🥀𝖁𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖙𝖗𝖊́𝖘🥀
- No es necesario que me des ningún regalo- dijo Taehyung con cara de pocos amigos.
- Tae- hace un pausa consumida por sus nervios- se que te gusta la música clásica así que, te hice esto- saca un folleto y se lo entrega.
- ¿ Es una broma? ¿ Cómo lo conseguiste?- sonríe de inmediato.
- Una maga no revela sus secretos- esboza una sonrisa.
Tae quedó maravillado porque dentro de ese folleto venía una costosa entrada para el mejor teatro del país.
- Bueno, muchas gracias Meredith. Me ha hecho muy feliz tu regalo.
- En realidad la idea fue mía pero, todo fue gracias a Namjoon. Él puso la cantidad para comprarla, simplemente di mi opinión y propuse el plan- sonrió- Agradécele a tu hermano.
- Vaya- mira ese folleto en sus manos- Nunca te dije que me gusta la música clásica.
- Soy observadora, siempre cuando vas a la biblioteca a leer escuchas música como esa. Y debo admitir que tienes un gusto muy refinado Tae.
- Él siempre ha sido así- dijo interrumpiendo Miranda-¿ Comemos?
Luego de esa interrupción decidieron cenar tranquilos, era una cena de cumpleaños así que debía ser perfecta.
Después de haber comido se encontraban todos en el jardín pasándola bien. Algunos más que otros.
- ¿ Por qué le hiciste ese regalo a Taehyung?- dijo Jungkook en forma de interrogatorio.
- Porque quise tener un buen gesto con él, pienso que no estuve mal porque al menos y me habla.
- Tú no debes preocuparte si Taehyung te habla o no. Solo debes evitar que yo me ponga celoso por estupideces.
-¿ Perdona? Llamas estupidez al regalo de cumpleaños de tu hermano. Joder Jungkook que sensible eres.
- Meredith no me provoques.
- ¿ O qué? ¿ Qué me harás? No te tengo miedo cariño. Ni a ti ni a ninguno de tus hermanos.
- Pero...
- Nada de peros Jungkook. Solo quiero mi espacio, tú y yo no somos nada. Ni siquiera hemos tenido sexo para que hables de esa forma. Déjame en paz.
Jungkook se sintió ofendido y decidió algo.
Haré que te tragues tus palabras, ese pensamiento fue el único que invadió su mente en ese momento.
Meredith fue donde se encontraba Jin, él observaba una flor muy hermosa, ella prefirió escuchar a Jin hablar de jardinería que hablar con Jungkook.
- Jungkook eso te pasa por ser posesivo.
- Déjame en paz Yoongi.
- Me parece a mí o no estás de humor.
- No, no estoy de humor.
- Ya veo. Pero escucha. Soy tu hermano y aunque estemos enamorados de la misma persona no quiere decir que no te ayude. Verás, a las mujeres no les gusta que las trates como su objeto, debe ser dejar de ser tan posesivo. Haz que decida quedarse contigo.
-¿ Pero cómo si ella me odia?- interroga exhausto.
- Pues como hace Tae siempre. ¿ Por qué crees que su favorito es él? Hasta ahora no siente nada por ninguno pero si no te apuras esta vez se quedará con Taehyung y no contigo.
- Tienes razón. Debo estar dos pasos por delante. Y ya se cómo hacerlo.
Jackeline se encontraba hablando con Taehyung el cual no despegaba la vista de Meredith.
-¿ Te me estás escuchando?
- Esto...si. Claro continúa.
- ¿ Qué te estaba diciendo?
- Tienes razón. Perdón es que estoy un poco distraído.
- Me doy cuenta. ¿ De nuevo con eso? ¿ No era que te ibas a olvidar de ella?
- Eso es algo imposible. Llevo siglos enamorado de esa mujer. La cuál posee hermosos ojos, una boca carnosa con labios muy rosados, la hacen ver tan adorable, sus largas y sensuales piernas que hacen que me vuelva loco...
Taehyung continuó hablando sin darse cuenta que frente a él se encontraba un mujer que babeaba por él, creo que no recordó ese detallito sin importancia. Ella estuvo a punto de llorar pero no quiero hacerlo delante de él.
- Tae ahora regreso. Voy al baño.
Jackeline se fue, está no pudo evitar llorar antes de llegar a su punto, solo quería alejarse de él para no ser vista pero...
-¿ Te pasa algo?
- Meredith vete a la mierda. Eres la menos indicada para preguntar si me pasa algo.
- Pero...me preocupa.
-¿ Cómo lo haces?
-¿ Qué cosa?
- Gustarle.
-¿ A quién?
- A Tae, haga lo que haga siempre te va a preferir a ti. Estoy harta. No aguanto más. Lo peor es que no logro odiarlo, no está en mi odiar a esa persona. Trato de alejarme pero siempre termino acercándome a él. Hasta el punto en el que cree que soy su mejor amiga. Me siento asfixiada por todo. Lo veo negro, no consigo verle nada positivo a esto. Quisiera morir ya.
- Te entiendo.
-¡ No digas que me entiendes!- dijo Jackeline empujando a Meredith para alejarla- No puedes enter lo que siento. Tienes a 7 hombres que mueren por tí y tú solo te dedicas a jugar con ellos.
- Te equivocas yo, yo nunca haría eso.
- Tu teatro de niña buena cariño no te va a funcionar conmigo. Puedes estar más que segura de eso.
-¿ Por qué me dices todo esto?
- Porque te odio. ¿ No es obvio? Ay por favor. ¿ Tengo que hacerte un croquis para que me entiendas? Eres patética. No entiendo cómo se pueden fijar en ti.
- Escúchame Jackeline. Estás siendo hiriente. Me da igual si me odias, pero debo decirte que si estás sufriendo es tu problema. Vine con la mejor de las intenciones para ayudarte y saber que te pasa, y lo que me gano son insultos. Me estás diciendo zorra y demás. No así de específico pero si me lo estás diciendo.
- Tienes razón. Es lo que pienso que eres. No, eso es lo que eres. Solo eres una perrita que busca la atención de los demás. Una perrita sin dueño. Me das pena, lástima, repulsión, etcétera etcétera etcétera.
Los ojos de Meredith se cristalizaron con la rudeza de las palabras de la mayor. Es obvio que la odia, y lo peor es que ella no le hizo nada.
- De-debo irme.
- Eso. Irte sería lo mejor. Lejos de los chicos. Para que sean felices de un vez por todas.
- Jackeline, tienes razón en algo. Pero que sepas que nunca quise gustarles a ellos. No pedí eso. Solo pedía familia con la que vivir y para mi ellos son como mi familia. Me cuidan, me ayudan, me consienten y me regañan. Para mi eso es una familia. Están unidos y con eso me basta.
Meredith se retiró dejando a Jackeline como mismo la había dejado antes.
- Fingiré que nunca me dijiste esto Jackeline, somos amigas y siempre que me necesites aquí estaré para ti.
¿ Cómo puede ser tan amable conmigo después de haberle dicho todo eso? Esas cosas invadían la mente de Jackeline.
Meredith regresó con los demás
Perdón por la demora en editar esta historia, sinceramente me da algo de pereza.
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