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CAP 46: "Igual a los demás"

Gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas e iban a parar a su mentón, aun así, la mirada fría del alfa no desapareció. Ya no confiaba en él y no sabía si aquellas lágrimas eran verdaderas.

Younha se mantuvo en silencio mientras pensaba en algo que "pudiera remediar esta situación", se sentó en uno de los sillones y miró sin expresión alguna a la pareja cuando una idea cruzó por su mente.

—Ya no peleemos más— alfa y omega la miraron, éste último todavía llorando —Saquemos la verdad a relucir de una vez.

Namjoon la miró con los brazos cruzados —¿Y qué sugieres?

—Hagamos una prueba de paternidad.

Tanto Seokjin como Namjoon se quedaron atónitos ante esa propuesta, ambos fruncieron el entrecejo, pero fue Seokjin quien habló.

—Genia ¿Sí sabes que para eso hay que esperar a que ambos bebés nazcan? Yo no tengo todo ese tiempo— el lobo de Namjoon se removió inquieto al escuchar lo último, sin embargo, él no dijo nada al respecto y Younha tampoco preguntó.

—Tonto, no hay necesidad de esperar todo ese tiempo. Podemos hacer la prueba de paternidad a través del líquido amniótico. Se saca una pequeña muestra con una aguja que atraviesa el vientre sin llegar a lastimar al bebé. Es igual de efectiva y puede hacerse cuanto antes.

El castaño lo pensó por un momento. Realmente, la idea de que una aguja le atravesara el vientre no le agradaba para nada, pero en estos instantes, no veía otra manera de demostrar su inocencia en todo esto.

—Claro, a no ser que tengas miedo de que la verdad salga a la luz.

El omega negó de inmediato —Por supuesto que no tengo miedo, yo tengo mi consciencia limpia y sé que esos exámenes sacarán a Namjoon de dudas— miró al moreno de forma seria y dolida —Si necesita una prueba de paternidad para volver a confiar en mí, está bien, lo acepto.

Younha miró a Namjoon en espera de su respuesta, por lo que él simplemente asintió sin decir una palabra.

—Perfecto, entonces sacaré la cita— dicho esto, se sentó en el sofá, sacó su teléfono y marcó el número de la clínica. Segundos después, la operadora contestó y ella empezó a dar los datos necesarios. En determinado momento, tuvo que pedirles sus documentos de identificación a Namjoon y a Seokjin, por lo que éstos se los facilitaron. Después de una espera interminable que al cabo fueron solo unos minutos, colgó —Ya está. Me dijeron que la cita quedó para mañana a las nueve de la mañana ¿Esa hora está bien para ustedes?— ambos asintieron —Bien, entonces me voy. Nos vemos mañana en la clínica.

Sin decir más, la pelinegra salió de la residencia, dejando el ambiente bastante tenso entre alfa y omega.

Seokjin trató de acercarse a Namjoon, pero éste se alejó —Estaré en mi habitación— avisó antes de subir las escaleras y encerrarse en la anterior mencionada.

Cuando estuvo solo, volvió a romper en llanto. Tratando de limpiar sus mejillas, se sentó en el sofá y comenzó a acariciar su vientre, no quería que las emociones que estaba experimentando ahora lastimaran a su bebé.

Recostó su cabeza en el espaldar del sofá y soltó un suspiro cansado —Tu papi solo está confundido, ya verás que todo se va a solucionar, mi corazón.

Aquella era una promesa que a pesar de anhelarla desde lo más profundo de su ser, no sabía si se cumpliría.

Las horas pasaron y el sol bajó, dando paso a la fría noche.

Seokjin optó por hacer la cena, ya que Namjoon aún se mantenía encerrado en su cuarto. Quiso hacer algo sencillo y rápido, por lo que decidió preparar chapagettis con salsa de sésamo. Sirvió todo en dos platos y colocó éstos en una bandeja, acompañó con dos vasos de jugo y subió al cuarto de su alfa con la esperanza de que éste le abriera la puerta.

Sostuvo la bandeja con una sola mano y con la que tenía libre, tocó la puerta.

—Nammie, preparé la cena, por favor, ábreme— volvió a tocar la puerta.

—No tengo hambre, vete.

Hizo sus labios una línea. Aunque el moreno no quisiera verlo, no se rendiría tan fácilmente.

—Sí sabes que tengo las llaves de tu cuarto y puedo abrir esta puerta cuando quiera ¿Verdad?— no recibió respuesta —Por favor, solo abre la puerta. Tienes que comer algo.

En ese momento, la puerta se abrió de golpe, dejando ver a Namjoon con un aspecto preocupante. Tenía los ojos hinchados y el cabello revuelto. Miró hacia el interior de la habitación y se sintió mal al ver todo desordenado y la mayoría de cosas en el suelo.

El alfa lo veía con el enojo palpable en su mirada y la mandíbula tensa, como si se estuviera conteniendo de gritarle. A pesar de su aspecto atemorizante, Seokjin se acercó y le mostró los platos con comida.

