Sus palabras se repetían una y mil veces en mi cabeza, hace dos días desde aquella vez que no lo veo, tampoco a ido al hospital y los chicos no saben nada de él.

–¿Por qué me interesa lo que haga?– ladeo mi cabeza quitando esos pensamientos y subo al auto para ir hacia mi casa.

Había salido del centro comercial, estaba haciendo las compras.

Después de varios minutos llegué a la casa y al estar en el garaje me bajé del auto.

Abrí la cajuela y bajé las bolsas.

–¡Beà!– miré hacia la reja y mis ojos se abrieron de más al ver a Taehyung detrás de esta – ¡Yo te amo Beà! – las bolsas resbalaron de mis manos al percatarme de que estaba drogado.

–¡Yo nunca quise hacerte daño!– arrastraba las palabras –¡Te amo!¡Por favor perdoname!– negué y volví a tomar las bolsas cerrando el maletero del auto para así entrar a la casa – ¡Se que tú también me amas! Ese sentimiento no ha cambiado – negué varias veces y abrí la puerta para entrar.

Me recoste en esta y eché mi cabeza hacia atrás. Dejando salir un suspiro.

–¡Beà!¡Por favor hablame!¡Gritame!¡Golpeame!–

–No, no por favor solo marchate– cubrí mis oídos y fui a la cocina para dejar las bolsas encima de la encimera.

Miré a través de la ventana que daba hacia la reja y él seguía ahí, trataba de entrar, pero de momento se detuvo para mirar hacia la cámara y tocó el timbre.

Decidí ignorarlo y dedicarme a sacar las cosas que estaban en las bolsas, pero el timbre no se detenía.

–Mi teléfono, necesito llamar a Alejandro y a Richard, ellos vendrán por él–miré a todos lados buscando mi bolso y me di mentalmente al percatarme que no estaba en la casa, lo había dejado en el auto.

Fui hacia el fijo y lo tomé marcando al primero que me salió.

–¿Beà?–

–Ale, tienes que venir rápido a mi casa, Taehyung está en frente de esta queriando entrar, esta muy drogado–

–¿Qué? ¿Cómo que esta drogado?–

–Si, si, no sé porque, solo ven y llevatelo por favor. Esta queriendo entrar– oí como maldijo del otro lado de la línea.

–Ya voy para allá, Beà no le abras ¿Esta bien?–

– Sí – colgó la llamada y dejé el teléfono en donde estaba anteriornemete. Fui hacia la ventana y Taehyung seguía ahí mientras gritaba mi nombre.

Pensé que se había curado, pero al parecer no fue así.

(...)

–¿Estas loco?– aquel hombre lanzó a Taehyung al sofá después de haberlo cargado hasta su departamento.

–Si, completamente loco por Beà– arrastró las palabras y Alejandro suspiró pasando sus manos por su rostro.

–¿Cuanto tomaste? ¿Fue coca? ¿O solo alcohol?–

–¿Qué dices Alejandro? Solamente fue alcohol– dijo aquel otro hombre mientras miraba a un punto fijo en la sala.

–Bien, esta bien. Ahora respondeme, se que no estas en tus cabales en estos momentos pero ¿Qué mierda fuiste hacer a casa de Beà en esas condiciones?–

–Queria hablar– el chico río, sin ninguna gracia– Quiero que me perdone–

–Pues esa no es la forma Taehyung, estoy seguro que solo le recordaste todo el daño que le hicite– este levantó su vista y la conectó con el chico frente a él mientras lo miraba serio.