✦ Illogical logic | ChanBaek
➝ Universo: Star Trek | Series de TV, peliculas.
➝ Autor(a): MissEunn
➝ Género: Ciencia ficción, acción, humor.
➝ Advertencias: Glosario al final del texto, idioma
➝ Palabras: 3K
➝ Resumen: BaekHyun realmente quería frustrar a ChanYeol, deseaba ver al gigante perder el control por no ser el mejor, que su valioso tiempo se viese frustrado por él y que no pudiese hacer nada al respecto, porque BaekHyun no dejaría que el gigante lo controlase a él, ni que volviese a humillarlo de alguna manera.
ILLOGICAL LOGIC.
ChanYeol estaba completamente convencido con que su vida podría ser mucho más sencilla. Y estaba en lo correcto.
No obstante, en ese momento puede que tuviese cosas más importantes que hacer en lugar de estar auto compadeciéndose, como tratar de esquivar los múltiples rayos rojos, azules y amarillos que eran lanzados por los phasers directamente hacia él, por ejemplo. Corrió lo más veloz que su metro noventa de humanidad le permitía, escondiéndose detrás de la primera intersección que apareció en su rango de visión, utilizando la pared como un escudo temporal.
—Aquí el teniente comandante, Park. —anunció apretando la pequeña insignia en su pecho para comunicarse con su tripulación. Con su mano libre, se dispuso a tomar el phaser que yacía reposando en su cinturón, estando siempre al pendiente de los movimientos de aquellos que amenazaban silenciosamente con acabar con su vida. —¿Aún no logran localizar al capitán? —bramó en un gruñido, tratando de controlar su respiración debido al cansancio.
Decir que estaba molesto era poco. ChanYeol quería encontrar al hijo de puta de su capitán simplemente para ser él quien acabara con la vida del bastardo. Oh sí, el pelinegro pondría sus manos alrededor del cuello del tipo y disfrutaría cada segundo mientras le escucha pedir clemencia con voz ahogada debido a la falta de oxígeno en su sistema.
Bueno, no lo haría, pero al menos podía imaginarlo.
No se molestaría tanto de no ser porque no era la primera vez en la que estaba metido en esa situación. Parecía que ChanYeol estaba atrapado en una especie de bucle sin fin, ese molesto ciclo que se repetía una y otra vez, como un cruel recordatorio de sus raíces humanas y las decisiones poco certeras que ha tomado a lo largo de su vida.
Ser perseguido por múltiples razas en la mayoría de planetas en las que su nave solía arribar para poder explorar los alrededores, en busca de nuevas especies o vida inteligente, no era exactamente lo que esperaba cuando se enlistó en la Academia de la Flota. Sin embargo, realmente no sabe cómo terminó dentro de una nave ferengi, porque se suponía que ese día simplemente debía acercarse al cuadrante alfa para recibir un embarque de la Flota Estelar y llevarlo a Bajor como muestra de aprecio por su alianza con La Federación.
—¡Joder, KyungSoo! —exclamó antes de apuntar su arma en dirección dónde las sombras de los enemigos se reflejaban en el suelo, por encima de los escombros que se habían comenzado a formar debido a la fuerza de los rayos.
Se arrojó nuevamente hacia el pasillo cuando se aseguró que al menos uno de los bastardos había caído ante sus disparos al azar. El lugar parecía estar en mal estado, con pedazos de metal desprendidos en ciertos lugares y un tanto oxidados, esquivaba los disparos como podía a la vez que trataba de evitar los cables que colgaban sobre el techo, porque no quería morir asado o algo por el estilo.
—¡KyungSoo! —exigió nuevamente, escondiéndose ésta vez, detrás de un montículo de chatarra ferengi y piedras interespaciales que no sabía cómo habían ido a para ahí y que sinceramente, no le importaba.
—Joder, no soy un mago, imbécil. —exclamó el teniente con hastío ante las exigencias de su superior. —Necesito más tiempo.
—No hay más tiempo. —gruñó esquivando otro rayo, que casi le roza el hombro.
