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CAP 61: "¿Será un niño o una niña?"

El lunes había llegado más rápido de lo anticipado, tanto que no le había dado tiempo al alfa de preparar la manera en que le hablaría a Seokjin sobre las intenciones que tenían sus padres con respecto a su estudio. Por alguna razón, le daba inseguridad conocer su reacción, pues conociendo al omega, cualquier cosa podría pasar.

Ahora mismo, se hallaba frente a la puerta del departamento, acomodándose la camisa por enésima vez mientras esperaba con paciencia a que le abrieran la puerta. Unos segundos más tarde, una bonita sonrisa se reflejó en su rostro al apreciar a Seokjin con una camisa bastante holgada, unos jeans cómodos y unos tenis de suela plana. Eso, sin mencionar el gracioso bolsito que llevaba colgado de un brazo, en el cual cargaba todos los exámenes, ecografias y resultados de chequeos que se había realizado con anterioridad.

De inmediato, el lobo de Namjoon empezó a mover su colita, completamente feliz de ver a su predestinado después de un largo fin de semana.

—Estás precioso— su voz salió distorsionada, como si su lobo y él hubieran dicho lo mismo al tiempo. Por supuesto que Seokjin se sobresaltó por el susto, pero rápidamente comprendió lo que había sucedido y sonrió levemente.

—Gracias Na-...— se calló de manera abrupta y sus ojos se abrieron en grande cuando sintió un empujón en su pecho, como si algo hubiera tratado de salir de allí.

Sintió un pequeño mareo que lo obligó a recostarse contra el umbral de la puerta y un dolor de cabeza no tardó en aparecer.

—¿Estás bien, príncipe?— el alfa lo tomó de los brazos para evitar una posible caída y lo miró preocupado. Casi se le sale el alma del cuerpo al ver a su omega tambalearse hacia atrás.

—Sí, estoy bien... Solo fue un mareo, no te preocupes— se sostuvo la cabeza por breves instantes y luego se enderezó al sentirse un poco mejor —Creo que fue por escuchar a tu lobo, sentí como si el mío fuera a salirse de mi pecho.

Al oír eso, Namjoon lo miró confundido —Espera ¿Sentiste a tu lobo?

Seokjin asintió —Por un instante, lo hice.

El moreno sonrió ampliamente. Eso era una buena noticia. El lobo de Seokjin seguía dormido, pero trataba de despertar y todo por escuchar la voz del suyo. Quiso volver a intentarlo, pero dedujo que eso sería demasiado fuerte para el castaño y decidió abstenerse, mejor le dirían al doctor sobre esto y procederían como él se los indicara. En estos momentos, no quería correr riesgos de ningún tipo.

Cuando el menor se vio más recuperado, se lo hizo saber a Namjoon para que pudieran emprender camino hacia la clínica de una buena vez. Estaba emocionado. Por un momento, pensó en la posibilidad de hacer una fiesta de revelación de sexo, pero decidió descartarla. Conociéndose, sabía que no podría con la intriga y los días que durara la planeación de dicha fiesta, serían un martirio para él.

Y digamos que... Tampoco era tan masoquista.

Al bajar al lobby del edificio, miró en silencio cómo el alfa se acercaba al dueño del mismo y le entregaba en una bolsa la ropa que le había prestado hace unas noches. La misma estaba lavada y planchada, por lo que el hombre le agradeció infinitas veces y le hizo saber al alfa que si algún día llegaba a necesitar de un favor, no dudara en decírselo.

Una vez se hubo despedido del hombre, Namjoon caminó hacia su omega y antes de que él pudiera decir algo, le quitó el bolso con cuidado y se lo cargó al hombro.

—No quiero que hagas más esfuerzos de los necesarios— y dicho esto, tomó su mano para salir del edificio.

Sobra decir que el corazón del omega volvió a jugarle una mala pasada y se aceleró al punto de marearlo. No quería admitirlo, pero Namjoon en serio se estaba esforzando en cada detalle para hacerlo sentir amado y protegido. De verdad se estaba esforzando por recuperarlo.

