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Capitulo 4: infierno

Capitulo 4: infierno da la bienvenida.

El reencuentro del primer hombre y los destructores de la luz.

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Adán observa al ejército de féminas que tenía delante, cada una portando sus armaduras y armas como lo es debido. Las capitanas, aquella que participaron en el desafío, obtuvieron armaduras que la destacan por encima de las demás. Ahora teniendo partes azules y una medalla en su pecho como muestra de honor.

Lute no se quedó atrás, poseyendo su propia medalla con orgullo.

Como el lider, el castaño también tiene su propia armadura, pero este no concuerda con lo de su ejército. Posee una cota de maya de acero angelical, entrelazados entre si lo suficiente como para eludir cortes de espadas. Una armadura pesada blanca con bordes de oro que lo cubría desde los hombros, el torso, rodilla, y los pies, excepto en los muslos para mayor movilidad.

Es una armadura pesada, pero su fuerza descomunal lo hacía ligera, agregando los glifos que tallo debajo de cada pieza de la armadura para eliminar algo de peso, lo hacía increíblemente mas ligero.

Su casco de estilo medieval oscuro poseía dos cuernos de oro curvados hacia arriba, simulando mas los cuernos de un dragón en lugar de un demonio, con la letra "A" escrito en oro derretido en la frente del casco. Por la forma del casco, no hay lentes o luces led como el de su ejército, puesto que la tecnología estaba en el interior del casco. Esto lo hizo a propósito, ya que el casco tiene como objetivo intimidar a los demás, no para mostrar expresiones mediante luces.

Sus manos poseen dos guantes de cuero, la cual combinó con los huesos de la lanza de Behemot en su interior, pues asi le seria mas fácil controlar la tierra en lugar de la lanza.

En su muñeca izquierda tiene puesto una placa, del cual tiene grabado un glifo para invocar el Escudo de Leviatán. En la placa del brazo derecho tenía otro glifo, este es para invocar el Arco de Ziz cuando quisiera.

Tiene un cinturón oscuro oh con diferentes bolsillos, donde guarda diferentes gadgets inventados por él mismo despues de la Guerra Celestial. Y por último, blande las Espadas del Caos en su espalda.

[La imagen tan solo es un ejemplo, no cumple con la descripción dadas].

Le dirian que estaba paranoico, pero desde la Guerra Celestial no se dejaba confiar demasiado, además, los otros anillos que no están ocupados por los Pecados Capitales son en extremo, muy peligroso. Quien sabe cuándo un demonio de ese anillo salga hasta el orgullo y los ataque.

Señor, ya estamos listas —afirmo Lute a su lado.

El castaño asiente con la cabeza, dando media vuelta para mover sus manos en el aire. El tejido del espacio se agita ante una fuerza invisible que lo abre poco a poco, hasta que una energía dorada se manifiesta y abre un agujero sobre el espacio, dicho agujero se expande hasta que sea lo suficientemente grande para que las guerreras pudieran atravesarla sin quedarse estancadas. Finalmente, se podía ver el panorama del infierno a través del agujero, causando que las féminas aprienten su agarre en sus armas.

—¡Atencion! —demanda el primer hombre, volteando para ver una vez mas a sus guerreras, dándoles una mirada fría y serena—. Lo que están apunto de hacer no es un juego; no sean imprudentes, no se confíen por su fuerza, y ni siquiera cometan la estupidez de dejar sus armas atras. —Dijo  con seriedad, frunciendo el ceño ante la multitud, dejando liberar un aura amenazante—. ¡¿Quede claro?!

—¡Señor, si, señor! —contestaron todas las féminas al unísono, algunas, temblando del miedo.

—¡Entonces cumplan el mandato de Dios! —ordeno, apuntando al portal.

Escudron Águila, siganme —ordeno Fraud, desplegando sus alas para volar hacia el portal, siendo seguida por un grupo de 16 guerreras detrás de ella, muchas teniendo arcos o nada, dejando a entender que eran magas, pero si se fijaba bien, algunas tienen lazos médicos en su hombro.

Escuadron Delphin, ya saben que hacer —dijo Athena volando hacia el portal, llevándose la misma cantidad que su compañero anterior, solo que estos estabanad concentrado en ataques a media o corta distancia, y médicas, por supuesto.

Escuadron Mamut, sigan al frente —ordeno May, haciendo la misma acción de su compañera de rango, llevándose consigo la misma cantidad de féminas, solo que estás estaban variadas.

