¦Nota del autor:¦

Pobrecito de Catmoon 🥲

Challenger1986

CAPÍTULO: Excluído.

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Dogday estaba sentado en una esquina de la guardería, vigilando a los niños mientras jugaban. A pesar de todo, le gustaba ese trabajo. Ver a los pequeños reír, correr y vivir sin preocupaciones lo hacía sentir... ¿Feliz? Tal vez. Pero su paz se interrumpió cuando sintió unos pequeños brazos rodeándolo.

Dogday: - parpadeó y bajó la mirada - ¿Catmoon...?

Su hijo estaba abrazándolo con fuerza, hundiendo su rostro en su pecho sin decir nada.

Dogday: - se sintió extrañado - ¿Qué pasa, pequeño?

No hubo respuesta. Solo sintió que Catmoon lo abrazaba con más fuerza. No sabía qué hacer. Nunca había entendido completamente a Catmoon... pero ahora, lo sentía temblar. Antes de que pudiera hacer algo, Catnap apareció.

Catnap: Le hablé sobre su comportamiento con los demás - dijo, cruzándose de brazos - Le dije que al menos intentara fingir emociones para no asustar a los otros niños.

Dogday: - lo miró con el ceño fruncido - ¿Fingir...?

Pero entonces, algo hizo clic en su mente. Catmoon lo estaba abrazando... Porque quería apoyo. Porque no sabía cómo disculparse.

Dogday: Oh... - susurró Dogday, entendiendo al fin.

- Bajó la mirada y acarició la cabeza de su hijo - Dogday: Catmoon... ¿quieres disculparte con los demás?

Hubo un momento de silencio. Y luego, Catmoon asintió lentamente. Dogday sonrió con ternura. Levantó a su hijo en brazos y se puso de pie.

Dogday: Está bien, pequeño. Vamos.

Catnap los observó mientras Dogday caminaba con Catmoon en brazos. Cuando llegaron a donde estaban los Frowning Critters, el ambiente cambió. Todos se quedaron en silencio. Groody, que aún tenía la cicatriz en su rostro, frunció el ceño al verlos.

Dogday sintió cómo Catmoon escondía su rostro en su pecho, temblando levemente. Estaba... ¿tímido? ¿Asustado? Era la primera vez que lo veía así.

Dogday: Catmoon quiere decirles algo - dijo rompiendo el silencio.

Los demás se miraron entre sí. Catmoon no se movió. Seguía escondido. El aire se volvió tenso.

Dogday: - se arrodilló y dejó a Catmoon en el suelo con cuidado - Ve, pequeño. Puedes hacerlo.

Catmoon sintió que su cuerpo se tensaba. No quería, pero debía hacerlo. Levantó la vista hacia los Frowning Critters. Todos lo observaban con cautela. Los ojos de Groody brillaban con resentimiento. El ambiente era pesado.

Dogday: - le dio un suave empujón en la espalda - Vamos, Catmoon - susurró - Yo estoy aquí.

Catmoon respiró con dificultad. Su expresión seguía sombría, fría... Pero su cuerpo temblaba ligeramente. Se aferró un momento a Dogday, pero este lo empujó de nuevo, con suavidad.

Dogday: Tienes que hacerlo por tu cuenta, hijo.

Los Frowning Critters comenzaron a murmurar.

Uniquecorn: ¿De verdad va a hablar?

Floppy: ¿O solo va a quedarse ahí?

Wimpin: Tal vez sea una trampa...

Catmoon bajó la mirada. Sus patas se sentían pesadas, pero dio un paso. Luego otro. Y otro. Sus pasos eran débiles, temblorosos y su cola estaba completamente erizada. Era obvio que estaba aterrado, pero intentaba ser valiente. Respiró con dificultad, mirando a cada uno de los Frowning Critters.

Entonces, abrió la boca.

Todos guardaron silencio, esperaron. Pero nada salió de su garganta. Solo un leve jadeo entrecortado. Catmoon se mordió los labios con frustración y cubrió su boca con las manos. Su cuerpo comenzó a temblar más.

