Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🥀𝕮𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔🥀


Cuando Meredith se enteró de que en esa casa existía una biblioteca no pudo evitar las ganas de ir hacia allá para leer un bueno libro como amante de la lectura que es. Así que después de haber acosado a Namjoon hasta que este le mostró la enorme puerta que había que atravesar para llegar a la biblioteca de la mansión.

Al llegar al lugar lo primero que hizo fue asombrarse con el tamaño de ese lugar, lo segundo fue en el enorme desorden que hay. Caminó tranquilamente hacia una de las tantas estanterías.

— Ni en cien años podré terminar de leer todos estos libros.— afirmó entre susurros la castaña.

— Puede que en cien años sí puedas.

Meredith dio un salto de sorpresa cuando escuchó esa voz detrás de ella. Tanto fue el susto que se le cayó hasta el alma al suelo. Se volteó encontrándose con TaeHyung.

— Tae, me has asustado.— expulsó aire.

— Lo lamento, no pretendía hacerlo.— hizo un puchero.— Bueno vale, lo confieso, de hecho noté que estabas aquí y entonces me dije a mí mismo, oye Tae, venga, asústala, y luego me dije:“no que se va a asustar” y por último pensé, oh Tae idiota, que esa es la idea.

Meredith soltó una carcajada por la conversación que TaeHyung tuvo consigo mismo.

— Oh Tae, eres muy tierno.— el castaño le sonrió.—Este me parece bien. Aunque lo he leído miles de veces.

— ¿Entonces por qué lo vuelves a leer?— inquirió con tono tranquilo.

— Tae, ¿Qué haces aquí?


—Solo vine a leer. ¿ A qué más vendría a una biblioteca?—contestó con obviedad.

—Claro si es verdad.— leyó el título en la pasta del libro.

—No evites el contacto visual por favor.— pidió el chico provocando que Meredith lo mirara fijamente.— Quiero que esos ojos tan lindos me miren mientras te hablo.

Meredith no pudo evitar sonrojarse frente a ese comentario tan tierno.

— Respondiendo a tu pregunta..creo que si la leo más veces, recuerdo la primera vez que la leí, o puede incluso que note detalles nuevos que no había notado antes.—dijo tratando de evadir el tema.

—Entiendo.— asintió Tae con una sonrisa.— Nunca he leído ese libro. ¿ Me dices de qué trata?

—Ah, bueno claro.— carraspeó .—Trata de un mago al cuál no le permite el reino usar magia. Ya que si encuentran a un brujo, hechicero o mago estos serían quemados vivos en la hoguera. Este mago es el mejor amigo del hijo del rey Arturo. Cuando este se hace rey ya que su padre muere, se entera que su mejor amigo es un mago. Pero no le hace nada. Más bien, dejó de prohibir la magia en el reino. Y se casa con su doncella. Es una hermosa historia.

—Aaah que bien. ¿ Y por qué prohibían la magia?— pregunta curioso.

—No lo se.— elevó sus hombros la castaña.— Supongo que porque no era algo natural. Y debido a eso le temían a ese tipo de personas.

—Entiendo.

— Me he dado cuenta de que los humanos solemos ser muy crueles con lo que no comprendemos. Solo buscamos que todo esté bajo nuestro control y lo que no podemos controlar, lo intentamos destruir.

— Lo sé.— afirmó Taehyung.— Llevo mucho tiempo conviviendo con humanos y sé cómo piensan.— la miró fijamente.— No todos son así, pero...debido a la cantina de leyendas que existen de vampiros, los humanos nos temen, y con el tiempo, nos han olvidado.

Meredith examinó las expresiones del contrario notando cierta aflicción en sus ojos.

— No creo que sea temor, creo que simplemente es como dije, no saben controlarlo y por eso intentaba destruirlo.

TaeHyung asintió y sonrió levemente.—¿Me temes, Meredith?

—¿Temerte? ¿Por qué te temería?— cuestiona la joven mirando el suelo.

—Tal vez eso me das a entender al no mirarme a los ojos, estás tensa y además de eso, siento que no eres tú misma.— dijo cin cierto tono de tristeza. Se acercó suavemente hacia el cuerpo de la chica.

— No Tae, no es eso.

—Meredith, yo no pienso hacerte daño, eres demasiado preciada para mi.— confiesa. Acaricia el lacio cabello de la chica y acomoda éste detrás de su oreja.— Mírame a los ojos, ¿Acaso crees que te miento?

—No.— negó con su cabeza.— Sinceramente, no lo creo.

—Yo no seré como mis hermanos.
A ti te respetaré. Por eso te haré la pregunta.¿ Puedo alimentarme de ti?

Meredith sonrió suavemente.

— Muy amable de tu parte.

