CAP 59: "Un infante bastante curioso"
Seokjin se quedó en su lugar sin pronunciar nada más que simples balbuceos ininteligibles, las palabras de Namjoon seguían resonando en su mente.
¿Trauma?
El alfa vio cómo el menor sacaba las llaves de la vivienda y salía del departamento, lo aseguró y se dirigió a él.
—Creo que debemos hablar, pero no voy a arriesgarme a que Jackson te encuentre aquí. Vamos a otro lugar.
El mayor asintió con una sonrisa leve y sin decir más, ambos salieron del edificio. Mientras caminaban, el alfa veía en silencio el semblante de preocupación que Seokjin se esmeraba por disimular. Cuando llegaron al parque más cercano, el menor divisó una banca y se sentaron allí.
—Ahora sí, aquí podemos hablar con libertad. Cuéntame.
El alfa tomó una bocanada de aire para tratar de calmarse, necesitaba hablar de esto con su omega para que pudiera entenderlo.
—Verás ¿Recuerdas que te hablé hace un tiempo sobre mis anteriores parejas?— Seokjin asintió.
—Más bien, me lo mencionaste. Nunca profundizaste en detalles más allá de las infidelidades que cometieron contigo.
Namjoon hizo una pequeña mueca que Seokjin alcanzó a detectar. Sí, era cierto que nunca quiso hablarle mucho acerca de ellas debido a que eran una parte de su pasado que le dolía recordar. Tal vez fue un error no haber sido más valiente y haberlo hecho antes.
—La verdad es que... Tenías razón esa vez que me dijiste que era un alfa desesperado por no quedarme solo en la vida— el menor tragó saliva, recordando aquellas palabras hirientes que había lanzado contra él —Después de la traición de mi primer novio, creí que tenía la oportunidad de buscar a otra persona que sí me amara de verdad y no me traicionara. Por eso depositaba mi confianza y cariño en el primer omega que veía, tenía la esperanza de que la próxima vez sería diferente, que encontraría a un omega que no me viera la cara de estúpido apenas me diera la vuelta.
»Pero me equivoqué. Todas mis ex parejas me engañaron y mi esperanza de encontrar a mi predestinado se fue apagando poco a poco. Eso hasta que te conocí— tomó la mano del castaño y la entrelazó con la suya, haciendo que un sonrojo se adueñara de sus mejillas.
—¿Qué había de diferente en mí?— cuestionó con voz queda, mirando hacia sus piernas.
—Si te soy sincero, no lo sé, pero mi lobo se emocionó como nunca antes apenas te vimos. Quise conocerte un poco más, por eso te pedía que te sentaras conmigo cada vez que me servías un plato. Descubrí que no solo eres hermoso por fuera, sino que también tienes un corazón precioso. Me arriesgué una vez más y te pedí que fueras mi omega por medio de un acuerdo; creía que si te ofrecía una vida llena de lujos, me amarías más y nunca me traicionarías. Por eso me dolió tanto cuando Younha me mintió diciéndome que me habías sido infiel. Ver esas fotos me partió el corazón y ver los resultados de paternidad que decían que tu bebé no era mío, me jodió completamente.
El castaño miraba sus piernas mientras escuchaba cada palabra, su corazón palpitando dolorosamente ante los recuerdos de aquel día.
—Entiendo que tu confianza se había visto afectada por tus anteriores parejas, pero tú y yo somos predestinados ¿Tu lobo no te hizo sentir nada cuando viste los resultados? ¿Alguna cosa que te dijera que algo andaba mal?
—Sí, mi lobo se puso inquieto y trató de hablar conmigo, pero yo estaba tan cegado por la ira que no lo quise escuchar. En ese momento, cometí el error de confiar más en lo que mis ojos veían que en lo que mi lobo trataba de decirme.
Seokjin dio un asentimiento.
—Fue un error grave que nos costó mucho, Namjoon— el mencionado lo miró entristecido —Yo jamás te di motivos para desconfiar de mí, al menos podías dudar o sugerir que el examen estaba erróneo, pero me condenaste de inmediato y preferiste creerle a la persona que más te ha hecho daño que en mí.