Su respiración se volvió errática, sus ojos brillaron con lágrimas que se negaban a caer. Los Frowning Critters lo miraron, sorprendidos. Nadie esperaba verlo así. Catfeine y Dogpressed fueron las primeras en moverse. Sin dudarlo, corrieron hacia su hermano y lo abrazaron. Catmoon tembló aún más, pero no se apartó.

Catfeine: - miró a los demás - Tal vez mi hermano no pueda hablar - dijo con voz suave - Tal vez actúe raro... pero es un buen amigo.

Dogpressed: - asintió - Nunca nos ha hecho daño a nosotras. Tal vez... solo fue un malentendido.

Los Frowning Critters intercambiaron miradas. La tensión en el ambiente comenzó a disiparse. Pero Groody aún no decía nada. Dogday miró a sus hijos por última vez antes de darse la vuelta y alejarse. Sabía que Catmoon estaba en buenas manos. Sus hermanas lo apoyaban y eso era suficiente. Pero no para Groody Grudgebear.

Groody: Esto es un teatro - gruñó con desprecio - No puede engañarnos con esas lágrimas falsas.

El ambiente se tensó.

Catfeine: - giró bruscamente y le lanzó una mirada furiosa - ¿Qué sabes tú de mi hermano? - espetó, con la voz alzada - ¡¿Acaso lo conoces como yo?!

Groody: - apretó los puños - ¡Lo conozco lo suficiente! - escupió - Nos ha lastimado antes, ¡y quién dice que no volverá a hacerlo!

Los demás Frowning Critters murmuraron en aprobación.

Dumbba: ¿Cómo sabemos que realmente quiere ser nuestro amigo?

Wimpin: ¡Tal vez solo está esperando el momento para atacarnos otra vez!

Icky Piggy: No podemos confiar en él...

Los comentarios hirientes comenzaron a caer sobre Catmoon como piedras afiladas. Sus orejas se bajaron, sus hombros temblaron. Pero no dijo nada. Solo dejó que las lágrimas resbalaran por su rostro, en silencio.

Dogpressed: ¡Son unos amigos horribles! - sollozó - ¡Tal vez por eso mi hermano nunca se ha esforzado tanto por ninguno de ustedes como lo hizo por Groody! - dijo con lágrimas en los ojos.

Con eso, se giró y salió corriendo. Fue directo a buscar a Catnap. Quería consuelo. Quería estar lejos de todos ellos. Catfeine, al ver cómo los crueles comentarios afectaban a su hermano, sintió un ardor en el pecho. Rabia, dolor y furia. Dejó escapar un aullido feroz, un sonido que resonó con enojo y desesperación.

Los Frowning Critters se quedaron en silencio. La mirada de Catfeine brillaba con indignación cuando los recorrió a todos. Finalmente, tomó la mano de Catmoon.

Catfeine: Vámonos - le dijo, con la voz tensa pero firme.

Catmoon no dudó. No miró atrás. Simplemente dejó que su hermana lo guiara lejos de ahí. A un lugar donde no fueran juzgados. A un lugar donde pudieran jugar en paz.

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Catnap estaba supervisando a un pequeño grupo de niños cuando un sonido lo alertó. Un llanto fuerte. Un sollozo desesperado. Desde lejos, Dogpressed corría hacia él con lágrimas en los ojos.

Su pequeña cachorrita, de apenas cuatro años, parecía completamente devastada. Sin pensarlo, Catnap dejó a los niños bajo el cuidado de Hoppy y abrió los brazos justo a tiempo para recibir a su hija en un fuerte abrazo.

Catnap: ¿Qué pasó mi princesa? - preguntó con preocupación, acariciando su cabeza.

Dogpressed, entre sollozos, comenzó a explicar... o al menos, intentó hacerlo.

Dogpressed: H-hicieron... sniff ... Catmoon... sniff ... amigos h-horribles... sniff ... Groody... ¡WAAAAH!!

