•19•
Acepté una de las palomitas que me estaba dando Taehyung, y sonreí mientras seguía viendo la película abrazada a él.
-Tae- levanté la vista y él despegó la suya de la pantalla para mirarme-¿Por qué?- él me miró confundido- ¿Por qué te drogabas?-
-Beà- quitó el brazo que pasaba por mis hombros- No quiero recordar - negó dejando el bol con las palomitas encima de la mesita- Ni ahora, ni en un furuto- se levantó del sofá, pero tomé su muñeca haciéndolo detenerse.
-Dijimos que nada de recordad lo que pasó en nuestro pasado- me levanté y puse mi mano en su hombro, él me estaba dando la espalda- Pero no sé el motivo por el cual lo hacía, nunca me hablaste de eso, siempre que te preguntaba me hacías lo mismo de ahora, tratas de evadir el tema, quiero ayudarte Taehyung, se que estas sano pero- me detuve mirando su espalda y como el bajaba la cabeza.
Tomé su hombro e hice que me mirara. Estaba llorando.
-Yo me vengó drogando desde que tengo memoria Beà- mencionó y yo abrí mis ojos de más.
-Mi padre allá en Corea se movía en los negocios de droga, y nos obligaba a mí y a mis hermanos a consumirla- llevé mis manos a mi boca.
-Llegar a donde estoy ahora me fue difícil- suspiró y yo acerqué mis manos a sus mejillas para limpiar sus lágrimas-Gracia a mi tío pude salir de las garras de mi padre, pero ese vicio nunca se fue- cerró los ojos y pasó su mano por estos quitando con brusquedad las lágrimas. Volvió a mirarme
-Aquel día que te vi en el pasillo de la universidad, aquella primera vez que nos conocimos, quedé completamente enamorado de ti, y no te conocía pero solo tú manera de ser me enamoró por completo- me sonrió y mi vista se volvió borrosa- Pero sabía que nunca te ibas a fijar en un drogadicto, así que decidí tratar de cambiar-
-Y lo logré, por primera vez me sentí orgulloso de mí, al haberlas dejado, pero años después eso cambió-
-¿Cuándo tuvimos aquella discusión?- él asintió y limpie mis mejillas.
-Aquella estúpida discusión, porque pensé que me engañabas, fui un ciego, un estúpido-
-Esa noche fui a un Bar y ahí fue en donde conocí a Isabela-
-Ella te vendió la droga y volviste a caer de nuevo en el vicio- asintió bajando la cabeza.
-Fui un idiota- negó- Nunca debí dudar de ti, nunca debí de lastimarte, yo- lo abracé mientras le daba palmaditas en su espalda para que se tranquilizaba.
-Mi amor, esto que me has contado, es un gran avance- me envolvió entre sus brazos- Ambos sabremos como olvidar ese pasado y a las personas de este- me separé un poco y tomé su rostro tres mis manos limpiando sus mejillas- Te amo, mucho - sus ojos se volvieron a cristalizar- Yo no te volveré a dejar solo- negué - No lo haré mi amor- junté sus labios con los mios para luego abrazarlo.
-Gracias mi princesa, yo también te amo- murmuró apegandome más a su cuerpo.
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