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CAP 53: "Rivales"

Seokjin lo miró como si estuviera haciendo una especie de mala broma.

Al percatarse de esa mirada, el alfa rápidamente procedió a añadir —Mi lobo se siente a gusto contigo, eres el omega más precioso que he conocido y realmente puedo idealizar una vida feliz junto a ti.

—Eso no quiere decir que seamos predestinados— contestó seco —Jaehwan, me haces perder el tiempo. Si me disculpas...

—¡Sé cual es tu tercer olor!— el menor se le quedó mirando con los ojos abiertos y el entrecejo fruncido. Al ver que no diría nada, el alfa se acercó para tomar sus manos y mirarlo fijamente —Tu tercer olor es miel. Posees un aroma exquisito— enterró su rostro en su cuello para aspirar el olor con mayor profundidad.

Seokjin cerró los ojos, quedándose en la misma posición. A su mente llegó el recuerdo de aquella charla con su madre y la contestación que ella dio a su pregunta.

«—¿Y si alguien me miente diciéndome mi supuesto tercer olor y yo le creo?

—Tu lobo va a saber manejar la situación en ese caso, no te preocupes.»

El asunto es que ahora no tenía a su lobo. Sin embargo, Seokjin no lo consideraba necesario en estos momentos.

Apartó con brusquedad a Jaehwan y le propinó una fuerte bofetada que dejó tatuada su mano en su mejilla. Se sentía asqueado.

—No vuelvas a mentir con un asunto tan delicado, puedes arruinar la vida de una persona con solo un par de palabras— el mayor lo miró con los ojos bien abiertos por la sorpresa.

—Pero, Jinnie. Amor...

—¡No me digas así!— sus ojos solo demostraban lo furioso que estaba en estos momentos, no cabía el racionalismo en su mente —Eso que dices, es mi tercer aroma, es una loción en crema que me aplico todos los días. Mi verdadero olor lo perdí junto a mi lobo, eso pasó antes de entrar a la universidad.

El alfa lo miró confundido y preocupado. —¿Qué?

Seokjin bajó la mirada, no por sumisión, sino por no mostrar sus ojos llenos de tristeza al alfa engreído frente a él.

—Perdí a mi lobo un día que peleé con Namjoon. Me enteré de que iba a tener un hijo con su ex novia y reaccioné de la peor manera— le contó, sintiendo un nudo en su garganta que se negaba a soltar —Lo herí y provoqué que perdiera a su lobo, así como el mío. Después de un tiempo nos reconciliamos y él se dio cuenta de que yo también estaba en embarazo. Quiso llevar las cosas en paz con ambos, iba a ser padre de dos omegas distintos, pero eso no le impedía darle el amor a ambos cachorros... Pero su ex novia no pensaba lo mismo. Al cabo de un tiempo, mi alfa recuperó a su lobo, pero yo no recuperé al mío. Luego surgió la pelea por el beso que me diste y ella aprovechó para llenarle de cucarachas la cabeza— hizo una pausa, le dolían demasiado las sienes —Yo... No tengo mucho tiempo de vida ahora que no tengo a mi alfa. Mi única salvación era que me marcara, pero ahora no quiere ni verme. Me preocupa no poder dar a luz a mi bebé antes de morir, no es justo que él también muera por acciones de otros.

Una lagrima rodó, pero no fue precisamente de Seokjin.

—Jin, yo... Lo siento mucho, te juro que no sabía— se apresuró a limpiar su mejilla al tiempo que lo miraba preocupado —Voy a confesarte algo. Ese día, yo estaba con Younha y ella me pidió que te besara para que pudiera tomar unas fotos y poder mostrárselas a tu alfa.

Seokjin quiso golpearlo, pero ya se lo imaginaba.

—Ella quiere a Namjoon solo para ella. La única razón por la que acepté colaborar es porque creí que terminando con tu alfa, podrías darme una oportunidad... Pero estaba equivocado, no puedo obligarte a que me ames... Por favor, perdóname.

Se acercó para abrazarlo y aunque el castaño se negó en un principio, pudo percibir el olor a remordimiento y no vio dobles intenciones de por medio, por lo que se dejó abrazar, pero no correspondió.

—Al menos aceptas que hiciste las cosas mal— dijo después de separarse —Espero que encuentres a tu omega predestinado y que en verdad pueda corresponderte— se encaminó hacia la salida —Esta será la última vez que nos veamos.

Jaehwan caminó hacia él. —¿Cómo dices?

—Mis suegros me quitaron el apoyo monetario porque piensan que le fui infiel a su hijo, así que ya no puedo seguir estudiando, acabo de cancelar la matricula.

Sin decir más, salió del lugar, dejándolo con el corazón latiendo en arrepentimiento por lo que había ocasionado.

Las cosas en el restaurante habían mejorado últimamente.

Gracias a la ayuda de Mark, el negocio de comida china se había popularizado en las redes sociales, obteniendo muy buenas reseñas por los clientes que habían tenido la oportunidad de almorzar allí.