Catnap: - frunció el ceño - Eh... ¿qué?

Dogpressed: - respiró hondo y volvió a intentarlo - ¡D-dijeron... sniff... que Catmoon... sniff ... nooo... sniff ... WAAAAAH!!

Catnap: - parpadeó - ¿Qué?

Dogpressed: ¡Que Catmoon... sniff... Groody... sniff... y los demás... WAAAAH!!

Catnap: Sí... no estoy entendiendo nada - murmuró, sintiéndose perdido.

Dogday, que estaba ocupado jugando con un grupo de niños, también escuchó los llantos de su hija. Su instinto maternal se activó de inmediato.

Dogday: ¡Bobby, cuídalos un rato! - dijo apresurado, dejando a los niños con ella antes de correr hacia Dogpressed.

Al verla tan alterada, su corazón se encogió.

Dogday: ¡Mi amorcito, qué pasó! - preguntó, mirando a Catnap.

Catnap, con la expresión de alguien que acaba de intentar descifrar un código alienígena, se encogió de hombros.

Catnap: Algo de Catmoon... Groody... amigos horribles... pero llora demasiado y no entiendo bien.

Dogpressed volvió a sollozar aún más fuerte. Dogday suspiró y tomó a su hija en brazos.

Dogday: Shhh, mi amor, todo estará bien - susurró, cubriéndola de besos en la mejilla, la frente y las orejitas - No llores así, seguro lo que pasó se podrá arreglar.

Dogpressed siguió sollozando, pero poco a poco su respiración se calmó. Entre los brazos de su "papá" se sentía segura.

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Catfeine y Catmoon estaban sentados bajo la sombra de un árbol. El ambiente era tranquilo, pero el pequeño Catmoon seguía con su expresión apagada, aún tembloroso tras lo sucedido.

Catfeine: - le sonrie - No te preocupes por lo que digan los demás, hermano. Siempre te protegeré.

Catmoon la miró con su típico rostro inexpresivo. Sin embargo, levantó lentamente una de sus manos y sostuvo suavemente el brazo de Catfeine. Ella lo entendió de inmediato. Su corazón se llenó de calidez. Él le estaba agradeciendo, él la quería, él confiaba en ella.

Catfeine: - sonrió con orgullo y felicidad - ¡Jijiji! Lo sabía~ - dijo, sacando pecho - Ahora que te sientes mejor, ¿qué te parece si jugamos en la arena?

Catmoon parpadeó un poco, moviendo ligeramente una de sus orejas. Un sonido. Pasos. Alguien se acercaba. Sin dudarlo, se escondió detrás de Catfeine, con la cola ligeramente erizada. De entre los arbustos, una pequeña figura apareció. Era Dummba Dumbbaphant. Parecía nerviosa, pero aun así se acercó.

Dummba: E-esto... yo... - balbuceó, mirando a Catmoon con timidez - Quería decirte que... lo siento.

Catmoon no reaccionó. Dummba tragó saliva y continuó.

Dumbba: Siento mucho cómo te hemos tratado. Es solo que... nos da miedo la forma en la que miras y actúas, pero eso no es excusa para haberte hecho sentir mal...

Catfeine: - cruzó los brazos y asintió - Eso era todo lo que quería escuchar. - Se giró hacia su hermano - ¿Qué dices, Catmoon? ¿Podrías perdonarlos a todos?

Catmoon movió suavemente su cola, como si estuviera pensando. Luego, con pasos lentos, se acercó a Dummba. La pequeña elefantita sintió que su corazón iba a salirse del pecho. Cuando Catmoon levantó una mano, ella contuvo la respiración.

Entonces, él puso suavemente su mano sobre su hombro. Era una aceptación silenciosa. Dummba abrió los ojos con sorpresa. Y luego, sin poder contenerse más, lo abrazó con fuerza.

Dumbba: ¡GRACIAAAAAS!

Catmoon se quedó completamente quieto. Su cola se erizó por completo. Catfeine, al ver la reacción de su hermano, soltó una carcajada.