— Si no quieres, no pasa nada. No quiero incomodarte.— hizo el ademán de irse, pero Meredith lo detuvo.

— Teniendo en cuenta que eres el único que me ha pedido permiso para eso, pues... sí, puedes alimentarte de mí, Tae.

— Perfecto. Graciaaas.— le sonrió como un niño pequeño al que le han dado su dulce favorito.— Ven, acércate. 

Tomó asiento en una cómoda silla de la biblioteca, ayudó a sentar a Meredith en sus piernas dándole la espalda a él. Le subió la tela de su blusa después de haberle preguntado primero y acarició suavemente la suave piel de su espalda baja. Realmente la ama, pero la venera como a un Dios, ella es su diosa.

Mordió la espalda de Meredith, esta echó su cabeza hacia atrás y un pequeño quejido salió de su garganta, pero por algún motivo la mordida no le dolió en lo más mínimo. Y aunque le sorprendió nunca se molestó en interrumpirlo o algo así.

—No quedé satisfecho pero, no pienso matarte.— la ayudó a levantarse.—Tienes un sabor que no poseen las demás personas. Es como si tú fueses inusual.— frunció su seño.

— SeokJin me dijo que es porque soy virgen.

—Dudo que sea eso.— aseguró.— Verás, ya he catado a una virgen antes, es cierto que su sangre no sabe igual que a la de una mujer que perdió su pureza, pero tu sangre es distinta.— vuelve a asegurar.— No es espesa ni salada como las demás. Tu sangre es dulce, es deliciosa.

Caminó hacia la salida de la biblioteca.

— Meredith, te veo luego, cuídate mucho y aliméntate bien.— dijo saliendo de ahí dejando a Meredith sola.

Y de nuevo ese pensamiento de ese hombre invadió su mente. Es alguien que le susurra cosas en su oído, y no solo eso, sino que lo tiene completamente desnudo encima de ella mientras la besa con cariño. Suspiró comenzando a sentirse acalorada.

Tenía que abandonar esos oscuros y pecaminosos pensamientos que están destruyendo la poca inocencia que le quedaba.

Sacudió su cabeza y vio la puerta de la biblioteca abierta, por esa por la cual TaeHyung acababa de salir. Sin duda alguna él es el que mejor le cae de los siete, el menos antipático y el más cariñoso.

— ¿Así que eso piensas de mí también?

Saltó en su lugar y colocó su mano encima de su pecho para regular sus latidos acelerados por la sorpresa. 

— ¿Qué haces aquí Jungkook?— preguntó con cierto tono de fastidio.

— No puedes mirar a ningún otro que no sea yo.— declaró.— Eres mía, no olvides ese detalle.

—Nunca te di el ticket restaurant.— dijo con molestia.— ¿Cómo sabías que estaba aquí?

— Soy un vampiro querida. Te olfateé hasta aquí. Quería que me alimentaras.— se apoyó en la mesa del centro.

— ¿Y desde cuándo eres tan amable para eso?— inquirió cruzando sus brazos.

— Desde que TaeHyung te cae mejor que yo.— solo está celoso. Meredith negó.

— No me queda de otra. Al menos lo pediste con amabilidad aunque te faltó el por favor.

Se acercó a ella.

— ¿Quién te hizo esto es tus hermosos labios?— preguntó notando las dos marcas que hay en los labios de la chica.—  ¿Quién?— su mirada fue muy severa.

—Tranquilo Jungkook, supuestamente soy su comida, así que no debes de extrañarte si tengo mordidas en el cuerpo.

—Pero no en tus labios.— demandó .— Tus labios me pertencen.— tocó sus labios con su índice.— Tu cuello me pertenece.— besó su cuello con posesividad.— Tus caderas me pertenecen.— bajó sus manos hasta esa parte.— Tus muslos también son míos.— continuó con la mano por ahí hasta llegar a sus muslos.

Le abrió las piernas y mordió el muslo derecho en un rápido movimiento.

—A-ah Jungkook.— cerró sus ojos.

— ¿Te duele? O...¿ Te gusta?

Ella calló.

— Sabes que eres mía.— miró sus ojos directamente.— Ningún otro debe de tocar estás partes. ¿Te queda claro?

—Pero Jungkook...— calla sus palabras al sentir la mordida en el otro muslo.

—Esto solo me pertenece a mí.

La atrajo fuertemente a él y observó su rostro por unos segundos. Luego se acercó a su oído...

—Que te quede claro que no solo seré el primero que te mordió.— susurró en su oído.— Seré el primero en mucho más. Te lo aseguro.— aseguró en un susurro que provocó un escalofrío en la piel de la joven.

Y al decir esto desapareció de en frente de sus ojos...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro