CAP 60: "Renunciar"
Al llegar al departamento, le sorprendió no encontrar a la pareja allí. Hacía rato se había despedido de Namjoon, así que no le quedaba otra que esperar a que regresaran.
Mientras miraba la soledad del lugar, una idea surcó por su mente: Haría la cena para que cuando sus amigos llegaran, se encontraran con una bonita sorpresa. De esta manera, se dirigió a la cocina y sacó de la nevera los ingredientes que necesitaba para preparar un delicioso tteokbokki. Lavó sus manos y se colocó unos guantes de cocina para comenzar a prepararlo.
Mientras cocinaba, miraba con anhelo la comida, deseaba probarla, pero sabía que si lo hacía, terminaría vomitándola. Su dieta durante el embarazo se había reducido a cosas dulces más que todo, así que era contada la comida de sal que podía probar sin sufrir náuseas.
Estaba a punto de terminar de cocinar cuando escuchó la puerta abrirse de golpe, ocasionando que se sobresaltara y por poco, se echara el contenido de la olla encima.
—Mark, ven aquí, hablemos— el alfa venía detrás del omega, quien no dejaba de llorar.
—¡Déjame solo!— se encerró en la habitación que ambos compartían, dejando a Jackson hecho un desastre en el pasillo.
Seokjin apagó la estufa y se acercó al alfa con expresión confundida y preocupada en partes iguales —¿Qué sucedió? ¿Por qué vienen así?
—Después te explico, por ahora, ayúdame a buscar las llaves. Mark está muy alterado y no es bueno dejarlo solo— el omega asintió de inmediato y se fue a buscar el llavero. Al encontrarlo en una de las cajoneras, se lo entregó al mayor con rapidez, no entendiendo nada de lo que estaba pasando.
Una vez Jackson logró entrar a la habitación, su corazón se rompió al ver al omega empacar sus cosas en una maleta mientras no dejaba de llorar.
—Mark, amor ¿Qué haces? Deja esa maleta— lo tomó de los brazos para detener sus movimientos, pero el rubio se soltó bruscamente y siguió empacando.
—Soy un inútil. Mi sueño era darte un hijo y no voy a poder hacerlo, Jack— se volteó a verlo con los ojos hinchados —¡Soy estéril! Jamás podré darte el hijo que tanto deseas, entonces ¿Para qué sigo aquí? Consiguete a un omega que sí sea capaz de procrear, no a uno defectuoso como yo— Jackson boqueó como pez fuera del agua, pero antes de que Mark pudiera seguir con lo que hacía, lo atrajo en un abrazo fuerte para no dejarlo ir.
—Basta, no digas esas cosas, por favor— susurró contra su cuello —A mí también me duele todo esto, pero si me dejas, solo harás que la herida sea más dolorosa tanto para mí como para ti.
Mark se sujetó de los hombros contrarios, no pudiendo parar de temblar ante el llanto —No es justo. Yo no hice nada malo ¿Por qué no puedo tener un cachorrito?— el corazón del alfa dolía, pero trataba de no romperse. Si lo hacía ¿Cómo iba a consolar a su omega?
—Cariño, es cierto que no hiciste nada malo. Tú no tienes la culpa de nada, así que deja de menospreciarte a ti mismo— tomó el rostro del menor entre sus manos y lo obligó a mirarlo —Eres mi novio y no estoy dispuesto a alejarme de ti solo porque no puedes procrear— con sus pulgares limpió las mejillas de Mark y le brindó una leve sonrisa para tranquilizarlo —Piensa en que hay muchos niños que no tienen papás y están en la espera de una familia que les brinde amor y cuidados, podemos ser esa familia para un cachorro indefenso.
El rubio volvió a romper en llanto.
—No sería justo para ti. Mereces a alguien que pueda darte hijos propios, conmigo tendrías que conformarte con adoptar a un cachorro porque no soy capaz de embarazarme.
Jackson le miró fijamente, sintiendo las lágrimas ganarle la batalla y resbalar por sus mejillas. Era cierto, su sueño era tener hijos propios, pero no podría. Mark era el amor de su vida, se atrevía a decir que su predestinado y estaba más que seguro de que no podría encontrar la felicidad y el amor que su omega le brindaba, con otra persona.
Es por esto, que decidió renunciar a su sueño por él.
—No importa— Mark lo miró sorprendido —Lo único que de verdad me interesa es que sigas a mi lado. Qué más da si tenemos hijos propios o adoptados, lo importante es que seremos una familia llena de amor— el menor bajó al mirada —Piensa en un cachorrito que no tiene a nadie en el mundo. Él será el hijo que tanto deseamos y nosotros seremos los padres que él tanto anhela.
Mark alzó la mirada lentamente y la conectó con los ojos contrarios. Trataba de buscar algún atisbo de duda en su novio, pero no la había, Jackson estaba completamente seguro de lo que decía.
Se sentía mal. Él más que nadie deseaba quedar embarazado y darle un bebé a su novio, pero la vida a veces era cruel y le arrebataba sus sueños más preciados a las personas que menos se lo merecían.
Pero por otro lado, estaba el punto de vista de su alfa. Era cierto, allá afuera había muchos niños y bebés que fueron abandonados por sus padres o simplemente, eran huérfanos. Darle la oportunidad de una familia a un cachorro era algo que jamás pensó, pero que ahora consideraba seriamente.
—Dame tiempo— logró decir después de un rato —Déjame pensar en todo esto y te daré una respuesta ¿Sí?
El de mechas castañas accedió de inmediato —Tómate el tiempo que necesites, pero por favor, quédate a mi lado— Mark asintió, segundos antes de abrazarlo con fuerza.
—Perdón— el mayor negó, brindando caricias al cabello del más bajo.
—Descuida, ya no pienses en eso. Por ahora, guardemos tu ropa en el armario ¿Está bien?— el omega volvió a asentir, separándose del abrazo para dirigirse a la maleta y sacar la ropa que había alcanzado a empacar.
En el marco de la puerta, Seokjin miraba la escena en silencio como un espectador. Se sintió mal por Mark, pues ya había platicado con él acerca de lo mucho que deseaba quedar embarazado, pero por otro lado, le parecía buena la idea de Jackson. Adoptar a un bebé sería una idea estupenda para ellos, podrían cumplir con ese sueño de tener una familia y al mismo tiempo, le brindarían felicidad a un cachorrito.
Decidió retirarse para dejarlos solos. Terminaría de preparar la cena y cuando terminara, empezaría a buscar trabajo por internet. Ya había visto algunas vacantes de vendedores de productos en línea, así que no perdía nada con intentarlo.
Mientras la pareja cenaba, él se sentó en el sofá con la laptop de Jackson en una mano y un paquete de galletas en la otra.
—Deberías comer lo que preparaste, Jin. Te quedó delicioso— el susodicho sonrió ante el halago del alfa, pero negó de inmediato.
—A este pequeño bebé no le gusta mucho la sal— rió suavemente mientras acariciaba su vientre de cuatro meses —Es mejor que ustedes coman, así no se desperdicia.
Mark le brindó una pequeña sonrisa. Seokjin pudo ver sus ojos hinchados y el dolor a través de su expresión. No necesitaba ser un genio para saber qué estaba sintiendo el omega.
—Aunque pareciera molesto, me hubiera gustado tener antojos y repulsión por la comida, así como tú— comentó con su semblante entristecido —Pero supongo que tendré que acostumbrarme a la idea de no tenerlos.
El castaño le brindó una pequeña sonrisa reconfortante —Mark, las cosas pasan por algo. Recuerda que después de la tormenta, viene la calma. Estoy seguro de que todo se va a solucionar y ustedes podrán cumplir su sueño de convertirse en papás.
El omega asintió en silencio, mirando su plato de comida. En verdad trataba de creer en las palabras de Seokjin, pero al ser un acontecimiento tan reciente, sus sentimientos le impedían pensar claramente en que algo bueno pudiera salir de esto.
El sonido de una llamada entrante hizo a todos poner atención en el teléfono de Seokjin. Éste tomó el artefacto y miró el nombre de quien lo llamaba.
«Namjoon Alfa»
Sin dudarlo, contestó.
—¿Hola?
