Los siete se encontraban en la misma habitación, y ninguno pudo creerse lo que habían dicho anteriormente. ¿Cómo era posible?

— Es prácticamente imposible, deberíamos habernos dado cuenta antes si eso fuera cierto.— YoonGi fue el primero en hablar.

— Al parecer, ni siquiera ella lo sabía.— calmó JungKook.

— Juro que no sabía eso.— negó reiteradas veces, sus ojos estaban a punto de derramar lágrimas.— Lo siento, lo siento mucho.

Un día antes...

— Creo que es hora de que te vayas a casa, Tae.— sugirió Jackeline.— Hoseok está aquí para sustituirte.

— Sí, claro.— miró por última vez a la muchacha que permanece con sus ojos cerrados, besó cortamente si frente y lentamente abandonó la habitación.

Saludó a su hermano antes de irse, este le sonrió cálidamente dándole fuerzas a su pequeño TaeHyung.

— Hola, moncheri.— saludó el castaño a Meredith.— Vine a hacerte compañía, solecita.

Su teléfono sonó repentinamente, lo sacó del bolsillo de su pantalón notando que se trataba de su madre. Sonrió ladinamente y descolgó la llamada.

— Dígame, madre.

— Hola, mi querido niño.

— ¿Qué sucede, madre? ¿Todo está bien?

— Todo está bien, cariño. Es que, quería que supieras que tu padre quiere que lo conozcan.

— ¿En serio? ¿Dices la verdad?

— Claramente, mi pequeño, bueno, luego te llamo nuevamente, tengo que irme.

— Adiós madre, te amo.

— Yo te amo más, mi pequeño.

Una vez que la llamada finalizó, Hoseok sintió una emoción en su interior, pero fue sustituida por un mal presentimiento. ¿Por qué conocerse ahora? Después de que pasaron siglos sin saber quién era su padre. Miles de dudas abordaron su mente, y obviamente, no conseguía respuesta a ninguna de ellas.

Observó a la castaña, no podía creer lo que veía en ese momento.

— ¿Meredith?— abrió sus ojos enormes sin poder creerlo.

¡Meredith ha despertado, después de estar durante semanas dormida.

Lo primero que cruzó por la cabeza de la joven al abrir sus ojos fue levantarse de esa cama, su cuerpo dolía levemente, seguramente por estar tanto tiempo sin moverse. Iba a sentarse encima de la cama, cosa que no pudo lograr hacer porque un punzante dolor de cabeza la golpeó. Hizo un gesto de dolor poniendo alerta al castaño quién rápidamente se haría cargo de todo.

— Tranquila, no te muevas.— pidió a la chica.— Llamaré a la doctora.

Casi corriendo, salió el castaño de la habitación, a los pocos minutos entró junto a la rubia y aparentemente joven mujer de bata blanca.

— Meredith.— llamó la rubia. Sonrió levemente y se acercó a ella.— Que bien que despertaste.

— ¿Quién eres?— su voz salió algo bajita y ronca.

— Soy Jackeline, tu doctora. Te atendí durante todos estos días.— explicó agarrando el estetoscopio.— Soy una vieja amiga de la familia Casttle.— colocó el estetoscopio en el pecho de la muchacha.— Cuéntame, ¿Te sientes algo?

— No, de hecho, me siento muy bien.— sonrió levemente.— ¿Cuánto tiempo dormí?

— Dos semanas, aproximadamente.— aclaró. 

— Eso es mucho tiempo.— suspiró.— Espero no haber causado molestias.

— No te preocupes, JungKook y TaeHyung te trajeron a tiempo, casi mueres por deshidratación.

— Llamaré a los chicos, para que vengan.— avisó Hoseok. M— Se pondrán felices de que hayas despertado.

— Ni siquiera hace diez minutos que TaeHyung se fue de aquí, Hoseok.— habló Jackeline.

Meredith no pudo evitar que su corazón revoloteara en su interior al escuchar eso. Eso significa que TaeHyung cuidó de ella, y eso era algo que realmente la emocionaba.

— Meredith, te haré unas últimas pruebas para saber si puedo darte de alta.

— Bien.— asintió la muchacha.

— Debo irme, regresaré en un rato para hacerte las pruebas.— caminó hacia la salida.— Con permiso.

— ¿Estás segura de que no te sientes nada?— preguntó curioso el castaño.— ¿Estás bien?

— Tranquilo.— calmó la chica.— Estoy bien.— sonrió genuinamente.

— Te cuidaremos mucho mejor para la próxima.— prometió.

— Gracias, eres muy adorable, Hobi.

Y ante ese alago, el castaño se sonrojó levemente. Generalmente no está acostumbrado a recibir elogios de ese tipo, así que inclusive se sorprendió. Bien es sabido que goza de un excelente físico y una sonrisa cautivadora. Es más que evidente que ese hombre llamaría la atención de cualquiera con buen gusto.

— ¿Estás sonrojado?— inquirió con curiosidad la castaña.— ¿Fue por lo que yo te acabo de decir?— Hoseok no contestó a eso. Meredith se dio cuenta entonces de que si era por eso.— Ay, pero que lindo.— sonrió animadamente.

Luego de un rato, la doctora había regresado para hacerle las pruebas correspondientes a Meredith para conocer si su estado de salud ya estaba completamente bien. Para ello, Hoseok tuvo que salir de esa habitación de hospital y así estar con más comodidad a la hora de él chequeo.

