CAP 04: "¿El nuevo?"
No sabía cuánto tiempo había estado en el lugar ni cuanto llevaba leyendo, sólo sabía que cada vez estaba más intrigado por lo que sucedía en el libro. Sentía un nudo en la garganta conforme seguía leyendo, le parecía bastante cruel de parte de la vida que dos enamorados tuvieran que pasar por algo tan terrible como el cáncer, no quería ni imaginarse como deberían sentirse aquellas dos almas. Sí, imaginaba que aquella era una historia que se desarrollaba en la vida real y eso lo hacía sentirse más triste de lo normal, no esperaba terminar llorando a causa de esto.
Tan concentrado estaba que no se dio cuenta de que el alfa llevaba casi un cuarto de hora viéndolo desde otro mueble detrás de él, divirtiéndose ante cada sollozo y reacción que apropiaba el menor con cada página que pasaba. No era como si le divirtiera su sufrimiento, por supuesto que no, es sólo que le parecía cómico que alguien se metiera tanto en una historia a tal punto de sufrir las mismas emociones y sentimientos que los personajes.
Claro que él también lo hacía a veces, pero debido a su trabajo, casi no tenía tiempo para leer y había olvidado cómo se sentía sufrir con el protagonista.
Al dejar de escuchar los sollozos de Seokjin, se levantó de su cómodo asiento y caminó a paso lento hacia él, notando que éste había caído profundamente dormido, con el libro abierto en sus manos y lágrimas secas en sus mejillas. Sonrió complacido ante la vista tan... ¿Linda? Sí, era la palabra más apropiada; a sus ojos, el menor se veía realmente lindo en ese estado.
Tomó el libro y le colocó un separador para fijar la página en la que había quedado, una vez así, lo cerró y dejó sobre el mueble de madera a su lado. Caminó otra vez hacia el omega y, con delicadeza, lo cargó y llevó hasta su cuarto, donde se encargó de quitarle los zapatos y dejarlo arropado sobre la cama.
Mentiría si dijera que no le dieron ganas de acostarse a su lado y dormir en posición de cucharita con él, pero aún era demasiado pronto para eso y posiblemente el menor se sentiría incómodo ante tal acción. Por lo que, con toda la fuerza de voluntad del mundo, salió en total silencio de la habitación para dirigirse a la suya y descansar.
Seokjin se despertó desorientado; no entendía de qué manera había llegado hasta su cama, si claramente recordaba haberse dormido en aquel cómodo sillón de la biblioteca. Hasta había comenzado a teorizar que había vuelto a la época de cuando era niño y se quedaba dormido en el sofá; cuando hacía eso, siempre se despertaba en su cama, un recuerdo bastante agradable, a decir verdad.
Se levantó y fue al baño para asearse, una vez salió, se encontró con la grata sorpresa de ver a Namjoon sentado sobre la cama, viéndolo con una sonrisa de lado.
—¿Dormiste bien, bello durmiente?— abrió sus ojos como platos y se sonrojó por como lo había llamado.
—S-sí... ¿Qué hora es?— preguntó mirando hacia todos lados, tratando de ubicarse.
—Son casi las once. Me encargué de cerrar las ventanas y cortinas para que no te entrara luz y pudieras dormir hasta tarde.
Seokjin no pudo evitar atorarse con su propia saliva, no se explicaba cómo había dormido tanto tiempo, si él no era de las personas que dormían hasta medio día.
—Lo lamento. No sé qué me pasó— rascó su nuca, realmente apenado.
—Descuida— se encogió de hombros, restándole importancia —Te quedaste casi hasta la una de la mañana leyendo en la biblioteca, es normal que estuvieras cansado, por eso no quise despertarte.
Volvió a sorprenderse, se había metido tanto en la lectura que no se percató de qué hora era.
—Nuevamente lo siento— hizo una reverencia.
Se sonrojó de inmediato escuchó las risas del mayor, quien lo veía con un brillo en sus ojos.
—Ya te dije que no te preocupes, lindo— caminó hacia él y lo abrazó por el cuello —Vamos a comer algo.
Y Seokjin asintió, empezando a caminar y sintiendo cómo su estómago rugía por el hambre.
Ya habían terminado de comer y ahora se hallaban en la sala viendo la televisión en total armonía, esto hasta que el sonido del timbre resonó por toda la casa, sobresaltándolos a ambos.
