CAP 62: "Perdón"
Al salir del hospital, ninguno de los dos podía hacer desvanecer su sonrisa. Se sentían tan emocionados por saber que tendrían un niño; ya tenían comprada mucha ropita unisex, peluches y los artículos como la cuna que, afortunadamente, Namjoon aún conservaba. Ahora solo quedaba pensar en un nombre para él y contarles a sus padres la gran noticia.
—Oye, Jinnie— el castaño volteó a verlo —¿Recuerdas al niño del parque?
—No empieces con eso— le cortó sin sonar grosero —Déjame disfrutar a mi bebé, después hablaremos de ese asunto— llevó una mano a su vientre y lo acarició de manera protectora.
Namjoon soltó una risa nasal y asintió sin decir nada más.
Ambos comenzaron a caminar en una dirección desconocida para el castaño, pero éste no se dio cuenta de ello hasta que sintió que le comenzaban a doler los pies. Su atención se había desviado hacia su vientre y a las caricias que repartía sobre éste, por lo que cuando alzó la mirada, se sorprendió al verse caminando por una calle que no conocía.
—Nam ¿Dónde estamos?— miró al alfa confundido.
El moreno se mordió el labio inferior, pensando seriamente qué responderle sin espantarlo.
—Es que... Te tengo una sorpresa— se limitó a responder, provocando que Seokjin frunciera el entrecejo.
—¿Y qué es?
—Si te lo digo, ya no será una sorpresa.
Touché.
El menor chasqueó la lengua y se cruzó de brazos sin dejar de caminar —Pero me duelen los pies.
Namjoon detuvo su andar por unos momentos al escuchar aquello, Seokjin copió su acción inconscientemente y se quedó esperando una respuesta por parte suya.
Pese a todas las miradas de las personas que caminaban por allí a esa hora, sin pensarlo ni premeditarlo, el alfa tomó al omega entre sus brazos y lo cargó al estilo nupcial, retomando su camino de esta manera.
—¿Q-qué haces? ¡Bájame!— comenzó a mover sus brazos y piernas para tratar de zafarse, sintiendo sus mejillas tornarse de color carmín por el bochorno de sentirse observado.
—Claro que no, estás embarazado y cansado, no puedo permitir que sigas caminando— el moreno, aunque se viera serio por fuera, trataba de disimular una sonrisa por lo divertida que era la situación para él. Pese a las insistencias de Seokjin por ser bajado, el alfa no cedió y terminó de llevarlo cargado todo el recorrido.
Al llegar, Seokjin miró con curiosidad el restaurante al que Namjoon lo había llevado. Éste lo bajó con cuidado sobre la acera y se quedó en silencio, esperando alguna pregunta por parte del omega.
—Esto... ¿Vamos a celebrar o algo así?— el menor lo miró sin entender todavía de qué se trataba todo esto.
—Algo así, cariño. Ven, entremos para que te des cuenta por ti mismo— el castaño, aún receloso, accedió e ingresó al lugar seguido del alfa.
Al principio, no vio nada extraño. Su vista vagó a la decoración elegante del lugar, a las mesas y a los comensales. Namjoon lo condujo por unas escaleras hacia el segundo piso y al llegar, inmediatamente los vio.
—Hola, Seokjin— Minho y Daehyun se levantaron de sus asientos e hicieron una pequeña venia para recibirlo.
El susodicho perdió todo rastro de color.
Los cuatro se mantenían sentados en una mesa mientras un mesero tomaba sus órdenes. Seokjin escasamente pudo abrir la boca para hacer su pedido, mismo que salió en un balbuceo que el moreno ayudó a descifrar para no volver loco al pobre muchacho.
La tensión en la mesa era presente. Namjoon miraba de soslayo a sus progenitores y luego al castaño sin decir una palabra, se sentía un poco incómodo y podía imaginar que Seokjin también lo estaba.
No fue sino hasta que Minho carraspeó un poco, que logró llamar la atención de un confundido e incómodo omega.
—¿Cómo estás?— decidió preguntar —Contigo no me he visto desde hace un tiempo, tu pancita está más grande de lo que recuerdo.
Seokjin dio un pequeño asentimiento —Gracias, estoy cumpliendo cuatro meses de gestación, así que ya era hora de que empezara a crecer— se limitó a responder.
Sin querer permitir que el silencio volviera a reinar, Namjoon tomó la mano del menor y se dirigió a sus padres —Acabamos de volver del hospital, ya sabemos el sexo del bebé.
Ante la mención, Daehyun se mostró bastante emocionado —¿Y bien? No nos dejen con la intriga.
El moreno miró al castaño, pidiéndole en silencio que fuera él quien les diera la buena nueva. Seokjin no sabía muy bien cómo actuar en estos momentos, por lo que trató de hablar lo más sereno posible.
—Vamos a tener un niño.
Los ojos de los futuros abuelos se abrieron en demasía y los de Minho brillaron como nunca.
—¡Te lo dije! Estaba cien por ciento seguro de que iba a ser un niño— apuntó a su esposo con aires de superioridad, aunque Seokjin no entendía muy bien el porqué.
—Y yo no dije lo contrario, yo solo dije que me gustaría que el cachorro fuera omega. De ahí a predecir su sexo, es otra cosa— se cruzó de brazos —Aunque ya se veía venir, la forma de su pancita lo revelaba.
—Pues yo creo que va a ser un alfa como su abuelo— ante la sola mención, Daehyun abrió su boca ofendido.
—¡Eres un odioso! Estoy seguro de que será omega y cuando se presente como tal, te voy a hacer la vida imposible, Kim Minho.
El menor se quedó estupefacto al presenciar una especie de "discusión" entre sus suegros, quienes al parecer, habían olvidado el motivo de su reunión, el lugar en el que se encontraban y frente a quienes estaban peleando.
En determinado momento, se acercó a Namjoon y le susurró disimuladamente —¿Por qué me trajiste aquí?
El moreno le respondió de la misma forma —Mis papás quieren hablar contigo, saben que la situación entre ustedes no es la mejor ahora.
Seokjin frunció el entrecejo, claro que lo sabía, pero al menos le hubiera gustado ser anticipado de alguna manera. Le hubiera dado tiempo para pensar en lo que iba a decir ante cualquier caso.
Al ver que la discusión no acababa, Namjoon carraspeó un par de veces para llamar la atención de sus progenitores.
—Creo que pueden pelear en la casa, ahora lo importante es hablar de lo que nos compete— señaló a Seokjin con sus ojos, haciendo que, rápidamente, los empresarios volvieran a adoptar su postura serena frente al omega.
—Lo siento por eso, Jin— se disculpó Daehyun —La razón por la que le pedimos a Namjoon que te trajera es porque queremos hablar contigo sobre lo que pasó hace unos días.
El castaño se puso tenso, pero aun así, dio un leve asentimiento para indicarle que prosiguiera.
Minho fue quien tomó la palabra —Mi omega y yo estamos muy avergonzados y arrepentidos por lo que te hicimos— colocó una mano sobre la de su esposo —Te juzgamos mal y no te dimos el beneficio de la duda, aun cuando no has hecho más que demostrarnos lo mucho que amas a nuestro hijo.
—Así es, Jin. Namjoon nos explicó lo que pasó y me siento horrible por haberte retirado mi apoyo. Tú eres el hijo omega que siempre quise y nunca tuve— le tomó de las manos, enviándole una corriente eléctrica que recorrió toda su columna —Mi hijo te ama y nosotros te queremos mucho. Solo quiero que ambos sean felices y que puedan dejar todo esto atrás para crecer como pareja. Jin ¿Podrías perdonarme, hijo?
El susodicho se quedó estático ante las palabras de sus suegros y más aun, al escuchar la palabra "hijo" provenir de Daehyun hacia él. Sus manos todavía se mantenían aferradas a las del omega mayor y su labio inferior comenzó a temblar.
—Señor Daehyun...— bajó su cabeza para tratar de retener el llanto que luchaba por salir. Cuando se aseguró de que su voz no saldría en un hilo, volvió a alzar la mirada —No se preocupe, ni usted ni su esposo tienen la culpa de lo que pasó. Namjoon es su hijo y es normal que hayan querido protegerlo. Tampoco nos conocemos de hace mucho para decir que pueden confiar plenamente en mí, pero sí quiero que sepan que yo no he amado a otro alfa aparte de Namjoon y que jamás trataría de verle la cara. Yo en verdad amo a su hijo.
El moreno abrazó al castaño por los hombros y depositó un suave beso en su cabello, susurrándole un "Y yo te amo a ti, príncipe" que le aceleró el corazón.
Daehyun soltó sus manos suavemente para darles su espacio y volvió con su esposo, quien se mantuvo en silencio hasta que la pareja se separó.
—Jin, Daehyun ya habló por mí, pero igualmente, quiero decirte que no fue idea suya retirarte su apoyo, yo fui quien le pidió que lo hiciera porque creí que estabas jugando con nuestro hijo... Pero ahora me doy cuenta de que no era así y que tus intenciones con él siempre han sido sinceras. Solamente me queda pedir tu perdón y tratar de arreglar todo el daño que te hicimos.
El castaño negó con su cabeza —No se preocupe, si esa es su preocupación, los perdono. Al fin y al cabo, ustedes son los abuelos de mi futuro hijo y no tiene caso guardarles rencor.
Ante esto, Daehyun se levantó de su asiento y abrazó a su yerno por encima de la mesa, siendo correspondido a los pocos segundos.
—Namjoon no pudo haber encontrado un mejor omega que tú. Muchas gracias por perdonarnos, hijo— se separó un poco y le acarició las mejillas, tal cual lo hacía con su hijo cuando era un pequeño.
Seokjin no sabía qué responder, por lo que atinó a guardar silencio y sonreír de forma sincera hacia su suegro. Era verdad lo que había dicho, no le guardaba rencor alguno a Daehyun o a Minho. Él estaba esperando a un cachorro y si se ponía en los zapatos de sus suegros, entendía que como padres, solo buscaban el bienestar de su hijo y protegerlo a toda costa contra quien fuera que tratara de hacerle daño. En este caso y por un malentendido, él.
Una vez se separaron, Minho volvió a retomar la palabra, llamando la atención del menor de la mesa.
—Jin ¿Recuerdas que te dije que queremos arreglar todo el daño que te causamos?— el susodicho asintió un tanto dudoso —Pues bueno... Hablé con mi esposo y ambos estamos de acuerdo en volver a financiar tus estudios para que regreses a la universidad, claro, si tú estás de acuerdo.
Los ojos del castaño se abrieron en grande y un jadeo por la impresión no se hizo esperar. ¿Era cierto lo que estaba oyendo?
Sus manos se juntaron sobre la mesa y su atención se vio dirigida al mantel que decoraba la misma. Tras un rato de silencio, Namjoon tocó suavemente su hombro para llamar su atención.
—¿Y bien, cariño? ¿Qué respondes?
El menor lo miró con una expresión que ninguno de los tres pudo descifrar. A este punto, comenzaban a preocuparse por la respuesta que pudiera darles a su ofrecimiento.
Después de lo que pareció una eternidad, el menor tomó aire y respondió sin más —Señor Minho, señor Daehyun— los susodichos lo miraron atentamente —Les agradezco mucho por la nueva oportunidad que me están brindando y sé que lo hacen de todo corazón... Pero no puedo aceptarlo, lo siento.
Aquella respuesta cayó como un valde de agua helada sobre los tres. Namjoon boqueó como pez fuera del agua mientras que sus padres se mantenían estáticos en sus lugares.
—Pero... ¿Por qué?— el moreno frunció el entrecejo, confundido por la respuesta de su omega.
Éste lo miró sereno antes de mirar de la misma manera a sus suegros —Perdonen si mi respuesta no era la que esperaban, pero no puedo aceptarlo— torció su boca —Yo... No puedo aceptar por dos razones.
Minho le miró atento —¿Y cuáles son?
—La primera es que... Después de lo que pasó, no quiero volver a arriesgarme a que mis estudios se vean comprometidos por la relación que tengo con Namjoon— el susodicho lo miró preocupado —El malentendido ya se aclaró, pero no estamos exentos a que más adelante, pueda ocurrir otra situación similar.
Daehyun lo interrumpió en ese momento.
—Jinnie, nosotros ya sabemos la clase de persona que eres y puedes estar seguro de que, aunque vuelva a presentarse un malentendido, pondremos tu palabra por encima de cualquier cosa. Tienes nuestra palabra— Minho asintió, estando de acuerdo con su esposo.
Aun así, Seokjin volvió a negar —No se preocupen, creo en su palabra, pero como ya les dije, no voy a aceptar. Tampoco quiero que malinterpreten mi actitud; yo ya los perdoné, pero no quiero que mis estudios vuelvan a depender de otra persona aparte de mí.
Tras esta declaración, la mesa se sumergió en un silencio que Seokjin no supo cómo interpretar.
©AlejaDeMin
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