Capítulo inspirado en la canción de Malucci- No es tuyo

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El sonido de la cadena siendo jalada se escuchó por toda la habitación, Taehyung abrió la puerta del baño que se encuentra dentro de su cuarto, con sus manos mojadas (por la recién lavada) lo pasó por su cabello mientras soltaba un fuerte suspiro.

Era la tercera vez en 10 minutos que iba al baño.

Tener dos bebés dentro de él no era nada fácil, Taehyung había cumplido su séptimo mes de embarazo, estaban a una vuelta de la esquina en tener a sus cachorros en brazos y eso le emocionaba bastante a los padres primerizos.

La habitación de los bebés estaba casi terminada, Taehyung se la pasaba la mitad del día ahí y la otra mitad en el nido, Jungkook se le unía cuando terminaba sus deberes de la casa. Hablando de su alfa, en estos momentos no se encontraba en casa, había ido a la tintorería a recoger algunas cobijas que había mandado a lavar, el invierno estaba a la vuelta de la esquina y era mejor estar preparados.

Taehyung camino a paso de pingüino hacia la cama donde se encontraba su nido, estaba a unos centímetros de sentarse cuando el timbre fue tocado. Taehyung bufo para volverse a parar y caminar en dirección a la puerta de la entrada.

Mientras bajaba lentamente las escaleras el timbre no dejaba de sonar por ningún momento.

—¡Ya voy!—. Grito para quien quiera que estuviera tras la puerta que a pesar de que le había gritado seguía sin dejar de tocar el timbre.

Cuando al fin llegó a la puerta, se detuvo cuando el aroma de algodón de azúcar llegó a sus fosas nasales. El omega gruño.

¿Acaso esta omega no se cansa de molestar?

Desde lo ocurrido con Seungri la omega no había dejado de visitar al alfa con temas de "trabajo" inquietando mucho a él y a su lobo. No crean, Jungkook tampoco se sentía cómodo con la presencia de la omega dentro de la casa y el alfa siempre le ha dicho que no viniera a la casa, pero la omega era demasiado terca y testaruda que seguía viniendo a pesar de que le habían dicho que no.

Y eso no le gustaba al omega, mucho menos cuando la chica coqueteaba descaradamente con el alfa frente a él, Jungkook siempre la rechazaba o la apartaba amablemente. Taehyung tenía unas tremendas ganas de agarrarla de las greñas y apartarla de su alfa.

Taehyung ni siquiera tenía en mente abrir la puerta pero el constante sonido del timbre lo desesperaba a mil, con un suspiro para calmar su molestia, abrió la puerta, la omega entró como si fuera su casa.

—¿Dónde está Jungkook?—. Preguntó la omega mientras dejaba su bolso en uno de los sillones individuales y se sentaba en el sillón más grande.

—No está—. Respondió sin más, agarró el bolso de la omega y se la tiro en la cara, la chica a duras penas logró atraparlo pero no se salvó del fuerte golpe en la cara.

—¡Idiota! ¿Qué te pasa?—. Preguntó bastante enojada Minha.

—Quería sentarme—. Que la simple respuesta que dio el omega para luego sentarse lentamente en donde anteriormente reposaba aquel bolso.

—Hay otros lugares disponibles.

—Si, pero yo quería este.

Minha bufo, volteo a ver al omega con un notable desagrado en su rostro. —No entiendo porque Jungkook está contigo. Solo eres un omega simple.

—Y yo no entiendo porque Jungkook sigue trabajando contigo si solo eres una ofrecida—. Taehyung se encogió de hombros.

—Pues está "ofrecida" ya obtuvo lo que quiso—. Mencionó la castaña con una sonrisa de superioridad mientras que Taehyung frunció el ceño.

—¿De qué estás hablando loca?

—¿Acaso no te has dado cuenta Taehyung? Jungkook te es infiel conmigo.

¿Es enserio lo que estaba escuchando?

Diosa, que ridícula.

—¿Qué?—. Preguntó en tono de "dolor " en su voz. Claro que Taehyung quiere ver hasta dónde llega su mentira.

Minha sonrió, había logrado que aquel tonto omega le creyera.

Si tan solo supiera.

—Lo que escuchaste, tu esposo te es infiel.

—¿Jungkook? Jamás, él nunca lo haría—. Lágrimas empezaron a salir de sus lagrimales. —Él me ama.

Debí ser actor.