—Jinnie, ya saqué la cita. No había horario disponible para esta semana, así que la dieron para el próximo lunes— la emoción era palpable en la voz de Namjoon.
—Oh, vale. No hay problema. Entonces mándame los datos de la cita por mensaje y el lunes nos vemos allá.
—Mejor dicho, nos vemos en el edificio, pasaré a recogerte en un taxi.
—¿Taxi?
—Después te explico. Nos vemos el lunes, adiós, mis amores.
Sin darle chances de responder, colgó la llamada, dejando a Seokjin con un poderoso sonrojo en sus mejillas y su corazón golpeando su caja torácica.
—Alfa bobo— murmuró avergonzado, mirando la pantalla de su celular.
Mientras tanto, Namjoon sonreía tontamente después de haber colgado la llamada. Se imaginaba la cara que estaría poniendo Seokjin en estos momentos y eso solo lo divertía más.
Estaba en la casa de sus padres, por lo que éstos se dieron cuenta de su llamada y miraban con extrañeza la sonrisa de felicidad en el rostro de su hijo.
—¿Con quién hablabas, cariño?— Daehyun se acercó a preguntarle mientras Minho paraba la oreja a unos cuantos metros de distancia.
Sin pensar en lo que aquello significaba, Namjoon no dudó en responder —Con Seokjin.
Inmediatamente, ambos progenitores fruncieron el ceño y esta vez, Minho se acercó para confrontarlo.
—¿Cómo qué hablabas con Seokjin? Y tan animado... ¿Acaso ya se reconciliaron?— al caer en cuenta, el moreno abrió sus ojos en grande sin saber qué decir. Había tenido su cabeza en otra parte y se había olvidado de decirle a sus padres lo que había pasado.
—Es que... Pasaron cosas.
El alfa mayor dejó salir un bufido molesto. Por su parte, Daehyun se mantenía serio sin decir nada.
—Pues cuéntanos entonces. Tu padre y yo estamos muy intrigados en saber porqué te estás hablando de nuevo con el omega que te hizo tanto daño.
—¡Seokjin no hizo nada!— ambos se sobresaltaron ante el grito —Cometimos un error. Tienen que escucharme.
Ambos soltaron un suspiro pesado y le indicaron que hablara.
Namjoon les contó con detalles todo lo que había sucedido en el babyshower de su supuesta hija. Les comentó lo que había hablado con Seokjin y sobre los términos en los que se encontraban en estos momentos. Una vez terminó de hablar, pudo ver que la pareja tenía una expresión de horror y arrepentimiento en sus rostros.
—¿Es eso cierto?— balbuceó el omega —Y yo no le creí cuando hablé con él. Soy un idiota— sujetó su cabello y lo jaló con algo de fuerza.
Minho detuvo sus movimientos y miró angustiado a su hijo —Tenemos que hacer algo. Cometimos una injusticia con ese pobre muchacho.
Namjoon dio un asentimiento con la misma expresión que su padre. Saber que sus progenitores habían retirado el apoyo monetario para los estudios de Seokjin solo empeoraba la situación.
—El lunes vamos a ir a revelar el sexo del bebé— informó, llamando la atención de sus padres —Podríamos reunirnos los cuatro al salir del hospital y hablarlo. Solo quiero que esto se resuelva pronto.
El alfa asintió decidido —Bien, entonces dile a Seokjin que nos veremos después de su cita. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para que tu omega retome sus estudios cuanto antes.
Namjoon sonrió agradecido y se acercó para abrazarlos, de inmediato, fue correspondido. Se sintió tan bien sentirse protegido y apoyado por las personas que le habían dado la vida.
—Apenas sepamos el sexo del bebé, se los haremos saber. Quiero hacerle una linda fiesta de bienvenida— Daehyun le brindó una cálida sonrisa.
—Yo te ayudo. Aunque tenemos que consultárselo primero a Seokjin. Quien sabe si él quiera hacer una fiesta y donde querrá hacerla.
—Es probable que en la casa de su mamá.
—Por cierto, hablando de ella... ¿Yuna está enterada de todo esto?
.....
Mierda.
©AlejaDeMin
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