¦Nota del autor:¦

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CAPÍTULO: El pasado de Picky Piggy.

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Dogday al tomar las píldoras, se sentía mejor, los síntomas de la breve desintoxicación desaparecieron. Dogday, se siente incómodo y un poco culpable con el hecho de que Catnap, tuvo que tomar una píldora para convencerlo en volver a tomar. Ahora Bubba podría disminuir la dosis gradualmente que Dogday ingería, gracias a Catnap.

Catnap pensaba sobre los riesgos, sabía que podría empezar a ser dependiente químico pero no le importaba, con tal de ver a Dogday feliz, eso es suficiente para él. Bubba suspiró aliviado, Kickin y Hoppy dejaron de estar molestos con Catnap, Crafty duda de la eficiencia del plan de Bubba y Bobby se sentía feliz al ver a sus amigos juntos, apoyando a Dogday en equipo.

El resto del día, los Smile Critters siguieron cuidando a los niños de la guardería. Catnap tenía una sensación rara luego de unas horas, era como si su mente estuviera fuera de su cuerpo. Se sentía inestable, algo mareado. Poco a poco parecía que las imágenes que a veces venían en su mente, ahora se hacían más notables.

"Todo lo que hago por ti... Solo quiero verte feliz" pensaba en silencio.

Se sentó en una banca colorida, hasta cierto punto se sentía cansado. Su vista era algo nublada, miraba a Dogday jugando con los niños. Suspiró sintiéndose un poco decepcionado de su decisión de tomar la píldora, realmente no había sido una buena decisión. Dogday, que lo vió un poco cabizbajo, se acercó un poco preocupado por su amigo.

Dogday: Catnap... Estás bien? - se sentó de su lado.

- sonrie un poco por su cercanía - Catnap: si... No hay nada de que preocuparse.

"No quiero que te estreses otra vez, ya basta con la ansiedad que vives a diario" pensó.

Dogday: espero que no, ehm... En todo caso... - mueve sus manos con nerviosismo - g-gracias, por lo que hiciste, sé que corriste un gran riesgo, espero que esas píldoras no te afecten demasiado

- se rie brevemente - Catnap: no me importa si me afectan, solo quiero verte bien y haría lo que fuera... Por ti - tocó la nariz de Dogday con su dedo.

- se pone nervioso y evita hacer contacto visual - Dogday: ... - su colita se mueve un poco por la felicidad.

Catnap: quieres que pasemos el día juntos mañana? - preguntó con una suave sonrisa.

Dogday: p-pero y los niños? Nuestro trabajo... Debemos cuidarlos, nosotros fuimos creados para...

- lo interrumpe - Catnap: si, lo sé, pero escapar de nuestro propósito por un día no hará daño a nadie

- cruza los brazos - Dogday: pero... Me gusta cuidarlos... Me hacen recordar cuando todavía éramos niños, y esos recuerdos son todo para mi... - dijo cabisbajo.

- apoya su codo en la pierna, deja su cabeza en cima de su mano, bajo su mejilla - Catnap: como digas, no te forzaré a hacer nada que no quieras - lo miró por unos segundos.

- lo mira de igual forma - Dogday: solo si quiero? - pronunció suave.

Catnap: si... - dijo en voz baja.

Ambos se quedaron en silencio, la sensación extraña al mirarse a los ojos había regresado. Sentían una pequeña llama en su interior y una leve ligereza en el estómago. Ambos sin darse cuenta, se quedaron por un minuto completo en silencio mientras seguían mirándose, hasta que los interrumpieron.

Craftycorn y Bobby: Dogdaaaay!! Catnaaaap!! - gritaron.

- ambos se levantan del asiento - Dogday: pasó algo? - preguntó preocupado.

Bobby: Picky Piggy desapareció! - gritó mientras se acercaba.

Catnap y Dogday: ¿que?

Craftycorn: los médicos y los científicos confirmaron que desapareció, no está por ningún lado! - los miró con angustia.

Buscaron con urgencia en los lugares dónde más frequentaba, en la cafetería de los Smile Critters, los parques fuera de la guardería, en la escuela de la señorita Delight... Pero Picky Piggy no estaba por ningún lado. Dogday, con su poderoso olfato de can, la buscaba pero había un problema, su adicción había afectado un poco sus 5 sentidos. Ya habían pasado 3 horas. La guardería estaba sumida en una inquietud generalizada.

Los Smile Critters corrían de un lado a otro, buscando desesperadamente a Picky Piggy. Mientras los demás revisaban en parques, salones y cafeterías, Catnap se dejó guiar por un débil rastro cítrico. Su olfato no era tan agudo como el de Dogday, pero aquel aroma dulce mezclado con tristeza lo llevó hasta la habitación de Bubba. Se inclinó, mirando bajo la cama. Ahí estaba Picky, acurrucada en la penumbra.

Catnap dudó un momento antes de deslizarse lentamente bajo la cama.

Catnap: Picky... - susurró con suavidad, como temiendo romper la frágil burbuja de silencio que la rodeaba - ¿Estás bien? Todos están preocupados por ti.

Ella no respondió. Las lágrimas silenciosas corrían por su rostro, empapando el suelo de madera.

Catnap: Hasta los médicos y los científicos te están buscando - continuó, acercándose un poco más - No estabas por ningún lado.

Picky: ... - suspiró.

Catnap: si no quieres hablar conmigo... Está bien... - esperó a que dijera algo.

- suspiró - Picky: Todo es tu culpa... - su voz rota apenas un murmullo.

Catnap: ¿Qué? No entiendo... - la miró confundido.

- De pronto, giró hacia él, los ojos llenos de ira y dolor - Picky: ¡Dije que todo es tu culpa! - gritó, su voz resonando como un eco bajo la cama.

- retrocedió un poco, sus orejas se bajaron por el impacto - Catnap: No... no entiendo qué quieres decir...

Picky: ¡Lo recordé todo! - sollozó ella, apretando el collar en su mano con fuerza - La hora de la alegría, tú y tu maldito amigo imaginario...

Catnap: ... - Siguió callado.

Picky: ¡me obligaste a devorar a todos! - sollozó cubriendo el rostro.

El llanto Picky llenaba el vacío de silencio, Catnap otra vez se sentía culpable por algo que no recordaba. La mención de su "amigo imaginario" golpeó a Catnap como un balde de agua fría. Imágenes fragmentadas comenzaron a invadir su mente:

Un inmenso gato demacrado, huesudo, que observaba con indiferencia mientras Picky gritaba, encerrada en una jaula. Su propio reflejo, monstruoso, casi irreconocible. Catnap apretó las manos contra el suelo, sintiendo una punzada de culpa que le atravesaba el pecho.

"Realmente era un moustruo sin piedad..." pensó con mucha angustia.

- suspira decepcionado de él mismo - Catnap: Picky, lo siento tanto... - murmuró, con la voz cargada de angustia - No recuerdo todo con claridad, pero puedo ver cuánto sufriste.

- Ella lo miró, las lágrimas aún rodando por sus mejillas - Picky: Me alegra escuchar eso... Pero nada va a cambiar mi pasado.

- levantó la mirada y, con cuidado, extendió una mano para tocar el hombro de Picky - Catnap: No importa tu pasado - dijo con firmeza, aunque su voz temblaba ligeramente - Sigues siendo nuestra amiga.

- negó con la cabeza, el miedo en sus ojos es abrumador - Picky: No lo entiendes, Catnap. Si ellos recuerdan lo que les hice... Nunca me perdonarán.

El silencio volvió a llenar el espacio bajo la cama, pesado y denso. Catnap respiró hondo, pensando en las palabras correctas. Su mirada se posó en el collar que Picky apretaba. Entonces, con un movimiento lento y deliberado, se quitó el suyo, la media luna que siempre colgaba de su cuello.

Catnap: Picky, este collar representa quienes somos. Representa nuestra familia, los Smile Critters. Si tú crees que nadie podrá perdonarte, entonces toma esto. Es una promesa de que siempre serás parte de nosotros, pase lo que pase.

- miró el collar que él le ofrecía, sus manos temblaron al tomarlo - Picky: ¿De verdad crees que ellos me aceptarán...?

- sonrió suavemente, aunque sus ojos reflejaban una tristeza profunda - Catnap: Estoy seguro. A final de cuentas, somos una familia, ¿no?

Picky lo miró con incredulidad antes de abrazarlo con fuerza. Por primera vez en mucho tiempo, las lágrimas que corrían por su rostro no eran solo de tristeza, sino de alivio. Catnap le devolvió el abrazo con cariño, se sentía bien al poder ayudar a su amiga, la culpa que sentía por lo que pasó en el pasado, disminuyó grandemente.

Mientras ambos salían de debajo de la cama, Picky sostenía los dos collares en sus manos, como si fueran un ancla en medio de una tormenta. Catnap sabía que todavía quedaban heridas por sanar, pero en ese momento, había dado el primer paso para ayudarla a enfrentarlas.

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Recuerdo de Picky:

Era un día tranquilo, soleado, los niños corrían felices, se escuchaban risas por todos lados. Cuando derrepente, la fuerte alarma resonó por toda la fábrica Play Time, haciendo que los Smile Critters se desesperaran. La hora de la alegría había comenzado, y todos sabían que eso significaba que los médico y científicos habían perdido el control de algunos experimentos.

Craftycorn: no se asusten niños, todo estará bien! - dijo angustiada a los miles de niños que lloraban asustados.

Kickin: ESTO NO PUEDE ESTAR SUCEDIENDO! NO JUSTO AHORA! - gritó con desesperación.

Dogday: Tenemos que proteger a los niños! Corran a un lugar seguro! Ahora! - gritó con autoridad.

Picky: vengan aquí niños! - los guió mientras corría.

Una criatura enorme se acercaba, Dogday se detuvo unos segundos para mirar atrás, al ver la criatura, se paralizó. Catnap se había convertido en un moustruo, eso le generaba mucha angustia.

- dejó caer una lágrima - Dogday: no... Catnap...

Bobby: Dogday!! - gritó llamándolo.

Dogday se forzó a voltear para correr de vuelta junto a sus amigos. Catnap no tenía piedad, dejaba cuerpos de niños sin vida por todos lados, algunos se sacrificaban por los niños, había sangre por todos lados. Picky fue una de ellos, se sacrificó para salvar a los niños que llevaba. Catnap se acercó a Picky y la agarró con sus garras afiladas.

Catnap: Picky, acepta a mi dios, Acepta al 1006 como tu dios y dueño - su voz era grave de forma monstruosa.

- se negó, con una mirada firme y decidida - Picky: Nunca... Nunca haría daño a mis amigos ¡Nunca les haría daño a los niños!

- se rió con una risa áspera, cruel y fría - Catnap: Entonces, morirás.

Luego, Catnap encerró a Picky en una jaula, para dejarla morir de hambre. Días pasaron, y Picky se volvió cada vez más débil. Su cuerpo se había vuelto flaco y pálido, y sus ojos habían perdido su brillo. Catnap se reía cada vez que la veía, disfrutando de su sufrimiento.

Picky: AYUDAAAAA!!! - gritó mientras lastimaba sus pezuñas llenas de sangre para intentar abrir la jaula.

Al pasar 1 mes, Catnap trajo a Bubbaphant a la jaula. El pobre animal estaba temblando de miedo, tenía heridas y estaba cubierto de sangre que probablemente no era suyo, Picky se dio cuenta de que Catnap lo había traído para hacerle daño.

Catnap: come - empujó a Bubbaphant hacia Picky - Come y vivirás.

Bubba: no porfavor!! Ayúdame!! - lloró mientras estaba con la cola de Catnap.

Picky: JAMÁS LO HARÉ!! - se negó, llorando y gritando.

No podía comer a su amigo, no podía hacerle daño. Pero Catnap no se detuvo, con una sonrisa cruel, cortó a Bubbaphant al medio con sus garras afiladas. Picky gritó de horror mientras veía a su amigo morir. Catnap se rió y comenzó a cocinar la carne de Bubbaphant. El olor a carne asada llenó la jaula, y Picky se sintió mareada.

- se acercó a Picky con un trozo de carne en la mano - Catnap: Come - dijo empujando la carne hacia la boca de Picky.

Picky se resistió al principio, pero su hambre y su debilidad la hicieron ceder. Comenzó a comer la carne, y aunque sabía que era incorrecto, no podía detenerse. La carne era demasiado tentadora, y su cuerpo la necesitaba para sobrevivir.

Mientras comía, Picky se dio cuenta de que había perdido su humanidad. Había sido reducida a un animal salvaje, dispuesta a hacer cualquier cosa para sobrevivir. Catnap se reía mientras la veía comer, disfrutando de su victoria.

Picky se dio cuenta de que nunca podría escapar de la jaula, de que nunca podría ser la misma persona de antes. Catnap la había cambiado, la había convertido en un monstruo. Y mientras comía la carne de Bubbaphant, Picky supo que nunca podría volver atrás.

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En el parque, los Smile Critters se habían reunido para un picnic, disfrutando de la tranquilidad después del caos de la búsqueda de Picky Piggy. El sol brillaba suavemente, creando un ambiente relajante, pero algo en el aire seguía siendo pesado. Picky Piggy, a pesar de estar rodeada de sus amigos, no podía dejar de mirar la comida que tenía frente a ella con una mezcla de ansiedad y miedo.

Bobby, que vió como desde la primera vez que abrió los ojos, luego del incidente con Catnap y la restauración de la fábrica, Picky tenía problemas para comer. Ella observaba a Picky con preocupación, mientras ella jugaba con su taza de té. Se inclinó hacia ella, con una sonrisa amable pero seria en su rostro.

Bobby: Picky, de verdad que estás demasiado delgada. Mira toda la comida deliciosa que tenemos aquí. Tienes que comer, es por tu bien - sonrió suavemente.

Picky forzó una sonrisa, pero su mano tembló ligeramente al intentar llevar un bocadillo a sus labios. Sabía que sus amigos solo se preocupaban por ella, pero cada bocado era una batalla interna que le costaba ganar. Dogday, que sabía del transtorno alimentício de su amiga, se sentó a su lado, tocando suavemente su hombro con su pata.

Dogday: ¡Vamos, Picky! Tienes que comer. Estás más delgada de lo que debería. Te necesitamos fuerte, ¿verdad, chicos? - Dijo mirando a los demás Smile Critters.

Catnap, que ahora sabía la rara verdad por detrás de su insistencia a comer comida saludable, asintió lentamente, dándole a Picky una mirada cálida. Sabía que su amiga estaba luchando, pero no podía quedarse en silencio.

- se acercó y susurró en su oído - Catnap: Picky, nos importa mucho tu bienestar. Todos lo hacemos. No queremos verte sufrir, Comer es solo un paso más para recuperarte.

Bubba dándose cuenta de que Picky probablemente tenía problemas alimenticios, se inclinó hacia Picky con una sonrisa amplia.

Bubba: ¡Oye! Recuerda, ¿quién no ama un buen picnic? Mira todo esto. Nada como la buena comida y una tarde con amigos. Come, Picky, solo un poquito más.

Picky: ... - se sonroja un poco por la insistencia de sus amigos.

Kickin: ya que todos están diciéndole que coma, debo decir que - mira a Picky - Tienes que alimentarte para que podamos pasar más momentos como este, todos juntos y... Para poder comer más, claro - algunos se rieron brevemente.

- Se inclina para murmurar algo a Bobby - Hoppy: ¿Porqué insisten tanto en hacerla comer? digo, no está tan delgada

Bobby: Picky tiene bulimia... - susurró.

Hoppy: oh...

- sigue la corriente de sus amigos - Crafty: Escucha, Picky, comer no te hace débil, estamos aquí contigo, te apoyamos en todo. Solo come, un paso a la vez.

Hoppy: y porqué? - le preguntó a Bobby.

Bobby: ese es un tema delicado, otra ora te lo digo - dijo con seriedad. Hoppy asintió.

Dogday: Picky, el camino hacia la curación no siempre es fácil. Pero si te quedas con nosotros, poco a poco las cosas mejorarán. Come, para ti, para tu salud.

Picky miró a cada uno de sus amigos, sintiendo cómo su amor y preocupación se mezclaban en el aire. Su mano tembló un poco más, pero, a pesar de sus miedos, levantó el tenedor. No quería seguir preocupándolos. Sabía que, por mucho que le costara, tenía que hacer este pequeño paso. Y lo hizo, aunque fuera con dificultad.

- con voz temblorosa - Picky: Está bien... lo haré... por ustedes... y por mí.

Con un suspiro profundo, Picky tomó un bocado pequeño. La ansiedad seguía a sus espaldas, pero el calor de la presencia de sus amigos la alentaba. Aunque su lucha interna no había terminado, esa pequeña acción, junto con las palabras de apoyo de sus amigos, le dio la fuerza para seguir adelante.

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