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CAP 71: "Como mil dagas"

Flashback

—Namjoonie ¿Puedo pedirte algo?— cuestionó después de unos minutos de silencio.

El moreno asintió sin dudarlo —Claro, dime.

—Si cuando llegue la hora del parto, las cosas se complican y debes escoger entre uno de los dos, por favor, escoge a mini Jin.

Los ojos del alfa se abrieron desmesuradamente y su rostro perdió todo color ante tal petición. Trató de responder, pero un nudo se formó en su garganta, impidiéndole hablar.

Fin del flashback

El alfa se encontraba en un estado de trance. Su vista se tornó borrosa y las lágrimas resbalaron por sus mejillas como pequeñas cascadas. Quiso decir algo, pero simplemente, las palabras no salían.

¿Cómo era posible que la vida lo pusiera a escoger entre salvar la vida de Jin o la de Jungkook? Después de tantos obstáculos que tuvieron que pasar para llegar hasta allí, le parecía una completa injusticia.

—Sé que es una decisión difícil, por lo que le daré cinco minutos para escoger— se escuchó la voz del enfermero —Por favor, tenga en cuenta que el tiempo es oro en estos momentos— dicho esto, se perdió por la puerta de urgencias, dejando a Namjoon con el corazón destrozado y a los demás con las lágrimas a flote, incluso la alfa.

Yuna, de la misma forma, no podía dejar de llorar. Su hijo y su nieto estaban en una balanza, donde el único que podía decidir quien se salvaba y quien moría, era Namjoon. A pesar de su dolor, le parecía que la vida le había jugado al alfa demasiado sucio, esta vez.

Con pasos lentos, se acercó a su yerno y le tocó suavemente el hombro, éste al darse cuenta de su presencia, no dudó ni un segundo en atraerla en un abrazo.

—No puedo...— lloró contra su hombro —No puedo decidir entre los dos, Yuna... Jinnie me dijo que si esto llegara a pasar, debía escoger a nuestro bebé, pero ahora que tengo que tomar una decisión, me es imposible hacerlo. No podré vivir sin alguno de los dos.

La omega le acariciaba el cabello para tratar de calmarlo, aunque sabía que eso sería imposible ahora.

—Namjoon, yo no puedo decidir y si estuviera en tu lugar, también se me haría difícil hacerlo. Pero en estos momentos, tienes que tomar una decisión. Si salvas a Seokjin, quedará el inmenso dolor por la partida de tu hijo, pero si salvas a tu hijo, vas a morir tras la partida de Jin como tu predestinado y Kookie se quedará sin sus papás.

Como si le hubieran enterrado mil dagas en el pecho, Namjoon dejó escapar un quejido. La situación no mejoraba si le decían lo que pasaría con cada decisión. Escoger a Jungkook significaría condenar a muerte tanto a Jin como a él, pero escoger a su omega, significaría perder la ilusión que fue sembrándose en ellos durante todos estos meses. Tampoco sabía si ambos podrían recuperarse emocionalmente tras la partida de su bebé, especialmente, su omega.

—Necesito... Ir a rezar— se separó del abrazo con la voz apagada —Iré al templo del hospital, por favor, esperen a que vuelva.

Yuna asintió y lo dejó marcharse. Hyunmi llegó a su lado y le brindó un abrazo que realmente, necesitaba con urgencia. Todos los conocidos allí presentes consideraban que ambas vidas eran importantes, pero ninguno sabía lo que pasaría. Ahora lo único que quedaba era esperar para saber la elección del alfa.

De rodillas, el moreno suplicaba a la Madre Luna que no le quitara a ninguno de los dos grandes amores de su vida. Su corazón se comprimía dolorosamente, las lágrimas seguían resbalando y él se mantenía allí, hincado e implorando que se les diera una nueva oportunidad de vida.

—Madre Luna, te lo suplico. Salva a mi omega y a mi hijo, te prometo que nunca más volveré a hacerles daño, ya aprendí la lección y comprendí la importancia que ambos tienen para mí— un nudo se cerró en su garganta —Solo... Sálvalos a ambos, por favor.

Mientras oraba, un pensamiento cruzó por su mente, fue precisamente la respuesta que él le dio al castaño ante tan desgarradora petición.

"Príncipe, no voy a escoger entre ustedes dos porque ambos van a sobrevivir ¿Entiendes?"

