No me gusta como me siento en este momento.

Necesito irme, ahora mismo no puedo estar rodeada de gente. No me siento capaz de interactuar con alguien después que dejo ver mi forma de ser y mi miran como si fuera una persona que merece lástima cuando deberían de verme como una persona entera que no necesita de nadie para sentirse feliz.

¿Qué tan jodido tiene que estar el mundo para que te veas obligado a tener a alguien en tu vida únicamente para no sentirte solo? ¿Cómo tienes que estar de mal para dejar que tu felicidad y amor deba venir de otra persona cuando deberías ser tu mismo quien lo haga por ti?

Es para reflexionar, la verdad.

Salgo del armario y camino con paso tembloroso hacia el comedor de donde se escuchan risas colectivas y me encantaría poder sentarme y compartir con ellos pero ahora solo quiero estar en mi casa.

-Klaus- digo alto y todos se giran hacia mi apenas y noto de refilón que Dante volvió a su puesto y está removiendo su postre- nos vamos.

-Pero chiquita...

-Lo siento papá pero debo irme ahora. Klaus tiene cosas importantes que hacer y yo tengo cosas pendientes que no puedo retrasar mas.

Les doy un beso rápido a todos, incluyendo a Dante y salgo por la puerta ante la negativa de mi familia pero sin detenerme a escuchar a nadie.

Espero impaciente a que Luigi traiga mi auto y justo cuando se detiene frente a mi y subo en el asiento del piloto veo a Klaus bajar las escaleras cerrándose mejor el abrigo porque la temperatura está mucho más baja de cuando llegamos.

Una vez planta sus nalgas en el asiento salgo derrapando la gravilla a mi paso con el acelerón que pego y que no detengo ni al llegar a la avenida. Sino que continuo así sobrepasando los demás que van como tortugas respetando el límite de velocidad y llevándome cuanto semáforo se me aparezca.

-No se que mierda paso allá adentro pero si te quieres suicidar te voy a pedir el favor de dejarme bajar.

-No que muy valiente- sonrio sin gracia- no me digas que te acojona un poco de velocidad y una mujer al volante.

- Me aterra si, sobre todo cuando ella no respeta una puta señal de tránsito y conduce como desquiciada porque un pelele la desestabilizo mentalmente hace un rato.

-¿Celoso Klaus?

-Como la mierda, porque no se si alguien más lo noto en esa mesa, pero tu brillo labial estaba en su boca y eso me encendió como el demonio, más de lo que estaba cuando estuviste encerrada con él por veinte minutos sabiendo lo que suelen hacer a escondidas- Sus manos se van al soporte de la puerta cuando doblo izquierda a 70 km/h cortándole el paso a un trailer que venía en el carril de enfrente y entrar al estacionamiento subterráneo del hospital donde él debería haber estado desde un principio y no a la puta casa de mis padres- ¡ESTAS LOCAAAAA! Nos pudiste haber matado.

Encuentro estacionamiento en la plaza más alejada, entre una pared y una camioneta. Pongo el freno a mano y quitándome el cinturón lo encaro.

-Escuchame bien Klaus porque esto no lo voy a repetir. Lo que tengo contigo son encuentros meramente sexuales. Yo no te debo nada, no somos una relación, y tampoco la estoy buscando ¿vale? Vamos a seguir cogiendo a cada oportunidad que se presente y ya. Ni se te ocurra enamorarte de mi, y si lo haces te aconsejo que te lo tragues y te busques un buen psicólogo porque no voy a aguantar un drama más. Es solo sexo. Nada de celos, nada de amor y nada de cursilerías de citas, desayunos y mierdas de esas. Te llamo cogemos y cada quien para su casa. De una vez dime si te queda grande el trabajo y lo dejamos aquí mismo.

Una vez suelto toda mi diarrea verbal suspiro profundo tratando de hacer llegar el aire nuevamente a mis pulmones y espero su respuesta. Respuesta que es azotar la puerta del coche al bajarse y como yo no puedo manejar la incertidumbre me bajo también.

-Haberme dicho que lo que querías era un juguete sexual para desfogarte. Ahora entiendo a que se refería Dante en la mesa, eso de que los ilusionas y luego los dejas estrellarse contra el suelo. ¿Eso es lo que buscas? tienes que estar bien jodida de la cabeza para eso.

-Si, es lo que hago ¿y que? No los escucho quejarse cuando están entre mis piernas. Luego se frustran cuando una no quiere mas. ¿Quién carajo los entiende? luego son las mujeres las que terminan pidiendo afecto emocional según ustedes pero se encuentran a una que no quiere ni que le den los buenos días y se quejan porque no lo saben manejar.

-É quello che vuoi? Perfetto

(¿Eso es lo que quieres?) perfecto.

Viene hacia mi con tanta fuerza que la puerta del coche se me clava en la espalda antes de cogerme la boca con una potencia arrolladora, sus piernas se cuelan entre las mías y me levanta en brazos obligándome a enrollarme a su cintura para no caer mientras camina a la parte delantera y me deja sentada sobre el capó del coche.

