•11•
–Pasa, Violeta esta en la sala junto a su madre – me dijo Alejandro cuando abrió la puerta y sonreí mientras entraba a la casa.
–Toma– me miró confundido mientras tomaba la bolsa.
–Oh, mi vino favorito– asentí.
–El tuyo, el de Richard, el de Demián y el de...- me quedé en silencio y él me sonrió.
–Gracias– negué y los dos empezamos a caminar.
–Hola Beà– me detuve al ver a Rebeca junto a la pequeña en el sofá.
–Tía– la nena corrió hacia mí.
–Hola princesa ¿Cómo estas Rebeca? ¿Todo bien?–
–No tan bien como tú, pero bien– apreté mis labios para luego volver mi atención a la pequeña.
–Vamos tía – tomó mi mano y empezó a jalarme yendo hacia la terraza de la casa.
–¿Adónde vamos pequeña?–
–Papá hará la barbacoa aquí junto o los tíos ¿Sabes? Tengo un nuevo tío- y cuando mencionó eso en mi campo de visión apareció él. Sabía que esto iba a pasar, pero como él lo ha hecho últimamente, los dos nos evitariamos igual que en el hospital.
–¿Viste tía? Es bastante guapo– sonrió mirando a Taehyung y reí para ponerme a su altura.
–¿No estas muy chiquita pasa decir esas cosas?– toqué la punta de su nariz y ella se encogió de hombros para ir hacia donde estaba él, el cual era el que estaba preparando las cosas para dicha balbacoa.
–Tía– oí la voz de Nicolás y fue cuando Taehyung se percató de que lo observaba, volteé mi rostro encontrándome con mi pequeño sobrino– Tía – sonreí para abrazarlo y miré a Demián junto a Nicol, su esposa y madre de el pequeño en mis brazos.
–Beà, cariño ¿Cómo estas?– está se acercó a mi y dejó dos besos en mis mejillas.
–Todo bien Nicol ¿Y tú?–
–Perfectamente– me sonrió y le devolví el gesto.
–Pequeña– Demián vino hacía mí y dejó un beso en mi frente.
–Ya no soy pequeña– hice una mueca y el niño en mis brazos río.
–Ya llegó por quien lloraban– la voz de Richard hizo eco en todo el lugar y voltaemos a mirarlo.
–¡Tía!– gritaron las dos gemelas mientras venían a hacia mí y reí al ver que me abrazaron por la cintura.
–Si, si, todo es la tía Beà – dijo Richard y sentí otro cuerpesito pegarse a mí, el de Viole.
–Soy la favorita ¿Qué te puedo decir?– me encogí de hombros y estos rieron.
–Ya, ya, dejen a su tía – dijo Demián y tomó al pequeño en mis brazos para ponerlo en el suelo junto a las demás pequeñas.
–Se lo que quieren, por eso siempre me dan tanto amor y cariño– reí y del bolso que traía saqué la caja de bombones– Recuerden repartirlos entre ustedes– asintieron – Viole te lo doy a ti porque eres la mayor, pero todos por partes iguales ¿esta bien?–
Tomó la caja y empezó a correr para entrar a la casa seguidos de los otros pequeños. Richard y Demián fueron detrás de ellos.
–Ya los perdimos– río Nicol mientras miraba a donde se fueron los pequeños– Iré a ver si necesitan alguna ayuda adentro–
–Dejo mi bolso en la silla y te alcanzo– asintió y empezó a caminar, volteé para ir hacia la gran mesa que había en el patio pero aquel chico se interpuso en mi camino.
–Por mi culpa no pudiste disfrutar ese sentimiento de ser madre– abrí mis ojos de más antes sus palabras.
¿Cómo él lo sabe?
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