Capítulo 7
Theo
En el camino de regreso al hotel, sé que varios periodistas estarán dispuestos a sacarme muchas fotografías, ya que claro está, las imágenes de mí interrumpiendo aquella fiesta privada no paran de circular por las redes.
"El muerto viviente" me han llegado a titular.
Porque sí, los vídeos de teorías conspirativas a cerca de mi regreso de la tumba no han tardado en aparecer.
La policía me seguirá el paso, lo tengo en cuenta, y sé que en algún momento está el riesgo de que lleguen a percatarse del cambio en la huella digital.
Porque sí, cambiamos los papeles de todos los lugares en los cuales estaba registrado; hospital, estación policial y demás.
Si intentan analizarlos con los actuales, no se verán iguales.
Aún así, si llegaran a seguir investigando y analizar los mismos, el registro de Joel Pimentel aparecerá en la pantalla.
Joel Pimentel, alguien que, para muchas personas, se encuentra fallecido hace años.
Excepto para aquellas personas que me tienen en la mira, claro está.
Sé que mi regreso pondrá en peligro a varias personas, pero la forma que tengo para defenderlas, es atacar.
Mientras más presión tengan, más errores van a cometer.
Cuando el vehículo se detiene, noto los primeros flash al instante.
Salgo al mismo momento que oigo varias preguntas.
—¿Por qué nunca regresaste? —Pregunta alguien.
—¿Tomarás medidas por la muerte de tus padres? —Cuestiona otro.
Le observo, para luego suspirar.
—Eso fue un accidente —Recalco—. Todos lo saben.
Los guardias me comienzan a abrir camino mientras voy subiendo las escaleras, y entro al hotel ganándome varias miradas, entre estas, la de algunos guardias de allí.
Con los lentes negros colocados en mi rostro, camino por la entrada, notando como todo se encuentra perfectamente arreglado.
Entonces le veo.
Con una sonrisa en el rostro, camino hacia aquel hombre que me observa con una sonrisa falsa.
Erito, realmente te volviste mi principal objetivo en esta jugada de póker.
El hombre de barba, traje y lentes oscuros mantiene la mirada en mí.
Me coloco justo delante de él, mientras miro a mis guardias de reojo para que se alejen un momento.
Es en ese momento, que no tardo en hablar.
—¿Cómo estuviste todo este tiempo? —Pregunto, sonriente.
Erito se mantiene igual, mientras la tensión va creciendo entre ambos.
Realmente... me quiere muerto.
—La he pasado mejor que tú, supongo —Expresa.
Bufo.
—¿Y Erick? —Ataco.
El hombre delante de mí aprieta su mandíbula y en un abrir y cerrar de ojos noto como me coloca justo a centimetros de él.
Me aprieta el brazo con fuerza, mientras me mira con desprecio por unos segundos.
Fuerza una leve sonrisa, ya que algunas personas no tardan en mirar mientras caminan.
—No lo metas en esto —Avisa entredientes.
Sonrío de lado.
—¿En qué debo meterlo realmente? Solo preguntaba porque ayer se veía bastante conmocionado —Aclaro.
El hombre ríe por debajo, bastante tenso y molesto.
—Sé que eres Joel —Habla, mirándome—. No me creeré nada de lo que digas para probar lo contrario.
—¿Desde cuándo debo de hacerlo? —Pregunto—. Soy Theo, si no me crees, realmente no me importa. Y... yo que tú debería tener más cuidado cuando hablas de Joel enfrente mío, no supe realmente quién fue él, pero la curiosidad que me genera saber por qué te encuentras tan alterado por él puede llegar a traerte problemas en un futuro.
Noto a los oficiales de policía entrar al lugar, y sonrío de lado mientras el hombre se aleja de mí, encaminándose a estos con cautela.
—¿Qué sucede, oficiales? —Pregunta.
—Venimos a hablar con Carlos de Jesús, agradeceríamos que nos llevaran hacia su apartamento —Habla uno de los tres oficiales.
Noto como Erito se pone nuevamente tenso al instante, para luego simplemente asentir con la cabeza.
Su cabeza se gira hacia mí lentamente, y sé que espera una reacción seria de mi parte.
Sin embargo, a diferencia de hace siete años atrás, me dispongo a sonreírle en la cara.
Sí, Erito, te estoy declarando la guerra.
El hombre me mira con seriedad y se dispone a alejar a los oficiales de allí, moviendo a los mismos personalmente hacia el ascensor.
¿Qué? ¿Acaso tienes miedo de que les cuente de algo que pueda inscriminarte?
Suspiro, notando como Erito entra al ascensor junto con los oficiales.
Camino hacia ascensor vip para se usa solamente para ir al penthouse, y sonrío dirigiéndome hacia él.
Erito no puede negarme el pase, debe estar comiéndose la cabeza sabiendo que, si aparecí aquí, tengo muchas pruebas que le incriminan por diversos casos.
Él en este momento debe estar cuestionándose su propia existencia.
Camino hasta el ascensor, notando como algunos guardias del hotel me observan y los míos me siguen sin más.
Noto como la puerta lentamente se va abriendo delante de mí y aquellos ojos chocan contra los míos.
Mi corazón late con fuerza por un momento, pero actuo con indiferencia.
Erick suelta un suspiro, sin acostumbrarse a mi presencia aquí.
Tiene sus ojos llorosos aún y unas ojeras un tanto notorias.
Me observa en silencio, y luego decide salir del ascensor, encaminándose hacia mí.
Mis guardias están dispuestos a ponerse por delante, pero niego con la cabeza y coloco la mano, logrando que el ojiverde frene.
—¿Realmente... seguirás usando nuestro ascensor? —Pregunta con sencillez.
Asiento con la cabeza, notando como suspira.
—Es extraño, papá nunca lo compartió con nadie —Le escucho hablar por debajo.
A pesar de estar aquí físicamente, el hecho de que Erick agache la mirada y demás, me hace saber que parece desconectado a absolutamente todo lo que le rodea.
Él... ha regresado a medicarse. Chris me contó que en el pasado, cuando ocurrió lo mío, Erick recayó tanto que al tener ataques de pánico y demás, tuvo que tomar medicamentos para dormir.
Sé que sé tomó alguno, lo noto en su comportamiento.
El chico pasa por mi lado, con la mirada desviada y, sin pensarlo, le tomo del brazo.
Mi corazón late con fuerza, mientras entrecierro los ojos.
¿Qué demonios hago?
Lentamente, giro mi cabeza y observo al ojiverde.
Se mantiene confundido, sin entender el por qué de mi acción.
Lentamente, intenta buscar alguna pista en mi rostro, algo que le indique que soy Joel.
Él... realmente está esperando que lo diga. Porque sí, físicamente no he cambiado mucho al pasado, pero mi personalidad se ha mostrado completamente distinta.
Lo siento, Erick, pero no puedo decirte mi identidad.
Meterte más en esto solo provocará que estés más cerca de mí y corras riesgo.
—No sé quién era Joel —Hablo—. Anoche te veías muy afectado por mi parecido físico con él. Pero... si hay algo que sé, es que a la persona que ya se ha ido, nunca le gustaría verte así.
El chico se mantiene en silencio y luego simplemente aleja su brazo de mi agarre.
Mira hacia otro lado y noto su voz algo quebrada.
—A él... realmente no debe de importarle, si así fuera, nunca me habría dejado solo en primer lugar —Expresa con seriedad.
Mi corazón no tarda en doler y trago saliva mientras noto como el chico se aleja, dándome la espalda.
A pesar de haber pasado siete años, me sigue afectando.
Le noto caminar hacia el estacionamiento y alzo el ceño.
¿a dónde irá?
Suelto un suspiro, moviéndome hacia el ascensor con los guardias.
Entro al mismo y noto como las puertas se van cerrando.
El silencio gobierna en el lugar mientras noto como los pisos van subiendo.
Es en ese momento que mi teléfono suena.
Miro el nombre en la pantalla, y suelto un suspiro.
Si él me llamó de repente, es porque algo acaba de suceder.
Y... por lo que escucho a penas me coloco el teléfono en el oído, esto realmente me enfurece.
No dejaré que se libren así como así.
No esta vez.
♦️♦️♦️
Erick
Cuando digo aquellas palabras, mi corazón parece encogerse dentro de mí.
Realmente duele.
Me alejo de aquel chico, realmente exhausto.
Aún me encuentro un tanto mareado por el efecto de las pastillas, pero al menos de esta manera, puedo mantenerme más distante de este mundo lleno de mierda.
¿Por qué me tomó del brazo? ¿Era necesario?
Soy un idiota por seguir esperando que él sea Joel.