Catfeine: ¡Jajajaja! ¡Mira tu cara, hermanito! - Y sin dudarlo, se unió al abrazo.

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Dos semanas después...

La guardería se había vuelto más tranquila. Los Frowning Critters, aunque aún nerviosos, habían aceptado la presencia de Catmoon. Pero nadie notó la sonrisa maliciosa que había mostrado aquel día.

Desde entonces, Catmoon había empezado a copiar las emociones de los demás. Sonreía cuando los demás sonreían. Fingía sorpresa cuando alguien contaba algo inesperado. Asentía cuando los demás lo hacían.

Pero su rostro... Su rostro seguía siendo inexpresivo y frío. Su mirada sombría y apagada nunca cambiaba. A pesar de eso, la mayoría de los Frowning Critters comenzaron a acostumbrarse a él. Todos... menos uno. Groody Grudgebear.

Él nunca olvidaría lo que Catmoon le había hecho. No solo por la cicatriz que llevaba en la cara. No. Era algo más profundo. Por más que Catfeine y Dogpressed intentaran convencerlo de perdonar a Catmoon, Groody siempre respondía lo mismo:

Groody: No me importa. Jamás lo perdonaré.

Dogpressed: - insistía - ¡Pero Catmoon ha cambiado!

Groody: - se cruzó de brazos, fulminándola con la mirada - ¿Cómo sabes que cambió?

Dogpressed: ¡Es obvio! Ya no nos lastima, ¡incluso trata de copiar nuestras emociones!

Groody: - apretó los dientes - Copiar... sí. Justo eso hace.

Catfeine: - suspiró con frustración - Mira, Groody... sé que te hirió, pero si sigues así, el único que sufrirá serás tú.

Groody: - le lanzó una mirada llena de resentimiento - No. El que sufrirá será él.

Y con eso, se alejó. Catmoon, como siempre, había estado observándolo. Desde lejos. En silencio. Siempre trataba de acercarse. Pero Groody siempre lo evitaba.

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Unos días después...

La guardería estaba llena de risas, alegría y mucha comida. Era el cumpleaños de Dogday, todos los Smile Critters y Frowning Critters estaban reunidos para celebrar.

Catnap, aunque aún tenía problemas con su memoria, sentía que ahora tenía más recuerdos junto a Dogday. Y eso le hacía feliz. Y mientras la celebración avanzaba, de repente...

Kickin: ¡Hoppy! - su voz resonó en la sala.

Todos voltearon a mirar. Kickin se había arrodillado frente a Hoppy. Ella se congeló. Estaba pidiéndole matrimonio. El silencio se rompió cuando sus hijos, Floppy FlopZee y Wimpin Chikin, comenzaron a rogarle emocionados.

Floppy: ¡Mamá, di que sí!

Wimpin: ¡Por favor, mamá!

Hoppy seguía en shock, sin saber qué decir. Pero entonces, miró a Kickin... Ese idiota. Había interrumpido el cumpleaños de Dogday solo para hacer eso.

Hoppy: - desvió la mirada, sonrojada, y murmuró con voz tímida - Idiota... este es el cumpleaños de Dogday... ¡pero sí, acepto!

La sala estalló en aplausos y risas. Dogday, aunque sorprendido, sonrió y los felicitó. Pero Catnap no prestó atención a la celebración. Estaba pensando en otra cosa. ¿Y si también le pedía matrimonio a Dogday? Después de todo... ya tenían hijos juntos.

Quizás eso podría hacer que Dogday se sintiera mejor. Porque últimamente, Dogday no estaba bien. Sus crisis de ansiedad habían empeorado, Catnap lo sabía. Sabía que Dogday no había tomado su medicación desde que nació Catmoon y eso lo preocupaba.

Luego de unas horas. La celebración había terminado, y todos los Critters se retiraron a descansar. Pero alguien no estaba del todo tranquilo. Catmoon, desde su rincón, miraba fijamente a Catnap. Su expresión era... extraña. Una mezcla de molestia y algo más profundo, algo que nadie notaba. Algo oscuro.