Había sido buena idea aprovechar las habilidades de su novio para el manejo de redes sociales y publicidad, pues ahora, no solo tenían una página en la que publicaban los platillos de la carta junto a sus respectivos precios, sino que también, habían empezado a realizar ceremonias para cumpleaños y reuniones pequeñas que los clientes podían aprovechar en cada ocasión especial. De este modo, la popularidad del negocio iba en aumento y por supuesto, Jackson le pagaba a su novio una parte de las ganancias por haber atraído a tantos clientes.

Hoy era un día relativamente tranquilo, faltaba poco para el mediodía, por lo que ambos hermanos sabían que no tardaría mucho en llenarse el local.

El sonido de la campanilla anunciando un nuevo cliente los hizo salir de la cocina para ir a atender, sin embargo, sus sonrisas de cortesía desaparecieron al ver frente a ellos al alfa que habían tenido que echar hace un tiempo.

—¿Qué demonios haces aquí?— el menor de ambos se encaminó hacia él, hablando bajo para no incomodar a los demás clientes —¿Qué no te quedó claro que no queríamos volverte a ver por aquí?

Jaehwan abrió su boca para responder, pero se calló de inmediato al ver a Inari acercarse peligrosamente hacia él. —Lárgate de aquí, no queremos que molestes a los clientes.

—Yo solo venía a pedirles un favor— mencionó en un tono de voz relativamente bajo —Por favor, escuchenme.

Ambos hermanos lo miraron con ironía.

—Osea, tras de todo lo que le hiciste a Seokjin ¿Ahora vienes a pedirnos favores? ¿Dónde está tu orgullo de alfa?

La respuesta a esa pregunta ni siquiera Jaehwan la sabía. Jamás, en sus veintiún años de existencia, se le había ocurrido estar haciendo esto por un omega que ni siquiera había correspondido a sus sentimientos. No obstante, tenía presente que la había regado y estaba arruinando la vida del chico más lindo que había conocido.

No había podido dejar de pensar en lo que Seokjin le había dicho el día anterior. Estaba muriendo y él tenía parte de la culpa. No podía permitirse a sí mismo quedarse de brazos cruzados; no se podría perdonar jamás haber acabado con la vida de un omega y su cachorro por culpa de un capricho suyo, tampoco era tan hijo de puta.

Era por eso que ahora mismo estaba quebrantando su orgullo frente a ambos alfas.

—Sé que lo que le hice a Seokjin es imperdonable, pero ya me enteré de todo. Sino es marcado cuanto antes por su verdadero alfa, va a terminar muriendo antes de que dé a luz— ambos se le quedaron mirando preocupados; si bien sabían que el estado de Seokjin era delicado, no pensaban que tanto. El castaño no se los había planteado de esa manera.

—¿Hablaste con él?— asintió.

—Ayer cuando fue a la universidad. Yo solo quiero reparar el daño que causé, necesito hablar con su alfa y por eso vine hasta aquí, necesito que por favor me den la dirección de su casa.

Inari y Jackson se miraron mutuamente, discutiendo mentalmente si aquello era buena idea. Al final, decidieron aceptar, de todos modos, era un asunto en extremo delicado y Namjoon no escucharía a ninguno de los dos. No perdían nada con intentarlo.

—Está bien, espero que de verdad estés arrepentido— el de mechas castañas fue por un bloc de notas, anotó la dirección de la casa y le ofreció el papel —Ten, espero que te escuche.

—Gracias— recibió el papelito e hizo una venia como agradecimiento. Haré todo lo posible para arreglar esto.

Sin decir más, salió del local, dejando a ambos alfas con la esperanza de que todo este asunto se arreglara de una vez por todas.

Fue un largo trayecto el que tuvo que recorrer para encontrar la dirección que le habían proporcionado. Tuvo que tomar dos buses y luego caminar quince minutos para llegar al lugar, aunque ahora que veía la mansión frente a sus ojos, se preguntaba si en verdad allí vivía el tal Namjoon o si le habían gastado una mala broma.

Decidió caminar hasta el portón y tocar el timbre, esperó unos cuantos segundos y volvió a tocar. Nada. Nadie le abría la puerta.

Sin embargo, ya había llegado hasta allí y no se iría tan fácilmente. Esperaría lo necesario hasta que el dueño de dicha mansión se dignara a abrirle.

Unos minutos después, Jaehwan logró vislumbrar un Ferrari llegar a la vivienda. El auto se estacionó frente a la entrada y la puerta del conductor se abrió, dejando ver al moreno que había visto besar a Seokjin aquella vez. Dio un suspiro de alivio, no se había equivocado.

Se acercó temeroso hacia el de cabellos cenizos y aclaró su garganta antes de hablar.

—Buenas tardes... ¿Usted es Namjoon?— se dio un facepalm por la pregunta tan estúpida.

El susodicho lo miró serio y asintió. —Así es ¿Quién es usted?

El alfa dudó un poco en responder, el aura del contrario le intimidaba al punto de hacerle bajar la cabeza a su lobo. Ay, esto se iba a poner feo.