—Te dije que no tengo hambre— repitió, apretando sus dientes —¿Qué acaso no lo entiendes? No quiero verte, Jin. Me lastimaste. Terminaste siendo igual que los otros omegas que fueron antes que tú.

Las lágrimas picaron en sus ojos nuevamente.

—Yo no soy igual que ellos, Nammie. Yo soy diferente, yo sí te amo— insistió, tratando de que su voz no se quebrara —Si tan solo me dejaras explicarte lo que en verdad sucede, no me estarías diciendo todas estas cosas horribles.

El más alto lo miró incrédulo al tiempo que se apoyaba en el marco de la puerta, bufando por lo bajo —¿Y para qué voy a escucharte? ¿Para que me sigas mintiendo? Si fuera cierto que ese alfa te besó a la fuerza ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué te callaste algo tan importante?

El menor no supo qué responder. Namjoon tenía razón en desconfiar de él. Él tenía la culpa por no haberle hecho caso a Jackson y decirle cuando tuvo la oportunidad.

—Porque fui un idiota, por eso no te lo dije— respondió al cabo de unos segundos —Creí que no tendría mayor importancia y no importaría si te lo ocultaba...

¡Pues ya ves que sí!— le gritó usando su voz de mando, arrepintiéndose al ver cómo Seokjin soltaba la bandeja por el miedo, haciendo que los platos se quebraran y la comida se regara en el suelo.

El castaño sostenía su vientre temblando, sus ojos llenos de lágrimas y su cabeza gacha.

Por primera vez, Namjoon pareció entrar en razón y trató de acercarse a él, pero esta vez fue Seokjin quien retrocedió.

—No te me acerques.

Salió corriendo en dirección a su habitación y se encerró allí, sintiendo su corazón doler como nunca antes. Se deslizó por la puerta hasta terminar sentado en el suelo y cubrió sus oídos para no escuchar la voz de Namjoon llamándolo del otro lado de la puerta.

—Jinnie, lo siento. Por favor, ábreme. No quise gritarte— tocaba el mueble de madera desesperadamente —Estaba enojado, por favor hablemos.

Pero el menor no abrió la puerta, esta vez era él quien no quería hablar.

Había querido ir a la casa de su mejor amigo durante la tarde, pero debido a un inconveniente que se presentó en el restaurante, no pudo hacerlo. Así que ahora estaba tocando el timbre de la residencia alrededor de las ocho de la noche. Estaba haciendo mucho frío, tanto que su nariz, mejillas y orejas estaban rojas, pero debía ir para asegurarse de que Seokjin hubiera cumplido con su palabra.

Tras unos segundos tocando, la puerta fue abierta, dejando ver a un Namjoon completamente destrozado.

—¿Nam? Demonios ¿Qué te pasó?— preguntó preocupado al tiempo que ingresaba a la casa. Su primer instinto fue mirar en todas direcciones —¿Dónde está Seokjin?

—Encerrado en su cuarto— respondió con la voz rota —No quiere salir.

Jackson lo miró con el entrecejo fruncido —¿Qué le hiciste?

El moreno no le respondió de inmediato, en su lugar, le hizo señas para que lo siguiera hasta la sala. Una vez allí, se sentaron y el mayor se tomó su tiempo para hablar.

—Tuvimos una discusión bastante fuerte— comenzó —Jackson... ¿Tú sabías que Seokjin me engañaba con otro alfa?

El menor abrió sus ojos como platos y su entrecejo se frunció notoriamente —Espera ¿Qué? ¿Qué mierda pasó? Explícame primero.

Namjoon soltó un suspiro pesado —Esta tarde vino Younha a decirme que había visto a Seokjin besarse con otro tipo a la salida de la universidad— tomó las fotos que aún permanecían en la mesa y se las entregó al de mechas castañas, éste las examinó en silencio —Me mostró estas fotos y cuando Seokjin llegó, lo confronté para que me explicara.

—¿Y te dio una explicación?

Namjoon negó —Empezó a discutir con Younha y después no quise escucharlo a pesar de que trató de hablar conmigo— sostuvo su cabeza con fuerza debido el estrés —Jackson, yo... Le grité usando mi voz de mando.

El susodicho se colocó de pie de golpe —¿Qué demonios? Namjoon, sabes que está embarazado y si un omega de por sí es sensible a la voz de mando, uno en cinta es peor.

El mayor asintió —Por eso está encerrado. Traté de disculparme, pero no quiso abrirme la puerta. ¿Sabes qué me dijo?— Jackson negó —Que me fuera, que no quería que le hiciera daño a él y al bebé. ¡Me tiene miedo y todo por mi culpa!

Jackson cerró sus ojos al tiempo que sostenía el puente de su nariz con sus dedos. Ahora comprendía el porqué del estado de su amigo.

—Namjoon ¿Puedo decirte algo como tu mejor amigo que soy?— el mayor asintió —Eres un completo idiota.

