Habían pasado varios días desde aquella tarde en la que después de llegar a casa de la japonesa Tzuyu se había encargado de estar a su lado como prometió, a tal punto que pasaban la mayor parte de sus días juntas, pues cada mañana la menor de ellas pasaba a buscarla en su coche y cuando no era así, ambas tomaban el autobús o simplemente caminaban de regreso.

Varias cosas había cambiado esos días, y para la alegría de la menor había sido para bien, pues ahora todos sus gestos cariñosos, que no incluían un choque de labios, eran correspondidos por la ojiazul. Y le encantaba eso.

Le encantaba que Mina tomara su mano y entrelazara sus dedos de repente, le encantaba ver sus brazos unidos cuando caminaban y conversaban, le encantaba que la cabeza de la mayor se encontrara recostada en su hombro cuando viajaban en el autobús, le encantaba que Mina la recibiera con aquellos cariñosos abrazos que la llenaban de paz, y que se recostara en su pecho y rodeara su cintura cuando veían una película.

Pero sobretodo le encantaba estar enamorada de ella de aquella forma tan intensa, perderse en el hermoso color de sus ojos azules, en la simetría de su rostro, en la inocencia de su sonrisa y las miles de constelaciones que se formaban en su rostro al unir cada uno de sus lunares.

Un suspiro salió de sus labios al recordar su último encuentro, donde se había atrevido a dejar un beso en la mejilla de la mayor logrando sonrojarla, y una sonrisa boba se dibujo en su rostro, llamando toda la atención Jeongyeon que se sentó a su lado mirándola detalladamente.

— Hey pequeña Yoda ¿Porque estas tan feliz? — Preguntó esta haciendo un gracioso movimiento de cejas que la hizo reír.

Tzuyu la miró un segundo sonriendo con vacilación. — Cosas. — Respondió moviendo sus hombros recostando su cabeza en su antebrazo mientras empezaba a pasar los canales en busca de algo mas que ver.

Sabía que su hermana era una curiosa de primera, y aunque estaba al tanto de sus sentimientos hacia la pequeña japonesa, no sabía de los avances que habían tenido los últimos días, o eso creía. — ¿Es por Mina verdad? — Una sonrisa burlona se dibujo en el rostro de su mayor que hizo un extraño sonido y volvió a mover sus cejas de arriba a abajo. — Escuche por ahí que alguien anda muy juntita de cierta japonesa de ojos azules estos días.

— ¡Aish! Deja de molestar Unnie, te acusaré con Nayeon Unnie. — Se quejó haciendo un tímido puchero mientras abrazaba uno de los cojines a su lado.

— Esta bien, pero es que te vez tan tierna sonrojada. — Rió Jeong removiendo su cabello e intentando apretar su mejilla lo que solo la hizo fruncir el ceño, su Unnie si que podía ser molesta a veces. — De acuerdo. — Se alejó al ver su expresión seria volviendo a sentarse, mirándola con una expresión neutral, y Tzuyu creyó que le diría algo realmente importante. — Por cierto, Nayeonnie quiere ser tu dama de honor, y yo también.

— ¿Pero que... — Bufó lanzándole el cojín mientras esta solo reía a carcajadas, disfrutando de molestarla. — Eres una pesada, ya entiendo a Mina. — Dijo negando mientras la mayor solo seguía riéndose de ella, siempre le pasaba lo mismo por confiarse y caer en sus juegos y bromas cuando menos esperaba.

Pero para su suerte su hermano entro a la sala sorprendido con las risas de la pelicorto. — ¿Porque Jeong ríe como si estuviera viendo vídeos de caídas? — Pregunto caminando hasta el sofá individual a su lado y las dos chicas se miraron entre si antes de reírse, mientras el mayor solo negaba y revisaba su celular.

— Es que nuestra Chewy esta enamorada Oppa. — Respondió la mayor sonriendo ampliamente, y de no haber sido por su celular que llamo toda su atención, la menor se habría lanzado sobre ella. — ¡Wao! ¿No han pasado ni 5 horas y ya esta llamándote?

— Deja eso ya Unnie, no es Mina. — Dijo mirando la pantalla de su celular con el ceño fruncido, al no tener el numero registrado tenia dudas sobre contestar o no.

— ¿Entonces quien es? — La mayor casi le quita el aparato de las manos de no ser porque se puso de pie rápidamente.

Una mueca se dibujó en su rostro y rasco su nuca. — No lo se, no tengo este numero en mis contactos. — El teléfono seguía sonando y sus dudas sobre si contestar o no solo aumentaban, al igual que la impaciencia de la pelicorto que se paro a su lado.

Jeong elevo una de sus cejas y caminó de vuelta hasta el sofá tomando el control y un cojín entre sus brazos. — Sino contestas no lo sabrás. — Bromeó sonriendo con obviedad.

Tzuyu se preguntaba como era posible que tanto ella como sus hermanos fueran tan molestos en algunas ocasiones, pero concluyó que era lo que los caracterizaba y los hacía divertidos, o al menos siempre.

— Es verdad y hazlo rápido, ese sonido me esta poniendo nervioso. — Dijo el castaño sin apartar la vista de su teléfono, y Tzuyu casi se siente indignada ¿Que había de malo con su tono de llamada?