-Vamos a terminar lo que empezamos esta mañana, calentamos en la mesa y comeremos ahora. Porque quiero y se me da la gana y me importa una mierda si quieres o no.

Mi corazón late salvajemente, las sienes me punzan y se me seca la boca al verlo así de alterado. Su manera de respirar es trabajosa, pero a la vez su mirada es felina como la de un depredador. Su semblante se cierra fiero, peligroso y feroz, como un volcán cuando estalla en erupción. Pero lo que verdaderamente me prende es su expresión corporal tan amenazante como un león.

- Lo haremos porque asi lo quiero yo Klaus, ¿vale? y porque me tienes malditamente caliente desde que me desperté.

- Stai zitta. No quiero escucharte y no me provoques mas- lo empujo porque a mi no me manda una mierda a callarme, pero más lo intento alejar, más se me acerca. Termino recostada contar el capo ya que estoy en una jodida trampa sin salida entre el frió metal a mi espalda y su caliente y duro pecho de frente.

(Cállate)

-¿No era esto lo que querías?- cuela las manos por mis piernas subiendo la falda y quitando mis bragas de un tirón aun con toda la resistencia que pongo- no puedes provocar y luego no aguantar las consecuencias cuando este es efectivo.

Pasa la lengua por mis labios y me quedo con el aire atorado en la garganta.

- Yo voy a decidir cuando y donde se coge. Los juegos fueron divertidos hasta hoy, ya cada quien tiene claro su papel. Ahora suéltame, a mi no me coges como desquite, bastardo.

Le pego en el pecho pero de nada sirve, no se mueve y eso me enfurece más y me calienta. Me toma del mentón con fuerza obligándome a mirarlo mientras me embiste con dos dedos y siento su dura verga rosarse contra mi pierna.

- Esto se termina hoy, porque yo soy una persona no un juguete de una chiquilla caprichosa- habla y sus agarre en mi mandíbula y la velocidad de sus dedos entrando y saliendo de mi, aumenta.

-Tu no me das ordenes Klaus- lo manoteo y lo abofeteo como última opción pero eso parece darle mucha mas potencia a su cometido.

-Conmigo las vas a aceptar a partir de ahora porque yo a diferencia de esos imbéciles que acostumbras, no me voy a dejar coger de los huevos por ti. Capito? Y ahora ábre las piernas porque te voy a follar hasta que no puedas caminar.

Su grande mano me aplasta el torso, hundiendome de espaldas contra el capó. Me levanta la falda y yo forcejeo pero lo único que consigo es un estrellón de su mano en mi mejilla que me empieza palpitar cuando me voltea la cara y que mis glúteos hagan fricción con la chapa. Retengo un quejido porque me siento usada por primera vez, sobre todo cuando tironea de mi clítoris poniéndome a chillar de dolor y placer a la vez.
Me impide cerrar las piernas por más que lo intento ya que su cuerpo al completo está ceñido sobre mi.

Me arqueo en una acción inmediata porque roza adrede su fría argolla sobre los calientes pliegues de mi vagina, restregándola en mi raja y sobre mi clítoris. Debo estar para manicomio que me guste que me use asi. Esto es tan degradante y humillante que debería estar mandandolo al demonio y no mojándome en respuesta.

Odio, odio que mi cuerpo se caliente y mi entrepierna arda, poniéndome a gemir aunque luche por evitarlo.

- ¡Cria de mierda!- Se inclina un poco y lo veo aspirando el olor de mi sexo como el peor de los degenerados- deliciosa, una lástima que estes tan jodida.

Escupe dentro mis pliegues antes de que su lengua salga y saboree todo el contorno de mi coño poniendome a transpirar. Inmediatamente sube una pierna sobre su hombro y tira de mi trasero hacía si llegando esta vez más profundo. Maldigo por primera vez a esa divina boca que me abre el paraíso cuando me devora así, lamiendo, cerrando sus labios sobre mi clítoris y succionando de él, arrancadome todo tipo de gritos. Es imposible no arquearse ante esta delicia.

Pasa la lengua sobre este, de arriba abajo de forma continuada como un vibrador a toda potencia y este se hincha ante tanto estímulo. Sus labios me saborean, chupan y lamen cada centímetro de mi sexo poniendome a jadear.

Lo escucho gemir. Un gemido largo y cargado de gusto, morbo y calentura.

Su lengua se pasea por toda mi vagina, embistiendo mi canal llevándola de vuelta a mi clitoris otra vez, empalándome con tres dedos que entran de forma continuada poniéndome a chorrear hasta casi dejarme al límite.

Klaus saca los dedos de mi interior untados en mi humedad para esparcirla sobre su polla la cual toma dureza de inmediato mientras mis fluidos son utilizados de lubricante para su mano cuando se la agarra deseoso, pajeandose ante la vista que tiene de mi, abierta de piernas sobre el capó del coche.

Sonríe mientras se sacude la polla alternando pajazos y roces de su glande por mi necesitada vagina.

