¦Nota del autor:¦

Que pareja tan despareja xd

CAPÍTULO: Secreto & Peligro.

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Kickin estaba tratando de procesar sus emociones. El beso lo dejó con la mente llena de preguntas y el corazón latiendo a un ritmo que apenas podía soportar. Mientras miraba a Hoppy, parecía que el tiempo se detenía, y todo lo demás, incluso sus nervios y su orgullo, desaparecían lentamente.

Kickin: No puedo creer lo que pasó... - murmuró en voz baja, apenas consciente de que hablaba en voz alta.

Hoppy, quien había estado observando la expresión confundida de Kickin, se acercó con suavidad, su mirada llena de determinación y algo más que él no lograba identificar. Antes de que pudiera decir algo más, Hoppy rompió la distancia y, de forma repentina pero sincera, le devolvió el beso.

Fue un beso más firme, más real, y que llevó a Kickin a entender lo que Hoppy quería transmitirle. Cuando se separaron, los ojos de Hoppy brillaban con una calidez que él nunca había notado antes.

Hoppy: ¿Ahora lo crees? - preguntó con una sonrisa tímida pero segura.

Kickin estaba sin palabras. Apenas podía procesar lo que sentía, pero algo en su interior le decía que no necesitaba dudar más.

Hoppy: Kickin... no quiero que pienses que todo esto es solo por los bebés. No quiero estar contigo solo por eso - dijo con seriedad, aunque sus mejillas se sonrojaban ligeramente - La verdad es que siempre sentí algo por ti, pero nunca lo dije porque... bueno, soy tan orgullosa como tú... Y pensé que nunca tendría una oportunidad contigo.

Kickin la miró fijamente, sorprendido. La confesión de Hoppy era como una tormenta despejando todas las dudas que había acumulado. No era solo él quien había estado sintiendo algo. Esa chispa siempre había estado allí, entre peleas y discusiones, entre risas y miradas furtivas.

Sin decir nada, porque las palabras parecían insuficientes en ese momento, Kickin se inclinó hacia Hoppy y volvió a besarla. Este beso no era impulsivo ni dudoso, era una afirmación de lo que ambos sentían. Las manos de Kickin se movieron con ternura, acariciando el rostro de Hoppy, como si quisiera compensar todo el tiempo perdido.

Hoppy cerró los ojos, dejándose llevar por el momento, sintiendo cada caricia y beso que Kickin le daba. Era como si, por primera vez, pudieran ser completamente honestos el uno con el otro, sin orgullo, sin barreras. El mundo alrededor parecía desvanecerse mientras ellos dos compartían ese instante.

Cada beso, cada gesto, era una promesa silenciosa de que lo que compartían ahora era real, algo que había crecido a lo largo del tiempo y que ahora podía florecer sin restricciones. Cuando finalmente se separaron, ambos se quedaron en silencio, mirándose con una mezcla de nervios y felicidad.

Kickin: Eres tan insoportablemente molesta... pero no puedo evitarlo - dijo en voz baja, con una sonrisa tímida que apenas podía ocultar.

- se rio suavemente, golpeándole ligeramente el hombro - Hoppy: Y tú eres un idiota, pero supongo que eso no importa ahora, ¿verdad?

Ambos rieron, relajados, dejando que el momento hablara por sí solo. Por primera vez, parecía que todo entre ellos tenía sentido, como si ese cambio en su relación fuera exactamente lo que ambos necesitaban. Siguieron disfrutando de la compañía del otro, los besos no eran suficientes para decir te amo, los dos querían experimentar más.

Ambos volvieron a tratar de hacer lo que los habían obligado hacer pero esta vez, a su manera. Hoppy se acostó en cima de la manta de picnic, Kickin se puso en cima. Poco a poco sus caricias fueron subiendo de tono, Kickin besaba a Hoppy por todo el cuerpo, Hoppy apretaba su cuello con fuerza. El tiempo fue pasando, solo estaban ellos dos; nadie podía oírlos, solo los científicos que los vigilaban algo sorprendidos.

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Mientras tanto en la guardería, Bubbaphant mecía suavemente a Icky Piggy en sus brazos, quien parecía tranquilo, mientras observaba a lo lejos el camino que llevaba al claro donde Hoppy y Kickin habían ido de picnic.

Bubba: ¿No crees que están tardando demasiado? - preguntó en voz baja, mirando de reojo a Picky Piggy, que estaba sentado a su lado mordisqueando un trozo de pan.

- se encogió de hombros - Picky: Tal vez... pero, siendo sincera, no me sorprende. Es su primera cita, y si te soy honesta, tenían mucho que hablar. ¿No crees que es mejor que se tomen su tiempo?

Bobby, que estaba entreteniendo a otros niños mientras escuchaba la conversación, sonrió con ternura.

