🥀𝕰𝖝𝖙𝖗𝖆🥀
Hola hola mai pipol
Cuenta leyenda que un remoto día de algún año les prometí actualizar con un capítulo extra, pero una cosa es decirlo y otra es poder hacerlo, este coooerpo es muy pero muy vago, y además, tengo exámenes y cosas desas super feas.
En fin, una amiga me había sugerido hace tiempo cuando aún la historia estaba en emisión que hiciera una orgía (yo no xD) entre Meredith y los chicos, pero nunca he estado en una y no sé cómo se explicaría, por tanto no la hice, pero una idea me golpeó la cabeza tal como a Newton esa manzana, y me dije...
¿Por qué no mejor un trío?
Nop, tampoco he hecho uno (lastimosamente) pero no hay nada que no se consiga adquirir información más que googlear ciertas cosas.
Las fuentes son innecesarias. En conclusión, les traigo un puñetero extra que promete o al menos espero eso.
A mí me da cringe lo que escribí en esta historia ya que lo hice con 15 años y siento que no di lo mejor de mí, que podría haberlo hecho mejor, pero bueno, lastimosamente no lo hice, pero tengo más historias que pueden leer si gustas. Y sin más dilación...
Agarrénse las bragas que ahí viene la ola.
Ahí va.
🥀Espero sus votos🥀
La castaña intentaba tocar el piano, pero bueno, no se le daba tan bien como esperaba, las clases de YoonGi no han sido tan útiles, definitivamente no era su vocación.
Intentaba crear una armoniosa melodía tocando las teclas del piano, sin embargo salían ruidos monocordes imposibles de descifrar. Suspiró agotada, ya no más, debía admitir que no era la pianista que creyó.
— Te veo atareada— un susurro en su oído bastó para que a Meredith se le pusieran los pelos de punta.
— JungKook— suspiró aliviada— Me haz asustado tonto— golpeó medianamente su hombro.
— Lo siento, no pretendía hacerlo— sonrió— Te puedo ayudar, tocar el piano es sencillo.
— Jungkookie, tú haz vivido siglos, obviamente ha sido fácil aprender muchas cosas a lo largo de tu vida— comenta— Además, supe que fuiste músico.
— Si, es cierto— asiente— Canto bien, he recibido elogios por ello, decidí por el aburrimiento en el año 1934 tocar el piano, aprendí muy rápido. Soy bueno en todo.
— Es bueno saberlo— dijo Meredith observando al chico a su lado.
— Los veo muy entretenidos— una tercera voz se escuchó detrás de ellos a la salida del pasillo de la lujosa mansión— ¿Puedo unirme? Estoy aburrido— el pelinegro se acercó a su hermano y a Meredith.
— TaeTae— sonrió la chica— ¿También tocas piano?
— Mmm sí— asintió observando las teclas— Ando un poco oxidado, hace más o menos 70 años que toco un piano, a pesar de tenerlo en casa.
— Ya veo— la castaña observó a Taehyung— Bueno, creo que debo irme.
— Acabo de llegar— habló de firma inocente el muchacho.
— Quédate Meredith— dijo JungKook con expresión seria— Divirtámonos los tres— tiró una mirada cómplice al contrario, éste sonrió.
— Si, te enseñaremos a tocar— se sentó en la banqueta dejando un espacio entre su hermano y él, espacio para que Meredith pudiera tomar asiento— El piano, obviamente.
— Está bien— asintió la chica, uno nunca persiste de sus sueños eh.
Torpemente se sentó entre ambos, sientiendo cierto aire incómodo el cual decidió fingir que no estaba ahí, invadiéndole hasta las mismísimas entrañas, por donde dice made in China.
Sin tardanza Taehyung le comenzó a explicar las distintas tonalidades que se podían adquirir, desde la clave Do hasta la Si, por supuesto, no perdió el tiempo y aprovechó para lucir sus “oxidadas” habilidades. Mientras tanto Jungkook admiraba el lindo perfil de la castaña mientras ésta sonreía porque iba comprendiendo más o menos de lo que iba, obviamente YoonGi nunca tuvo la paciencia para esperar a que ella comprendiera las explicaciones que tan solo hacía 6 segundos había dicho.