Con una mano sostiene mi pierna y con la otra lleva su polla a mi entrada eterrandomela de una y sus miseros tres dedos no me prepararon lo suficiente para lo que era recibirlo todo de una jodida vez.

-Cazzo!

El piercing me pone a vibrar y retorcerme queriendo alejarme hacia atrás pero su presión en mi pierna se intensifica junto a su segunda estocada que me llena de ardor.

-¿No la querías toda, piccola? aquí la tienes. Disfruta lo que tanto estuviste aclamando y gozalo porque no lo volveras a tener.

-Vete a la mierda.

-Es justamente ahí donde te mandaré una vez me vacie dentro de ti.

Vuelve a tirarme hacia si, antes de poner las manos a cada lado de mi cabeza, partiendome con cada una de sus acometidas cargadas de voltaje, potencia y un ardor que no desaparece.

Se apodera de mi boca cuando presiente toda la ola de insultos que se le avecinaban pero me calla con un beso apasiodado, urgido, humedo y con sabor a peligro. Su lengua me encuentra, y ahora soy yo quien sube la otra pierna sobre su hombro, arquendome y buscando mayor profundidad.

Sus jadeos mueren en mis labios y yo me deleito con ese manjar igual que lo es ese cuerpo grande y ancho que me esta partiendo al medio y que se contonea solo para mi.

Estoy chorreando, hiperventilando y quemándome viva con tanto. Coño, que rico es coger con rabia. Si llego a saberlo antes lo hubiera puesto en práctica hace mucho.

Los estrellones van subiendo de potencia. Son cada vez mas rudos, tantos que el jeep bajo nuestro cuerpo se sacude ligeramente. Su aliento cae en mi cuello cuando muerde ese estracto de piel antes de sacar la lengua y calmar el ardor.

-El olor de mi champú en tu piel es una delicia a la que no quisiera renunciar tan rápido.

-Tu no vas a renunciar a nada- digo con fiereza levantando la cadera y sus brazos se cierran en torno a mis piernas sobre sus hombros abrazándolas sin dejarme vía de escape.

-Mira como lo hago.

Sus testículos chocan cada vez en mi raja en cada embestida y la posición es tan profunda que lo siento llegar a ese punto de explosión que logra hacer que me corra, gimiendo por primera vez su detestable nombre.

Los espasmos me queman y cuando alcanzo la cima del orgasmo lo siento gruñir vaciándose en mi interior apretando cada vez más su agarre. Cuadra la mandíbula pero aun asi lo escucho a la perfección.

-Cazzo Kahity! Sei il mio fottuto tipo di ragazza.

(¡Joder, Kahity! Eres mi maldito tipo de chica.

Siento las acometidas de su empalme dejándose ir en 3 o 4 empellones más hasta que deja caer la cabeza atrás y yo siento como su leche se desborda por mi coño mas que relleno y yo solo deseo sacarlo de mi y llevarlo a mi boca y saborearlo como tuve la oportunidad de hacerlo anoche.

Pero no me da la oportunidad. En cambio sale de mi y recoge con su índice un poco de su leche que sale a borbotones de mi vagina y lo trae a mi boca. No dudo y chupo como si fuera mi piruleta preferida y su mueca de satisfacción se ensancha solo por unos segundos.

Saca el dedo de mis labios para devorarme la boca con un beso apremiante.

-Brava ragazza.

(Buena chica)

Se separa de mi y lo veo arreglar su pantalón en lo que yo hago malabares para bajarme del capó y no darme de bruces contar el piso por tener las piernas hecha merengue.

-Toma, por el buen servicio. Visto que te gusta que te usen como una puta, lo más correcto es que te pague como tal- deja un fajo de billetes a un lado de mis manos que aun se sostienen del coche antes de darme la espalda y comenzar a alejarse de mi.

-Me cago en toda tu puta madre, asqueroso de mierda-

- Justo es a esa a la veré ahora. Le diré que le mandas saludos.

Ni siquiera se voltea cuando habla y lo veo serpentear entre los autos hasta perderse de mi vista

Esto no se quedará asi.

♠️

Holiiii...

Una semanita perdida pero les traje 4 capítulos. No se pueden quejar😌

Ahora bien. Debo decir que este capítulo me costó escribirlo primeramente porque no soporto que nos denigren de ninguna manera y mucho menos que nos fuercen aunque si los disfrutas o no.

Desde el momento en que dices no, tienen que respetarte reina. Haste escuchar.

Y el segundo porque amo a Khaity y si fuera por mí todos sus planes fueran como ella quiere pero merece un poco de karma a ver si se endereza.

Aunque también aquí salgo en su defensa porque cada quien es libre de vivir como quiera y no porque otras personas no te entienda significa que tú forma de ser o pensar está mal. Me identifico muchísimo con ella porque en parte me encanta su forma de pensar y de vivir su vida, pero bueno, dicen que todo lo malo que haces se te devuelve y ella está por descubrirlo.

Nos leemos prontos...🥰