Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

•2•

–¿Ya salió de rehabilitación?– aquellos dos hombres frente a mí siguieron la conversación.

–Si, hace unas semanas que salió – el elevador se detuvo y fui la primera en salir, con aquellos dos chicos siguiendo mis pasos– Es más los dos quedamos de vernos ahora para almorzar–

Y como si el destino no estuviera de mi lado, frente a mi estaba aquel chico. Estaba completamente diferente, su cabello estaba largo, su rostro se veía más definido al igual que su cuerpo.

–Tae– la voz de Richard me hizo cambiar el sentido de mi mirada y ahogar mis deseos de llorar, si quería hacerlo al venir a mi todos aquellos recuerdos.

–Richard– ambos se abrazaron.

–¿Estas bien?– murmuró Alejandro a mi lado y asentí mientras apretaba mis labios.

–Alejandro ¿Cómo estas?– este se acercó al susodicho y lo saludó de igual manera.

–Cuanto tiempo hermano, que bueno que estés de vuelta– le respondió y Taehyung sonrió para luego mirarme. Mis manos sudaban, y a decir verdad no sé si es por miedo, angustia, tristeza o felicidad.

–Beà– mencionó frente a mí, yo trague en seco.

–Hola Taehyung ¿Cómo has estado?– no sé de donde había sacado la voz tan firme en ese momento, pero me agradecía infinitas veces.

–Bien– me sonrió de lado y asentí.

–Bueno, bueno basta de todo esto, vayamos a almorzar– propuso Richard mientras pasaba su brazo por encima de los hombros de Taehyung.

Aquellos tres hombres empezaron a caminar y yo cerré los ojos mientras suspiraba. Solamente será un almuerzo.

Abrí los ojos y empecé a caminar para seguirlos.

(...)

–Así que vas a empezar a trabajar en el hospital, que bueno que ya tengas empleo– mencionó Richard mientras palmeaba el hombro de Taehyung, este asintió y limpió sus labios con la servilleta, levantó la vista conectándola con la mía y me sonrió, no pude devolverle el gesto.

–Vayamos hoy todos a una cena en mi casa– propuso Alejandro– Yo los invito –

–No seas así, de seguro y ya tiene planes– le dije al hombre a mí lado, sintiendo la mirada de aquel otro aun en mí.

–No tengo ningunos Beà, me encantaría ir a cenar a tu casa Alejandro–

–Bien, pues entonces será como en los viejos tiempos– dijo Richard y rió.

Cómo en los viejos tiempos.

Cerré y abrí varias veces mis ojos para que estos no soltaran alguna lágrima y sentí mi móvil sonar.

–Lo siento chicos tengo que volver al hospital – les mencioné mientras me levantaba de mi silla.

–Yo te acompaño –

–No– detuve Alejandro antes de que se levantara– Termina con calma tu armuerzo, no te precupes por mí, los veo después – sonreí un poco sin ser capaz de ver a los ojos aquel chico y empecé a caminar para salir del restaurante.

Y la primera lágrima salió, la quité de mi mejilla y seguí mi caminó hacia aquel gran edificio, sentía un dolor horrible en el pecho y mi garganta dolía por no poder sacar el llanto.

(...)

Detuve el auto al aquel semáforo haber marcado la luz roja y delante de mi pasó una pareja con un niño pequeño en brazos.

Mi pequeña ya estuviera grande.

Reí al recordar su pequeño rostro y mi vista se nublo otra vez, era una bebé hermosa, que por solo unas pocas horas me hizo muy feliz.

Los diferentes claxon de los otros autos me hicieron volver a la realidad, indicando que ya podía continuar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro