Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Buscando Trabajo

El sonido de la alarma era algo irritante para un joven de cabellos rubios rebeldes, quien preferiria seguir durmiendo lo que quedaba del día, pero su instinto de hermano mayor no se lo permitio, obligandose a si mismo a levantarse de la cama para levantar a sus hermanitos, ademas de alistarlos para el día.

Se levanto de su comoda cama y empezo a caminar por aquel pequeño y sucio apartamento donde vivia, llegando a la sala, donde uno de sus hermanos dormia, especificamente el del medio.

Se dirigio a él con tranquilidad y movio su hombro, en señal de que se levantara, pero aquel muchacho no parecia tener ganas de hacerlo.

El rubio de ojos esmeralda solto un bufido, agitando con más fuerza a su hermano, quien al fin se digno a despertar.

El recien levantado se sento en el sillon, frotandose los ojos, mientras apartaba sus cabellos plateados de su  cara, para luego dirigir su mirada a su querido hermano mayor.

- Buenos días Meliodas.

- Buenos dias Estarossa

Era divertido ver a ese par de hermanos, pues fisicamente hablando se parecian bastante, sobre todo porque llevaban el mismo corte de cabello, pero en altura y paleta de colores diferian bastante, sobre todo con la ironia de que Estarossa fuese mucho más alto que su hermano mayor.

Ya con el hermano del medio levantado, el rubio se dirigio de vuelta a su habitacion, dirigiendose a la otra esquina, donde el menor de la familia tenia su cama.

Llegado ahi repitio la misma accion de tocarle el hombro, con la diferencia de que esta vez sí se levanto solo con eso, sin necesidad de ningun otro toque.

- buenos días zeldris

- buenos días Meliodas.

El hermano pequeño de la familia era del tamaño del mayor, pero poseia un cabello negro al igual que sus ojos, rasgo que compartia con el del medio.

Ya con toda la familia despierta, el mayor del lugar se dirigio a la cocina y puso a recalentar cuatro pedazos de pizza para los más jovenes, mientras el se comia uno solo, que era el que quedaba.

Cuando llego con la comida rapida recalentada, el chico del medio fruncio el seño, no por que estaban comiendo pizza recalentada, otra vez, si no por el poco alimento que el rubio tenia para si mismo.

- ¿otra vez recalentada?

Pregunto el joven de cabellos negros, mientras una mueca de tristeza infantil se creaba en su rostro, tal accion golpeo el corazón del oji esmeralda, era normal que Zeldris quisiera otra cosa que no fuera lo de siempre, era solo un niño de trece años.

- lo siento zel... es lo unico que hay.

- ¿pero porque tu solo tienes un pedazo de pizza mel?

- no hay mucha comida estarossa

El hecho de que no hubiera mucha comida no era algo nuevo para los tres, no tenian dinero, ya que practicamente vivian de la comida que le daban al rubio en trabajos comunitarios como recompensa, y dos de ellos iban al colegio con una beca.

Ya terminada la comida, el mayor de los tres se levanto y se dirigio a su cuarto a cambiarse, mientras los dos menores se alistaban para ir al colegio.

Pero algo le causo curiosidad al hermano pequeño, quien noto como el de ojos verdes agarraba un periodico en la seccion de "empleos".

Eso tampoco paso desapercibido para el de cabellos color plata, quien se mostro algo confuso por aquello.

- ¿ vas a buscar trabajo?

Lo unico que recibio como respuesta fue un movimiento afirmativo de cabeza.

- bueno, ya me voy chicos, el bus pasa en diez minutos, suerte en el cole.

Se despidio de sus hermanos mientras salia del apartamento, estaba positivo, esperaba encontrar algun trabajo.

- unas horas más tarde

Habia sido todo un desastre.

En ninguno de los cuarenta trabajos lo aceptaron, la mayoria con la excusa de que era "muy pequeño" para la labor, apesar de que el rubio insistia en que ya tenia diecisiete años.

Suspiro rendido mientras se sentaba en un banco en la acera, repasando la lista de empleos que buscaban empleados, no podia llegar a casa con las manos vacias.

Entonces se dio cuenta de que todavia le faltaba uno por revisar, no se habia dado cuenta de que estaba ahi debido a que estaba en la esquina de la hoja.