Lute, como teniente, tuvo que llevarse a las guerreras sin capitanas por órdenes del castaño. Una vez solo, el susodicho camino hacia el portal para ver una mejor manera el panorama del infierno, o más bien, el último anillo. Antes este anillo era una representación de fuertes ventiscas y nieve, invadido por el frío primordial de la creación, cuyo único color existente era el blanco hasta el horizonte.

Pero se convertio en un páramo ardiente, cuyo calor ocupo el espacio del frío primordial hasta sin dejar ninguna evidencia de ese invierno. El blanco siendo reemplazado por el rojo hasta sus cielos, decorado únicamente por una supuesta luna con una estrella demoníaca. Lo peor es que el efecto de ardor es permanente, no habrá ninguna nieve lloviendo del cielo o el frío que antes le pertenecía a este anillo. Esto solo demostraba el poderío de Miguel, el tercer individuo mas poderoso de la creación, siendo únicamente superado por la Parca, la Oscuridad, y por el Todopoderoso.

¿Algun día siquiera llegara a la par?

Quitándose ese pensamiento de encima, el castaño estiró una pierna al portal mientras una aura dorada lo envuelve.

Y, finalmente, se dejó caer.

En la caída, su cuerpo empezaba a emitir una luz dorada, brillando cada metro que caía, siendo visto en los residentes como una llama de luz dorada, o un sol en miniatura.

Lo próximo que se pudo ver en su caida fue una enorme explosión de poder bruto. Una estallido de fuego angelical que devasto a cualquier individuo a tres millas a la redonda, y liberando una onda expansiva que destruye a aquellos que quedaron fuera del rango de la explosión, matando los con la fuerza de impscto.

Adán se levanta del cráter provocado por su aterrizaje, viendole poca importancia la destrucción que ocasionó y prosiguiendo a cumplir su trabajo.

Los desafortunadas almas pecadoras huían de los ángeles armados como podian, gritando de pavor o tratando de ocultarse en sus cabañas, solo para que sean quemados por las magas del Cielo. Los más cobardes, pedían clemencia y misericordia por sus vidas, pero eran silenciados por las guerreras de cuerpo a cuerpo, o recibían flechas de energía angelical, la cual desaparece cuando su objetivo ha muerto verdaderamente.

Los mas valientes intentaban defenderse con sus espadas, arcos o lanzas, solo para ver como sus armas no hacía nada ante las armaduras o piel de los ángeles antes de recibir la muerte permanente.

Incluso las fortalezas intentaban frenar a estos "demonios" con sus armas sin ningún resultado, solo para ser invadidos por pequeños grupos de las guerreras para ser destruidos desde adentro hacia afuera, o viceversa.

Habían desde violadores, psicópatas, ladrones, caníbales, ocultistas malignos, exclavistas y mas, rogando por una salvación, salvación que no se merecían.

« Aquellos que abrazaron el mal de los males, sin ningún arrepentimiento, solo les espera la fría oscuridad eterna »

Mientras que Adán sigue caminando en las tierras del infierno para matar de forma rápida a los habitantes, o supervisando a sus guerreras.

Pronto esquivo un rayo de energía que iba en dirección a su cabeza. Frunciendo el ceño, dirigió su mirada a donde se disparo el ataque, dando se cuenta de una fortaleza a unos metros lejos de su posición.

El castaño levantó un dedo, cuya punta se ilumino de energia concentrada durante unos breve segundos, brillando tal como una pequeña estrella. Luego dicha energía es expulsada del dedo, formando asi un poderoso y gigantesco rayo dorado que desintegra por completo la fortaleza y las cientos de cabañas que le seguían atras, dejando solo un enorme camino de tierra quemada hasta el horizonte del Averno.

Las féminas que vieron quedaron en shock al ver el poder de su líder, quedando paralizada por un breve momentos antes de seguir su misión, tomando nota de no hacer enojar a su jefe.

Bajando la mano, el castaño prosiguió con su andar, matando cada pecador que encontraba de manera rápida y sencilla. Ese sentimiento de hipocresía se mantuvo presente a medida que sus espada se llenaba de sangre, pero era apasiguado por las formas no humanas de los pecadores. Eran parecidos a las bestias que se enfrentaba en la Tierra, solo que estos si tienen conciencia e inteligencia, lo suficiente como para fundar su propia civilización, castas o clanes.