Bajo las escaleras que se dirigen hacia el estacionamiento, con la intención de simplemente subirme a alguno de los vehículos a mi disposición.
Me muevo notando que nadie más se encuentra aquí.
O eso creo.
Me encamino hacia mi vehículo, sacando la llave del mismo.
Escucho un paso detrás de mí, y alzo el ceño.
No pasa mucho tiempo para sentir un golpe en mi cabeza y todo a mi alrededor se vuelva negro.
Realmente... los tiempos de antes han regresado.
♣️♣️♣️
—¿Otra vez aquí? —Escucha voz detrás de mí.
Alzo el ceño girando la cabeza y encontrándome con aquel chico.
Richard suelta un suspiro, colocándose a mi lado, mirando la lápida de Joel.
Ha pasado un año de su muerte, y realmente el dolor no ha parado.
Supongo que, lo que más me duele, es que mis recuerdos comienzan a perder sonido en mi mente.
Lentamente, voy olvidándome de su voz, su aroma, pero... si hay algo que nunca olvidaré, es a su persona, y lo mucho que me marcó en poco tiempo.
La situación del secuestro de mi familia me trajo muchos problemas emocionales, pero al mismo tiempo, me hizo conocer al amor de mi vida.
Es triste que no haya durado mucho.
Siento mis ojos cristalizarse por ese pensamiento, mientras escucho a Richard suspirar.
—¿No te importa que otras personas te vean viniendo a ver su lápida? —Pregunta el moreno.
En el pasado, realmente me hubiera importado, mucho a decir verdad. Tuve que fingir por mucho tiempo que no conocía a Joel; hablar con sus amigos mientras evitaba el contacto visual con él.
Fue duro.
Pero... hubiera preferido mil veces fingir frente a todos que no le conozco, al final que tomó esta historia.
Duele, mucho.
—¿Alguna vez supiste por qué Joel hizo todo lo que hizo? —Pregunta Richard, con curiosidad.
Miro al moreno para luego negar.
Eso me molesta; Joel nunca tuvo la confianza para explicarme su pasado.
Nunca me dijo el por qué de sus acciones
No pude a llegar a entenderle de verdad.
Me siento bastante culpable, durante mucho tiempo solo quise de hablarle de mis problemas, y nunca Indagué demasiado en los suyos.
—No lo hagas —Pide Richard, alzo el ceño—. No te culpes. Sé que lo haces, se nota en tu mirada.
»Joel siempre fue alguien realmente cerrado, a pesar de ser mi amigo durante años nunca me contó realmente qué pasó en el pasado y por qué quiso meterse con nuestras familias.
»Lo que sí puedo decirte, es que personalmente, lamento haberme metido con la tuya. Nunca debí haber cumplido las órdenes de mis padres y demás, si no hubiera hecho ello, tal vez Zabdiel y Joel aún seguirían aquí.
Asiento con la cabeza, agradeciendo ello.
Él... se disculpó.
Es la primera persona que realmente lo hace por el sufrimiento que me causó.
—Y... Erick, a Joel le gustaría verte fuerte, lo sabes ¿no? —Cuestiona.
Miro la foto de la lápida y asiento levemente.
De qué me sirve ser fuerte si tú no estás aquí.
Te extraño realmente, Joel.
♣️♣️♣️
A medida que mis ojos se van abriendo, el dolor en mi cabeza se vuelve cada vez más presente.
Siento un zumbido en mi oído bastante presente, y todo mi entorno que se encuentra borroso va comenzando a mostrarse cada vez más.
Noto la figura de un hombre justo delante di, mientras el mareo vuelve a atormentarme.
—Por fin despiertas —Escucho su voz.
Lentamente la figura delante de mí va comenzando a tener forma.
Jayo Vera me observa con una sonrisa siniestra desde su posición.
Mierda.
El hombre, quien se encuentra en cuclillas delante de mí parece bastante entretenido de verme aquí.
Miro todo el entorno, dándome cuenta que estoy en una especie de galpón.
Mi corazón late con fuerza mientras intento zafarme, pero al instante me percato que estoy atado a una silla.
—¿Qué demonios quieres? —Pregunto enfadado, sintiendo mis ojos cristalizados—. ¡Suéltame de una vez!
—¡Cállate! —Dice el hombre, moviéndose hacia mí.
