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CAP 41: "Preocupación"

Cuando la noticia de que tendría una niña con Younha salió de su boca y llegó a oídos de sus padres, la oficina se sumió en un silencio incómodo que llegó a convertir el ambiente tranquilo de hace unos minutos en uno tenso. Uno demasiado tenso.

Daehyun había ido a visitar a su esposo para llevarle el almuerzo, aprovechando que se había inspirado ese día y había terminado por cocinar unas deliciosas alitas de pollo picante con papas al vapor, arroz y ensalada Kentucky.

Ambos habían cerrado la oficina temporalmente para que pudieran almorzar a gusto y tuvieran algunos minutos para conversar. Sin embargo, grande fue su sorpresa al escuchar toques en la puerta y seguido de estos, la voz de su hijo. Él los saludó y tras darles un pequeño abrebocas de la situación, terminó dándoles la noticia con una enorme sonrisa.

Claro que él esperaba una reacción medianamente positiva por parte de sus progenitores, no que éstos carraspearan incómodos y respondieran un "Qué bien" bastante seco.

—Papás ¿Sí me escucharon? Acabo de revelarles el sexo de mi bebé y no muestran nada de emoción— reclamó con la decepción notoria en su tono de voz.

Minho lo miró sin decir nada por unos segundos, volteó su atención a su esposo para preguntarle con la mirada si debería decírselo él, por lo que Daehyun asintió lentamente.

—Namjoon, sabes que este asunto con Younha no es de nuestro especial agrado. Te hizo mucho daño cuando estuvo contigo.

—Ya lo sé, pero eso no tiene nada que ver con mi futura hija— refutó —Yo ya no siento nada por ella, se acabó, pero eso no quiere decir que no esté pendiente de mi cachorra, ella no tiene porqué pagar las malas acciones de su madre.

—Y no estoy diciendo lo contrario— contestó con voz firme —Pero Daehyun y yo estuvimos conversando acerca de algo que vimos hace unos días y creo que debes enterarte tú también.

Dicho esto, sacó un sobre de manila color café de la gaveta de su escritorio y se lo entregó a su hijo. Éste recibió el sobre con desconfianza y lo abrió, sacando de él unas cuantas fotos.

—¿Qué es esto?— revisó minuciosamente las fotografías hasta que logró distinguir a la omega en cuestión, saliendo de un restaurante al lado de un hombre, el cual no se le veía la cara debido a que llevaba cubrebocas y gafas de sol.

—Daehyun y yo estábamos en el centro cuando la pillamos con las manos en la masa— explicó el alfa —Le tomamos fotos porque sabíamos que no nos creerías si te lo decíamos sin pruebas.

El moreno se mantuvo en silencio por unos segundos, mirando varias veces las tres fotografías. Después de un rato, decidió hablar.

—Y esto según ustedes ¿Qué prueba?

La pareja de esposos lo miraron como si estuviera diciendo algo en otro idioma. Daehyun iba a contestar, pero el alfa se le adelantó.

—¿A qué te refieres con eso? Pues que esta es la prueba perfecta de que te ha estado engañando todo este tiempo y esa bebé posiblemente no sea tuy-...

—¡No te atrevas a decir eso!— golpeó la mesa del escritorio con fuerza, haciendo sobresaltar a sus progenitores —Estas fotos no prueban absolutamente nada. Ella— señaló a Younha en la foto —Puede hacer con su vida lo que le venga en gana, lo único que nos une es nuestra cachorra y así como yo tengo a Seokjin, ella puede tener a quien se le antoje.

Daehyun se levantó de su asiento con el semblante preocupado. —Namjoon, por favor, date cuenta. Esa omega lo único que quiere es sacarte provecho, lo puedo sentir— llevó una mano a su pecho —Y sabes que un padre* nunca se equivoca.

—Pues ahora sí lo estás haciendo— contradijo con una mueca de amargura —Mi lobo volvió y no se imaginan lo emocionado que se puso cuando iban a revelar el sexo del bebé. ¿No crees que te estás equivocando? Porque según lo que me has enseñado, la parte lobuna nunca erra.

El omega iba a decir algo, pero el moreno recogió las fotos, las colocó de nuevo sobre el escritorio y se levantó erguido.

—Tengo que irme. Hablamos después.

Y acto seguido, abandonó la estancia, dejando a sus padres con un mal sabor de boca por no haber sido escuchados.

Los ojos de Daehyun se nublaron, por lo que rápidamente, Minho lo atrajo hacia él en un abrazo para reconfortarlo.

—¿Por qué nuestro hijo es tan testarudo?— murmuró contra el pecho contrario —Lo heredó de tu familia, seguramente.

Minho negó con la cabeza. —No se trata de eso. Namjoon está ciego por la ilusión de ser papá. No quiere ver más allá de sus propias narices. Mi lobo está inquieto, esto no me gusta.

—A mí tampoco.

Cuando las clases acabaron y el castaño salió de la universidad, una sonrisa se ensanchó en su rostro y sus piernas caminaron a paso rápido en dirección al alfa que se hallaba esperándolo.

Éste no se había percatado de su presencia hasta que sintió a alguien muy cerca de él, en ese momento, trató de sonreír y abrazó al menor como forma de saludo.

—¿Cómo te fue hoy, príncipe?— trató de sonar lo más casual posible.

—Bien, bueno... No tanto. Tengo parcial el miércoles— hizo una mueca que a Namjoon le causó gracia —La profesora nos dijo que debíamos estudiar el tema de hoy y el de la clase pasada porque de eso se tratará el examen— contó distraídamente al tiempo que entraba al auto, acompañado del mayor.

—Entiendo. Debes concentrarte en estudiar hoy y mañana, te ayudaré en lo que no entiendas para que te vaya muy bien. De todas formas, eres el mejor, tienes ese parcial ganado.

Seokjin soltó una pequeña risa al tiempo que sus mejillas se teñían de un suave carmín a causa del cumplido.

—Muchas gracias, alfa... Ugh ¿Puedo preguntarte algo?

—Claro, dime.

—¿Qué te pasó? Tu aroma está agrio y muy fuerte, me está mareando un poco.

Namjoon se detuvo en un semáforo y aprovechó para bajar las ventanas, preocupado de que su olor estuviera perjudicando a su omega.

—Lo siento, es solo que... Voy a tener una niña con Younha.

El silencio reinó el auto por unos segundos mientras Seokjin asimilaba la nueva información.

—¡¿Cómo dices que dijiste?!— exclamó con entusiasmo, asustando un poco a Namjoon —¡Qué lindo! Esta es una noticia genial.

—Mis padres no piensan lo mismo.

Silencio nuevamente.

—¿Qué? Entonces... Tú estás así porque...

—Discutí con mis padres hace rato.

El omega se mordió la lengua y bajó la cabeza para no decir nada más por el momento. El semáforo cambió y Namjoon aceleró, pensando que la conversación se había acabado. Y así era, hasta que la dulce voz de su novio volvió a hacer acto de presencia.

—No preguntaré por detalles, con que me hayas dicho que la discusión se debió al hecho de que vas a tener una hija con ella, es suficiente— se mordió la carne interna de su mejilla —Namjoon, yo comprendo la posición de tus padres, pero también comprendo la tuya. Es decir, ellos solo quieren protegerte y tú quieres proteger a tu hija, es como una cadena— Namjoon lo miró de reojo para no despegar su vista de la carretera, pero de igual forma, escuchándolo —Sé que no me has pedido mi opinión, pero si puedo darte un consejo, te recomendaría que hicieras las paces con tus padres. Ellos te aman más que a cualquier persona en el mundo.

—¡Pero se atrevieron a afirmar que la bebé no es mi hija!— alegó con amargura, no pudiendo evitar darle un golpe al volante, asustando a Seokjin y arrepintiéndose al instante —Lo siento.

El castaño negó, restándole importancia y le dedicó una mirada reconfortante —Tal vez tus padres piensen eso porque desconfían de Younha, pero si tú y tu lobo sienten una conexión con esa bebé que apenas se está desarrollando, entonces no tienes nada porqué pelear. Ellos lo aceptarán tarde que temprano, no te preocupes— se quitó el cinturón de seguridad debido a que ya habían llegado al restaurante —Tengo que irme, pero piensa en lo que te dije. Haz las paces con tus padres y todo estará bien.

Namjoon asintió y se estiró un poco para darle un beso, siendo correspondido al instante. Sin dejar de hacerlo, cerró sus ojos y llevó su mano derecha al vientre de su omega, sintiendo una corriente eléctrica recorrerle desde aquel punto de unión hacia toda su anatomía.

«Omega y cachorro míos»

Soltó una risa nasal ante lo dicho por su lobo, provocando que ambos se separaran y el castaño lo mirara confundido.

—¿De qué te ríes?

—De nada. Solamente que mi lobo está algo demandante hoy, es todo.

Seokjin asintió con una sonrisa y tras despedirse con otro beso, salió del vehículo para dirigirse al establecimiento donde su jefe y compañero de trabajo ya lo estaban esperando.

Namjoon arrancó el auto y mientras conducía, se preguntó si su lobo sería igual de demandante con su cachorra como lo era con Seokjin y su bebé. Con esta idea en su cabeza, empezó a imaginarse escenarios con su pequeña, llevándola a la escuela o simplemente peinándola. Creyó que al hacerlo, su lobo se removería emocionado como lo hizo hace unos segundos.