Con pereza, el de cabellos cenizos se levantó del sofá después de decir un "ya vuelvo". El menor giró su cabeza en dirección a la puerta con curiosidad, pero lamentablemente, no pudo ver quién era debido a que el cuerpo de Namjoon ocultaba el de la inesperada visita. Se extrañó al escuchar cómo el alfa empezaba a discutir con esa persona y movía sus manos en el aire. Quería ir a ayudarlo, pero seguramente, sólo empeoraría la situación, por lo que se quedó sentado, pero muy expectante ante lo que sucedía. No podía identificar qué era lo que decía y mucho menos lo que decía la otra persona, se sentía ansioso —y no de la buena manera—, por lo que, con sigilo, caminó hacia la puerta para ver si podía identificar lo que estaba pasando, pero grande fue su miedo al escuchar la voz de mando de Namjoon y verlo tirar la puerta, dejando a la otra persona afuera.
—¿Qué sucede?— preguntó algo preocupado.
—No es nada, no te asomes por favor— pidió, viendo que esa era la intención del castaño.
Éste sólo torció un poco la boca y volvió a sentarse en el sillón, cosa que no tardó en ser imitada por el moreno, quien siguió viendo el programa como si nada hubiera pasado.
—¿Estás seguro de que no pasó nada? Porque yo vi claramente que discutías con alguien— lo miró a los ojos, notando que los ajenos reflejaban aún la molestia por lo recién ocurrido.
—Sólo fue un pequeño altercado que tuve con una vecina— se excusó —Venía a formar problema y yo no tenía ganas de discutir, pero al final terminé haciéndolo.
Seokjin dejó escapar un ligero "Oh" de sus labios, convenciéndose de lo que decía. En seguida, tuvo una excelente idea para alejar cualquier sentimiento de molestia en el mayor.
—¿Y si salimos hoy?— propuso con una amplia sonrisa en el rostro, riendo por la cara que había puesto el moreno.
—¿Adónde propones?— se acomodó frente a él para ponerle mayor atención.
—A un arcade— sonrió dulcemente —Siempre iba con mis compañeros de clase a distraerme allí ¡Es muy divertido!
Namjoon pareció pensarlo, a decir verdad, le parecía una buena idea para distraerse y olvidarse de la chica de hace unos minutos, por lo que se vio asintiendo varias veces en afirmativa a su propuesta.
—¡Genial, vamos!
Ambos caminaban tranquilamente, pero con emoción, hacia aquel lugar tan fascinante —a descripción de Seokjin—. Namjoon no recordaba la última vez que había ido a un lugar como ese, pero sí recordaba haberse divertido mucho con su mejor amigo y ahora sólo quería despejarse.
Al entrar, barrió con su vista el inmenso lugar, deleitándose con la sonrisa amplia en el rostro del omega al ver cada máquina de juegos.
—¡Vamos a ese de ahí!— señaló una de las máquinas y el mayor no tuvo reparos en seguirlo.
Compraron el tiquete y Seokjin ahora le explicaba lo que tenía que hacer para jugar y las reglas del juego —Aunque Namjoon ya sabía cómo jugar, pero no decía nada para no cortar la emoción del omega—.
—Y entonces debes disparar con esta— mostró el arma de juguete que venía enganchada a la máquina —¿De acuerdo?
El mayor no pudo evitar soltar aire por la nariz a manera de risa.
—Por favor, soy el mejor en este juego— tomó el arma con seguridad con ambas manos, mirando fijo a la pantalla y haciendo reír a Seokjin.
—Como digas— rio, encogiéndose de hombros y adoptando la misma postura que el contrario —¡Ahora!
Ambos empezaron a dispararle a los zombies que caminaban a paso apresurado hacia ellos. De vez en cuando, soltaban mini-gritos cuando uno de esos monstruos los mordía, pero volvían a recuperarse y seguían disparando. Un escenario bastante gracioso para aquel que se detuviera a verlos.
La pantalla se puso en negro y detalló con letras de color azul "You win" en la pantalla de Seokjin, mientras que la de Namjoon detallaba con letras de color rojo "You lose", lo cual le hizo poner una cara de frustración, pero antes de que el castaño pudiera decir algo, sacó más dinero de su billetera y se dirigió al chico de los tiquetes.
—Otros dos, por favor.
El chico asintió y recibió el dinero, dándole los otros dos tiquetes.
—De nuevo, esta vez no perderé— habló totalmente seguro de sí, aferrando el arma a su pecho.
Seokjin sonrió y volvió a ponerse alerta, empezando a disparar una vez en la pantalla aparecieron las letras "¡Start!".