—Mi nombre es Lee Jaehwan, vine a hablar con usted sobre...— no alcanzó a terminar debido a que el puño del contrario se encajó en su pómulo, haciéndole caer al suelo.

Namjoon lo miraba con los ojos enfurecidos. Su rostro se le había hecho familiar, pero escuchar su nombre le hizo recordar las fotos de aquella vez. Ese era el alfa que había besado a su omega.

Tú, desgraciado ¿Qué mierda haces aquí?— el contrario se levantó rápidamente, aunque adolorido por el golpe.

—Vine a hablar con usted... ¡Espere!— tuvo que correr hacia el auto y rodearlo para evitar ser golpeado de nuevo.

—No tengo nada de qué hablar con una escoria como usted. Lárguese de mi casa sino quiere terminar en el hospital— rodeó el auto para tratar de alcanzarlo, pero el contrario fue más rápido y se pasó al otro lado.

—Claro que hay algo de lo que debemos hablar ¿O es que acaso el nombre de Seokjin no le suena?— el contrario volvió a perseguirlo, pero no pudo alcanzarlo antes de que él rodeara el auto de nuevo.

—¡No menciones su nombre, desgraciado! Vi las fotos en las que lo besabas, ver tu rostro me provoca náuseas.

—¡Ya lo sé! ¿Okay? Escucha, solo quería decirte que Seokjin no estuvo de acuerdo con que yo lo besara aquella vez... Yo lo besé a la fuerza.

Esta vez, no corrió con tanta suerte debido a que Namjoon lo alcanzó y lo tiró al suelo. Una vez allí, se posicionó sobre él y empezó a lanzarle golpes que a veces él lograba esquivar o retener.

—¿Y con qué fin vienes a decirme esto? ¿Crees que no lo sé? Seokjin me dijo que lo acosabas y que ese día lo besaste a la fuerza... Aunque ahora ya no estoy tan seguro— masculló esto último por lo bajo, pero lo suficientemente alto como para que Jaehwan lo escuchara.

—¿Y por qué ya no estás tan seguro?— cuestionó con el entrecejo fruncido, sosteniendo con fuerza los puños contrarios para evitar que éstos fueran a dar a su rostro.

—Porque él me fue infiel y así como me puso los cuernos con mi mejor amigo, fácilmente pudo habérmelos puesto contigo— el contrario le miró con una sonrisa amarga.

—Ay amigo, qué más hubiera querido yo que Seokjin me correspondiera— Namjoon lo miró con el entrecejo fruncido —No importó la cantidad de regalos que le di ni lo mucho que le demostré lo interesado que estaba en él, Seokjin nunca me hizo caso porque al único que ama es a ti.

El moreno detuvo sus golpes, sin embargo, no se apartó de encima. Al ver que estaba siendo escuchado, decidió continuar.

—Conocí a Lee Younha hace poco. Ella se dio cuenta de que yo estaba interesado en Seokjin y me propuso colaborar con ella para separarlo de ti— el contrario lo miró con el entrecejo fruncido a más no poder —Ese día yo besé a Seokjin a la fuerza para que Younha pudiera tomarnos varias fotos. Ella dijo que te quería solo para ella y yo acepté porque quería a Seokjin solo para mí, pero ayer cuando lo vi, traté de acercarme y le pedí una oportunidad ahora que no estaba contigo ¿Y sabes qué? Me mandó al diablo.

Namjoon se apartó de encima y se levantó, Jaehwan imitó su acción unos segundos después.

—¿Entonces, Seokjin nunca tuvo nada contigo?— el contrario negó.

—No y dudo mucho que haya tenido algo con tu mejor amigo. Está muy preocupado por su cachorro. Me contó que está delicado en salud y que sino lo marcas, va a terminar muriendo junto a su bebé.

Al escuchar eso, una sensación horrible se situó en la boca de su estómago. Era consciente de que el embarazo de Seokjin era de alto riesgo y que debía marcarlo cuanto antes para devolverle a su lobo, pero con toda esta situación, lo había olvidado por completo.

—Pero... Los resultados de paternidad... ¿Y si yo no soy su verdadero predestinado?

Jaehwan lo miró con pena. No podía creer que había estado colaborando con una persona como Younha, tan caprichosa y egoísta que no era consciente de lo que sus acciones estaban provocando.

—Amigo, solo te digo que confíes más en tu lobo y empieces a desconfiar de esa omega. Yo a Younha no le creería ni lo que reza.

Dicho esto, le dio dos palmadas en el hombro y se fue del lugar, esperando que el dolor en su rostro haya valido la pena.

Mientras tanto, Namjoon se mantenía en el mismo lugar, sus puños cerrados con fuerza debido al enojo que se apoderaba cada vez más de él. Su cabeza no podía dejar de sobre pensar toda la información que acababa de recibir.

«Te lo dije»

¿Qué piensan de Jaehwan ahora?

Agarrense porque el siguiente capitulo se viene fuerte.

©AlejaDeMin

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