Luchaba por aferrarse ante dicha idea. No podía, ahora menos que nunca podía decidir entre los dos. No después de haber batallado tanto para poder estar juntos, para poder fortalecer al omega para que estuviera listo para el parto. Seokjin era el amor de su vida y el omega más maravilloso que alguna vez pudo haber conocido, él no merecía pasar por una situación tan angustiosa.

Tal vez, Namjoon sí, pero él no.

El moreno no sabía si la vida seguía cobrándole por todo el mal que le ocasionó a su omega, pero él ya había demostrado hace mucho tiempo lo arrepentido que estaba por ello. No le parecía justo en lo absoluto. Si alguien debía estar pagando por sus pecados, era él, no su omega ni su hijo.

Después de unos minutos más orando, se limpió las lágrimas y se levantó para ir a la sala donde todos lo esperaban. Había tomado una decisión.

Al llegar, vislumbró al enfermero de hace un rato hablando con su suegra. A paso rápido, se dirigió a ellos y tocó el hombro del profesional.

—Qué bueno que llega ¿Ya tomó una decisión, señor?— Namjoon asintió.

—Quiero que los salve a ambos— finiquitó —Haga hasta lo imposible, pero por lo que más quiera, sálvelos a los dos, por favor.

El enfermero lo miró preocupado, pero aun así, asintió ante su petición —Está bien, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para salvar a su omega y a su bebé, pero tenga en cuenta que las probabilidades son muy pocas. Con su permiso— hizo una reverencia y se fue.

Nuevamente solos en la sala de espera, Namjoon se permitió soltar un suspiro pesado; aún estaba bastante intranquilo, pero al menos, ya había hecho saber su decisión al personal que atendía a su omega.

A su lado llegaron Minho y Daehyun, quienes lo abrazaron como si aún fuera su niño pequeño. Les dolía ver a su hijo pasar por una situación tan desastrosa, pero confiaban en la Madre Luna y rezaban porque todo saliera bien.

Las horas pasaban y ninguno tenía noticias del estado de Seokjin y de Jungkook. Algunos enfermeros y enfermeras entraban y salían, pero cuando se les preguntaba por su condición, nadie respondía; era como si todos se hubieran confabulado para angustiarlos más de lo que ya lo estaban. 

Con el transcurso de los minutos, llegaron Mark y Jackson con su bebé; ambos estaban igual de angustiados, pues se negaban a creer que Seokjin y su hijo estuvieran debatiéndose entre la vida y la muerte. Aquel omega que les había traído felicidad, además de una amistad sincera a pesar de haber sufrido tanto, no merecía pasar por una situación tan cruel. 

Decidieron acompañar a Namjoon para hacerle saber que tenía a sus amigos apoyándolo. No dijeron nada referente a su aspecto, pues ya no lloraba, sin embargo, reflejaba en sus ojos la angustia que cargaba por dentro. Había llorado tanto hace un rato que ya no podía derramar una lágrima más, sentía sus ojos escocer y su corazón latir dolorosamente ante cada minuto de espera. Su lobo no estaba en mejores condiciones, de vez en cuando, los demás lo escuchaban aullar de dolor y se sentían impotentes por no poder hacer nada.

No fue sino hasta después de tres horas de completo sufrimiento, que el médico que atendía a Seokjin salió de la sala de urgencias para dirigirse a ellos. Al verlo, Namjoon se levantó con el corazón en la mano.

—Doctor, por favor, dígame cómo están— tomó con algo de fuerza la bata del profesional, quien le sujetó de los hombros para serenarlo. A su lado, Yuna y los demás lo miraban expectantes por su respuesta. 

—Señor Kim, de último momento, le practicamos una cesárea al paciente y logramos salvar al bebé— hizo una pausa —Fue una labor difícil, pero todos los médicos hicimos hasta lo imposible y pudimos salvar la vida de su omega también.

Al oír esto, los ojos de Namjoon se iluminaron y una enorme sonrisa se esbozó en su rostro. Se habían salvado ¡Los dos grandes amores de su vida se habían salvado! El moreno creyó que ya no podía llorar más, pero nuevamente, se halló derramando más lágrimas, solo que esta vez, eran de pura alegría y agradecimiento.

Gracias por esta nueva oportunidad, Madre Luna. Esta vez, no te voy a fallar, te lo prometo.

—¡Muchas gracias, doctor!— en medio de su felicidad, abrazó al profesional con fuerza para hacerle saber lo agradecido que estaba —¿Puedo pasar a verlos?