Noto el arma tocar mi frente, mientras trago saliva y todo parece pararse por un leve momento.
—Hoy... no dejaré que esto se alargue más —Asegura, sonriente.
No, no está feliz. Su sonrisa es la muestra de que quiere parecer seguro frente a los demás, pero no es así.
Está actuando por impulso, y eso puede provocar muchas cosas graves, inclusive mi muerte en este lugar.
—Eres un cobarde —Aseguro, sintiendo mis ojos cristalizados.
Las palabras que por tanto tiempo me guardé, simplemente fluyen delante de él.
—En el pasado también lo fuiste. Joel podrá haber fallecido pero el recuerdo de lo cobarde que fuiste frente a él se les quedará plasmado en la cabeza a todos —Aseguro, riendo sin gracia.
Las lágrimas comienzan a caer por mi mejilla, y mantengo aquella sonrisa.
El padre de Johann aprieta su mandíbula antes de que su mano vaya hacia mis cabellos y tire de estos.
Jadeo al instante pero no pido disculpas.
No lo haré.
—¡Retráctate! —Pide enfadado.
Río aún así, notando aquella reacción de su parte.
Le he pegado donde más le duele, el ego.
—Nunca vas a ser mejor que los demás, siempre serás un peón de todos. Inclusive en el pasado, nunca tomaste un papel importante en el secuestro —Aseguro—. ¿sabes por qué? No porque no tengas el suficiente dinero, sino porque nadie cree en ti.
»Nunca lo hará, ni siquiera tu hijo.
Antes que pudiera decir algo más, el hombre impacta el arma en mi rostro.
Siento todo a mi alrededor girar mientras el zumbido se hace más fuerte.
Pierdo la vista por un momento, ya que todo comienza a desenfocarse, hasta que le noto.
Este lugar está lleno de ventanas por muchos lados, parece realmente abandonado ya que, muchas de estas, se encuentran rotas.
—Suéltame —Pido por debajo.
Es en ese entonces, que cuando lentamente voy perdiendo las esperanzas, aquella persona comienza a entrar al galpón.
Escucho sus pasos, uno tras otro sonar.
Levanto la mirada, encontrándome con la suya mientras siento nuevamente el arma colocarse contra mi cabeza.
Theo me observa con atención, y luego al hombre a mi lado.
—Vaya, me soprende hasta donde llega tu nivel de corrupción y violencia ¿no deberías ir a clases de, no sé, control de ira para evirarlos más? —Expresa el chico, mirando al padre de Johann.
—¡Cállate! —Expresa molesto—. Quien hará las preguntas aquí soy yo.
Theo se mantiene callado, y por un leve momento su mirada choca nuevamente contra la mía.
Mi corazón late con fuerza cuando eso pasa.
Es como si Joel hubiera venido a ayudarme.
—¿Eres Joel? ¿cierto? —Pregunta molesto el hombre.
El silencio se hace presente al instante en el lugar.
Theo mira con seriedad al hombre, antes de suspirar.
—No. No lo soy —Expresa—. Lo expliqué varias veces ya. Si crees que secuestrando al hijo del director del hotel es la mejor manera de comprobarlo, entonces estás equivocado.
»Porque... ¿crees que ese chico ojiverde se mantendrá callado al salir de aquí?
Mi corazón late con fuerza mientras escucho aquellas palabras y abro los ojos a la par.
—Si no eres Joel, entonces... ¿querrás presenciar su muerte? —Cuestiona Jayo.
Theo bufa.
—Si lo matas frente a mí, habrá un testigo de su muerte, yo —Amenaza.
—Eres Joel —Dice el hombre, riendo por debajo.
Theo bufa.
Niega con la cabeza y luego simplemente me mira con pena.
—No lo soy, si no me crees, entonces mátalo —Le habla al hombre.
Theo se da media vuelta, alejándose y saliendo del galpón.
Siento tanto piernas como manos temblar.
Cierro los ojos, sabiendo que, el hombre a mi lado se prepara para dispararme justo en la cabeza.
Y es en ese momento que escucho el disparo.
OMG
NUEVO CAP ♡
Espero que les guste tanto como a mí <3
¿Cómo han pasado?
Yo estoy en proceso de esperar un mail y demás, estoy rezando a todo porque quiero quedar en ese lugar para estudiar.
Por favor, manden muchas buenas vibras <3
Gracias por estar <3
Nos leemos pronto ♡
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