" Se busca modelo ( cualquier sexo) entre 21 y 28 años para fotos +18
Numero: ** **** ****
Direccion : **********"

Decir que la cara del oji esmeralda estaba roja quedaba corto, no sabia si recurrir a ese ultimo empleo, pues su dignidad se iria al caño.

Pero el recuerdo de la carita triste de zeldris al no ver comida nueva en la mesa fue directamente a su mente.

Al diablo su dignidad, tenia que mantener a sus hermanos.

- una hora despues.

Vaya que el lugar quedaba bien lejos, casi al otro lado de la ciudad.

Cuando por fin llego a la direccion que decia en el afiche, toco la puerta con algo de verguenza, aun sin poder creer que enserio estaba apunto de pedir trabajo en ese lugar.

El rubio no era tonto, sabia perfectamente que tipo de imagenes se harian.

Entonces la puerta alfin se abrio, dejando ver a un hombre alto, musculoso, delgado, de cabellos celeste claro, con una mirada carmesí que intimidaria a cualquiera, ademas de una cicatriz que asomaba por su cuello.

El ya mencionado se quedo viendo extrañado al joven que tenia enfrente, ¿Que hacia un niño ahi?

- ¿necesitas algo?

- e-eh si, p-perdone,¿ a-aun necesitan modelo?

La cara del rubio rivalizaba con un tomate en ese monento.

Por parte del más alto, la sorpresa era palpable en su cara, estaba seguro que el anuncio decia que tenian que ser mayores de diecisiete, ¿ Entonces porque ese niño estaba ahi? O mejor aun ¿¡ porque diablos un niño hacia caso a ese tipo de anuncios!?

- em, si aun lo necesitamos, pero tienen que ser mayores de diecisiete niño...

- ¡pero yo tengo ventiuno!

El de ojos carmesí parpadeo confundido, el chico no parecia tener más de trece años.

Como si le leyera la mente, el más bajo saco su cedula, indicando que efectivamente, tenia diecisiete.

- umm, bueno... pasa, mi amigo te va a entrevistar...

Una sonrisa ilumino el rostro del de ojos verdes, alfin lo dejaban aunque sea hacer la entrevista, eso era un progreso.

Cuando entro al departamento siguiendo al más alto, le sorprendio lo grande y ordenado que este mismo era, estaba acondicionado para las clases de cosas que se hacian ahi, pero era bastante limpio y acogedor, nada parecido al pequeño, frio y sucio apartamento donde él vivia.

Algo que noto al entrar era la presencia de un hombre adulto en la sala, quien limpiaba una de las camaras, era alto y musculoso, mucho más que el tipo que lo recibio, su cabello era corto y ordenado, ademas de tener un color naranja claro.

Su presencia se hizo notar al instante para aquel hombre, quien volteo su vista hacia ellos, al instante se extraño de la presencia del más pequeño, pero el que lo habia recibido hizo una seña que se podia interpetar como un " tranquilo, no es un niño".

- los dejare a solas para la entrevista~

Luego de eso, el chico se fue a lo que parecia ser la cocina.

Tanto el rubio como el peli naranja tomaron asiento en unos sillones.

- Un gusto, soy escanor, ¿ como te llamas?

- El gusto es mio, s-soy meliodas.

Era raro en el titubear, pero los nervios le podian.

- bien Meliodas, ¿tienes diecisiete verdad?

El chico asintio con la cabeza, notando como el mayor apuntaba cosas en un papel.

- Es raro que alguien de tu edad busque estos trabajos, ¿ Para que necesitas el dinero?

El pelinaranja pudo notar al instante como la mirada del joven que tenia en frente entristecia un poco, incluso llego a sentirse algo mal de haber preguntado.

- Soy el mayor de tres hermanos, n-necesito el dinero para mantener a lis hermanitos...

El de mayor edad no pudo sentir ninguna clase de mentira en la voz del más joven, el titubeo fue por la tristeza claramente.

- ya veo, ¿crees poder posar desnudo frente a una camara sin miedo?

Meliodas trago saliva y asintio con la cabeza.

Al cabo de un rato la entrevista termino, decir que el joven rubio casi salta de alegria al oir que habia conseguido el trabajo era innecesario.

Justo cuando se iba escucho la voz del chico que le habia abierto la puerta.

- Por cierto, soy ban, ¡nos vemos mañana!

El de cabellos rubios asintio con felicidad y se despidio del muchacho.

Puede que su dignidad se fuera al caño por esto, pero al fin tenia un trabajo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro