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Capitulo 19

El tiempo pasó y los choques con Adelaide parecieron pasar a segundo o tercer plano, y podia jurar que -mas bien- todo habia pasado a segundo o tercer plano y nuestra relacion volvia lentamente a la realidad. Y no podia estar mas feliz por ello. 

El señor Sams me dio un empleo temporal trabajando en Snowit, y nada me puso mas feliz que eso. Ahora estudiaba por la mañana y trabajaba por la tarde, mi vida estaba recompuesta.

Madison fue despedida unos dias antes de que yo entrase, y ahora yo atendia y hacia todo el trabajo de ella, tal y como ella solia hacerlo. Era agradable y la clientela no era apabullante pero tampoco escasa. Eso si, todos los dias me encontraba con caras nuevas.

Aun no le contaba a mi pelirroja favorita sobre mi nuevo puesto de trabajo, y estaba muy emocionado por decirle todo, pero dijo haber estado muy ocupada estudiando y sé que su carrera en la Universidad es lo primero y ahora tendría qué hacer todas las tardes.

-Buenas tardes, bienvenidos a Snowit. ¿Puedo tomar sus pedidos?- Le sonrio a la familia frente a mi. Un hombre, con la que seguro era su esposa, una muchacha de trece o quizas catorce años, y dos niños de siete u ocho.

-Claro, quiero cinco batidos con gustos a la crema, de vaso mediano porfavor- Dicta el y anoto el pedido en la maquina, para luego darle la orden de imprimir un ticket pequeño de color blanco. La maquina lo despide por una ranura y se lo tiendo junto con el vuelto. 

Preparo los batidos agilmente y se los voy alcanzando a los niños que esperan casi impacientes, les sonrio cuando les voy entregando sus pedidos. 

Despacho al cliente el cual me agradece y va a sentarse con su familia en una de las mesas mas grandes, y apoyo el peso de mi cabeza sobre mi mano cuyo brazo descansa sobre el codo en el mostrador.

El horario de trabajo comienza a pasarse extrañamente rapido y no han venido muchos clientes en realidad o al menos Snowit no se llenó en lo que iba del dia y solo estaba a unas tres horas de cerrar.

Entonces, veo entrar a dos personas que hacen que se erizen los vellos en todo mi cuerpo. 

Wade, de la mano de Ariadna. Y entonces, caigo en la cuenta que no la veia desde que comenzaron las clases, y ya han pasado cuatro meses desde entonces. Usa una blusa particularmente holgada y... ¿Eso son zapatillas deportivas? Jamas habria pensado viviria para contar que vi a Ariadna Signor con unas de esas puestas. 

Pero, en el momento en el que noto un bulto redondo y pequeño en su vientre, me quedo congelado, tieso, mirandola de reojo. Y como si su novio tuviese superpoderes, nota que alguien los esta observando y revolea su vista por todo el lugar hasta que posa sus ojos en mi, y juraria que palidece y de pronto, se ve desmejorado. 

Wade tira de la mano de Ariadna y se sientan juntos  en la primer mesa de dos que encuentran, y el susurra algo que no puedo escuchar con claridad porque hay bullicio de voces, y ella voltea a verme de reojo. Cuando sus ojos se fijan en los mios y yo la saludo con una sonrisa triunfante y con la mano levantada, palidece casi exactamente igual que su novio. Le dedica una mirada furiosa al atletico joven que alguna vez fue mi amigo, y masculla cosas en silecio que solo ellos dos pueden escuchar, como si le estuviese recriminando algo. Entonces, el se pone de pie y se dirige a la caja registradora, justo detras de la cual me encuentro yo. 

-Buenas tardes- Le sonrio ladeando la cabeza y la indignacion en su rostro es tanta que si existiera la indignitis, morira de ello- Bienvenido a Snowit. ¿Puedo tomar tu pedido?

-¿Que haces aqui, Mac?- Escupe con hostilidad y hago morisquetas exageradas de asombro y victimizacion- ¿Donde esta la muchacha de pecas abundantes?

-¿Madison? La despidieron esta semana- Le vuelvo a sonreir casi malevolamente, y en el fondo me pregunto porque estoy comportandome asi- Soy todo lo que tienes ahora aqui, Wade. ¿Que querian tu y tu novia? 

-No digas nada- Pide de pronto y toda la indignacion y hostilidad se fuga de el. Parpadeo como si no entendiese de que está hablando- Solo su familia y yo sabemos sobre esto, por eso ya no va a clases. Esta realizando trabajos de investigacion en casa.

-¿De qué estás hablando?- Apoyo mis codos sobre el mostrador y el traga saliva. 

-¡Mac, basta!- Suena agarrotado e infeliz y yo lo miro de reojo, para revolear una mirada despreocupada sobre su novia embarazada y le devuelvo mi atencion a el- Solo, porfavor, no digas nada. 

-¿Por quién me tomas, eh?- Esta vez, yo soy el que suena indignado- No voy a divulgar nada, si es lo que tanto te preocupa. Ella no me cae bien y yo no le caigo bien a ella, pero eso no significa que cantaré a los cuatro vientos todos sus secretos- Me justifico- Ademas, todavia guardo mi fidelidad de buen amigo hacia ti, y puedes confiar en mi apesar de que fuiste tu quien traiciono mi confianza.

