CAPÍTULO 40
Final parte 2
En cuanto consolidamos la relación los 3 nos fuimos a vivir a la misma ciudad donde residen los padres de Sergio en la gran casa que entre ellos dos construyeron, queríamos tener más apoyo y en mi ciudad natal junto a los padres de Fabián no lo tendríamos, ellos veían una atrosidad y no lo que nosotros tenemos realmente, una unión basada en el amor, el apoyo y en el respeto.
Desde hace 3 años Fabián, Sergio y yo tomamos las riendas de la empresa de Isaías, uno de los padres de Sergio, yo me encargo de la parte administrativa, Fabián diseña todo tipo de edificaciones y Sergio las hace realidad, es quien coordina a todo el equipo de construcción y los supervisa.
Isaías nos cedió el control de la empresa porque quiere que el negocio sea familiar y nosotros de cierta forma somos parte de su familia, decía que la empresa necesitaba sangre nueva, ideas frescas e innovadoras para poder competir en el mercado, también para dedicarse a la familia y a descansar, lo merece, puesto que ha trabajado prácticamente toda su vida, tiempo después de irme a vivir con Sergio me enteré que tiene un medio hermano, hijo de su madre Julieth con Isaías, es decir, que ella tiene un hijo con cada pareja, pero no hay distinción alguna, entre todos se protegen y se dan amor.
Debo decir que somos un equipo excepcional y nos va muy bien, estamos entre las 3 empresas de construcción más solicitadas a nivel nacional y estamos tratando de serlo a nivel internacional también, es un proyecto ambicioso pero sé que lo lograremos.
Al principio tuve muchos conflictos internos cuando comenzamos a trabajar en la empresa, tenía que presenciar como las tipas resbalosas se les ofrecían en bandeja de plata a mis hombres, no podía hacer nada puesto que a la fecha nadie sabe que estamos juntos, he visto a ambos teniendo sexo con otras mujeres, más a Sergio que a Fabián, este rara vez lo hace y no me molesta, al contrario me parece excitante, pero al pensar que tal vez alguno de ellos o ambos se alejen de mí porque ahora es otra mujer quien les interesa, me llena de temor, me desestabiliza, no concibo mi vida sin ellos, ambos llenan mi vida y junto a ellos soy inmensamente feliz, son todo lo que siempre quise y sé que como ellos no voy a encontrar otro.
La parte económica va excelente, la convivencia entre nosotros no podría ser mejor y la parte sexual es de ensueño, tengo sexo hasta cinco veces al día, a escondidas en la oficina, en el carro, abiertamente en nuestra casa, el pobre de Roco debe estar traumado por todo lo que ha tenido que presenciar, o donde nos agarren las ganas, a veces los dos se encargan de darme placer al tiempo, aunque normalmente son sesiones en pareja, pueden ser privadas o con el otro de espectador, pero nunca entre ellos, al parecer no les llama la atención en absoluto.
Todo marchaba muy bien hasta que hace un año y medio aproximadamente a ambos se les ocurrió la brillante idea de ser padres, Fabián con 30 años y Sergio con 31, creían que los estaba dejando el tren de la paternidad y no querían esperar más para tener hijos, el problema es que yo soy solo una y ellos no se ponían de acuerdo para ver quién se convertiría primero en padre, la paz dejó de reinar en nuestro hogar y el ambiente siempre era tensionante, yo no podía permitir que ellos fuesen infelices después de todo lo que habían dejado a un lado por mí.
Investigando encontré que hay procedimientos para ayudar a las mujeres a quedar embarazadas y uno de ellos es la Fecundación in vitro, esto quiere decir que la fecundación se da por fuera del cuerpo de la mujer, extraen varios óvulos de la mujer y espermatozoides del hombre y cuando este es fecundado lo insertan nuevamente en el cuerpo de la mujer para que la gestación se dé de forma natural, si esto era posible con un óvulo también podía serlo con dos, es decir, con ayuda profesional yo podría hacer que ambos fuesen padres al mismo tiempo, el dinero lo teníamos y nada perderíamos con intentarlo.
Al plantearles la idea la armonía volvió a reinar, pero sus expresiones de felicidad no se comparan al día en que el médico nos dijo que ambos óvulos habían sido fecundados con éxito y que ya estaban listos para el siguiente paso que era introducirlos en mí, no sería nada fácil tener dos bebés al mismo tiempo, debía soportar los malestares del embarazo, los cambios de mi cuerpo, el peso de la gran panza, verme como una vaca, pero todo ese esfuerzo sin duda valía la pena, mis bebés aunque fuesen uno de cada uno tendrían a dos maravillosos padres que se encargarían de cuidarlos junto a mí.
El embarazo fue caótico, el médico me tenía un control estricto para supervisar que todo marchara bien con los bebés, ya que, la forma en como fueron fecundados no fue natural, por suerte los malestares solo estuvieron presentes durante el primer trimestre, y la barriga no fue tan grande como pensé que sería, lo más chistoso para mí de todo esto es que el desorden hormonal que tuve provocaron que mi apetito sexual se descontrolara y aumentara a niveles demenciales, ellos ya no querían estar cerca de mí y yo no podía ni verlos porque ya quería estar como pollo asado, con la varilla metida... Bueno, por allá.
Fue en ese momento cuando los padres de Fabián decidieron tener un acercamiento a nosotros, después de todo uno de los bebés sería su nieto de sangre, nos visitaban tan seguido que terminaron por mudarse cerca a nosotros para no perderse ni un instante de la vida de su futuro nieto, por su parte los padres de Sergio no se hallaban de la dicha, adoran a los niños y ya querían tener a ambos en sus brazos, creí que entre tantas personas que quieren a mis hijos no me iban a dar chance estar con ellos, solo espero que cuando se pongan berrinchudos ellos también se encarguen.
Durante todo el embarazo continué trabajando, los compañeros más cercanos no perdían oportunidad para preguntarme quien era el afortunado que tendría estas dos bendiciones junto conmigo, yo solo reía y me negaba a responder, decía que mi vida privada quería mantenerla así, privada, por su parte Fabián también anunció que sería padre al igual que Sergio, las personas pensaban que nos habíamos puesto de acuerdo, será más difícil de ocultar las cosas pero haremos nuestro mejor esfuerzo.
A las 36 semanas de gestación mis bebés decidieron que era hora de que los conociéramos por fin, la ansiedad, la emoción, el desespero, la dicha, el miedo todos los sentimientos inimaginables mezclados en cada uno. Decidimos que sería mejor tener a los bebés en nuestra casa, los médicos de la clínica donde practicaron el procedimiento de la fecundación in vitro, se encargaron del parto, todo lo que habíamos echo estaba fuera de la legalidad pero ellos nos ayudarían para no ser descubiertos.
Adecuamos una de las habitaciones de nuestra casa para que fuese segura para la llegada de los bebés, tenía algunos equipos de los que encontramos en los hospitales, pero si se complicaba la cosa debían trasladarme a un verdadero centro de salud.
Después de 6 horas en labor de parto nacieron mis pequeños, todo resultó bien y pude tener por primera vez a esas hermosuras en mis brazos, la familia de ambos estaba en la sala aguardando por el anhelado momento, incluso Sara había viajado en compañía de Marcus y su pequeña Melanie de dos años y medio para conocer a sus sobrinos.
Ver a esos hombres, a mis hombres con su respectivo hijo en brazos llorando de felicidad, no tenía precio, valió la pena cada minuto de agonía y sufrimiento por los que tuve que pasar para tenerlos, los médicos implantaron cada óvulo en partes diferentes del útero para saber a quién correspondía cada bebé y en las ecografías en 3D fuimos viendo su desarrollo y cómo eran, al nacer cada uno sabía cuál era su hijo, aunque eso no hacía falta, había un bebé morenito y uno blanco como la leche, no era necesario ser brujo para saber de quién era cada uno.
Mis pobres chiquitines no tienen cuerpo para tantos brazos que quieren cargarlos, hasta Roco los cuida y con toda la ayuda que recibí mi recuperación fue rápida, quise que sus nombres siguieran el patrón de ambas familias, en el caso de Fabián su padre se llama Fabio, él Fabián y a mi bebé lo llamamos Faber, que es una variante de Fabián en alemán, y por el otro lado el padre de Sergio se llama Sebastián, él Sergio y a mi bebé lo llamamos Sebak.
Actualmente mis hijos tienen 4 meses de vida, han sido días caóticos pero sin duda la felicidad no nos ha faltado, trabajo desde casa para poder estar con ellos en todo momento y sus papitos solo trabajan medio tiempo para estar más en casa.
En cuanto pude comencé a hacer ejercicio para recuperar mi figura, mis hijos son juiciosos así que el resto está casi como antes, ya quiero verlos dar sus primeros pasos y escucharlos decir "mamá".
Si este era el futuro que aguardaba por mí valió la pena esperar y aguantar todo lo que viví, sé que parte de esto es obra de mi madre, si estuviese viva se habría escandalizado pero estaría feliz por mi felicidad.
Hoy por hoy soy una mujer dichosa y me siento realizada en todos los aspectos de mi vida, muchos seguirán creyendo que estoy enferma pero yo creo que mi forma de amar es diferente, que necesito más amor en comparación a otras personas y que no hay nada de malo con ser distintos y encontrar en ello la felicidad.
Ahora no estoy sola, ya no más, tengo dos criaturas por las cuales sentirme orgullosa y dos maridos excepcionales e incondicionales, además de personas que nos aceptan y nos respaldan, por fin puedo decir que tengo una familia, Mi familia.
Fin.
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