
chapter twenty nine.
Penúltimo
Jungkook se había ido hace poco de media hora, Jimin y Ryujin ahora se encontraban con el omega para así que el alfa se fuera tranquilo.
Aunque tampoco muy tranquilo estaba sabiendo que estaban esos dos al cuidado de su pareja.
—No se porque no confía en nosotros, somos muy confiables—. Menciono Jimin bastante indignado.
Ryujin resopló. —Dice el que quemó la cocina de su casa.
—No es mi culpa, esa receta era muy elaborada.
—Calentaste agua—. Taehyung soltó la carcajada mientras que Jimin volteó a ver a su hermana muy indignado.
—Ahora entiendo porque Yoongi te prohíbe entrar a su cocina—. Menciono Taehyung con gracia.
—Bueno, ahora que estamos sacando los trapitos sucios es hora de sacar unos de Ryujin.
—Pero yo soy un pan de Dios.
—Pero uno bien podrido—. Jimin sintió un fuerte golpe en su cabeza, Taehyung simplemente reía por las ocurrencias de los hermanos Park.
En un momento a otro dejaron de discutir de ellos para presumir cosas de sus parejas.
—Bueno, al menos mi omega—. Siguió Jimin a la provocación de su hermana. —Es un reconocido oficial de policía y no le tiene que estar trayendo café a su jefe.
—Eres un— Ryujin se abalanzó hacia Jimin tirandolo de la silla y cayendo al suelo.
Ambos rodaban en el suelo, gruñendo tratando de hacerse daño.
¿Taehyung? El solo reía y grababa todo.
La pelea fue interrumpida por el fuerte quejido del omega. Los hermanos rápidamente pararon y voltearon a ver a su mejor amigo.
Jimin fue el primero en levantarse mientras iba hacia su amigo seguido de Ryujin.
—¿Estás bien Taehyung?—. Preguntó preocupado Jimin mientras se sentaba a un lado de él.
—Estoy bien.
—¿Seguro? Puedo llamar a Jungkook—. Está vez fue turno de Ryujin en preguntar mientras se sentaba del otro lado.
—Si, no es necesario.
Eso no calmó a los hermanos, pero decidieron estar pendientes por si volvía a ocurrir.
Y vaya que no se equivocaron, mientras los minutos pasaron las contracciones se volvían cada vez más frecuentes.
—Ok, suficiente, iremos al hospital—. Sentenció Ryujin. —Jimin trae el carro yo llamaré a Jungkook.
Jimin asintió y se levantó del sillón dirigiéndose a la puerta, pero Taehyung lo detuvo.
—No Jimin, no es necesario, estoy bien—. A pesar de lo que decía, Taehyung se doblaba del dolor. —No es necesario llamar a Jungkook.
Un fuerte grito llamó la atención de los hermanos, Jimin y Ryujin vieron como los pantalones del omega estaban mojados.
Taehyung había roto fuente.
El teléfono de Jungkook sonó en medio de la plática interrumpiendo a Yuna.
—Lo siento chicos—. Se disculpó el alfa mientras agarraba su teléfono y veía el identificador de llamadas— Es Ryujin.
Yuna bufo. —Espero y sea algo importante, estaba por llegar a lo mejor.
—¿Ryujin?—. Saludo el alfa hacia la amiga de su omega, dio un pequeño sorbo a su café para luego escupirlo asustando a sus acompañantes. —¡¿QUÉ?!
—Taehyung entro en labor de parto—. Menciono la castaña mientras ayudaba a un adolorido Taehyung a entrar al ascensor. —Estamos en camino al hospital, por favor no...
Taehyung agarró el teléfono de su amiga y lo puso en su oreja.
—Escúchame Jungkook, arriesgue MI trasero para darte hijos y no pienso tenerlos solos, así que si sabes lo que te conviene será mejor que te pongas camino al hospital—. A Jungkook le dio un escalofrío, antes de poder contestar Taehyung colgó.
Jungkook se puso de pie y empezó a recoger sus cosas.
—¿Qué pasó?—. Preguntó Yoongi extrañado y a la vez preocupado.
—Taehyung, entro en labor de parto—. Dijo tratando de mantener la calma pero fallo abruptamente. Yuna, Yoongi y Sana se levantaron de su asiento.
—Yo te llevo, estás muy nervioso—. Hablo Yoongi y Jungkook asintió.
—S-si, mejor.
—Puta madre— exclamó el omega rubio en español cuando una nueva contracción más fuerte que el anterior.
Ya se encontraban en el hospital, Taehyung estaba en una camilla sufriendo en dolor de parto y su acompañante era Ryujin.
—¡¿Dónde está Jungkook?!
—Ya no debe tardar, Yuna menciono que estaban en camino, Jimin los está esperando en la entrada.
Antes de que pudiera responder, Taehyung sintió una fuerte contracción, Taehyung grito y apretó lo primero que agarró.
La mano de Ryujin.
Ryujin chilló al sentir la fuerte presión. Y yo pensé que no iba a volver a experimentar este dolor. Pensó la castaña.
