Guiso extra de sandía (8 parte 1)

—¡Tú, tú sabes cómo tener el corazón roto!

Al escuchar las palabras de Jungkook, Taehyung se molestó aún más y dijo enojado: —En el baño, dije que no... estás equivocado, tienes que ser así... El resultado... el resultado...

Taehyung resopló, sus ojos oscuros y redondos se llenaron de lágrimas, pensando en esa escena vergonzosa, sus ojos de repente se pusieron rojos y parecía tan agraviado.

—¡Bastardo!

Jungkook miró esta pequeña apariencia de agravio y le gustó demasiado: —Seré bueno, no te enojes, soy un bastardo. —Rápidamente lo calmó y bajó la cabeza y besó la punta de la nariz roja, —No es una desgracia ser incontinente cuando te la meto.

Cuando Taehyung escuchó esas dos palabras, su cabeza estaba a punto de explotar, su rostro estaba rojo y caliente, tenía prisa, saltó y cubrió la boca de Jungkook.

—¡No lo digas! ¡No lo digas!

—Está bien, no lo diré, no lo diré.

Jungkook miró al pequeño hombre frente a él, que se sonrojaba. y realmente quería empujarlo hacia abajo y continuar la batalla durante trescientas rondas. La mano alrededor de su cintura se negaba a soltarla, y lo persuadió con buena voz: —Es normal hacer algo romántico entre parejas.

—¿Qué es normal? ¡No es normal en absoluto! —Taehyung estaba enojado, —Yo, te he suplicado tanto... Pero tú, pero tú simplemente no escuchas... Está bien, dije que no, todavía no me sueltas... me sujetas en el fregadero... y dices algo sobre ayudarme a tomar un baño.

Jungkook no quería intimidar tanto a la pequeña cosa, pero su apariencia temblorosa, roja y húmeda realmente se veía demasiado deliciosa, y fue intimidado un poco por accidente. Levantó la mano y tocó el cabello esponjoso, y miró el cuerpo rojo y morado de la pequeña cosa, y las piernas temblorosas.

—Bebé, no será así en el futuro... También fue porque me pareció oler tus feromonas que perdí el control por un momento.

Taehyung todavía estaba enojado, pero cuando escuchó a Jungkook decir que podía oler sus feromonas, al instante puso su ira detrás de su cabeza y dijo sorprendido: —Tú, ¿puedes oler mis feromonas?

Jungkook contuvo una sonrisa y asintió solemnemente.

—Sí, aunque me costó mucho esfuerzo oler un poco.

—Es realmente bueno.

Taehyung se veía muy feliz, ya no estaba enojado antes.

—Olí tus feromonas a mitad de camino y fue tan obvio que casi me hizo entrar en celo, pero quizás no pudiste sentirlo. Es cierto —Jungkook fingió estar de acuerdo, y aprovechó la oportunidad para decirlo nuevamente, —pero creo que, si lo huelo todos los días, las glándulas deberían recuperarse cada vez más rápido. Luego intercambiamos feromonas entre nosotros todas las noches y practicamos mucho.

El pececito tonto no sabía que estaba enganchado. Jungkook inclinó la cabeza y olió la mejilla hinchada de la pequeña cosa.

—Está bien, definitivamente haré ejercicio fuerte y me esforzaré para que las glándulas se recuperen antes.