Era realmente extraño el hecho de que de un día para otro tenía a una mujer viviendo en su casa y se sentía bien con eso.

Y no sabía por qué, pero por alguna extraña razón le gustaba la presencia de ella.

Ya había pasado una semana y ella le había explicado el porque de su llegada a ese planeta.

¡Y es que no no lo podía  creer!

Ese día, cuando la saco del agua, el había pedido el mayor deseo de su corazón y era poder tener alguien a su lado que lo amara y respetara quería una compañera de vida.

El creía que las mujeres estaban con el solo por su dinero y como no, si era un fotógrafo reconocido, cientos de propuestas le llegaban para unirse a editoriales y compañías de modas pero el prefirió estar en la compañía de su mejor amigo. 

Era el fotógrafo estrella, podía cubrir cualquier artículo en cualquier sección de la revista.

Por eso estaba en su oficina seleccionando algunas fotos en su computadora, ignorando a su amigo que llevaba... Ya no sabía ni cuánto tiempo sentado frente a él, tratando de comprender todo lo que le había dicho.

—entonces ella no es una mujer de verdad— dijo su amigo rompiendo el silencio.

—No seas pendejo, claro que es de verdad.

—Pero si dices que cayó desde las estrellas y viste como se convirtió en mujer... Eso claramente no es de humanos.

—Mira— dejo de teclear y pellizco el puente de su nariz. — no se cómo explicártelo pero si es una mujer y tiene todo bien...— Hiso señas con sus manos sobre su pecho dando a entender que ella tenía los sueños bien puesto — a demás de que anoche me quiso ayudar a cocinar y pues se costo un dedo y ¡adivina que! Sangró, como toda persona normal.

—¿Y que pasa con el brillo que dices que tienen?

—ese brillo solo lo veo yo. Ella dice que eventualmente perderá

—esto es exitante te estás acostando con una extraterrestre. Por qué ¿te estás acostando con ella verdad?— dijo su amigo tamborileando el escritorio, le parecía realmente maravilloso lo que estaba viviendo su amigo.

—No seas enfermo, entonces tú también eres un puto extraterrestre.

—yo no vengo desde las estrellas mi amor yo soy un licántropo y tú un simple humano.

—Aja.

—No te molestes que nadie tiene la culpa de que no saliste con los genes de tus padres.

—No me hables de ellos gracias al cielo que papá está muerto porque sería un verdadero fastidio tener que soportar a mi madre por no sé cuántos años más.

—esa  mujer es una... ¿Sabes que? Tienes razón no hablemos de ella que arruina mi cutis

—tu cutis no se arruina imbécil.

—lo se pero me gusta ver cómo pones cara de tragedia cuando te diga que tienes unas arrugas aquí. — se señalo en medio de las cejas, Gael tomo su teléfono para ver si reflejo y le lanzó un lapicero que era lo más cerca que tenía.

—No seas idiota.— se levantó a recoger sus pertenencias ya luego terminaría lo que estaba haciendo.

—¿A dónde vas?

—De compras.

—¿Pero que vas a comprar?— le pregunto encaminando se junto con Gael a quien sabe dónde,  pero como jefe podía ir y venir como se le diera la gana, así que, que más daba lo iba a acompañar y punto.

—¿Que te importa? ¿A dónde crees que vas?.

— pues te voy a acompañar ¿Que no ves?

—no te pedí tu compañía.

— lo se, y eso es lo mejor de tenerme como amigo. Estamos conectados sin necesidad de pedir nada. Así que vamos. Se nos hacer tarde para donde sea que vamos.

Gael resoplo y salieron al estacionamiento buscando su camioneta, iba a desactivar el mando a distancia. Cuando la acción quedó en el aire.

Sentía que en otra vida había Sido un ogro, un orco o quien sabe que cosas malas había hecho.

—Hasta que al fin te veo.

— ¿Que quieres Roxana?— pregunto Lucas dirigiéndose al lado del copiloto mientras que Gael lo hacían junto al volante.

—solo quiero hablar contigo Gael.

— no tengo nada que hablar contigo Roxana — la encaro Gael, estaba fastidiado de ella ¿ Que no entendía que se terminó? A él no le gustaba ella y a pesar de ser una ninfa y querer engatusarlo no lo iba a conseguir por más que su mamá insistiers en que estuviera con ella a él no le gustaba.

A demás si mente y su tiempo lo tenía otra mujer.

—por favor solo un momento. Puedo acompañarlos si quieres, no me molesta que esté Lucas.

— A mi si me molesta que tú estés aqui— digo Lucas molesto al ver que ella subió A los asientos de atrás sin permiso alguno, le lenzo una mirada asesina a Gael y este solo se encogió de hombros, su quería sacarse la de encina este era el momento.

—¿A dónde vamos? — pregunto ella emocionada, sentía que iba a lograr su cometido y era volver con Gael. — creo que debería llamar a tu mamá y pedir que nos vea en un restaurante del centro así podemos hablar los tres cómodamente.

—los cuatro recuerda que estoy aquí — le dijo Lucas, Gael solo asintió, mejor dos pájaros de un solo tiro.

Roxana volvió a preguntar a dónde iban cuando vio la ruta que estaba tomando Gael, bueno ella había dicho un restaurante pero si el quería que fuese en su casa mejor para ella, no había nada mejor que sexo de reconciliación.

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