Finalmente la doctora se retiró al laboratorio para entregar los exámenes y ver si ya puede Meredith ser dada de alta. Pero cuando tuvo la respuesta de todo, notó algo más en la sangre de la chica. Algo que sorprendió muchísimo a la rubia.

— Esto es, muy extraño.— rascó su cabeza.— Debo decírselo a los chicos.

Al día siguiente cuando Meredith despertó, se encontró con él emocionado rostro de TaeHyung quien estaba esperando pacientemente a que su sueño concluyera. Además de eso, notó que estaban los siete ahí en su habitación, esperando a que despertase.

— Buenos días, princesa.— sonrió TaeHyung.— Vinimos en cuanto supimos que habías despertado.

— Que bien que estés despierta, Meredith.— llamó su atención JungKook.

— Es un alivio.— expresó SeokJin.

— ¿Estás lista para irte?— preguntó NamJoon.

— Bueno, si todo está bien conmigo, sí me iré.

— Debemos esperar a Jackeline para que sepamos si puede ser dada de alta.— comentó JiMin.

Meredith notó lo sonrientes que se encuentran sus hermanos preferidos, todos totalmente ajenos a lo que vendría a continuación.

— Buen día a todos, chicos.— saludó la rubia entrando a la habitación.

Por otro lado, el rostro de la rubia no indicaba como que todo estuviera del todo bien. 

— Hay algo importante que debo decirles, a los ocho.

— ¿Sucede algo malo con Meredith?— preguntó YoonGi.

— Realmente...— inhaló aire y prosiguió.— No estoy del todo segura.— carraspeó.— Como les había dicho anteriormente a JungKook y TaeHyung, hay algo extraño que sucede en la sangre de Meredith.— todos se tensaron.— Y creo saber de qué podría tratarse.

— Entonces, cuéntanos.— invita a continuar SeokJin.— Sus plaquetas no son de un ser humano normal, y resulta que es debido a que son de vampiro.

— ¿Cómo?— preguntó JungKook algo confundido.

— Están frente a un ser híbrido, es humana y a la vez vampiro.— explica la rubia.— Verán, se debe a que su lado vampiro permanece inactivo, tengo la teoría de que si muere ella pasaría a ser una convertida.

— Pero...no sé nada sobre eso.— habló Meredith con sus ojos muy abiertos.

Los siete se encontraban en la misma habitación, y ninguno pudo creerse lo que habían dicho anteriormente. ¿Cómo era posible?

— Es prácticamente imposible, deberíamos habernos dado cuenta antes si eso fuera cierto.— YoonGi fue el primero en hablar.

— Al parecer, ni siquiera ella lo sabía.— calmó JungKook.

— Juro que no sabía eso.— negó reiteradas veces, sus ojos estaban a punto de derramar lágrimas.— Lo siento, lo siento mucho.

— ¿Y si fuera cierto?— pregunta YoonGi.— Es decir, pensemos chicos, su padre es un vampiro. Tal vez si sangre se mezcló con la humana de su madre y de esa forma ella...

— Eso significa entonces, que ella...— interrumpió JungKook.— ¿Es como nosotros?

TaeHyung suspiró mirando a la nada. ¿Qué le sucedía? Algo anda mal con él, y de eso Jackeline se percató.

— No, no necesariamente, JungKook.— informa Jackeline con su mirada puesta en TaeHyung.— ¿No es cierto, Tae?

El mencionado volvió a suspirar y esta vez observó a la rubia.

— No sé a qué te puedes referir con eso.— respondió con una mirada tan frívola en su rostro.

— Yo solía ser así.— comentó Jackeline.— Antes de saber que los vampiros existían era humana, o al menos eso solía creer yo.— agachó su mirada.— Morí y luego me convertí en esto. Resulta que mi madre era una vampiresa convertida, y dio a luz porque mi padre aplicó un conjuro en su vientre. Esa criatura, era yo.

— ¿Me acabas de decir que las brujas existen?— preguntó YoonGi como si eso fuera lo más central en el tema. Pero obviando ese detalle...continuemos.

— En esa época, ese tipo de hechizos estaban prohibidos.— lo ignoró completamente.— Por tanto, ella fue asesinada al dar a luz. Además, solía pertenecer a un clan donde estaba prohibido juntarse con otras razas. Mi papá me crió y cuidó de mí hasta su muerte. Continué con mi vida hasta que morí por... TaeHyung. 

— ¿Cómo?— preguntó Meredith sorprendida.

— Tengo una justificación.— dijo mirando hacia la ventana y acercándose a esta misma. Lanzó un dramático suspiro.

— ¿Y cuál es?— interroga NamJoon, cruzó sus brazos haciendo resaltar sus musculosos bíceps. Enarcó una de sus cejas.

— En esa época yo era una persona que no valía nada, ni como hombre ni como vampiro.— comienza su explicación.— Para mí las mujeres siempre fueron una manera de entretenerme, y no me interesaba si les hacía daño o no.— suspiró y observó a la rubia.— Entonces le propuse matrimonio a Jackeline y luego yo...— pausó, se le notó la culpa en su voz.

— Sé hombre y admite tus errores.— protesta NamJoon.

— La asesiné cuando me estaban comenzando a hartar sus actitudes; sin embargo, ella revivió así sin ton ni son, ahí me percaté de que ella no era una humana cualquiera.

— Entonces yo soy...— miró hacia un punto cualquiera en la habitación.— ¿soy un ser inmortal?

Y entonces, ya no pudo contener sus lágrimas.