
chapter twenty.
—¿Entonces pintamos la mitad del cuarto de rosa y la otra mitad en azul?—. Preguntó el alfa hacia su omega viendo la tirita de colores que le había entregado el empleado.
—Por mí está bien—. Dijo el omega moviendo uno de sus pies tratando de bajar el dolor de éstos. —También podemos agregarle más colores para que no se vea tan plano.
—Tal vez pueda hacer unas figuras o algún dibujo—. Estuvo de acuerdo el alfa y volteó a ver a su pareja. —¿Ya estás cansado? Podemos irnos ya si quieres.
Taehyung negó. —Estoy bien, además aún nos falta ver algunos muebles—. Dijo para ver el carrito que estaba repleto de cosas de decoraciones y pinturas.
—Si quieres podemos ver las cunas, lo demás lo vemos otro día—. Propuso el alfa al cual el omega aceptó.
Cuando ya tenían las pinturas que faltaron se dirigieron al área de cunas. Había pasado ya una semana desde que le habían dado la noticia a sus familiares, cabe decir que estaban más que contentos, principalmente sus madres, no paraba de brincar ni de chillar de emoción, más cuando se enteraron de que venían dos. Ya hasta habían planeado el futuro de sus hijos. Claramente querían saber el sexo del bebé pero Jungkook y Taehyung se habían negado rotunamente a decirlo, esperaban a que todos estuvieran reunidos para decirlo.
Esta semana no había pasado nada interesante, todo estaba normal a excepción de las llamadas de sus madres cada cinco minutos para saber el estado del omega y sus constantes visitas.
Creo que Taehyung se había hecho más unido a su suegra en esta semana que en los últimos años.
Regresando al presente; era sábado y los fines de semana la empresa no abría, era descanso para todos, algo raro ya que las empresas grandes están todos los días abiertas pero Taehyung quiso hacer algo diferente, para él y para sus trabajadores. Aprovechando esto Jungkook y Taehyung fueron a comprar muebles, decoraciones y pinturas para el cuarto de sus bebés.
Llegaron al área de cunas, a Jungkook se le iluminaron los ojos al ver todas las cunas de diferentes tamaños y forma, ¿Taehyung? El sólo sonrió al ver a su bebé alfa tan emocionado.
Al omega siempre le daba flojera hacer compras domésticas, como la comida, cosas de limpieza o en este caso muebles. Lo que sí disfrutaba gastar su dinero y pasar horas en pie yendo de tienda en tienda es comprar ropa, zapatos, joyas, maquillaje (porque a pesar de que tenía su propia empresa de maquillaje también compraba de la competencia porque tenía que admitir que tenían buenos productos), y uno que otros trajecitos y juguetes para su alfa, (si saben a lo que me refiero).
—Buenos días—. Saludó una chica omega de unos 18 o 19 años. —¿Buscan algo en específico?
—Estamos buscando dos cunitas para nuestros cachorritos—. Respondió el alfa pasando su mano por la panza abultada del omega. La chica sonrió con ternura y asintió para luego dirigirlos a unas cunas. Taehyung y Jungkook estuvieron viendo las cunas hasta que se decidieron por dos, pagaron por todo lo que iban a llevar para luego dirigirse a su casa.
—¿Seguramente no quieres que te ayude?—. Preguntó Taehyung hacia su esposo que venía cargado de bolsas, ambos caminaban por el pasillo acercándose a la puerta de su pent-house.
—Muy seguro, tú estás embarazado no debes cargar nada pesado—. Taehyung simplemente suspiro.
Se sentía realmente inútil.
Ya habían pasado algunas horas, el sol se estaba ocultando y Taehyung se encontraba en el cuarto que sería para sus bebés sentado en el suelo preparando la pintura rosa, tenía puesta una camisa vieja de color blanco y un overol que había comprado para esta ocasión.
Por la puerta entró Jungkook cargando el bote de pintura azul con una mano y la otra tenía más brochas y rodillos, lo puso en el suelo escuchando el crujir del plástico protector que habían puesto en el suelo. Estaba vestido igual que el omega pero a diferencia de él su overol estaba llenó de pintura.
—¿Seguro que puedes con esto?—. Taehyung rodó los ojos por la preocupación excesiva de su pareja. —Si quieres puedes ir a la cama, yo me ocuparé de esto.
—Jungkook, estoy bien, solo voy a ayudarte a pintar, no es como que armare los muebles—. Se quejó el omega volteando a ver a su alfa ya que se encontraba dándole la espalda.