Pero en realidad, no hizo nada.

Después de almorzar, el omega optó por hacer algo de aseo para digerir más rápido la comida y así matar el tiempo mientras llegaba algún cliente.

Inari se encontraba en la cocina y Jackson en la caja. Hoy estaba siendo un día relativamente malo para el negocio, pero se mantenían positivos de que pronto llegarían clientes a los cuales alimentar.

Y así fue, sus corazones latieron emocionados cuando escucharon la campanilla del local, anunciando la llegada de un cliente. Los tres se asomaron para salir a atenderlo, pero sus sonrisas se transformaron en muecas al ver de quien se trataba.

—Buenas tardes, veo que el negocio está algo vacío, eso es raro— Jaehwan hizo una pequeña venia y se sentó en la mesa más cercana a la ventana.

El par de alfas lo vieron con cara de pocos amigos e instintivamente, se colocaron al lado de Seokjin para protegerlo. Esto obviamente fue notado por el recién llegado, quien frunció el entrecejo.

—¿Qué pasa?— no recibió respuesta, por lo que carraspeó incómodo —Bueno, quisiera un plato de chow mein de pollo con una botella de cerveza, por favor— se dirigió a Seokjin.

Éste se encogió en su lugar y miró a Jackson suplicante, pidiéndole en silencio que lo ayudara. Éste asintió en silencio y le dedicó una mirada cómplice a Inari, quien igualmente asintió y se dirigió a Jaehwan.

—Por supuesto, Jackson le preparará el plato y yo se lo traeré— sentenció firme.

Jaehwan frunció el entrecejo y negó —No no, no quiero ser grosero, pero quisiera que Seokjin me atendiera, por favor.

Pero antes de que el susodicho pudiera siquiera hacer algo, un golpe en la mesa se dejó escuchar, haciendo que todos dirigieran su atención al alfa dueño del negocio.

—Ya nos enteramos de lo que le haces a Seokjin— el alfa menor tragó grueso y miró al omega algo molesto por haberse ido de soplón —Y antes de que intentes hacer algo contra él, no, él no nos contó por voluntad propia, nosotros lo obligamos a hablar después de ver tu actitud con él, el viernes pasado.

Una risa nasal se dejó escuchar en ese momento.

—Por favor, no vas a creer que yo estoy acosando a ese omega ¿O sí?— Inari apretó la mandíbula —Yo solo vengo aquí porque la comida es buena y me gusta que él me atienda, pero si se ponen así, mejor me largo— dicho esto, se puso de pie y caminó en dirección a la salida.

—No queremos que vuelvas, no necesitamos clientes como tú en nuestro restaurante— escupió Jackson, aún manteniéndose al lado del castaño.

El alfa solo se encogió de hombros desinteresadamente y se retiró del lugar, dejando los ánimos algo tensos en el local. Cuando la mala energía se hubo disipado, ambos se acercaron a Seokjin para sonreírle cálidamente.

—No te preocupes, él no va a volver a molestarte, o por lo menos, no aquí.

Seokjin sonrió agradecido y se acercó para atraerlos en un abrazo, siendo correspondido de inmediato.

—Muchas gracias, hyungs.

Mientras tanto, un alfa con la mandíbula tensa caminaba a paso rápido hacia quien sabe donde, teniendo su cabeza llena de pensamientos negativos para con el par de alfas que acababan de echarlo como un perro callejero. Tan sumergido estaba en su propia amargura que se sobresaltó cuando sintió una mano tocarle el hombro.

Se giró para ver de quien se trataba y bufó por lo bajo al ver frente a él a una omega embarazada.

—Casi que no lo alcanzo, usted camina muy rápido— dijo la pelinegra con una mano en su vientre, tratando de normalizar su respiración.

—¿Qué se le ofrece? Ahora no estoy de humor para nada, así que váyase.

Iba a continuar con su camino, pero la chica lo tomó por el brazo para evitar que lo hiciera. —En verdad le interesa lo que tengo para ofrecerle. ¿O acaso el nombre de 'Kim Seokjin' no le suena en algo?

El alfa la miró extrañado, pero interesado al mismo tiempo.

—¿Quién es usted y qué quiere?

—Primero que nada, déjeme presentarme. Me llamo Lee Younha y quiero hacerle una propuesta.

©AlejaDeMin


Padre*: Hace referencia al padre omega en los omegaverse. Como no utilizo el término "madre" para los omegas (hombres), se puede presentar esa confusión.

Aquella frase en la vida real podría entenderse como: "Una madre nunca se equivoca".

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