Pecadores erradicados: 50, 118

El diluvio atrajo demasiados pecadores —comento en su cabeza, viendo las cifras por la tecnología de su casco.

Pero antes que pudiera analizar ese tema, instintivamente movio su cabeza en diferentes direcciones para esquivar múltiples proyectiles mágicos que explotaron al impactar contra una choza.

Al dar media vuelta una vez mas, visualiza un grupo de hombres y mujeres vestidos con batas rojas con bordes dorados, teniendo el dibujo de diferentes seres alados en sus capuchas.

Eran los ocultistas de los ángeles caídos.

¡Tú, heraldo del falso Dios! —grito el que parecía ser el líder del grupo con furia—. ¡Pagarás por tocar nuestra tierra sagrada con tu luz blasfema!

Tras eso, todos los ocultistas empezaron a recitar al unísono un ataque con palabras inentendibles para otros; pero antes que pudieran seguir, un borrón blanco aterriza en picada hacia el líder, aplastando su cuerpo en trizas mientras una espada de oro es clavada en su cabeza. Y antes de que el resto pudiera procesar lo que sucedio, fueron inmediatamente cortados por la mitad por la espada, como si fueran mera mantequilla para su filo.

Envainando su espada, se acercó a su líder.

—¿Reportes? —pregunto Adán con seriedad.

—¡Mi lord, encontramos múltiples bases de ocultistas tratando de contactar al mundo humano! —contesto Lute con firmeza—. ¡Deduzco que quieren tener almas de los vivos para aumentar sus fuerzas!

Adán frunce el ceño ante tal revelación. Debería pensar en una forma para frenar sus intentos, pero ese es trabajo del rey y la reina de este anillo, no el suyo. Por el momento, solo podía notificarle esto a su creador.

—Por el momento, localicen y acaben con los ocultistas, tomen evidencia de sus intentos y quemen sus bases —ordenó, a lo que la fémina asiente antes de volar.

Una vez solo, el hombre prosigue con lo suyo, matando a cuántos pecadores se le es posible, sin preocuparse por el daño que le hace a la tierra.

No obstante, se detiene al ver una aldea a las lejanías gracias a su visión desarrollada. Era un pueblo rural ubicado cerca de las paredes del infierno, como si los pobladores intentarán alejarse de la civilización. En un principio pensó que era pueblo de demonios nativos, pero sentía algo...

Una conexión.

Nunca se les quito esa conexión, incluso luego de ser desterrado.

Podía sentir... tiene remordimiento, culpa, y...

¿Esta sufriendo...?

El cuerpo del castaño se paralizó en el lugar, sentía un nudo en el estómago que no ha sentido durante siglos, y llegaba hasta la garganta.

Eva estaba aquí...

Es lo mismo —penso con inquietud, recordando sus pensamientos acerca de esta escena—. Imagine ese tipo de situación con Caín, ¿Pero con Eva? —su mente pronto se hizo un remolino de pensamientos y sentimientos inesperados.

¿Debe seguir el mandato de su Padre?

¿Tendra el valor o la valentia de matar a la mujer que en antaño amaba, y que es la madre de sus hijos?

¡Oh! ¡Ella se dio cuenta que estaba aqui, lo pudo sentir!

De forma intuitiva, sus alas se desplegaron y aleteo al lado contrario del pueblo, queriendo mantenerse lejos para que la conexión se rompa. En su mente, el abandono, el engaño, y la traición se peleam con el amor que sintio por ella desde el Edén. Los hermosos recuerdos trataron de tapar ese tragico día, el día que en ella lo abandono.

¿Como iba a perdonarla?

Al tener una distancia que rompió la conexión, el castaño aterriza en un pueblo, matando a todos sus habitantes con una explosión de energía. Una vez solo, se coloco de rodillas, quitándose su casco para dejar ver su rostro sudoroso. Su corazón latía con fuerza hasta el punto zumdaba en sus oidos, estaba ansioso.

—¿Porque? —se pregunto para sí mismo, poniéndose de pie torpemente—. ¿Por qué huí? Debería, debo ir, debo seguir el mandato. —Diria con la voz entrecortada.

Luego de unos momentos de calma, logra entrar en si. ¿Era por esto que se sentía un hipócrita? ¿Su intuición le advirtió sobre esto?

Padre —susurro, llevándose una mano al corazón—. ¿Que debo hacer?