Más tarde, en la madrugada...

Catnap dormía tranquilamente, hasta que... Su cuerpo se tensó. Algo estaba mal. Estaba soñando. En su sueño, un ser oscuro, sin forma, se acercaba lentamente hacia él. Su presencia era abrumadora, como si lo observara desde todos los ángulos.

Y entonces... El ser cambió de forma. Se transformó en Catmoon. Pero no era el Catmoon de ahora. Era... su versión adulta. Sus ojos eran más fríos que nunca, su postura imponente y su voz... Su voz sonó sombría, monstruosa.

- Será mejor que no le pidas matrimonio a Dogday.

Catnap sintió un escalofrío recorrer su espalda. Catmoon se acercó, y sus ojos brillaron en la oscuridad.

- Dogday me pertenece. - La voz de Catmoon retumbó en su mente.

- Estoy harto de verlos juntos... - susurró con un tono venenoso - Haciendo cosas que yo podría hacer con Dogday para hacerle feliz.

Catnap sintió que el aire se volvía pesado. Intentó moverse, pero no podía. La silueta de Catmoon se acercaba más y más... Y entonces ¡Catnap se despertó de golpe!

Respiraba agitadamente. Su cuerpo estaba empapado en sudor. Miró a su lado y vio a Dogday, dormido en sus brazos. Pero su movimiento lo despertó.

Dogday: - lo miró con curiosidad, aún adormilado - ¿Mmmh? ¿Qué pasó...? - preguntó con voz somnolienta.

Catnap: - se quedó en silencio por unos segundos, y luego, forzó una sonrisa - Solo una tonta pesadilla con... pepinos.

Dogday: - parpadeó confundido y luego, se echó a reír - ¡¿Pepinos?! ¿Desde cuándo te asustan los pepinos?

Catnap se rió con él, tratando de disimular su nerviosismo. Pero su corazón aún latía con fuerza. Se levantó y fue a la habitación de los niños. Era la antigua habitación de Dogday, pero ahora era donde dormían Catfeine, Dogpressed y Catmoon. Entró con cuidado, sin hacer ruido. Y entonces lo vio. Catmoon...

Durmiendo como un angelito. Su rostro inexpresivo parecía tan inocente en ese momento. Pero... Algo dentro de Catnap no se tranquilizaba. Miró el cuerpo inmóvil de su hijo. Su respiración tranquila. Su postura relajada. Era imposible que un niño así fuera peligroso, ¿verdad? Catnap intentó convencerse de eso. Pero su ansiedad no desapareció.

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En la tarde...

Catmoon se acercaba en silencio a Groody Grudgebear. No con sigilo, pero sí con esa presencia inexpresiva que incomodaba a cualquiera. A lo lejos, Catfeine invitaba a todos a jugar. Pero Groody... Se alejó.

Miró a Catmoon frunciendo el ceño, con la mano en su mejilla, donde aún tenía la cicatriz que aquel felino le dejó. Catmoon no se inmutó. Insistió en estar junto a él. Y mientras lo hacía, comía una extraña combinación de comidas raras con mostaza.

Groody: - se estremeció de asco - ¿Cómo demonios puedes comer eso...?

Catmoon pareció querer responder. Abrió la boca, como si fuera a decir algo. Groody se sorprendió. Pero antes de que el felino pudiera hablar, se alejó otra vez.

Catmoon se quedó pensando. ¿Por qué Groody no lo perdonaba? Los demás Frowning Critters (que aunque aún tenían miedo, ya no lo excluían) se acercaron a él.

Dumbba: Mira, Catmoon... - dijo con nervios - Groody no cambia de opinión fácilmente.

Uniquecorn: Sí, una vez que odia algo... Es difícil hacer que deje de odiarlo.

Catmoon parpadeó lentamente. Así que era terco. Eso complicaba las cosas.

