación tras reencarnación. Desde que logro recordar siempre exististe, pero siempre elegías a Jungkook.— mordió su labio inferior.
— ¿Cómo?— analizó la expresión de TaeHyung.
— Eres el gran amor de Jungkook.— comenta.— Y el mío, y de hecho... el nuestro. Llevamos siglos enamorados de tí, no sé que tienes pero nunca lo podemos evitarlo. Eres tan hermosa y especial.— puso su mano encima de la cintura de la chica frente a él.— ¿En estos momentos a quien escogerías tú?
— No lo sé, Tae. No se trata de escoger a alguien. A-además ¿me p-uedes sol-tar?
—Lo se.— quita su mano de ahí y sonríe. Pero es una sonrisa muy triste.— No pasa nada.— miró sus ojos fijamente—Sólo quiero que sepas que esta vez quisiera que me escogieras a mí.
¿Escuchan eso? Ese es el corazón de Meredith latiendo a más no poder con desenfreno. Miró fijamente los ojos del chico.
— Bueno, se que lo decido yo pero...no los conozco bien. Y dudo que sin conocerlos pueda querer a alguno de ustedes, además...no está en mis planes tener una relación con un vampiro.— aclaró.
— Tiene sentido.— se puso de pie.— Seré yo Meredith. Yo necesito que me ames, por primera vez en siglos.
Se puso de pie y caminó despacio alejándose de ella. Bajo su atenta mirada.
— Seré yo esta vez al que le digas un “Te amo” por fin.
Desapareció de su vista.
No entiende que tiene de especial ella cómo para ser el objeto de deseo de siete vampiros. Pero ella estaba segura de que hay algo más detrás de todo esto. ¿Ella ha reencarnado anteriormente? ¿Cómo es eso posible?
¿A caso existe un secreto detrás de esto?
Seguramente si...
Los secretos son como las sombras: mientras la oscuridad permanece, la verdad nunca será revelada.
Los secretos son oscuros.
¿La verdad es el doble de oscura?
Ay yo también quiero a un Tae que me diga que quiere ser al que le diga Te amo. Porque sí lo amo.
Bai bai
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