—Si tu hicieras los muebles nos tardaríamos siglos para que termines por lo menos una mesita—. Se burló el alfa riéndose, Taehyung bufo mientras rodaba los ojos pero al final sonrió al escuchar la risa del alfa.
Amaba ese sonido.
Cuando el alfa pudo tranquilizarse se acercó a su pareja y dio un pequeño piquito en los labios de su omega. —De acuerdo—. Dijo el menor de los dos. —Pero cualquier molestia me lo haces saber y páramos ¿De acuerdo?
Taehyung simplemente asintió embobado viendo a su alfa, Jungkook sonrió para luego besar nuevamente a su esposo, beso que Taehyung aceptó más que gustoso. El beso duró más de lo necesario pero a ninguno le importaba, amaban aquel contacto de sus labios con el otro, demostrando cuánto se amaban con ese dulce contacto, si fuera por ellos se quedarían así para siempre, pero lamentablemente tenían que respirar así que lentamente se separaron juntando sus frentes mientras conectaban la mirada y se decían cuánto se amaban.
Jungkook dio un último beso, se levantó y se dirigió al otro lado de la habitación, Taehyung agarró una brocha, mojó las cerdas con pintura rosa y se dispuso a levantarse para empezar a pintar. Solo que había un pequeño problema...
—Jungkook...—. El pelinegro hizo un sonidito de que lo escuchaba. —¿Me ayudas a levantarme?- Jungkook desvió su mirada de la pintura azul hacia su omega y vio como este le extendía los brazos como si fuera un bebé.
Jungkook sonrió enternecido ¿Ese era su omega rudo? Frente a él no estaba aquel omega intimidante que hacía temblar cualquier omega, beta, incluso a alfas de miedo, no, ahí se encontraba su lindo y pequeño bebé tata.
Jungkook se acercó al omega y lo ayudó a ponerse de pie, Taehyung le sonrió de agradecimiento y le dio un pequeño beso en la mejilla al alfa que lo hizo enrojecer, no sabía porque si ya habían hecho otro tipo de cosas, pero el alfa siempre se ponía nervioso cuando el mayor le daba ese tipo de cariños, más bien cualquier tipo, el omega le ponía nervioso desde el primer día.
Había pasado algunos minutos pintando, hasta que un pequeño quejido salió de los labios del omega que hizo a Jungkook voltear como el exorcista, el alfa vio como Taehyung tenía una mano en su estómago y su tronco estaba doblado ligeramente hacia el frente, rápidamente el alfa dejó todo y se dirigió al omega.
—¿Amor estás bien? ¿Te duele algo? ¿Le pasó algo a los bebés? ¿Te llevo al hospital?—. Los nervios estaban a flor de piel en el alfa y no ayudaba para nada que el omega se quedara en silencio.
—Pateo...—. Más fue la única respuesta que dio el omega desconcertando a Jungkook.
—¿Qué?
—Pateo—. Repitió. —U-uno de los bebés pateó—. Jungkook parpadeó aturdido sin poder procesar la información recién dada.
Taehyung agarró la mano del alfa y la puso sobre su estómago justo en el área donde había pateado el bebé. Pasaron unos minutos sin haber algún movimiento cuando de repente una pequeña patada hizo brincar a ambos adultos, Jungkook por la sorpresa y Taehyung por el dolor. Otra patada se hizo presente que se sintió diferente a la anterior, ambos adultos dedujeron que era el otro cachorro.
—¡Hyung!—. Los ojos de Jungkook parecían dos estrellas. —Patearon, nuestros cachorritos patearon—. Taehyung sonrió enternecido mientras sentía como sus bebés se movían dentro de él. Jungkook se agachó y empezó a repartir varios besos. —Hola, soy Papi—. Un beso. —Papá y yo estamos muy emocionados por su venida. —Da otro beso—. Los amo—. Da un último beso para levantarse y luego besar en los labios a su esposo. —A los tres.
Taehyung sonrió. —Y nosotros te amamos a ti—. Taehyung junta nuevamente sus labios con el del alfa, beso que fue interrumpido por el quejido que soltó el rubio al sentir una fuerte patada en sus entrañas. —Creo que voy a extrañar cuando no se movían—. Jungkook río para luego juntar nuevamente sus labios.
Seré el mejor alfa para los tres, ya verá Hyung.
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