Esta vez, Namjoon pensó que ganaría, pero sus pensamientos y deseos fueron arruinados al ver las odiosas palabras de antes, nuevamente en su pantalla.
—¡Otro, por favor!
Y esta es la historia de cómo Namjoon se gastó más de cincuenta dólares en tiquetes para ganarle en la próxima ronda a Seokjin, fallando en todas y cada una de ellas. Tanto, que el omega se preocupó de haberlo hecho gastar tanto dinero.
—¡Otro-...!— fue interrumpido.
—Alfa, no más— acarició sus brazos con ternura —Juguemos otro juego ¿Sí?
El susodicho estuvo a punto de hacer un berrinche sino fuera porque el lindo omega frente a él era demasiado lindo y no quería quedar en ridículo frente a él. Así que sólo asintió con pesadez y caminaron hacia otra máquina del arcade, dejándole el juego libre a un par de niños que desde hace media hora estaban esperando a que terminaran de jugar para poder hacerlo ellos.
El moreno se preguntaba en qué momento de su vida dejó de ser un experto en su videojuego favorito para pasar a ser un noob. Tal vez el trabajo en la empresa lo había estado consumiendo demasiado, tal y como le había dicho Jackson un par de meses atrás. Sacudió su cabeza para alejar cualquier distracción y siguió por detrás al menor, quien ahora prácticamente lo arrastraba hacia un juego de paintball.
Habían estado jugando tanto tiempo que ninguno se había percatado de la hora, aunque en realidad, no les importaba, estaban demasiado a gusto jugando y divirtiéndose el uno con el otro.
Habían optado por jugar una partida de Mortal Kombat, Seokjin escogiendo el personaje de Raiden y Namjoon el de Jhonny Cage, y por primera vez en el día, Namjoon le había ganado y destruido con un perfecto Fatality. Tanta fue su euforia que reía y apuntaba a Seokjin con su dedo, diciéndole que era el mejor jugador de Mortal Kombat.
Seokjin hacía un pequeño puchero, aunque por dentro estuviera riendo; era muy divertido y tierno verlo celebrar sin saber que lo había dejado ganar.
—Así es Namjoon, eres el mejor jugador que conozco— se abrazó a él como un koala, poniendo cálido el corazón del mayor.
Pero antes de que pudiera decir algo, una voz hizo presencia detrás de ellos.
—¡Hola, Nam!— un alfa alzó su mano en señal de saludo y se quedó viendo con los ojos bien abiertos a Seokjin, quien se había separado un poco del de cabellos cenizos para poder verlo —Hola...— le incitó a que le dijera su nombre.
—Kim Seokjin— hizo una reverencia, la cual fue correspondida.
—Jackson Wang— sonrió amigablemente —Soy el mejor amigo de Namjoon— miró un segundo al susodicho para volver a mirarlo a él —¿Eres el nuevo?
Recibió un codazo, seguido de una mala mirada por parte del moreno.
—No digas eso, Jackson.
—Lo siento, lo siento— se disculpó con una sonrisa apenada —Reformulo la pregunta... ¿Eres el omega de Namjoon?
Un sonrojo se apoderó de las mejillas de Seokjin, quien dudó en responder.
¿Namjoon era su alfa?
Ni él sabía la respuesta. Sabía que había hecho un trato con el moreno alfa en el que, para vivir con él, debía corresponder sus sentimientos y ser su omega, por supuesto. Claro que el mayor no lo estaba apurando, pues le había dejado en claro que esperaría hasta que él estuviera listo.
¿Pero lo estaba?
Amaba pasar tiempo con él, amaba que lo llamara por apodos cariñosos, amaba sus caricias, pero sobre todo...
Amaba que lo besara.
Así que, en medio de su debate mental, supuso que sí estaba listo. Cada vez que el mayor lo besaba, sentía cosquillas en su pecho y una sensación en la boca de su estómago, lo que se suele asociar con el amor.
¿Estaba enamorado de Namjoon?
No. Aún no.
Si sentía algo por él, sería gusto. La pregunta correcta sería "¿Le gustaba Namjoon?". Sí, así suena mejor.
Y la respuesta era sí. A Seokjin le gustaba Namjoon.
Por lo que se halló asintiendo a la pregunta de Jackson con una pequeña sonrisa. Namjoon sonrió amplio y se agachó un poco para depositar un amoroso beso en su frente.
Sin embargo, había algo que seguía dándole vueltas en la cabeza.
"¿Eres el nuevo?"
©AlejaDeMin
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