10| Sed de venganza
Al funeral de Cynthia solo había podido asistir Rebecca Jackson y su hermano Roy y no había durado más de 20 minutos, sus padres no querían estar en el lugar y cuando el ataúd iba bajando se largaron de ahí.
—Ojalá hubiese podido ir.
—No te hubiesen dejado. McGonagall nunca te hubiese dado el permiso para salir del castillo.
—A veces odio ese cerebro tuyo tan pensante Annie.
Ambas chicas estaban sentadas en las gradas del campo de Quidditch, Annie leía un libro y Adhara solo la molestaba de vez en cuando.
—A veces yo también me odio Dhara—con una semi sonrisa en la cara siguió su lectura.
Adhara soltó un largo suspiro, la última semana había sido muy difícil para ella. Su padre se tuvo que hacer cargo del asunto del asesinato y gracias a Merlin la declararon inocente y no fue necesario ni que saliera del castillo.
—¿Es verdad que tu padre le dió un golpe en la cara a Harry Potter?—la nueva presencia de Katherine la sobresaltó.
—¿Cómo sabes eso? Creí que era "confidencial".
—Tu hermano el bocón.
Draco Malfoy se había presentado en la oficina del Auror Potter hace menos de una semana y le había dado un golpe en la quijada tan fuerte que hasta sus nudillos habían sangrado. Se lo merecía por querer arrestar a su hija.
Katherine y Adhara se pusieron a parlotear de lo genial que debía haber sido ese momento y Annie ya no pudo continuar su lectura silenciosa. Cerró su libro y bufó—¿Qué haces acá Katherine? Pensé que tenías castigo con el profesor Longbottom.
—Se aburrió de mi, hablé hasta por los codos y me dejó salir antes—se carcajeó—es un angelito caído del cielo.
Neville Longbottom siempre había tenido un corazón de oro.
—Katherine bájate de ahí—la reprimió Adhara con una sonrisa en la cara y una carcajada a medio camino.
Katherine Wood estaba haciendo equilibrio en el barandal de las gradas y ya se había golpeado su rodilla tres veces.
—Auch—se quejó.
Cuatro veces.
Annie rodó sus ojos, su amiga nunca aprendía—¿Dónde está Talia?—repentinamente Annie se acordó de su amiga—No es que me importe mucho pero estoy extrañando su inquietante silencio.
—En una cita con tu hermano—le respondió con simpleza Adhara mientras obligaba a Katherine a bajarse de la baranda.
—¡¿Qué?!
No supieron nada de ellos durante al menos dos horas cuando el momento de la cena llegó y ambos entraron tomados de la mano por las puertas del gran comedor.
—¡Al fin!—Adhara se levantó de su asiento dramáticamente.
—Si no te callas te golpeo en la teta.
—Entonces...¿están saliendo?—preguntó Albus un poco decepcionado.
—Algo así—respondió Aaron con las mejillas tan rojas como el cabello de la hermana de Albus.
Decepcionado y triste, Albus Potter siguió devorando su cena con la vista pegada a la mesa. Ese sentimiento de esperanza de había ido de su cuerpo.
Desde la mesa de Gryffindor su hermano lo observaba preocupado. Nunca había visto a su hermano tan desolado.
—¿Qué crees que le pase a Albus?—le preguntó a su hermana quien se llevaba una presa de pollo a la boca.
—Probablemente sea por Talia—respondió sin más, desconcertado a James.
—¿Está enamorado de Edevane?
—Es obvio.
Katherine escuchó toda la conversación y sentía pena por Albus y Aaron. Talia tenía sus corazones en ambas manos y terminaría rompiendo ambos.
La cena estaba a punto de terminar cuando una loca Rebecca Jackson cruzó el umbral de las grandes puertas con una daga en mano y el cabello tan alborotado que parecía haber estado en una pelea. ¿Acaso no podían tener un día normal?
—¡¿Quién lo hizo?!—fue lo primero que dijo cuando controló su respiración agitada.
La primera en actuar fue la profesora McGonagall quien se levantó de su asiento y a paso calmado se acercó a la muchacha.
—Señorita Jackson voy a necesitar que...
—¡Cállese o la mato!
¿Como podría matar a la profesora con una estupida daga? Se preguntaban todos
—Fuiste tú—apuntó firmemente hacia Adhara—¿o me equivoco?
Todos volvieron su vista a la joven rubia que estaba más pálida de lo normal. Ella sabía que no tenía nada que ver con el fallecimiento de Cynthia pero todos la culpaban.
—Señorita Jackson, el caso se ha resuelto y nos han dicho que ha sido un trágico suicidio. No tiene razón para venir a amenazar a una joven que, aunque lo parezca, no tiene nada que ver con el asesinato.
Adhara quería salir corriendo de allí, se sentía abrumada y la respiración se le cortaba, las manos le temblaban y los ojos se le cristalizaban. ¿Es que todos pensaban que ella sería capaz de cometer tal barbaridad? Claramente era una diva que tenía una cara de mujer odiosa muy marcada pero no era un asesina.
Desde la mesa de Ravenclaw, con varita en mano y los puños cerrados, Annie Nott se levantaba de su asiento y se dirigía hacia la causante del infortunio. Era la bruja más inteligente de su generación por lo que el simple petrificus totalus que Rebecca utilizó en ella no llegó ni a rozarle los cabellos.
—¿Te crees que puedes venir a amenazar a mi familia y salirte con la tuya?
—Señorita Nott vuelva a su asiento.
—No—respondió con simpleza—Si aquella loca quiere tener una pelea, pues la tendrá.
—"Aquella loca" es su compañera y no permitiré tal cosa como una pelea o un duelo.
A regañadientes se volvió a su asiento aún con los puños empuñados y las-perfectas-cejas fruncidas. Esto no iba a acabar así, no importaba el costo. Nadie se metía con su familia sin pagar las consecuencias.
—¡Todos a sus salas comunes! ¡YA!—la irritada voz de la directora retumbó en las grandes paredes del salón y todos los alumnos, asustados, se marcharon sin rechistar a sus habitaciones.
—Esta es la última vez que permito algo así en el castillo—se pasó las manos por la cara, pensando—Señorita Jackson, no me queda otra solución que su suspensión inmediata.
—El verdadero asesino de Cynthia está suelto aquí en el castillo ¿Me va a expulsar a mi entre toda esta gente?—preguntó indignada.
—Su actitud no es apropiada y como directora necesito proteger a mis alumnos de cualquier amenaza. Ahora, váyase a su habitación y mañana temprano conversamos bien el tema de su suspensión.
—Yo solo estaba haciendo el trabajo que los inútiles aurores no pudieron hacer. Que tenga una buena noche Profesora McGonagall.
Adhara no había salido en su totalidad del gran comedor y Talia tuvo que ir por ella para que no se metiera en problemas.
—Me siento muy mal Talia.
—Eso lo sé pero no debes dejar que sus comentarios te afecten. Ahora tu única preocupación es tu madre—la tranquilizó su amiga.
—Y aprobar todos tus TIMO's—le susurró Annie entre enojada y preocupada.
TIMO's, asesinatos, su madre. Seguramente tendría tiempo para pensar en eso en las vacaciones de navidad.
Holas, venía a decirles que se pasen por una historia de Draco Malfoy que tengo publicada en mi perfil :)
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