-¿Yo, o la chica que te mintio cuando dijo que la asaltaron?- Vuelve a la carga completamente serio y yo aprieto los dientes. Algunas personas voltean a mirarnos y yo trago saliva.

-¿Puedo tomar tu estupido pedido, si o no?- Escupo casi con violencia y el entrecierra los ojos. 

Entonces, en ese preciso instante, alguien entra por la puerta. Y en el momento en el que los veo entrar, mi corazon se detiene. Mi pulso se acelera completamente y casi puedo sentir palpitaciones, como si tuviese un ataque de epilepsia interior, que nadie puede ver. Siento como el calor sube a mi rostro y quema un fuego en mi garganta ennudecida.

Adelaide entra de la mano con un tipo que jamás he visto en mi vida. Se ve como esos malditos modelos de ropa interior de Calvin Klein que son "perfectos" hasta la medula, como un jodido galan de telenovela. 

En el momento en el que ella conecta sus ojos color cafe con los mios, el mundo pareciera detenerse. Es como si los unicos que existieran en ese maldito momento, fueramos ella, el tipo del que no tengo idea quien es, y yo. 

Adelaide suelta la mano del sujeto y el la mira confundido. 

-¿Qué pasa, bebé?

En el momento en el que el pronuncia esas palabras, mi corazon vuelve a paralizarse. Mis maños se aprietan en formas de puños y Wade me mira como si me tuviera miedo. Mi pecho duele como si me hubiesen clavado un puñal y las lagrimas se agolpan en mis ojos amenazando con escapar. Ella empuja al tipo hacia la salida del lugar y él parece poner resistencia y ella se esfuerza hasta que cede y salen juntos del lugar. 

Sé que se han puesto a discutir ahi, pero no quiero mirar. No quiero alarmarme mas, no quiero sentir mas nada.

Wade me mira de reojo como si tuviese un bicho en la cara y apoyo mis manos en el mostrador de abajo- ese en el que se encuentran todas las cubetas con los gustos de helado- y agacho mi cabeza dejando que las lagrimas escapen de mi. 

Adelaide me engañó. Otra vez. Todo el tiempo solo estuvo jugando conmigo. 

-¿Le sucede algo?- Una voz de hombre se escucha pero no quiero alzar la cabeza para saber quien es. No me interesa, de todas formas. 

-La chica que entró es su novia- Aclara Wade y trago saliva sintiendo como comienzo a sollozar en silencio- Entró con alguien mas. 

Un silencio aterrador se instala en la heladeria y siento como todas las miradas se posan sobre mi. Todas y cada una sobre mi cabeza. 

Entonces, la puerta vuelve a abrirse y levanto la cabeza inmediatamente, logrando ver como la pelirroja entra y se acerca al mostrador y tanto Wade como yo damos un par de pasos para alejarnos de ella. Las lagrimas escurren fuera de sus ojos con tanta intensidad. 

-Mackenzie, porfavor- Balbucea ronca y gravemente entre llanto. 

-Vete de aqui- Escupo, casi vacio de sentimientos y ella abre los ojos ampliamente sin dejar de llorar- Este es mi lugar de trabajo. Ve a traicionarme a otra parte. 

-Mac...- Vuelve a susurrar como si piedese una oportunidad de explicarlo todo y aprieto la mandibula. 

-¿No la oiste?- Una voz pareciera entrometerse desde una de las mesas, y una chica se encuentra ahi con unos amigos- Te dijo que te largues- Pronuncia otra voz, que por lo que se ve, es el hombre que trajo a su familia- Fuera de aqui- Mi corazon se vuelca violentamente cuando la mismisima Ariadna Signor me defiende mirandola asesinamente- Largo, largo- Comienzan a apabullar otras personas y miro de sobreojo a todo el mundo. Wade la mira de reojo a ella, echandola con la misma expresion de desprecio en el rostro. Ella pasa sus ojos por sobre todos los clientes, para luego mirar a su primo y su novia con expresion de odio profundo y finalmente mirarme a mi, con dolor.

La miro de reojo y ella llora un poco mas antes de marcharse dando un fuerte portazo, y el silencio vuelve a instalarse en el lugar. Seco mis lagrimas con las palmas de mis manos y muchas de las personas ahi presente susurran palabras de animo y aliento hacia mi, tales como que no vale la pena sufrir por esto, pero no quiero tomar esas palabras. 

-Disculpenme- Me excuso cuando dejo de llorar y tomo aire por la nariz- No tenian porqué presenciar toda esa maldita escena de pelicula de Netflix. Lo siento. 

Muchos de ellos dicen que no pasa nada, y en el fondo, me alegra un poco saber que todavia quedan buenas personas en el mundo, y se encuentran aqui en la heladeria en la que trabajo. Wade aun me mira como a un bicho raro y vuelve a su asiento con rigidez. Lo miro de reojo, y me sorprende cuando toma del brazo a Ariadna y esta se pone de pie con el. Se acercan al mostrador y me miran fijamente. 

-Queremos dos super conos, porfavor- Dice el completamente serio y yo asiento- Para llevar. 

-Porsupuesto- Digo anotando en la maquina, la cual a la orden que le doy, imprime el ticket y se lo extiendo- Y, a proposito- Digo mirandola a ella mas que a el- Felicidades- Susurro mirando su vientre y ella lo acaricia con una mano. 

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