CAP 69: "Muñequita"
Ahora mismo, Seokjin se encontraba arrullando a la recién nacida en la cuna de su futuro bebé. La pequeña se había dormido hace un buen rato, pero él seguía encantado viéndola dormir. Lucía tan frágil y pequeñita que tenía miedo de dejarla sola aunque fueran unos segundos.
Mientras tanto, Namjoon hablaba con Mark por teléfono en el piso de abajo. Éste último había tenido que salir al pasillo para que Jackson no lo escuchara.
—¿Quieres que vayamos a tu casa?— el moreno hizo un sonido de afirmación —Sí sabes que Jack todavía está enojado contigo ¿Verdad?
—Lo sé y por eso quiero que venga. Quiero hacer las paces con él y además, tengo algo importante que hablar con ambos.
—¿No puedes decirlo por teléfono?— recibió un sonido de negación. Aquello lo hizo soltar un suspiro por lo bajo —Hablaré con él, pero no te prometo nada. Solo espero que en verdad sea importante.
—Créeme que lo es. Solo dile que Seokjin llamó y que necesita verlos. Estoy seguro de que vendrá.
—Bien, nos vemos.
Sin más, el omega colgó la llamada, justo para el momento en que su alfa salía del departamento. Éste, por supuesto, lo miró con una ceja arqueada.
—¿Con quién hablabas, Mark?— el susodicho se mordió el labio inferior. Solo esperaba que Namjoon no estuviera jugando.
—¡Con Seokjin!— el contrario se sobresaltó por el repentino grito —Lo siento, es que... Seokjin dijo que necesitaba vernos urgentemente.
Al escuchar eso, el semblante del alfa cambió de uno celoso a uno de completa preocupación —¿Él está bien? ¿Le pasó algo a su bebé?
Mark negó —No me dijo nada, solo que fuéramos a su casa.
Jackson pareció pensarlo. No quería ir a la casa de Namjoon, pero si algo le había pasado a Seokjin, tenía que ir a ayudarlo. Era su deber como mejor amigo.
—Bien, vamos.
La pareja había estado conversando un rato en el cuarto del bebé. Namjoon le comentó la idea de dar a la pequeña en adopción a Mark y a Jackson, y aunque Seokjin se había encariñado de ella en tan solo unos minutos, sabía que no podía ser egoísta.
Él más que nadie sabía lo que significaba para Mark no poder tener hijos; había presenciado cómo el omega se había roto el día que le dijeron que era estéril y podía ver el dolor en sus ojos cada vez que le hablaba de lo feliz que estaba con el nacimiento de su bebé.
Aquel angelito no sería su hija de sangre, pero sin duda, llegaría a sus vidas para darles la alegría de ser papás, y crecería en un ambiente lleno de amor y cuidados.
Estaba tan ensimismado pensando en ello que de repente, se sobresaltó al escuchar a la pequeña llorar.
—Ow, bebé. Ven aquí— la cargó con suma delicadeza, atrayéndola hacia su pecho. Sin embargo, la pequeña no se calmó con ese simple acto.
Los llantos de la pequeña se escucharon hasta el piso de abajo, por lo que Namjoon subió corriendo como alma que lleva el diablo para ver qué sucedía. Al entrar, se enterneció al ver a Seokjin meciendo a la bebé de un lado a otro.
—No quiere calmarse, Joonie— exclamó asustado —¿Y si está enfermita?
Namjoon la tomó en brazos con cuidado y la examinó para descartar un posible pañal sucio. Al comprobar que estaba limpia, volvió a entregársela a su omega.
—Creo que tiene hambre— se colocó de cuclillas —¿Crees poder alimentarla un poco? Al menos mientras voy a la farmacia a comprar leche de fórmula.
Seokjin asintió sin pensarlo. Aún faltaban dos meses para el parto, pero haría un esfuerzo para que saliera algo de leche de sus pechos. Decidido, colocó con cuidado a la bebé en la cuna y se sacó la camisa mientras Namjoon observaba todo como un espectador.
—¿Podrías voltearte?— pidió sonrojado —Me da algo de vergüenza que me veas así.
El moreno rió por lo bajo antes de hacer lo pedido, girando sobre su asiento para darle la espalda. Solo entonces, Seokjin tuvo más confianza para tomar uno de sus pechos y apretarlo, esperando que algo de leche saliera de ahí.
Estuvo un par de minutos apretando, pero lo único que salía era calostro y no estaba seguro de si la bebé podría tomar eso. Continuó por unos minutos más, pero el dolor ya comenzaba a molestarle y no lograba sacar nada. Al final, después de un rato más intentándolo, se rindió.
—No puedo— se volvió a colocar la camisa —Lo siento mucho, alfa, pero no sale nada de leche.
El de cabellos cenizos volvió a mirarlo, regalándole una tierna sonrisa para reconfortarlo —Tranquilo, príncipe, no es tu culpa. Iré a la farmacia por leche, mientras tanto, trata de calmarla. Prometo no tardar— dicho esto, depositó un suave beso en la frente contraria.
Haciéndole prometer que no se movería de ese cuarto, Namjoon salió de la casa en dirección a la farmacia más cercana. Mientras conducía, su mente recreaba una y otra vez la imagen de Seokjin cargando a la bebé. Un sentimiento bonito se alojó en su pecho y se imaginaba cómo se vería su futuro hijo.
¿Se parecería a él o a Jin? ¿Sacaría sus hoyuelos? ¿Sería un alfa o un omega? Muchas preguntas rondaban su cabeza y le hacían impacientarse. Se moría porque llegara ya el nacimiento de su pequeño Jungkook.
Tras tomar un tarro grande de leche de fórmula, su atención se dirigió a unos cuantos biberones, mamilas y ropa para bebé que vendían allí. Sin pensarlo mucho, tomó algunos productos de color rosa para la bebé y otros azules para Jungkook. No era muy fan de catalogar los colores por género, pero de esa forma, se aseguraba de no confundir lo que iría para cada uno.
Al llegar a casa, subió al cuarto del piso de arriba y se tranquilizó al ver que Seokjin no se había movido de allí. Su corazón se estrujó al ver que la pequeña se había dormido con el estómago vacío, por lo que, rápidamente, se dirigió a la cocina para prepararle un biberón.
Mientras calentaba el agua, escuchó el timbre de la casa siendo tocado. Ya sabía de quienes se trataba, por lo que dejó la olla en fuego bajo y se apresuró a abrir la puerta. Frente a él, Mark y Jackson lo veían con incomodidad y molestia, respectivamente.
—Hola, Namjoon ¿Está Seokjin?— el rubio disimuló —Me dijo que necesitaba vernos.
—Ah, sí. Pasen— el moreno le siguió el juego y se hizo a un lado para que ingresaran. Jackson solamente lo miró de forma seria antes de sentarse en el sofá de la sala, seguido de su omega.
—¿Y bien? ¿Dónde está?— el alfa menor se cruzó de brazos, mirando en todas direcciones.
—Jackson, Jin está en el piso de arriba, pero no vayas a subir, necesito hablar con ustedes antes.
El alfa arqueó una ceja al tiempo que volteaba a ver a su novio, éste se limitó a encogerse de hombros, por lo que él no se contuvo en soltar un bufido.
—Bien, pero que sea rápido.
Namjoon asintió antes de dirigirse a la cocina para apagar la estufa y comenzar a preparar la leche. La pareja, sin decir nada, miraba expectante cada movimiento por su parte. No fue sino hasta que el alfa salió con el biberón en mano, que ambos se levantaron de golpe.
—No me digas que ya nació— el alfa fue el primero en especular.
—Pero si todavía no es tiempo, aún faltan un par de meses ¿No es así? ¿Acaso nació prematuro?— Mark le acompañó con sus preguntas.
El moreno negó tranquilamente, haciéndole una seña de espera a ambos antes de subir al cuarto y segundos después, regresar sin el biberón. Por supuesto, ambos estaban inquietos.
—Escupe de una vez lo que está pasando. ¿Su hijo nació ya? ¿Por qué Seokjin quería vernos?— Jackson se acercó a él con el entrecejo fruncido.
Namjoon se mordió el labio inferior al no saber cómo empezar. Al final, les pidió que se sentaran y les ofreció un vaso con agua.
—Jack, perdón que te haya engañado, pero fui yo quien llamó a Mark— el susodicho abrió los ojos como platos mientras que el alfa lo miraba enojado —No te enojes con él, yo le pedí que te mintiera porque sabía que no vendrías si te decía que yo quería hablar contigo.
—Y tienes toda la razón, de haber sabido esto, no hubiera venido— se levantó del sofá —Gracias por hacerme perder el tiempo.
Estaba dispuesto a irse, pero Namjoon lo tomó por el brazo, ocasionando que Jackson comenzara a gruñirle.
—Suéltame— Namjoon negó con su cabeza.
—Por una vez en tu vida, deja de ser un cabezota y escúchame— el alfa menor apretó la mandíbula, iba a responderle, pero al ver la preocupación en los ojos de su omega y lo mucho que lo estaba afectando escuchar sus voces de mando, trató de tranquilizarse.
—Bien, pero suéltame ahora— el contrario hizo lo pedido y se alejó considerablemente.
Jackson no volvió a sentarse, por lo que Namjoon tuvo que hablar así.
—Jackson... Amigo. Yo necesitaba hablar contigo para pedirte perdón por todo el daño que te causé. No tengo justificación para haber dicho lo que dije y tampoco por haber dudado de tu lealtad como mejor amigo, pero estoy arrepentido por todo. Entendí a las malas que debo confiar en las personas que me demuestran cariño sincero y tú eres una de esas personas— el alfa menor desvió la mirada —Ya han pasado meses desde nuestra pelea y no quiero seguir enojado con mi mejor amigo— se acercó a paso lento para darle una palmadita en el hombro —¿Puedes perdonarme?
Jackson lo miró fijamente a los ojos para tratar de percibir algo que le dijera que Namjoon estaba mintiendo, pero no era así. Aunque le costara admitirlo, podía ver sinceridad en los ojos de aquel que lo ofendió hace un tiempo y ahora no sabía qué hacer.
Por un lado, estaba su orgullo de alfa que nunca perdonaría una ofensa, pero por el otro, estaba la nostalgia y el deseo de recuperar a su mejor amigo. Ambas posiciones se peleaban entre sí, confundiéndolo e impidiéndole tomar una decisión.
Se giró a ver a Mark, encontrando en éste una sonrisa de esperanza. Verlo en ese estado le hizo pensar en la importancia que tenían para él sus seres queridos, el saber que nadie era perfecto y que todos podían equivocarse, pero estaba en cada quien el demostrar verdadero arrepentimiento y tratar de enmendar sus errores. Eso era precisamente lo que Namjoon estaba haciendo y por eso mismo, se halló asintiendo ante la interrogante de su amigo.
—Tú ganas. Te perdono, cabeza hueca— Namjoon sonrió a más no poder, al tiempo que atraía al alfa en un abrazo algo brusco ante los ojos de Mark.
—Gracias— susurró al momento de separarse.
—No tienes de qué. Pero eso sí, si vuelves a hacer algo como lo que hiciste, Jungkook será tu único descendiente ¿Entendiste?
El moreno rió nervioso al tiempo que asentía efusivamente. Por supuesto que cuidaría sus acciones y palabras de ahora en adelante, no quería volver a correr el riesgo de perder a las personas más importantes en su vida.
Una vez el momento emotivo hubo pasado, Mark cayó en cuenta de algo y no dudó en expresarlo.
—Ahora sí ¿Puedes decirnos porqué preparabas un biberón hace rato?— Jackson asintió de acuerdo, habiendo olvidado ese hecho por un momento.
Ante la pregunta, el alfa se rascó la nuca antes de dirigirse a las escaleras —Esperen un momento ahí, ya vuelvo.
La pareja se quedó en silencio, viendo cómo Namjoon subía hasta el segundo piso y regresaba con Seokjin. Lo que no se imaginaban es que el castaño bajaría con... ¡¿Una bebé?!
La mirada de ambos viajaba desde la pancita de Seokjin hacia la bebé y viceversa. Ninguno entendía nada.
—¿De dónde sacaste esa muñequita, Seokjin?— Mark fue el primero en preguntar —Evidentemente, aún estás en embarazo, así que no puede ser tuya— el castaño negó con una sonrisa.
—No, tienes razón, Mark. Ella no es mi hija.
—¿Entonces?— Jackson fue quien preguntó esta vez —¿Es alguna primita tuya o... Se la robaron?— claramente, aquello lo decía de broma, por lo que la pareja no se contuvo en soltar una risa.
—No, no es mi prima y tampoco nos la robamos— el menor respondió después de calmarse —¿Por qué no mejor nos sentamos y les explicamos todo?
Y como la curiosidad era bastante, ambos se sentaron sin oponerse.
©AlejaDeMin
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