Un silencio fue su respuesta, un silencio típico de su creador. Esta decisión debe ser tomada por él, no por nadie mas.

Seguir el mandato.

O.

Seguir su corazón.

Mirando el pueblo por última vez, dio media vuelta para seguir—. Eres la madre de mis hijos. Solo por eso, te dejare vivir, Eva. —Despues de eso desplegó sus alas una vez mas para arrasar contra almas pecadoras, solo que esta vez, su mente estaba ocupado con el asunto de su segunda ex esposa.

Y la hipocresía se hizo mas grande.

Esta aquí, la conexión, esa conexión tan cálida que no ha sentido en siglos.

Él, esta confundido, en shock, y luego... sintió una pulsada en el corazón.

Sabe que esta aquí, ¡¿Tal vez vino a matarla?! No... Lo conoce, es todo menos un monstruo sin corazón.

Luego se fue.

Era de esperarse, se fue cuando supo que lo sentí.

¿Que debo hacer?

Debo disculparme, explicarle porque lo abandone.

¿Pero como debía decírselo? ¿Que huí del pueblo por una simple pesadilla?

¿Él siquiera aceptara eso? Ya han pasado siglos enteros separados, hasta este punto él debería odiarme.

Tal vez ni siquiera quiso verme en esta forma...

Y esa cosa nunca me dejará en paz.

Por el momento, debe mudarse.

...

Dios... ¿Que debo hacer?

En la nueva mansión del los nuevos reyes, Lilith, la primera dama, yacía en su balcón, observando la destrucción de las almas pecadoras a manos de su ex esposo y sus guerreras. En el pasado, le importaría poco lo que haga el castaño, pero eso se quedo ahí, en el pasado.

Desde que vio como ha madurado por los años vivido en la Tierra Primordial, ha sentido cierta atracción sexual por él. Pero solo se queda ahí, en lo sexual, tal vez algun de anhelo, pero nada mas... por ahora.

Mhm... ¿De que huía? —se pregunto con curiosidad. Había visto como el primer hombre, esa figura imponente y estoico, volaba a dirección contraria hasta aterrizar en el suelo de manera casi brusca, como si se hubiera quisiera alejarse de algo.

Adán, aquel que se enfrentó a los peligros de la Tierra Primordial, que se peleo a mano a mano contra las bestias primordiales, que se enfrento a todos los príncipe demonios primordiales, ¿Huyendo de algo?

Era algo que no podia suceder.

—Debo investigar eso mas tarde en la reunión —susurro con interes.

Aunque sabía que el castaño no le dira absolutamente nada por esa acción, debía intentarlo.

Dando media vuelta, se adentro a su aposentos, donde cierto serafín yacía sentado en una mesa, aparentemente, construyendo algo, algo tan delicado y difícil por su estado de caído. Era algo que él habia deseado tener desde los inicios de la humnaidad, pero por el castigo divino de Dios, jamás se cumpliría.

Un engendro.

Tal vez tarde milenios en completarla, en darle vida, otorgarle un alma.

Las ángeles guerreras detuvieron su masacre cuando una campana resono en el infierno, anunciando el fin del exterminio. El anillo del orgullo se ha convertido en un páramo desértico rojo, ningún alma que no sea un demonio nativo es visto en ninguna parte; solo habiendo restos de las cabañas y fortalezas de los difuntos pecadores, ademas de sus cadáveres tiradas en el suelo.

Adán, como siempre, miró firmente a sus ejército, ocultando una vez mas una sonrisa. Estaba orgulloso de ellas, hicieron un buen trabajo, actuaron de manera profesional, tal como esperaba. Tantos entrenamiento rigurosos fueron su fruto; sin embargo, su mente estaba mas ocupado por la situación de segunda ex esposa como para admitir eso abiertamente.

Caminando a un lado, vigilo y conto a cada una de las exorcistas, evaluando sus armas y armaduras. Algunas que fueron atacadas por magos tenían manchas de quemadura, no lograron a travesar el blindaje, pero al ser hechizos, era mejor limpiar la armadura antes de averiguar efectos secundarios.

Ademas, estaban manchadas de sangre roja de pecador, la cual era mas clara que la sangre humana en la Tierra.

Muy bien —pronuncio en voz alta, siendo escuchado por la féminas atentas—. Este día hemos matado el 90% de los pecadores. —informo, mostrando la cifra mediante una proyección de su casco—. Pero no se confíen demasiado, o los demonios nativos se aprovecharán que los dejemos de lado.

Una mano se levanta entre las féminas.

—¿Si?

—Señor, sabemos que no debemos atacar a los nacidos del infierno, pero, ¿Y que pasa si uno, o un grupo de ellos, nos atacan? —pregunto una exorcista.

Fue une pregunta interesante.

—Si es uno, neutralicenlo con sus lazos angelicales, sin matarlo —respondio el hombre con firmeza.

—Si es un grupo pequeño, tiene permitido usar la fuerza para neutralizarlos —esta vez contesto Lute, cruzando los brazos a en su espalda y dando un pie adelante—. Pero si vienen grupos grandes, o en compañía de pecadores armados contra nosotros, el tratado de no matarlos sera roto y el exterminio se extendera en ellos también, solo que en un periodo diferente a los pecadores.

Sin ver otra pregunta más, el hombre ordeno: —. Por el momento, descansen. Ya saben el procedimiento que deben hacer a su equipamiento.

Siguiendo la orden, las guerreras se marcharon del aérea, caminando o volando hacia la base para descansar luego de cumplir el mandato del Todopoderoso, algunas, queriendo darse una ducha para quitarse el olor a sangre de pecador. Excepto que, una se quedo atrás.

Lute, he dicho que descansen —dijo nuevamente el hombre.

Lo sé, mi Lord, pero como su teniente es mi deber acompañarlo en la reunión con los architraidores —argunento la peli blanca con firmeza, actuando profesional.

Adán indago por un momento, luego suspiro a saber que hay cierta verdad en lo dicho. Posteriormente camino hacia la base, dirigiéndose hacia su oficina, donde escribió a lujo de detalle los números de pecadores eliminados, sus bases, sus intentos de volver al mundo mortal y las veces que fueron atacados. Eso, y con más información agregado, duplico las hojas en dos, la real siendo para su padre, y la que no tiene mucha información para los reyes del Averno.

Una vez terminado, el Gran Padre mando los papeles originales a Sera, la que supervisara los documentos antes de entregárselo al Todopoderoso.

Tomando los otros papeles, se dirigió hacia la embajada del infierno, ubicado lejos de la civilización por parte de Dios, supuestamente por que no le agradaba la arquitectura demoníaca en las bellezas del Cielo.

Una vez en el interior, se sentó en su respectivo puesto, prosiguiendo a usar la proyección astral junto a Lute.

Pronto estuvo en una habitación oscura, pero por su visión pudo descifrar que este era la embajada del Cielo, por sus colores azules y elegantes con adornos de oro.

—Mhm... —gruñe, viendo el reloj de arena en el centro de la mesa de mármol mientras se quitaba su casco, colocándolo a un lado.

Cuando la arena acabo, las puertas es abierta por dos figuras, una fémina y otro masculino. La fémina tiene un cuerpo esbelto, siendo tan alta como Adán, el cual cuyo tamaño es de 3,30 metros. De cabello rubio largo y lacio, ojos violetas opacos con un volar de perlas alrededor del cuello, y viste de un traje elegante de color violeta oscuro con dos guantes que llegaba hasta el codo. Por encima de su cabeza yacían dos grandes cuernos de color curvados rojos, y lapis labial negra en sus labios.

El castaño solo miraba con desinterés a su ex primera esposa, Lilith, la cual camino hasta su puesto al otro lado de la mesa, mirando de frente.

La otra figura masculina duras penas llegaba hasta el muslo al primer hombre y la primera mujer, apenas midiendo 1,60 metros, de cabello rubio mas opaco que su esposa con peinado hacia atrás. Era tan reconocido por su piel blanca como la porcelana, agregando esas mejillas circulares rojos, y vestido con un traje elegante blanco, teniendo solo el color blanco y rojo. Este vestido solo lo hacía ver como alguien que dirige un circo delante de los ojos del castaño.

Lucero del Alba, aquel que despertó el mal por un inútil intento de ser reconocido por toda la creación por, haber dado el "libre albedrío" a la humanidad. Ahora solo es una versión demoníaca de lo que antaño solía ser.

El ambiente se tenso entre los tres, tanto Lucifer como Lilith esperaban una especie de gruñido o una falta de respeto hacia su persona por cierto acontecimiento.

Bienvenidos, Rey y Reina del Averno —saludo el hombre con respeto, mirando a la pareja.