—Pues al parecer no te ama tanto como decía hacerlo—. Minha hizo un puchero fingiendo lastima. —El ya está cansado de ti, ya no lo satisfaces en la cama, lo aburres—. Taehyung tuvo que morder su labio internamente para no reír. —Cuando nos quedamos tarde en el trabajo me folla sobre el escritorio.

Y bien, Taehyung ya no pudo aguantar la risa que salió desde el fondo de su garganta.

—¿De que te ríes?

—De lo tonta que te ves—. Taehyung hizo una pausa. —Si tú le gustas tanto como dices ¿Entonces porque sigue conmigo?

—Por lástima—. Por el tono de su voz se notaba que la seguridad se iba perdiendo.

—¿Estás segura?—. Minha se quedó callada. —¿Ves mi dedo medio?—. Taehyung le muestra el dedo medio de su mano izquierda. —Al lado hay un anillo—. Levantó los demás dedos mostrando un anillo de oro decorado por un diamante.

—Eso no prueba nada—. Taehyung rodó los ojos. —Dice que en la cama eres aburrido, es por eso que se ve conmigo a escondidas—. Taehyung sonríe burlón. —Él no te ama, ama que esté para él, tú puede que seas el firme pero me prefiere encima de él.

—Ese hombre no es tuyo—. Dijeron los dos al mismo tiempo.

—Pregúntale quien le eriza la piel—. Dijo Minha.

—En quién gasta los billetes de cien—. Respondió Taehyung.

—Y sigues aquí, que tonto te ves—. Taehyung sonrió.

—Con tipas como tú todos los hombres juegan—. Respondió Taehyung. —Eres como las estaciones pasajeras. Tu te chingas al que sea.

—Tu estás igual—. Taehyung rió.

—Cariño—. Mencionó Taehyung con lastima—. Tu y yo no somos la misma raza. La diferencia es que tú te vas a la perrera y yo voy para la casa.

—Pues está perra hizo gritar a Jungkook. Me compra todo lo que yo quiero, lo pido y me lo da.

—¿Te crees una amenaza?—. Taehyung carcajeo para luego aclarar su garganta. —Checa, las propiedades están a mi nombre, las cuentas de banco bajo mi nombre, en su pecho tiene tatuado mi nombre—. Minha no supo qué responder. —Tu no eres nadie para mí hombre, lo poquito que se ha gastado en ti eso es una limosna para mí.

Minha se quedó callada.

—Además, si realmente estuviste con él en la cama te habrías dado cuenta de algo.

—¿De que?

—A Jungkook no le gusta meter la salchicha en la dona—. Taehyung se inclinó lo que su abultada panza le permitía y le susurro—. Le gusta que se la metan.

El cuerpo de Minha se congeló, en eso se escuchó el código ser puesto, Taehyung regresó a su lugar cuando la pequeña alarma sonaba, indicando que su esposo había puesto la clave correcta. Jungkook entró cargando varias bolsas con cobijas.

—Cariño ya llegué—. Jungkook dejó las bolsas en el suelo cuando se percató del cuerpo delicado de la Omega hembra. —¿Minha? ¿Qué haces aquí? Hoy no tenemos trabajo.

—Vino a saludar—. Se adelantó a responder Taehyung. —Pero ya se iba—. Volteó a ver a la castaña. —¿Verdad?

—Si, tengo unas cosas que hacer—. Agarró su bolso y se levantó del sillón, cuando camino para ir a la puerta pasó al lado de Taehyung , este aprovechó para agarrar el brazo de la castaña y jalarlo hacia él quedando los labios gruesos del rubio a solo centímetros de la oreja de la castaña para susurrarle:

—Si le dices a alguien lo que te acabo de decir yo me encargaré de echar tu carrera por la borda y hacer tu vida miserable ¿Quedó claro?—. Minha asintió rápidamente sintiendo el miedo pasar por todo su sistema nervioso.

Rápidamente se despidió en una reverencia a los casados y se fue. Jungkook que no había pasado desapercibido la actitud de la castaña volteó a ver a su esposo.

—¿Qué le hiciste?

Taehyung se encogió de hombros. —Nada.

—Taehyung...

—Solo le dije unas cositas, nada malo—. Jungkook alzó una ceja conociendo el significado "unas cuantas cositas". —Eso sí, creo que no la veremos por aquí un buen rato o nunca.

Jungkook se quedó en silencio analizando a su esposo, aquel porte elegante, sus ojos brillosos de malicia y esa pequeña sonrisa que denotaba que se había salido con la suya.

Jungkook volvió a suspirar mientras negaba con la cabeza.

Prefiero no preguntar.