ChanYeol realmente odiaba a los ferengi. No solo estaba el hecho que eran feos, porque joder, eran más feos que la mierda; pero el comandante los detestaba por su poca falta de ingenio, sus sucias y rastreras malas costumbres y en sí, porque eran insoportables con esa personalidad de mierda irracional.
—¡Te tengo, Park! —escuchó decir mientras era halado por la muñeca, siendo arrastrado por el siguiente pasillo mientras trataba de no caer de bruces sobre el suelo. Cualquier especie de pánico que pudo haber sentido, se desvaneció cuando fue capaz de reconocer el uniforme amarillo distintivo de la flota y aquel cabello rubio saltar de un lado para el otro mientras corrían.
—¿Qué coño crees que haces? —cuestionó deteniéndose en seco, interrumpiendo la emocionante persecución que se suponía, tenían.
—¿No es obvio? —preguntó el capitán observando al gigante por encima del hombro con cierta prepotencia que ChanYeol ciertamente, detestaba. —Salvar tu culo y huir por nuestras vidas. —recalcó con sorna. —No tenemos tiempo, Park. Mueve ese par de piernas chuecas tuyas. —ordenó sin molestarse en obtener una respuesta coherente antes de accionar nuevamente sus piernas con velocidad.
Por supuesto, se encargó de maldecir al bastardo antes de comunicarse una vez más con su tripulación, pidiendo teletransportación para dos personas y, en consecuencia, cayendo uno sobre el otro en el materializador y siendo recibidos por el ceño fruncido de KyungSoo y la sonrisa burlona de JongDae, el médico en jefe de la nave.
ChanYeol bufó exasperado, tratando de quitar el pesado bulto que tenía encima de él con poca delicadeza, aún con la respiración agitada mientras se hacía un recordatorio mental sobre dejar a su superior a la suerte la próxima vez.
—Solo... —alcanzó a decir entre jadeos, tratando de recomponerse. —Que quede claro, Byun... Yo fui quien salvó tu culo y no al revés. —gruñó con los ojos cerrados y aún echado sobre el suelo, no obstante, fue capaz de escuchar la risa entrecortada del susodicho.
—Por supuesto. —cedió, sin embargo, seguía existiendo algo en su tono que al más alto no le agradó.
—Que tierno. —interrumpió cualquier clase de disputa que pudiese haber nacido a raíz del tono retador del capitán, KyungSoo, con rostro inexpresivo y voz neutra. —¿Por qué no se besan ya? —gruñó por lo bajo, apretando sus puños con fuerza. ChanYeol alzó una ceja, no entendiendo la actitud de su inferior mientras trataba de ponerse de pie.
—Alguien está celoso. —canturreó JongDae con diversión, haciéndole muecas a KyungSoo, quien no tardó en depositar su puño sobre el rostro del médico.
—No, idiota. —bramó. —Quiero que éste hijo de puta deje de poner su trasero en peligro para llamar la atención de éste otro hijo de puta. —aclaró señalándolos a ambos a medida que iba hablando. —Estoy harto de tener que hacer milagros para traerlos de regreso.
—No es la gran cosa. —chasqueó restándole importancia al trabajo del teniente. —A mí, personalmente, me divierten. —afirmó antes de soltar una sonora carcajada.
—Me satisface saber que te sirvo de payaso, JongDae. —se quejó el gigante, cruzándose de brazos y juzgándolo severamente con la mirada, porque no le veía la puta gracia al asunto, especialmente en ese momento en el cual quería matar a cualquiera que lo mirase por más de dos segundos.
—Es que no tienes sentido del humor, Park. —rechistó esta vez, BaekHyun, quien ya se había recuperado casi por completo de su pequeña aventura. —Te tomas muy en serio tu papel de vulcano.
—Cierra la boca, Byun. —refunfuñó.
—Son tus orejas. Te delatan. —atajó. —Es una suerte que tus cejas no fuesen víctimas de tus genes.
Y ChanYeol se había arrepentido de no hacer el ritual vulcano para suprimir sus emociones, aceptando la racionalidad de las cosas por encima del sentimentalismo, porque ahora pasar cuatro meses en el desierto no parecía tan mala idea. No, Park ChanYeol había sido estúpido al aceptar su parte más humana a pesar de que sí, solía ser una persona obtusa, con poca empatía y tacto; egoísta, le llamaban algunos. No lo iba negar, de todas formas.
El silencio era lo único palpable en aquella estancia. El gigante casi podía percibir las respiraciones contenidas de manera tensa de todos a los presentes, a excepción de KyungSoo y JongDae, quiénes preferían dejar que tanto él como BaekHyun, se mataran como perros, o algo así había dicho el teniente.
Es que, para nadie era secreto que Byun BaekHyun y Park ChanYeol tenían una pequeña guerra silenciosa, una que había empezado hace muchos años y que, al parecer, nadie había pasado por alto ni olvidado aún.
El gigante aún recuerda aquellas épocas en la academia y muchas veces, rueda los ojos cuando escucha murmullos en los pasillos del USS Exodus, la nave en la que fue asignado a servir, cada vez que se pasea por éstos en compañía del pequeño capitán; porque sabe que hablan de ellos y sobre como ocultan su odio entre fachadas diplomáticas y jerárquicas, haciendo que el más alto simplemente quiera hacerles tragar su puño, pero se aguanta porque debe mantener su imagen, seguir el reglamento y especialmente, porque no es racional para él, el dejarse llevar por sus más bajas emociones.
Todo había empezado en la Academia de la Flota Estelar, cuando Park ChanYeol era ya un cadete destacado y había sido asignado como instructor en una de sus asignaturas, haciendo que el pecho se le inflara de orgullo al observar la mala mirada que le regaló en ese momento el cadete Byun, desde el auditorio, con su cabello cayendo rebeldemente sobre su frente.
Parecía haber pasado unos cuantos meses desde que Byun BaekHyun se había empeñado en querer superar al gigante en cada uno de los trabajos y pequeñas misiones que recibían por parte sus superiores y aunque muchas veces, ChanYeol trató de convencerse a sí mismo que estaba paranoico y que por supuesto, todos ahí querían sobresalir, el pelinegro empezó a darse cuenta que sí, era personal.
BaekHyun siempre tenía palabras llenas de veneno para él, insultos mordaces e ingeniosos y miradas asesinas que le eran dedicadas cada vez que sus miradas se encontraban en cualquier parte dentro del campus. ChanYeol había aprendido a identificar cada una de ellas y a responder con sabiduría, porque tenía su orgullo no iba a permitir que un bastardo hiciera con él lo que quisiese sin motivos.
Especialmente, ChanYeol no iba a dejar que alguien con la fama de Byun BaekHyun le robase aquello que había logrado con esfuerzo y determinación, porque el más bajo era popular por su innegable belleza, una que sabía utilizar a su favor para liarse con cualquiera que quisiese, pasando de fiesta en fiesta y siempre, metiéndose en problemas.
Sí, puede que el gigante no fuera un santo y puede que él tuviera un poco de esa misma fama; sin embargo, era de conocimiento público que el pelinegro le daba más prioridad a sus responsabilidades, que nadie se metía con el tiempo sagrado Park ChanYeol porque era un hijo de puta preparado con palabras hirientes que no se dejaba llevar por sus bajos impulsos sexuales.
Por eso mismo, ChanYeol había respondido a la mirada llena de odio de BaekHyun con una radiante sonrisa de bastardo antes de inclinarse ante su superior, agradeciendo por su voto de confianza.
***
BaekHyun estaba cabreado. No, no solo eso, el rubio estaba echando humo por las orejas y fuego por la boca cual dragón furioso mientras despotricaba en contra del almirante Kim porque maldito hijo de puta, yo merecía tener el puesto de instructor y no el piernas chuecas de Park. Mientras que KyungSoo fingía escucharlo sin preocuparse de abandonar la atención del libro que estaba leyendo, Los Borg, ¿Amenaza o Incomprendidos?
Pero es que hay algo que no entienden, BaekHyun había sacrificado su hermosa y prometedora noche de domingo junto a ChangMin, simplemente para poder terminar de organizar los informes que le había encargado el almirante JunMyeon para que luego, el hijo de puta eligiera al gigante idiota como instructor de su clase y el rubio no quiso sentirse demasiado afectado con el tema, pero vaya que sí lo hacía, se sentía abofeteado y ultrajado.
El cadete se había empeñado en sobresalir en todas sus clases, especialmente, no permitiría que Park ChanYeol se volviera a burlar de él y, no obstante, lo había hecho. El alto tenía ese brillo de superioridad en la mirada cuando sus ojos se encontraron con los suyos por entre los demás estudiantes presentes en la magna, haciendo que BaekHyun lo odiara un poco más.
Todo el asunto se remonta a unos cuantos meses atrás, cuando el más bajo se había embutido en su habitual chaqueta de cuero y se había dirigido a uno de los bares más populares de los alrededores; con las estrellas por encima de él, adornando el firmamento completamente despejado. Entonces, lo vio.
Alto, cabello negro, cuerpo ligeramente fornido y sonrisa seductora; sin duda alguna era el tipo ideal de BaekHyun y no podía dejar que semejante ejemplar se le escurriera de las manos sin antes probarlo.
—Ni siquiera lo pienses. —escuchó la voz de KyungSoo por detrás de él, advirtiéndolo.
—¿De qué hablas? —preguntó volteando hacia su amigo con una sonrisa que pretendía ser inocente. —La noche aún es joven, Soo.
—Es Park ChanYeol. —declaró dirigiéndose hacia la barra después de haber rodado los ojos. —El Park, mi tiempo es más importante que tu miserable existencia, ChanYeol. —aclaró. BaekHyun agrandó sus ojos inconscientemente.
—¿En serio es ese ChanYeol? —interrogó con interés, tomando un asiento junto a KyungSoo. —Los rumores no le hacen suficiente justicia. —enarcó una ceja ante su acompañante.
—Lo dices porque es tu tipo. —le señaló con el índice, acusándolo. —Pero te lo advierto, él es más bastardo que tú. —se burló mientras le hacía una seña al barman para que le trajese un trago. —Es época de exámenes, Baek, si quieres algo con él, deberías esperar.
—¿Esperar?
—Tú sabes lo que dicen. —atajó. —El tipo es un maniaco del control. Park ChanYeol no antepone a nadie ni nada ante sus intereses, Baek.
—Es porque aún no me conoce. —chasqueó. —Aún no nace el humano que sea capaz de resistírseme.
—Su abuelo era vulcano. —informó enarcando una ceja y sonriendo con altanería que no le gustó del todo al rubio.
—Aún no nace la clase de vida que sea capaz de resistírseme, Soo. —corrigió ampliando su sonrisa. —Park ChanYeol será mío esta noche, si quisiera estudiar se quedaría en su dormitorio, ¿no lo crees?
—Claro... o fue arrastrado por un imbécil, igual que yo. —refunfuñó mientras le pedía al chico encargado de la barra su trago habitual.
—Necesitas divertirte, agradéceme después. —atajó tomando la bebida que acababa de ser puesta frente a él de un solo trago.
Con fuerzas renovadas y una seguridad que podría competir con el mismísimo universo, BaekHyun se acercó hasta el gigante de cabello negro, quien tenía su atención fijada en un libro sobre mecánica aeronáutica. El rubio sacudió su cabello con una mano, tratando de llamar la atención del tipo caliente, pero no obtuvo nada. Sin embargo, BaekHyun era una persona observadora y siempre utilizaba eso a su favor, por lo que empezó a ejecutar otra de sus infalibles tácticas.
—¿Esperas a alguien? —preguntó con una sonrisa deslumbrante, la cual seguía siendo opacada por las letras de aquel libro insulso. —¿Qué te parece si te invito a un trago?
—No.
—Si me lo preguntas, el Martini Vulcan... —comentó con naturalidad, sin haberse molestado en escuchar la respuesta del tipo y tratando de llamar al barman nuevamente.
—Dije que no. —fue interrumpido por el más alto, quien no había abandonado su lectura en ningún momento.
—¿Qué? —bufó estupefacto ante la negativa.
—Estoy ocupado, ¿No ves? —ChanYeol frunció su entrecejo, mientras removía las páginas de su libro en busca de algo entre ellas. —Si lo que quieres es follar, puedes intentarlo con otro. No obtendrás nada de mí. —finalizó cerrando su libro de golpe y volteándose hacia el lado contrario.
Sin más, el hijo de puta se había largado sin siquiera ser capaz de observarle en algún momento, dejando a un BaekHyun muy molesto, quien no encontró paz en lo que restaba de la noche y, en consecuencia, un KyungSoo que tampoco encontró salida ante las maldiciones de un cadete enfurecido porque su rechazo no cuenta, ni siquiera se atrevió a verme el muy imbécil; pero el de ojos saltones era consciente que sí, le había dolido y por ese día, lo dejaría pasar.
Desde entonces, BaekHyun empezó a notar la existencia de Park ChanYeol y no entendía como era que se había percatado antes que tenían prácticamente todas sus clases juntos y que el maldito, era quien siempre le superaba por pocos puntos. Nunca le había interesado, sinceramente BaekHyun no se detenía a estudiar arduamente como los demás, tenía la capacidad de recordar muchas cosas con simplemente escuchar la cháchara interminable de los almirantes en las cátedras.
No obstante, hoy era algo personal. Quería frustrar a ChanYeol, deseaba ver al gigante perder el control por no ser el mejor, que su valioso tiempo se viese frustrado por él y que no pudiese hacer nada al respecto, porque BaekHyun no dejaría que el gigante lo controlase a él, ni que volviese a humillarlo de alguna manera.
El tira y hala había empezado una semana después de aquello, cuando BaekHyun sacó la calificación más alta en el examen de mantenimiento aeronáutico, dejando a un aturdido ChanYeol en las gradas del auditorio y con la vista perdida en el espacio. El rubio nunca se sintió más gratificado de ver a alguien ser tomado por sorpresa.
La guerra silenciosa comenzó luego de tres semanas, cuando al parecer, el cadete Park había comprendido que el asunto no era sobresalir entre los demás, que era algo entre ellos y la pelea había pasado a otro nivel, uno dónde el silencio había dejado de lado porque BaekHyun no podía parar su lengua llena de veneno cuando el gigante hacía algo mal, así como ChanYeol no era capaz de ocultar sus sonrisas triunfantes, llenas de prepotencia y superioridad cuando BaekHyun era quien se quedaba estupefacto ante algunos de sus fallos.
El odio se podía percibir en la atmosfera. Cualquiera que estuviese al menos quinientos metros a la redonda en algún sitio en el cual, por casualidad, ChanYeol y BaekHyun estuviesen cerca, era capaz de sentir ese escalofrío en su espina dorsal al ser testigo de las miradas llenas de ponzoña que se dedicaban el uno al otro. Incluso algunos juran que escucharon a BaekHyun gruñir igual que un klingon, pero nadie puede confirmarlo realmente, porque el tipo era cien por ciento humano.
Es así como regresamos a un BaekHyun maldiciendo por lo alto, porque en el último encuentro había sido ChanYeol quien había ganado, pero estaba muy equivocado si creía que el rubio lo dejaría por la paz.
BaekHyun aún no daba su golpe más fuerte.
***
Glosario esencial para humanos
▸ Federación Unida de Planetas: Conocida coloquialmente como "La Federación", es un Estado federal de más de 150 planetas miembros y más de 1000 colonias. Se extiende por más de 8.000 años luz en la Galaxia de la Vía Láctea. Básicamente es una de las grandes superpotencias de la Galaxia.
▸ Flota Estelar: Es la fuerza exploradora y militar de la Federación Unida de Planetas, de cuyo gobierno depende. Los cuarteles generales de la Flota estelar están localizados en San Francisco, California.
▸ Academia de la Flota Estelar: Como su nombre lo indica, es la alta escuela de preparación para la admisión como oficial de la Flota. Su lema, en latín, es Ex Astris, Scientia (De las Estrellas, Conocimiento).
▸ Phaser: Armas estándares y más comunes entre el personal de la Flota Estelar. Basados en el disparo de rayos de partículas, los phasers personales pueden matar o aturdir a un enemigo, pudiéndose usar esta última opción para controlar multitudes. También una nave espacial puede estar equipada con phasers (de gran tamaño, por supuesto), y son capaces de dañar los escudos o sistemas de terceros, e incluso cortar el fuselaje de una nave.
▸ Cuadrante Alfa: Según el universo Star Trek, la Vía Láctea es subdividida convencionalmente en cuatro cuadrantes galácticos (Alfa, Beta, Gamma y Delta), que luego son subdivididos en sectores.
El Cuadrante Alfa se encuentra localizado entre las horas 9 a 6, suponiendo que visualizáramos a la galaxia como un reloj rotando en sentido anti-horario. En este cuadrante se encuentra la sede de la Federación Unida de Planetas, de la Unión Cardassiana, de la Alianza Ferengi, de la Confederación Breen y los Bajorianos.
▸ Ferengi: Raza extraterrestre, del planeta Ferenginar. De aspecto humanoide, una cabeza un tronco y cuatro extremidades, la cara al frente, dos ojos y una nariz, es característica su escasa estatura y su cráneo alargado en la parte posterior con dos grandes bultos en el frente y atrás, ya que su cerebro posee cuatro lóbulos. También tienen una dentadura que les caracteriza, de 32 dientes afilados que muy frecuentemente están desalineados, y su nariz suele ser ancha y arrugada. Sus orejas tienen una gran cantidad de terminaciones nerviosas, lo que les hace especialmente sensibles en esa zona. Las mujeres las tienen de un tamaño inferior.
▸ Vulcano: También conocidos como vulcanianos, son una raza extraterrestre originarios del planeta del mismo nombre, Vulcano. Conocidos por su estilo de vida basado en la razón y la lógica. A simple vista, se distinguen físicamente de la especie humana por la forma puntiaguda de sus orejas y cejas.
Los vulcano también fueron la primera raza extraterrestre en tener un contacto real con los humanos.
▸ Bajor: Planeta ubicado en el cuadrante Alfa, hogar de los Bajoranos, otra raza extraterrestre. Los bajoranos son de apariencia humana, teniendo una característica facial distintiva: arrugas en la nariz entre los ojos. A pesar de su apariencia humana, hay varias diferencias biológicas entre las dos especies.
▸ Klingon: Raza extraterrestre, originarios del planeta Kronos. Los klingon son antropomorfos, siendo sus rasgos distintivos su altura (más de 2 metros) y las crestas óseas de sus frentes. Generalmente usan pelo largo y se dejan crecer largas barbas y bigotes. Tienen su propio idioma y suelen caracterizarse como agresivos y de tradiciones consideradas por muchas otras razas, como salvajes.
▸ Borg: Son una civilización de humanoides de diversas especies alienígenas que combinan lo sintético con lo orgánico, lo que les da mejores capacidades mentales y físicas. Las mentes de todos los Borg están conectadas por implantes corticales a una colmena, una mente colectiva, controlada por la Reina Borg, quien es capaz de suplantar las identidades individuales y los sentimientos personales de sus súbditos. Los Borg tienen como objetivo primordial el asimilar (transformar seres vivos a Borg) para "mejorar la calidad de la vida en el universo" y alcanzar su propia perfección a través de la incorporación de las características de las especies asimiladas. Con este fin, viajan por la galaxia asimilando otras especies y su tecnología, forzando a los individuos capturados a unirse contra su voluntad al control de la colmena.
Resistirse, es inútil.
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