El moreno lo miró con el entrecejo fruncido, pero antes de que pudiera reclamarle algo, el más joven habló.

—Ya que no quisiste escuchar a Seokjin, entonces tendrás que escucharme a mí— se volvió a sentar y lo miró de frente —El alfa que aparece en estas fotos se llama Lee Jaehwan y para tu información, no es el amante de tu novio, sino el alfa que lo ha estado acosando desde que entró a la universidad.

Namjoon se quedó estático —¿Qué?

—Así como lo oyes. Inari y yo estuvimos presentes cuando ese tipo entró al local por primera vez, después siguió viniendo prácticamente todos los días, pero ¿Te digo algo? Estamos seguros de que no siguió frecuentando el lugar por la comida, sino más bien, porque quería que Seokjin lo atendiera.

Los puños del moreno se cerraron con tal fuerza que provocó que sus nudillos adoptaran un color blanco.

—Veo que estás enojado, pero descuida, el asunto no acaba ahí. Cuando Seokjin ingresó a la universidad, me comentó que Lee estudiaba allí mismo y para colmo, en su misma facultad. Trató de llevar una relación amistosa con él, pero un día me dijo que ese alfa le había pedido dejarte y darle una oportunidad a él. Obviamente lo rechazó, pero él siguió insistiendo y desde ahí empezó a acosarlo. Le llevaba regalos y dulces a la universidad, pero a pesar de todo, él nunca quiso aceptarlo. No fue sino hasta que un día lo vi acercarse demasiado a tu novio en el local, que lo confronté. Yo también pensé que te estaba engañando, pero cuando me lo contó todo, le dije que se alejara de ese tipo y te contara lo más pronto posible.

—Pero... ¿Por qué nunca me lo dijo?

—Dijo que trató de hacerlo en varias ocasiones, pero siempre que iba a contarte, ocurría algo y no se lo permitía. Incluso ayer hablé con él por videollamada y me contó lo del beso. Me dijo que Jaehwan lo besó a la fuerza y lo abrazó para que no se pudiera alejar. Por eso se me hace raro que Younha viniera hoy con esas fotos a decirte que Seokjin te era infiel. ¿No se te hace sospechoso?

Namjoon frunció el entrecejo —¿Qué quieres decir?

—No quiero levantar falsos testimonios, pero algo me dice que esa omega y el acosador de Lee tienen algo que ver. Solo piensa, Younha te quiere para ella y Jaehwan quiere a Seokjin para él, no me sorprendería que ese par esté haciendo todo esto para separarlos.

Namjoon abrió sus ojos ante esa nueva posibilidad. Sí se le hacía demasiado raro que Younha estuviera en el momento exacto en que Seokjin era besado por ese alfa y tuviera el suficiente tiempo para tomarle varias fotos. Era una coincidencia demasiado grande y ahora la ponía en tela de juicio.

—Jackson, en verdad, muchas gracias por abrirme los ojos— le palmeó el hombro —Ahora me siento como un completo idiota.

El alfa menor resopló y lo miró sarcástico —¿En serio? Qué raro viniendo de tu parte— Namjoon lo miró mal —Anda y mejor pídele disculpas a Seokjin.

—Espera... Hay algo más.

—¿Qué pasa?

El moreno sabía que Jackson se enojaría por esto, pero debía decírselo —Younha acusó a Seokjin de que, posiblemente, el hijo que lleva dentro no es mío. Yo no sabía qué pensar en ese momento, así que acepté la propuesta de ir mañana a hacer una prueba de paternidad con ambos.

El menor torció los ojos y se dio un facepalm.

Esto ya no es idiotez, Kim Namjoon, esto sobrepasa los límites y roza con la estupidez. ¿Cómo se te ocurre aceptar esa locura? Aunque... Pensándolo bien, así salimos de dudas de una buena vez.

—¿A qué te refieres?

—Sabes que Younha no es de mi especial agrado por todo el daño que te hizo, por eso mismo, no me sorprendería que esa bebé no fuera tuya— Namjoon apretó los puños ante aquella mención —Oye, no te enojaste así cuando Younha dijo que el bebé de Seokjin no era tuyo ¿O sí?— y en ese momento, el mayor se relajó. Era cierto, no había reaccionado de la misma forma por estar cegado por el enojo.

—Tienes razón, lo siento.

—Bien. Decía que con esa prueba de paternidad, vas a poder descubrir si esa cachorra es tu hija o no. Sabes que el hijo de Seokjin sí es tuyo, así que puedes estar tranquilo por ese lado.

El mayor asintió. Su mejor amigo tenía razón, mañana confirmaría todo de una vez por todas y sacaría a sus padres de dudas. Ahora solo le quedaba hablar con su chico para pedirle perdón.

—Gracias por decirme todo esto... Oye, sé que soy algo atrevido al pedirte esto, pero ¿Podrías ayudarme con algo?

Y como Namjoon era su mejor amigo, no pudo negarse a ayudarlo otra vez.

©AlejaDeMin

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