Bobby: Exacto. Es su momento, y sinceramente, después de todas las discusiones que hemos presenciado entre ellos, merecen este tiempo para aclarar las cosas.

Un poco lejos de ellos, Dogday estaba rodeado de risas y pequeños gateando por todos lados. Sin embargo, en su interior, no podía evitar un leve malestar. Aunque disfrutaba cuidando a los pequeños y manteniendo todo bajo control, extrañaba a Catnap. El espacio vacío a su lado se sentía más evidente cada minuto que pasaba.

Mientras sostenía a Dogpressed, quien intentaba alcanzar el juguete que Catfeine sujetaba con la mano robótica de su cola, Dogday suspiró profundamente. Se convencía a sí mismo de que Catnap necesitaba ese descanso y que todo era por su bien. De repente, la puerta de la guardería se abrió, y todos los presentes se giraron hacia el sonido. Allí estaba Catnap, con una expresión seria y preocupada.

Dogday: ¿Catnap? ¿Qué haces aquí? Pensé que estabas descansando... - preguntó, levantándose con cuidado mientras entregaba a Dogpressed a Bobby.

Catnap se acercó a él, sus pasos eran lentos, y sus ojos parecían buscar algo en los de Dogday. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, habló con un tono que apenas ocultaba la inquietud que sentía.

Catnap: Necesito hablar contigo... en privado.

Dogday frunció el ceño, notando la tensión en su voz y la preocupación grabada en su rostro. Aunque no estaba seguro de qué podía tratarse, asintió con suavidad y tomó a Catnap del brazo, guiándolo hacia una de las salas vacías de la fábrica. Al cerrar la puerta tras ellos, Dogday se volvió hacia Catnap, observándolo con atención.

Dogday: ¿Qué ocurre? Te ves... preocupado.

Catnap dudó por un momento, mirando el suelo como si buscara las palabras adecuadas. Finalmente, levantó la mirada y, con un tono bajo y algo inseguro, comenzó a hablar.

Catnap: Mientras intentaba descansar... escuché algo. Una voz. No estoy seguro de qué fue... pero me llamó por mi nombre.

Dogday escuchó las palabras de Catnap, pero su mente comenzó a divagar en el pasado, recordando aquella aterradora experiencia con el experimento 1006. Sus ojos se abrieron más de lo habitual, y su cuerpo se tensó. Las imágenes de Catnap, controlado y fuera de control, invadieron su mente, y el miedo lo paralizó.

Catnap: ¿Dogday...? - preguntó en voz baja, con el ceño fruncido.

Catnap acercó un paso hacia él mientras tocaba suavemente su hombro para intentar tranquilizarlo. Pero el contacto lo hizo reaccionar de forma inesperada. Dogday retrocedió bruscamente, como si el toque de Catnap quemara. Su respiración se volvió irregular, y sus ojos se llenaron de una mezcla de miedo y culpa.

Dogday: Yo... lo siento, Catnap - murmuró, desviando la mirada.

Catnap quedó congelado un momento, observando la reacción de Dogday con una creciente comprensión. No necesitaba que Dogday dijera nada más; podía ver en sus ojos que estaba pensando en el experimento 1006, en aquel episodio traumático que en el cual murieron la mayoría de los juguetes.

Catnap: Dogday... - comenzó con melancolía - ¿Eso lo que piensas? ¿Crees que podría ser... él?

Dogday levantó la mirada, tratando de decir algo, pero las palabras se quedaron atascadas en su garganta. Finalmente, bajó la cabeza y apretó los puños.

Dogday: No lo sé, Catnap... No quiero creerlo, pero... - hizo una pausa, respirando profundamente para calmarse - Si es lo que creo, no voy a permitir que te pase algo otra vez.

Catnap dio un paso más hacia él, intentando mostrar fortaleza a pesar del nudo en su estómago.

Catnap: No estoy bajo su control, Dogday. No ahora. Pero si lo estuviera... confío en que tú me ayudarías a salir de eso, como siempre lo has hecho.

Las palabras de Catnap parecieron romper el hielo en el corazón de Dogday. Alzó la mirada, sus ojos ahora llenos de determinación, aunque todavía temblaban de preocupación.

Dogday: No voy a dejar que esto se repita, Catnap. Haré lo que sea necesario para protegerte, a ti y a nuestras hijas.

Ambos quedaron en silencio por un momento, el aire cargado de emociones encontradas. Catnap alargó una mano hacia Dogday, quien finalmente la tomó con firmeza, como un pacto silencioso de que enfrentarían juntos lo que fuera que les esperaba.

Dogday y Catnap regresaron a la guardería con una sonrisa que ocultaba sus preocupaciones. Aunque ambos fingían tranquilidad, había un peso invisible entre ellos que solo ellos dos podían notar. Se unieron al bullicio del lugar, donde los demás Smile Critters y los niños llenaban el espacio de risas y energía.