—Su omega aún no despierta por los efectos de la anestesia y se encuentra bastante delicado, por lo que tendrá que esperar un poco para verlo. Sin embargo, en unos minutos, una enfermera le traerá a su hijo para que lo conozca. Nació muy saludable y bonito, me permito decir— el alfa sonrió a más no poder —Muchas felicidades por su paternidad.

Dicho esto, hizo una reverencia y se retiró, dejando a los presentes con los corazones latiendo a mil por minuto. Sus súplicas habían sido escuchadas.

—¡Ya soy papá!— los padres del alfa fueron los primeros en felicitarlo e ir abrazarlo. Ahora eran oficialmente abuelos, junto a Yuna.

—Muchas felicidades, bro— Jackson fue el siguiente en felicitarlo, seguido por Mark y Jackeline, aunque las felicitaciones de ésta fueron pronunciadas en un gracioso tono infantil por parte del rubio.

—Oigan ¿Y para mí no hay felicitaciones? Acabo de convertirme en abuela— ante esto, Hyunmi se acercó a su novia para abrazarla por la cintura y dejar un amoroso beso en sus labios.

—Y es usted la abuela más joven y hermosa del mundo, si me permite decirlo— las mejillas de Yuna se tornaron de color rojo, pero aun así, le regresó el beso a forma de agradecimiento por el halago.

Luego de unos cuantos minutos, los presentes se emocionaron al ver a una enfermera llegar con un precioso bebé envuelto en una manta azul. Con cuidado, la mujer se lo entregó al alfa para que éste lo conociera; tras indicarle cómo debía sostenerlo, el moreno lo observó con sus ojos brillando de felicidad y cariño.

—¿Es mi cachorro?— la mujer asintió —Pero si se ve tan pequeñito y frágil, es todo lo contrario a mí— sonrió enternecido al tiempo que acariciaba con delicadeza las mejillas del bebé, quien se mantenía con sus ojos cerrados y un adorable puchero en sus labios. 

Namjoon se permitió detallarlo más, notando que había heredado el cabello castaño, los labios y la carita de Seokjin; prácticamente, era una copia idéntica, pero en miniatura, de su lindo omega. Eso sí, sus ojos tuvieron la dicha de apreciar unos hermosos hoyuelos en las mejillas de su bebé, siendo este el único rasgo visible hasta el momento que había heredado de su padre alfa. Aunque más adelante hiciera drama por ello, no le importaba en realidad que su cachorro no se pareciera físicamente a él, lo que verdaderamente le interesaba y lo tenía feliz era que su pequeño bebé se hubiera salvado, al igual que su Jinnie.

—Bienvenido al mundo, Kookie— le habló con voz mimosa —Yo soy tu papá, mucho gusto— los demás no resistieron las ganas de reír por lo tierno que se veía Namjoon mimando a su cachorro.

Uno a uno fueron saludando al pequeño Jungkook, quien terminó por despertarse ante tanto alboroto. Tras verlo, todos coincidieron con que se parecía más a Jin que a Namjoon y comenzaron a molestarlo por ello. Después de un rato, la enfermera les comentó que debía llevar al bebé a los cuneros y obligatoriamente, tuvieron que despedirse de él con la promesa de volver a verlo en unas cuantas horas. 

El tiempo transcurrió y la luna, más brillante y hermosa que nunca, se asomó por los edificios, dándole la bienvenida a la fresca noche. Mark, Jackson y Jackeline se habían ido hace un rato para descansar, no obstante, le habían pedido encarecidamente al moreno que les tuviera al tanto del estado de salud de Seokjin. Ahora, los únicos que quedaban en la sala de espera eran Namjoon, sus padres, la madre de Seokjin y su novia. Todos estuvieron de acuerdo en no irse hasta que el menor despertara y pudieran comprobar que estaba bien.

Un médico salió de repente a la sala de espera para dirigirse a Namjoon. Al verlo, el alfa no tardó en ir hacia él.

—¿Ha tenido noticias de mi omega, doctor?

El médico asintió.

—De hecho, venía para informarle que su omega está despertando y es necesario que usted esté allí cuando recobre el conocimiento.

Bromitaaa 👻

Perdón, ya sé que soy una porquería por hacerlas sufrir innecesariamente, pero les prometo que este fue el último drama del fic.

©AlejaDeMin

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