El alfa llevó ambas manos a su cabeza y jaló su propio cabello, desesperado.
—Lo sé, fui un completo imbécil, dejé que mis inseguridades me dominaran y desconfié de la única persona que no ha hecho más que amarme y brindarme su cariño— se levantó del asiento, pero solo para arrodillarse frente al menor y tomar sus manos entre las suyas —Por favor, perdóname, Jinnie.
El susodicho miraba con los ojos bien abiertos al alfa que se estaba humillando en público, solo para pedirle perdón. En ese momento, cayó en cuenta de que Namjoon le estaba pagando la humillación que le hizo pasar en el hospital.
—Por favor, levántate— pidió en un susurro —Hay muchas personas viéndote.
—No me importa— respondió sin moverse de su lugar —Haré esto y muchas cosas más con tal de que me perdones y me permitas volver a tu lado.
Seokjin no sabía qué hacer. Sentía pena por el alfa frente a él, pero no podía simplemente perdonarlo, no todavía. Necesitaba tiempo.
—Escucha, tienes que ser paciente. No puedo olvidar lo que hiciste de la noche a la mañana, necesito pensar en todo esto y que te arrodilles frente a mí ahora, no hará que te perdone— Namjoon lo miró asustado, pero antes de que pudiera sacar sus propias conclusiones, se vio siendo ayudado a ponerse de pie —Sin embargo, no sabes cómo aprecio que estés yendo a terapia. Eso me dice lo mucho que te estás esforzando por cambiar y te lo agradezco.
La expresión del alfa cambió de inmediato y una sonrisa se dejó apreciar en su rostro. Seokjin pudo apreciar una vez más los hoyuelos que le tenían enamorado y su corazón le traicionó de nuevo, latiendo con fuerza al punto de hacerle creer que Namjoon podría llegar a escucharlo.
—Muchas gracias, cariño— lo abrazó por la cintura, provocando que el menor se sonrojara poderosamente.
—O-oye, suéltame. Hay un niño viéndonos— al decir aquello, ambos se giraron a ver a un pequeño de aproximadamente cuatro años, viéndolos fijamente con un dedo en la boca.
Inmediatamente, Namjoon se alejó de Seokjin y se colocó de cuclillas frente al cachorro.
—Hola, pequeño ¿Dónde está tu mamá?— el infante, sin decir una palabra, señaló a una mujer que venía corriendo a toda velocidad hacia ellos con expresión preocupada.
—¡Lo siento! Salió corriendo y lo perdí de vista— se disculpó, tomándose un momento para recuperar el aire que había perdido —No vuelvas a hacer eso, Taehyung, casi me matas de un infarto.
El pequeño miró a su mamá con una sonrisa infantil y señaló el vientre de Seokjin.
—Mira mami, allí está bumbum— el castaño y el moreno fruncieron el entrecejo, no entendiendo a qué se refería el niño.
La mujer pareció entender la expresión de sus rostros, pues rápidamente negó con su cabeza y tomó la mano de su hijo. —Tae suele hablar de un tal bumbum todo el tiempo, dice que era su predestinado en su vida pasada— soltó una suave risa —Creo que tengo que controlar las horas que pasa frente a la televisión. Si me disculpan.
Comenzó a caminar en dirección contraria, logrando que el tal Taehyung comenzara a llorar mientras estiraba su manita hacia el vientre de Seokjin y gritaba el nombre de "Bumbum" hasta que se alejaron lo suficiente para perderlos de vista.
Una vez estuvieron de nuevo solos, el menor se sentó en la banca y acarició su vientre, confundido —Eso fue extraño.
Por su parte, el mayor soltó una pequeña risa y se sentó a su lado —¿Crees que nuestro cachorro sea el predestinado de ese niño?
Seokjin negó con su cabeza —Aún no sabemos si mini Jin será niño o niña. Tal vez más adelante lo descubramos.
Ante esto, los ojos del alfa se iluminaron al igual que su sonrisa —¿Y si nuestro bebé es un niño?