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En la noche...

Groody tuvo un sueño. Pero no era un sueño cualquiera. Era muy vívido. Estaba en un parque. El ambiente era tranquilo. Y frente a él... estaba Catmoon. Pero no como siempre. No tenía esa mirada fría, tétrica y terrorífica. No. Catmoon se veía... amable. Hasta actuaba como si fuera una chica.

Groody: - parpadeó confundido - ¿Qué...?

Catmoon sonrió. Una sonrisa... suave, linda.

Catmoon: Quisiera disculparme... - dijo con dulzura - por la marca que te hice en la mejilla.

Y antes de que Groody pudiera reaccionar... Catmoon se inclinó y le besó la mejilla. Groody se puso rojo como un tomate. Y entonces, su cicatriz desapareció. ¡Pum!Groody se quedó paralizado. Su mente dejó de funcionar.

Catmoon: ¡Juguemos, Groody! - dijo con una alegría inusual, tomándolo del brazo.

Groody: - sintió que el alma se le salía del cuerpo - ¡¡¡AAAAAAHHHHH!!!

Groody se despertó con un grito que despertó a todos. Su cara estaba roja. ¿¡Qué demonios había sido ese sueño!? Había soñado cosas de "adultos". ¡Catmoon le había besado la mejilla y él se había sonrojado!

¡No, no, no, no, no!

Varios Frowning Critters lo miraron con ojos somnolientos.

Floppy: ¿Qué pasa...? - preguntó bostezando.

Wimpin: ¿Tuviste una pesadilla?

Groody sintió un escalofrío. No podía decir la verdad.

Groody: ¡N-nada! - exclamó, volteándose - ¡Déjenme solo!

Los demás se encogieron de hombros. Y Groody... Se quedó ahí, con la cara aún roja. No podía creer lo que había soñado.

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En la tarde...

Groody estaba solo. Se había alejado de los demás. Sin darse cuenta, terminó en un parque. Un parque rodeado de un lindo jardín, el suelo de arena tenía marcas de pisadas de niños, el tobogán, los columpios, todo estaba ahí. Exactamente igual que en su sueño.

Groody: - suspiró - ¿Por qué soñé con este lugar...? - murmuró.

¿Y por qué, de todas las personas, soñó con Catmoon? No entendía nada. Decidió irse. Pero en cuanto se volteó... ¡Se llevó tremendo susto!

Groody: ¡¿Pero qué...?!

Catmoon estaba detrás de él. Lo miraba fijamente. Parpadeaba varias veces, como si tuviera curiosidad. Groody sintió un escalofrío, su corazón latía con fuerza. No... ¡No podía ser coincidencia!

Pero luego. ecuperando la compostura, volvió a actuar frío y distante.

Groody: Si viniste a disculparte... - dijo con seriedad - No aceptaré tu perdón.

Catmoon no reaccionó de inmediato. Y entonces...Lentamente, sonrió. La misma sonrisa. Exactamente la misma que en su sueño. Groody sintió la sangre helársele.

Groody: ¡No te me acerques!

Se alejó asustado. Pero lo peor no era solo eso. Todo se sentía aún más incómodo porque recordó el beso en la mejilla que Catmoon le dio. Y entonces...

Su mano tocó su mejilla.

Su cicatriz...

...

...Ya no estaba.

Groody: - se quedó paralizado - ¿¡Q-qué...!?

Su respiración se volvió irregular. Era imposible. ¡La cicatriz no podía desaparecer así como así! ¡Era real! ¡Su cicatriz había estado ahí todo este tiempo! Pero ahora...
Se había ido.

Groody volteó a ver a Catmoon. Y en ese momento... Catmoon abrió la boca. Parecía que iba a decir algo. Pero al final... No dijo nada. Simplemente, se dio la vuelta y se fue.

Groody se quedó en shock. Todo empezó a darle vueltas en la cabeza. Su sueño. La cicatriz. Catmoon. Esto solo podía significar una cosa... El sueño fue real.

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