La paciencia es una virtud, aunque no la de YoonGi.
Mientras transcurría la tarde Meredith aprendía rápidamente a tocar el piano, estaba alegre ya que siempre había querido intentar hacer como eso, sobretodo porque el piano es su instrumento favorito.
— Ha sido divertido, se me ha pasado la tarde volando— comentó Jungkook, hacía tiempo no pasaba tiempo de calidad junto a alguno de sus hermanos.
— Igual me pasó— asintió Tae— Bien Meredith, mañana podemos continuar la lección.
— ¡Genial!— vociferó eufórica— Gracias chicos, en serio.
— Oye, tienes una mancha aquí— apuntó Taehyung, Jungkook para comprobarlo agarró la parte del escote de la blusa de la chica prácticamente halando de la tela.
— Pero, Jungkook...— regaña ella— ¿Qué haces?— apartó la mano del vampiro.
— Lo siento, se trataba de un error.
— Un error bastante atractivo, porque el encaje es precioso— comentó Tae en el oído de ella estremeciéndola, Jungkook lo notó.
— Y ya que estamos aquí reunidos, ¿Por qué no nos lo muestras, Mery?— habló el pelinegro en tono juguetón mientras sus comisuras se elevaban medianamente.
— Pero, ¿qué...
— No seas mala, venga— habló nuevamente.
Cómo orden de sargento a soldado, en sumisión total como las hojas de los árboles azotándose contra el fuerte viento, así mismo Meredith se puso de pie acatando la orden. Quitó frente a los hermanos la blusa que llevaba puesta dejando al aire sus pechos cubiertos por la fina tela de su brassier, este era blanco con rosas de encaje grabadas en él.
Fue un espectáculo para ambos, que no sabían cómo habían parado en esa situación, ambos se miraron con la duda orbitando en sus ojos, en cambio lo dejaron pasar y prefirieron vivir el momento, ya que no era la primera vez que en siglos sucedía esto, es más, comenzaban a extrañar compartir la chica.
Con mucha vergüenza la castaña intentó cubrir sus pechos, pero no era algo que entraba en los planes de los chicos que tenía frente a ella, sedientos de lujuria.
— No te cubras— pronunció Tae, automáticamente ella bajó sus brazos— Ahora ven aquí— dijo poniéndose de pie para caminar hacia el sofá y sentarse ahí— Acércate, por favor— ella caminó obediente, era una orden de él, de ellos, era inevitable no obedecer a un vampiro.
Jungkook admiraba el bonito panorama apoyando sus codos en el piano, en la misma butaca de antes. Taehyung ordenó a Meredith sentarse sobre sus piernas.
Bajo la intensa mirada del pelinegro, Tae besó los labios de NaRi, mordiendo y succionando estos con fuerza; Tae mordió el cuello de NaRi para inyectarle algo de lujuria, ella se agarró al cuello de él con ambas manos mientras gemía por causa de la mordida. La soltó y bajó sus besos por entre los pechos cubiertos de esa tela blanca, cuidando de no mancharla, ya que aún tenía sangre en sus labios.
Demandante, ordenó que quitara ella misma esa molestosa tela, ese tan sensual brassier que hacía resaltar sus pechos. Esa acción prendió al castaño.
Volvió a amorrarce a sus carnosos labios, Jungkook se puso de pie, era hora de comenzar a actuar también; parado frente a su hermano y Meredith, admirando la delicada figura que se cargaba la chica mordió su espalda, provocando oleadas de placer en ella.
Tae dejó de besarla ofreciéndole a Jungkook los labios de la chica, por supuesto, el pelinegro no planteó ningún pero y unió sus labios con los de ella, saboreando los restos de saliva que su hermano había dejado, sonará extraño, pero eso lo prendió. Mientras mordía, besaba y succionaba durante el beso acarició firmemente uno de los pechos de la castaña mientras Taehyung se deleitaba con la fogosa y morbosa imagen, sonrió ladinamente.