Pero no esperaban eso.

Uhg, umm... ¿Buenas tardes a ti también? —saludo el cara de payaso, un poco shockeado.

Gracid por la bienvenida, Rey Adán —saludo Lilith con elegancia, dibujando una leve sonrisa entre labios.

—¿Rey Adán? —pensó el serafín caído con extrañeza por lo que ha dicho su esposa, hasta que nota las cuatros alas del castaño y la aureola con forma de corona por encima de su cabeza—. Oh, si, padre nos informo de su nuevo estatus.

Ignorando la mirada del Lucero, Adán continuo—. Como han llegado, podemos comenzar con las cifras de las almas pecadoras eliminadas.

No tan rápido, rey de la humanidad —interrumpe la rubia, causando que Lute gruñe en voz baja—. ¿Quien es tu compañera?

Lute, teniente y segunda al mando de la fuerzas exorcistas —contesto el castaño si nada—. ¿Algo mas?

Si —continuo Lilith—. Quisiera recuperar mi canto.

Tu... ¿Canto? —titubeo el primer hombre.

Exactamente —contesto la reina—. Mi marido recuperó una parte de su poder, y yo quisiera recuperar el poder que me pertenecía.

Adán menea sus dedos en la mesa, mirando fijamente a la rubia, cual no se ve afectada por su frialdad, luego, suspira.

Padre ya me había dicho sobre esto —mumurro en voz baja.

Pronto la proyección astral del castaño chispotea, teniendo cliches holográficas. Acto seguido, una especie de niebla dorada se proyecta en la palma de las manos del hombre, las cuales fueron arrastrándose hacia la mujer para filtrarse en su boca hasta llegar a sus cuerdas vocales.

Sintiendo el ardor en su garganta, la mujer hizo un pequeño canto en la sala, poseyendo algunos objetos a su alrededor.

Satisfecha, detuvo su canto—. Muy bien, ya podemos empezar.

Mhm... —gruño el castaño, tomando una hoja.

Lucifer se mantuvo callado todo el tiempos, era particular la actitud tan severa y seria del hombre que tenía delante. Es el mismo hombre que conoció en el pasado.

—¿Por qué siento que me podría dar una paliza si comento un estupidez? —pensó en sus adentros. Siempre se mantuvo ajeno a la vida del primer hombre en la Tierra, primero porque no podía abandonar el infierno, el segundo, es porque poco le importaba.

Si, había escuchado que Leviatán fue derrotada por él, incluso los otras bestias, pero pesaba que fue por ayuda de un artefacto divino otorgada por Dios, no por su propia cuenta.

_________

Fin del capítulo.

Sip, ahora sigue la drama. O algo así.

Okey, me esforcé un poco en este capítulo.

Ha si, ¿Porque Adán no se enoja con los L's? Fácil: para no rebajarse.

Este Adán es estricto y estoico, ¿recuerdan?

Rencor no es igual la ira... Creo.

El próximo capitulo verán la parte mas humana de nuestro protagonista. O eso intentaré.

Por mientras, haré un capitulo What If que publicare aqui para que vean cómo hubiera sido la pelea en el hotel con este Adán, con todo y elenco.

En fin.

¡¡DENME UNA ESTRELLA!!

Tomen agua y nos vemos.


7 palabras: escénica 🗿


Adam: en el nombre del padre, del hijo, del espíritu, ¡Y MI VERG!

Lute: ¡Señor, no aquí...! Mejor vamos a mi habitacion~

Siento que señor pelo haría eso en una parodia... ¿Cuando regresara 'Pelo Habla'?




























Los pecadores no aguantaban la sed, cada hora, cada segundo, sus gargantas les dolían, como si se hubieran tragando pequeñas cuchillas. Los mareos e ilusiones aumentaban, querían morir, pero la muerte los abandono hace mucho.

Este es su mayor pecado, por atreverse a levantarse una vez más, contra el Cielo.

La muerte de Adán era algo que Dios no iba a tolerar.

Castigo Divino: Las 10 Plagas.

En proceso de escritura.

[Escribiría esto más rápido si tuviera inspiración... Creo que me veré ese suceso en las series de Moisés. O, ¿Tienen fanfics de esto? Escribanmelo, plis].

























Rico (⁠ ͡⁠ °⁠ ͜⁠ʖ⁠ ͡⁠ °⁠ )

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