—Muy bien Sr. de Jeon, está todo listo para que pueda dar a luz a sus hijos—. Menciono una enfermera entrando al cuarto donde se encontraban, por el olor que desprendía los chicos dedujeron que era una omega.
La enfermera levantó la mirada y se topo no solo con el omega en camilla si no con la guapa alfa castaña.
—¿Es su esposa?
La cara de asco de Ryujin y Taehyung no se hicieron esperar junto con las ganas de vomitar.
—No.—. Fue lo único que respondió el omega con asco en su voz.
—Oh—. En eso la enfermera sonrió coqueta, paso un mechón de cabello atrás de su oreja y miro a la alfa.
Ryujin y Taehyung rodaron los ojos.
Genial, le gustó a la loca. Pensó la alfa.
—Lamentablemente el doctor Taemin no podrá estar en el parto ya que tuvo un inconveniente familiar, pero no sé preocupen, los atenderá el segundo mejor doctor del área.
—¿Qué jerarquía es?—. Preguntó Taehyung bastante interesado.
—Alfa.
—¡Me lleva la chingada!—. La enfermera vio sin entender al rubio, mientras que Ryujin mordía su labio, había entendido la última palabra.
15 minutos después y Jungkook al fin había llegado el hospital.
¿Por qué a sus hijos se les ocurrió nacer en hora pico?
Lo primero que vieron fue a Jimin.
—¿Dónde está?—. Preguntó a Jimin cuando se acercó a él.
—Tercer piso, habitación 36—. Sin más Jungkook se dirigió hacia aquella habitación.
Cuando al fin tuvo aquel número a la vista entró, lo primero que vio fue al equipo de enfermeras y un doctor que no había visto, luego volteó y encontró a su omega en la camilla apretando la mano de Ryujin que mantenía una mueca de dolor.
—¡Kookie!—. Gritó Taehyung cuando vio a su alfa en la puerta.
Jungkook se acercó a su pareja mientras Ryujin lograba liberarse del agarra de su amigo y de aquella enfermera que no la había dejado de coquetear.
Y hablando de enfermera, el equipo médico se habían quedado congelado cuando aquel alfa era un alfa puro.
—Aquí estoy Hyung.
—¿Por qué tardaste tanto?
—Había mucho tráfico.
—Bueno, pudiste a...—. Taehyung se auto-interrumpió cuando se percató de algo nuevo en el rostro del alfa—. ¿Te hiciste un piercing en la ceja?
Jungkook tocó dónde su omega menciono sintiendo aquellas bolitas de metal.— Si, ¿No te gusta?
—¿Qué si no me gusta? Diosa, me encanta—. Y antes de que pudiera decir alguna leperada una nueva contracción apareció. —Mierda.
Eso había sacado al doctor de su shock.
—¡¿Porque no fuiste el omega?!—. Reprendió Taehyung hacia su pareja.
—¡Me preguntó lo mismo!—. Un nuevo quejido salió de los labios del rubio. —Aunque pensándolo bien tal vez ser alfa no es tan malo.
Pasaba el tiempo y lo único que se escuchaba los gritos de Taehyung, las palay de aliento de las enfermeras, al doctor decir "puje". También unos "tu puedes" y "te amo" de Jungkook.
Después de varios minutos más el médico logro identificar al primer bebé.
—Veo la cabeza del primer bebé, vamos un poco más—. Taehyung tomo una gran bocanada de aire y pujó.
Él llanto del primer bebé lleno el cuarto, Jungkook empezó a lagrimear y tapo su boca con la mano desocupada, mientras que Taehyung tenía una gran sonrisa en su rostro y lágrimas empezaban a salir de sus ojos.
—Es una niña—. Mencionó el doctor teniendo a la pequeña bebé en sus brazos y se la pasaba a una enfermera para que la limpiaran.
—¿Oíste eso Hyung? Es nuestra princesa.
—Mi niña, quiero verla—. Taehyung estiró un poco su cuello para ver a su hija pero una contracción lo regreso a su posición original.
—Ahí viene el otro, el niño ya quiere salir.
—Vamos Hyung, usted puede—. Alentó Jungkook con una enorme sonrisa en su rostro.
¿Y como negar algo esa sonrisa?
Por ti, hasta las estrellas corazón.
Con las pocas fuerzas que le quedaban Taehyung pujó, hasta que tres minutos después nació el varón.
Las enormes sonrisas de la pareja no tenían precio.
—Hyung, lo hiciste, trajiste a la vida a nuestros hijos—. Jungkook agarró el rostro de su pareja y le repartió varios besos sacándole varias risas.
—No pude haberlo hecho sin ti—. Jungkook sonrió, regalándole aquella típica sonrisa que tanto enamoraba a Taehyung.
Cerraron el poco espacio que había entre ellos, uniendo en un tierno y amoroso beso. Las enfermeras y el doctor sonrieron enternecidos.
Cuando la pareja se separó, Jungkook vislumbro el cansancio en los ojos del omega.
—Descansa hyung, lo tienes bien merecido.
Con una última sonrisa, Taehyung cerró los ojos cayendo a los brazos de Morfeo.
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