— Esta bien, ya calmense los dos. — Bufó deslizando su dedo en la pantalla y presionando el altavoz al instante, si se trataba de alguna broma o de algo serio, era justo que sus hermanos también lo supieran, aunque de tratarse de la primera, sabía que se reirían de ella por días, pero no tenia nada que perder. — ¿Bueno? — Contestó poniéndose nerviosa al no obtener respuesta los primeros 5 segundos, lo que la hizo fruncir el ceño y mirar a los mayores, pero cuando iba a colgar, la otra voz se escucho a través de su corneta.

“¿Hola? ¿Eres Zhou Tzuyu verdad? Por favor dime que eres tu esta vez”

Los ojos de la Taiwanesa se ampliaron al escuchar como la voz de Baekhyun llenaba toda la habitación, después de varios meses fuera de Corea y sin tener contacto con el, al fin volvía a contactarla. — ¿Baekhyun Oppa? — Contesto de vuelta mientras sus hermanos seguían atentos a la llamada.

“Si eres tu. Que gran noticia. ¿Lo vez Kai? Si era su numero. Escucha pequeña Tzuyu, necesito un súper favor tuyo, ¿Me puedes ayudar?”

— Depende, no tengo dinero ahora. — Bromeó levantando una ceja haciendo reír a sus hermanos por la expresión que puso.

“Aah no se trata de dinero, necesito vengas por nosotros al aeropuerto. ¿Puedes? Es que nuestro vuelo se adelanto y los tíos no saben nada de nuestra llegada y no tenemos ni su numero ni un peso para pagar el taxi”

Se escuchaba apenado y tanto Tzuyu como Jeongyeon y Yixing se sorprendieron a escuchar su relato, pero después de obtener la afirmación de los mayores terminó por aceptar. — De acuerdo, iré por ti ¿Solo vienes con Kai Oppa?

“Muchas gracias pequeña Tzuyu, te debo una. Y si, solo vengo con Kai, ya sabes que nunca puedo deshacerme de él.”

Tzuyu sonrió ante la risita traviesa que soltó este y las quejas de su hermano, para después despedirse y terminar la llamada, tomando sus llaves y chaqueta para ir por su amigo. Algo que le sorprendió y que estuvo pensando durante todo el camino fue la razón de su llamada, aunque entendía que querían darles una sorpresa a sus tíos, no entendió porque la llamo a ella y no a su prima, Mina.

Pero ya se lo preguntaría después. Si había algo que odiara era lo difícil que era encontrar a alguien en un aeropuerto lleno de personas caminando de un lado a otro, y al parecer el chico no había tenido la idea de esperarla fuera por lo que debió pasar varios minutos buscando donde estacionarse pero no necesitó bajar de su auto para encontrarlos, pues por la forma tan colorida en la que ambos iban vestidos resaltaron en la multitud.

Ambos llevaban puestos sus lentes de sol a pesar de que hace mucho había anochecido, y al parecer habían olvidado el clima fresco de Seul, pues usaban playeras y pantalones cortos como si estuvieran listos para ir a la playa mas cercana, pero claro, venían de Hawai sino mal recordaba, y a lo mejor se habían adaptado al calor del paradisiaco lugar.

Baek había teñido su cabello a un color blanco, mientras que Kai seguía con su cabello castaño, ambos cargaban una maleta y el mas alto llevaba un pequeño bolso de lado junto a una cámara colgada en su cuello. No sabía si la habían visto ya, pero movió su mano en forma de saludo parándose junto a su auto, siendo sorprendida por el apretado abrazo del peliblanco seguido de su hermano que no lo hizo de forma tan asfixiante.

— Casi la dejas sin aire. — Bromeo el castaño con una sonrisa ladina dirigiéndose a subir sus maletas en la parte trasera del coche.

— No seas exagerado hermano, es que la extrañe mucho, mi pequeña bebé gay. — Respondió Baek apretando la mejilla de la chica que hizo una mueca y se separo rápidamente de el, dejándolo con un puchero del que el moreno se rió antes de terminar con su equipaje y subir al vehículo también.

En todo el camino, que fueron mas de treinta minutos el mayor le relato todo lo acontecido en sus vacaciones, y de vez en cuando el castaño agregaba algún comentario, dejándole todo el protagonismo, por lo que no fue extraño que al llegar frente a la residencia Myoui la menor suspirara agradeciendo al cielo por que su tortura ya había terminado.

Había decidido volver a casa en cuanto vio que estaban bien y habían llegado a su destino, pero por supuesto que el peliblanco no permitía algo así y la arrastro del brazo hasta la puerta donde el castaño tocaba el timbre y esperaba que le abrieran encontrándose con la señora Myoui en bata y una adormilada Mina tras ella, seguida de su papá.

Inmediatamente su mirada y la de la ojiazul se encontraron y un curioso Baekhyun frunció el ceño al darse cuenta del sonrojo en sus rostros.

«¿Desde cuando Mina y la pequeña Tzuyu se miran de ese modo? Definitivamente necesito ponerme al día» pensó antes de saludar eufórica mente a su tía con uno de sus excesivamente cariñosos abrazos.

________

¿Les agradó este Baekhyun? Me hizo reír mucho.