En un rincón, Bubbaphant estaba conversando con Picky Piggy, observándola con orgullo.

Bubba: Picky, estoy tan feliz de ver tu progreso - dijo con ternura - Mira cuánto has mejorado, estás volviendo a ser tú misma.

Picky, que estaba comiendo una pequeña porción de ensalada, sonrió tímidamente mientras jugueteaba con el tenedor.

Picky: Gracias, Bubba. Ha sido difícil, pero... me siento mejor. Más fuerte.

Bubba: Y lo eres - respondió dándole un suave golpe amistoso en el hombro - Estoy aquí para lo que necesites, siempre.

Mientras tanto, en otro rincón de la guardería, Bobby BearHug y Craftycorn estaban lidiando con un pequeño caos. Uniquecorn, la bebé más tranquila, se dejó cambiar el pañal sin problemas. Craftycorn la envolvió con destreza y sonrió al ver a la pequeña bostezar con indiferencia.

Crafty: Bueno, al menos una colabora - comentó con una sonrisa.

Pero Groody Grudgebear, por otro lado, estaba desatando una pequeña tormenta. Gruñía y pataleaba cada vez que Bobby intentaba acercarse con el pañal.

Bobby: ¡Groody, por favor! Esto no es una negociación - dijo sujetando al pequeño con suavidad pero con firmeza.

Groody lo miró con una mezcla de desafío y mal humor, cruzando los diminutos brazos como si estuviera planeando una rebelión. Craftycorn rió ante la escena mientras se acercaba con una idea.

Crafty: Déjame intentar algo.

Sacó un pequeño juguete brillante en forma de estrella y lo agitó frente a Groody. El bebé, aunque reacio, se distrajo lo suficiente como para que Bobby pudiera completar la tarea.

Bobby: ¡Misión cumplida! - exclamó con alivio, alzando el pañal limpio como si fuera un trofeo.

Crafty: Nunca había visto a un bebé con tanta personalidad - dijo entre risas.

Desde la distancia, Dogday y Catnap los observaban, agradecidos por la normalidad del momento. A pesar de las sombras que se cernían sobre ellos, al menos por ahora, estaban rodeados de la calidez y el apoyo de su peculiar familia.

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Kickin y Hoppy regresaron al bullicio de la guardería intentando actuar con normalidad, pero sus apariencias hablaban por sí solas. Las plumas de Kickin estaban desordenadas, algunas torcidas en ángulos extraños, mientras que el pelaje de Hoppy tenía mechones alborotados que ni siquiera había intentado arreglar.

Ambos lucían un rubor notorio en el rostro, y su silencio cómplice solo hacía que la situación fuera más obvia. Bobby BearHug, quien estaba ayudando a Craftycorn a cargar a Groody Grudgebear, fue el primero en notarlo.

Bobby: Vaya, parece que alguien tuvo un picnic... muy entretenido - comentó con una sonrisa traviesa, alzando una ceja.

Bubbaphant, que estaba cuidando de Picky Piggy, no pudo evitar reírse.

Bubba: ¡Sí que se nota! - señaló las plumas de Kickin - ¿Qué pasó ahí, Kickin? ¿Te atacaron las mariposas del amor?

- frunció el ceño, intentando mantener su fachada de chico "cool" - Kickin: No digan tonterías - respondió, tratando de arreglar sus plumas rápidamente, aunque sus movimientos torpes solo lo delataban más.

- no pudo evitar sonreír tímidamente - Hoppy: Déjalo en paz, no es de tu incumbencia - dijo mientras pasaba junto a ellos, sujetando con delicadeza a Wimpin Chikin, quien parecía al borde de llorar.

Bobby y Bubbaphant intercambiaron una miradas y rieron entre dientes. Hoppy y Kickin se acomodaron en una esquina para atender a sus hijos. FlopZee estaba despierto, pero con su habitual expresión somnolienta, mientras que Wimpin Chikin seguía siendo tan asustadiza como siempre.

Kickin: ¿Puedes creer que ellos se hayan dado cuenta tan rápido? - murmuró, evitando mirar directamente a Hoppy mientras le daba un juguete a Wimpin.

- se inclinó ligeramente hacia él, aún sonriendo - Hoppy: ¿Qué esperabas? No somos muy sutiles que digamos.

- suspiró, pero una pequeña sonrisa apareció en sus labios - Kickin: Aún no puedo creer que esto esté pasando.

Hoppy: ¿Qué cosa? - preguntó inclinando la cabeza con curiosidad.

Kickin: Nosotros. Esto. Que estemos... bien.

Hoppy se quedó en silencio por un momento, observando cómo Kickin acomodaba una manta sobre FlopZee. Finalmente, colocó una mano sobre la suya, haciendo que él se detuviera y la mirara.