Al salir del lugar, sus ojos se posaron en el taxi que los estaba esperando. Namjoon se le adelantó a abrirle la puerta para que subiera y así lo hizo, segundos después, él se subió y el vehículo se puso en marcha hacia la clínica.

—Ahora sí quiero que me expliques ¿Qué pasó con tu auto?— el mayor hizo una línea con sus labios.

—Digamos que... Younha desahogó su ira contra mi auto y lo destruyó con un bate— Seokjin abrió sus ojos en grande —Pero no te preocupes, ya lo mandé a reparar y dijeron que lo tendrían listo en unas semanas. Gracias al cielo tenía solución.

El entrecejo del omega se frunció notoriamente al tiempo que llevaba su vista al frente —Esa loca. Espero que nunca más vuelva a acercarse a nosotros.

—Y no lo hará. Por fin hicieron válida mi denuncia hacia ella y ahora no podrá acercarse a nosotros y muchos menos a nuestro cachorro— llevó su mano a la mejilla del contrario y la acarició con suavidad —Younha no volverá a interferir entre nosotros, eso te lo aseguro.

—Eso espero.

Algunos minutos más tarde, el taxi se estacionó frente a la clínica. Mientras el alfa pagaba por el pasaje, Seokjin se bajaba del vehículo completamente ansioso. Ya quería ver a su bebé a través de la pantalla y que el doctor le revelara su sexo de una vez.

Ambas posibilidades le emocionaban. Por un lado, tener una bebita sería genial; ya podía imaginarse a Namjoon como un padre sobreprotector y celoso con cualquier chico o chica que tratara de acercarse a su nena. Además, era también el sueño de su madre convertirse en abuela de una niña para crearle infinidad de vestidos hermosos. Esto, sin mencionar que ya tenían pensado un nombre para ella.

Y por el otro lado, tener a un lindo y revoltoso bebé era una idea que le fascinaba en igual medida. Aunque Namjoon y él no tenían pensado un nombre para niño, estaba seguro de que pronto se les ocurriría uno bueno y con significado bonito. Eso, en caso tal de que estuvieran esperando uno.

—¿Nervioso?— preguntó el mayor cuando se acercó.

—Mucho. Si no vamos ya, me va a dar algo— el moreno rió un poco por la emoción de su omega y sin decir más, ambos entraron al lugar.

Demoraron poco tiempo en recepción, pues rápidamente, la chica les indicó el piso donde se ubicaba el área de obstetricia y les confirmó la hora de su cita. Aunque claro estaba que el castaño ya sabía lo primero perfectamente.

Ahora, ambos se encontraban en la sala de espera, hablando entre sí de cualquier cosa con tal de distraerse y no desesperarse por la demora. Al fin, luego de varios minutos, el obstetra salió del consultorio.

—Paciente Kim Seokjin.

El susodicho se levantó rápidamente y caminó con prisa hacia el interior del consultorio. Namjoon lo seguía por detrás con la misma emoción.

—Buenos días— saludó el profesional una vez ambos tomaron asiento —Veo que esta vez viniste con un acompañante, Seokjin— miró a Namjoon con una sonrisa.

—Yo soy el padre del bebé— aclaró, llevando una mano al vientre del menor.

El profesional le brindó una sincera sonrisa —Muy bien, pues de una vez lo felicito por su futura paternidad. Es la primera vez que lo veo por aquí, pero espero no sea la última— Namjoon negó con una sonrisa, por lo que él prosiguió —Me imagino que esta ecografía será para revelar el sexo del cachorro ¿Estoy en lo cierto?

—Sí, doctor. Namjoon y yo estamos muertos de la curiosidad por saber— respondió el castaño sin poder borrar la sonrisa de su rostro.

—Está bien, entonces recuéstate en la camilla y alza tu camisa.

El omega hizo lo pedido mientras veía cómo el doctor preparaba todo para realizar la ecografía. Hoy no tenía tanto miedo como la primera vez, pues ahora Namjoon lo estaba acompañando y sostenía su mano para transmitirle calma, cosa que le agradecía.

El obstetra derramó el gel conductivo sobre su vientre y Seokjin se sobresaltó un poco por lo frío que era éste. Tomó el transductor de ultrasonido y empezó a pasearlo por la zona, logrando que en el monitor a su lado se reflejara la imagen del bebé.

—Vaya, miren esto. Se ve muy bien, hasta parece que se hubiera acomodado para que ustedes lo vieran— comentó risueño antes de voltear el monitor hacia la pareja.

Al verlo, los ojos de Namjoon y Seokjin se inundaron de lágrimas.

—¿Ese es mi bebé?— preguntó el alfa, todavía sin poder creerlo —Pero si está muy chiquito y bonito. Mira su nariz, Jinnie— acarició la mano del omega, quien era incapaz de retener el llanto.

—Está precioso, ha crecido mucho desde la última vez— mencionó orgulloso de ver a su pequeño frijolito crecer tan rápido.

El profesional siguió moviendo el transductor por su vientre, buscando alguna anomalía o algo que pudiera representar un problema para el embarazo. Afortunadamente, el bebé estaba teniendo un buen desarrollo y se veía sano pese al estado de salud de su progenitor.

—Su cachorro está creciendo sano y si sigue así, no creo que tenga ningún problema a la hora del parto. Eso sí, debe continuar con el tratamiento para la anemia y alimentarse muy bien, eso sin mencionar la importancia de la recuperación de su lobo. Hablando de eso ¿Cómo va ese asunto?

El castaño se mordió el labio inferior, no sabiendo qué responder.

—Pronto lo haremos, no se preocupe— el profesional enarcó una ceja —Hubo algunos problemas, pero ya los estamos solucionando. Tenga por seguro que la próxima vez que venga, ya habré recuperado a mi lobo.

Al escuchar aquello, Namjoon lo miró ilusionado. Eso significaba que...

—Está bien, espero que así sea. Pero bueno, ahora sí vamos con lo que nos interesa— empezó a mover el transductor de nuevo y se concentró en las imágenes que arrojaba el monitor —Vamos, déjate ver, pequeño o pequeña— murmuró bajito hasta que se detuvo de un momento a otro —Ya lo tengo ¿Están listos?

El alfa tomó la mano del omega y ambos asintieron con la emoción a flor de piel. El obstetra sonrió y por fin, habló.

—Felicidades, van a tener un precioso niño.

Al oír aquello, unas enormes sonrisas se esbozaron en los rostros de ambos, seguidas de las lágrimas que volvieron a aparecer.

—Un niño— musitó el alfa —¡Vamos a tener un niño! Un mini príncipe— abrazó a Seokjin emocionado, quien correspondió de igual forma, aún sin poder borrar la sonrisa de su rostro.

—Sí, alfa. Vamos a tener un bello cachorrito— el moreno se separó un poco para verlo a la cara, mostrándole una sonrisa de enamorado que calentó su corazón a niveles insospechados.

El menor levantó un poco la cabeza para acercar sus rostros y frotar su nariz contra la contraria en un beso esquimal. Namjoon le correspondió, moviendo su nariz de igual forma y se quedaron en esa posición por unos segundos más hasta que se separaron.

—Gracias— susurró el menor —Gracias por brindarme esta felicidad tan grande— llevó su mano a su vientre y lo acarició con cuidado.

Namjoon negó con su cabeza —Gracias a ti por concederme una nueva oportunidad de amarte y hacerte feliz— acarició su cabello —Te amo, te amo mucho— escondió su rostro en el cuello ajeno y plantó un besito allí, provocándole escalofríos.

El profesional, sin querer interrumpir el momento de la pareja, le dejó una servilleta a Seokjin para que se limpiara el abdomen y sin decir nada, se dirigió a su escritorio para darles un poco de privacidad.

—Yo también te amo, alfa. Los amo a los dos.

©AlejaDeMin

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