Seokjin le codeó suavemente —Oye, primero déjalo nacer. Si ese niño tiene razón, no hará falta que nosotros intervengamos. Además ¡Deja de pensar en esas cosas! Ni siquiera lo he tenido en brazos y ya le estás enlazando con un niño.
Namjoon soltó una carcajada, provocando que Seokjin arrugara su nariz por la molestia. Una vez se hubo calmado, soltó un suspiro y se dirigió emocionado al menor.
—¿Y si esta semana vamos a revelar el sexo del bebé?— al oír la idea, a Seokjin se le iluminaron los ojos.
—¡Sí, sí! Acabo de cumplir cuatro meses, así que ya se puede saber— el mayor sonrió ampliamente.
—Muy bien, entonces sacaré la cita y te enviaré la información por mensaje ¿Te parece?— Seokjin asintió, estando de acuerdo.
Sacó su teléfono para mirar la hora y abrió sus ojos en grande al ver lo tarde que era. Posiblemente, Mark y Jackson ya habían regresado al departamento y él seguía por fuera.
—Namjoon, tengo que irme ya— se levantó de su asiento, llamando la atención del mencionado —Nos vemos después, quedo atento a tu mensaje— empezó a caminar, pero pronto sintió que el alfa lo seguía.
—Déjame acompañarte, por favor.
Seokjin dudó un poco, pero terminó por acceder —Está bien.
El consultorio se había quedado en silencio mientras el médico revisaba los resultados de los exámenes de sangre. También habían ido con el ginecólogo para que revisara a Mark y determinara si todo marchaba en orden.
El rubio estaba nervioso, se evidenciaba en la forma en que movía sus manos y sus pies mientras esperaba impaciente la respuesta del médico. El de mechas castañas estaba casi en la misma situación, solo que él sabía disimular mejor la emoción que la situación ameritaba.
Después de algunos minutos de silencio, por fin, el profesional habló.
—Muy bien, estuve revisando tus resultados, Mark y al parecer no hay ningún error— el susodicho se mantenía expectante. El médico se quitó los lentes y lo miró directamente a los ojos —Lo lamento mucho, pero usted no está en estado de gestación.
La sonrisa que el omega tenía disminuyó gradualmente hasta desaparecer. Una vez más, recibía tan amarga noticia.
El alfa abrazó a su novio para tratar de consolarlo, aunque por dentro, él también se estaba sintiendo miserable ¿Qué pasaba? ¿Por qué después de estarlo intentando tanto, Mark no quedaba en embarazo? Se sintió el alfa más inútil al pensar en la posibilidad de que el problema podría ser él y no su omega.
—Comprendo que la tristeza que sienten ahora es mucha, pero tengo que darles otra noticia— ambos lo miraron entristecidos, pero aun así, le indicaron que hablara —Revisé la historia clínica de usted, señor Jackson y déjeme decirle que está en perfectas condiciones de fertilidad— esta vez se dirigió a Mark con una expresión de pena que lo alertó —La razón por la que usted no ha podido quedar embarazado es porque usted es estéril.
Los ojos del omega se abrieron en grande poco antes de llenarse de lágrimas. Un jadeo salió de su boca, pero nada más, no pudo pronunciar una palabra.
Jackson miró al profesional con el entrecejo fruncido y se levantó bruscamente de su asiento —Revise bien, debe haber un error. Mi omega no puede ser estéril, el resultado está mal.
El médico lo miró con pena —Lo lamento, señor Wang, pero es así, estuvimos haciéndole un seguimiento al señor Mark desde hace meses y los resultados siempre fueron los mismos.
—P-pero debe haber un tratamiento, algo que nos ayude para que podamos tener una familia— el omega alzó su mirada esperanzado, aún con las lágrimas resbalando por sus mejillas.
—Lo siento mucho, pero no hay tratamiento para su condición de esterilidad. Aunque lo sometiéramos a un tratamiento para tratar la infertilidad, las posibilidades de quedar embarazado serían nulas. Perdón por ser tan duro, pero no quiero darle falsas esperanzas.
Solo eso bastó para que el omega saliera del consultorio con el corazón roto y las esperanzas de tener un cachorro, destruidas.
©AlejaDeMin
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