Jungkook terminó su beso y le ordenó a Meredith sentarse sobre el sofá, ésta obedeció la orden e hizo lo pedido. Mientras Tae se deshacía de algunas de sus prendas, Jungkook besaba a Meredith mientras estaba sobre ella sin llegar a apoyar su cuerpo totalmente encima del cuerpo de la contraria. Dejó un caminito de candentes besos recorriendo el abdomen de la chica, se detuvo en su parte baja del tronco, donde aún llevaba una estorbosa falda.
— Me pregunto si combinaba el día de hoy— comentó Jungkook mirando a su hermano mientras ambos sonreían con malicia y complicidad.
— Vamos a descubrirlo— animó el castaño metiendo el ya muy erecto miembro en la boca de la castaña.
— No pierdes tiempo— sonrió Jungkook.
— No— dijo con una expresión de que estaba disfrutando la situación. Empujaba un poco su pelvis más hacia adentro de la boca de Meredith para alcanzar más profundidad.
Mientras tanto Jungkook subió la tela de la falda dejando libre a la vista los pantys blancos de encaje que combinan perfectamente con el brassier que traía. Dando besos en el interior de los muslos hasta llegar a la intimidad besando por encima de la tema, ella se removió un poco, por lo visto le gustó.
Quitó el panty con agilidad y desespero comenzando a lamer toda la zona íntima de la chica, succionando delicadamente su clítoris, era adictivo.
Meredith comenzó a sentir esos deliciosos espasmos provocados por esa deliciosa lengua, Tae sacó su enorme y aún erecto miembro de su boca liberando esta un poco, para déjala descansar mientras se masturba por la excitante vista que estaba teniendo.
Jungkook sintió que ella estaba lista al introducir dos de sus dedos de golpe y estos deslizarse con facilidad en su interior. Ahora era él quien necesitaba atención, ya que su erección dolía mucho. Comenzó a desvestirse con una rapidez bestial.
Mientras tanto, Tae se dedicaba a dejar de masturbarse y darle nuevas indicaciones a la chica.
— A cuatro patitas, loba— susurró en su oído y ésta hizo lo que le pidió— Buena chica— nalgueó una nalga de la chica provocando que esta gimiera cortamente.
Despacio comenzó a introducir su polla en la vagina de Meredith, con cuidado de no lastimarla. Con una de sus manos agarró uno de los brazos de la castaña posicionándolo detrás de su espalda provocando que bajara su tranco un poco para apoyar su cabeza en el sofá, recibiendo las estocadas rudas del castaño mientras ambos gemían consiguiendo un sonido envolvente, ya que se escuchaba cuando su pelvis chocaba con su intimidad causando un sonido adictivo.
Jungkook estaba preparado para entrar a escena, levantando la cabeza de la chica colocando su miembro en su boca para que esta comenzara a mamarlo, me dio tiempo para que se adaptara a tenerlo en su boca, se escuchaba aún ese sonido de la pelvis de Tae chocar con la intimidad de ella donde había tenido su lengua hacía no mucho tiempo atrás, además, también se podían oír las nalgadas que Tae rudamente daba a Meredith.
Ambos se sumetieron al placer y el deseo que la castaña de rostro tierno les causaba siempre que la probaban, simplemente era algo un tanto inexplicable.
El agotamiento por la fila de orgasmos que ambos me habían provocado le estaban haciendo pasar factura a Meredith quien tras varias posiciones tuvo que pedirle a los chicos que se detuvieran, ellos son unos caballeros, por tanto obedecieron.
Tras varios segundos después había quedado completamente dormida.
Y esto ha sido todo, es una cosita que escribí ahora mismo, lamento si no está bien hecha, pero bueno, está hecho con todo el amor del mundo.
Y con las ganas también.
Siempre lo he dicho, esta tipa tiene un ganado envidiable.
Bueno, hasta otra, tal vez saque otro extra si la historia llega a los 20K, lo dudo, pero se vale soñar.
Buenas noches, me iré a soñar con Taehyung entrando....a mi cuarto y trayéndome un gamo enorrrrrne de flores.
Bye ;)
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