Hoppy: También me cuesta creerlo, pero creo que siempre supimos que algo como esto podría pasar - miró a sus bebés - Creo que solo necesitábamos a ellos para saberlo.

- asintió, tragando saliva para contener la emoción que empezaba a inundarlo - Kickin: Supongo que tienes razón. Pero... aún me siento un poco nervioso.

Hoppy: Eso es normal - respondió con una sonrisa - Yo también lo estoy, pero quiero que sepas, que esto es real, nosotros somos reales.

- la miró a los ojos, sintiendo cómo sus palabras calmaban su ansiedad - Kickin: Gracias, Hoppy.

Hoppy: No hay de qué. Ahora, mejor asegúrate de que FlopZee no se quede dormido con hambre.

Ambos rieron suavemente mientras continuaban cuidando a sus crías. Aunque el ambiente seguía lleno de ruido y risas, para ellos, todo se sentía más tranquilo, más íntimo. Una paz que no habían conocido antes.

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Mientras los demás Smile Critters estaban tranquilos, en la habitación de Dogday, se encontraban Catnap y Dogday, estaban preocupados por la seguridad de sus hijas. No querían avisar a los demás sobre las voces que Catnap escuchó, los demás Smile Critters podrían entrar en pánico.

Dogday: No le diremos a los demás aún, hay que ser sigilosos y buscar armar un plan antes de todo - dijo mientras besaba la frente de Catfeine.

Catnap: No recuerdo bien del todo sobre la Hora de Alegría aún, pero creo que empezó cuando escuché voces llamándome. ¿Es por eso que tienes tanto miedo? - Puso a Dogpressed en la cuna.

Dogday: Si... - puso a Catfeine en su cuna - Cada vez que lo recuerdo... Siento que una parte de mi sigue ahí todavía, estancado en el pasado - Catnap se acercó y tomó sus manos.

Catnap: Tu ya no eres el mismo, ni yo. Eso quedó atrás y pase lo que pase estaremos juntos en esto - besa suavemente sus manos - Debemos memorizar el mapa de la fábrica. Así poderemos salir con más facilidad.

Dogday: ¿Crees que solo sabiendo el mapa de la fábrica será suficiente? - baja la mirada - el experimento 1006 es peligroso y violento, nos querrá a todos, muertos.

Catnap levantó el rostro del can, ambos miraron el fondo de sus ojos y pudieron ver el miedo y ansiedad del otro. Se acercó abrazándolo y el otro hundió su rostro entre el cuello de su amado, olió suavemente el fuerte aroma a lavanda del felino. Luego de unos segundos, Dogday se alejó para sorprendeerlo con un beso. La cola de Catnap su puso inquieta mientras disfrutaba de la calidez del cuerpo del menor.

Los labios de ambos se volvían a juntar una y otra vez, buscando consuelo. Dogday se aferró a Catnap de forma que pudo hacer empujarlo hasta la cama, siguieron abrazados mientras se recostaban. Dogday tocó la cien por el ligero dolor de cabeza, tenían muchas cosas en mente para ayudar a los demás juguetes, querían escapar de la fábrica sin importar que pasara.

Dogday: Está claro que el Dr. Halvorson no va a detener la fábrica - comentó mientras acariciaba su barbilla.

Catnap: Los niños de la guardería son transformados en juguetes a diario. No confío tanto en el Dr. Halvorson, pero podríamos intentar hablar con él - empezó a ronronear.

Dogday: ¿Qué? Hablar con él... No sé si sea una buena idea, ¿Y si realmente no podemos confiar en él como dices?

- voltea a mirarlo y arreglar su flequillo - Catnap: Tenemos que intentarlo, pero si él no nos ayuda, debemos seguir adelante por nosotros mismos.

Dogday: Cat... Tengo miedo. - lo miró con ojos llorosos.

Catnap: Ven aquí. - lo acercó con un abrazo y besó su frente para calmarlo - Todo saldrá bien, lo prometo. No importa lo que pase, haré lo posible para que salgas de aquí, con o sin mi.

Dogday: No digas eso, tú estarás conmigo, con tus hijas. - lo miró angustiado.

Catnap: Debemos pensar en cualquier posibilidad, no estoy diciendo que así será.

- suspiró melancólico - Dogday: Tal vez no sea 1006, tal vez solo es la Dra. Collins. Aún así, me aterra pensar que podría perder a nuestras hijas o si podría perderte.

Catnap: Jamás vas a perderme. - dijo con firmeza para calmarlo.

Dogday: Espero que así sea... - juntó su frente con la de Catnap.

Ambos sabían muy bien que todos podrían estar en peligro, necesitaban 2 planes más por si el primero es un fracaso. A pesar de todo el caos que se estaba armando, Catnap estaba dispuesto a hacer de todo para que Dogday se sintiera en paz, junto a sus hijas.

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