A veces pienso que soy un estereotipo de chico, dejando de lado el ser atlético, tengo muchas de los síntomas: soy buen estudiante, hijo único, ambos padres increíbles, escogí una carrera complicada pero importante, tengo mi grupo de amigos que ahora están desperdigados por diferentes lugares, solo Alex y yo estamos juntos. Aunque no se en que estereotipo estoy exactamente.

Hablando de mis amigos… hace mucho que no hablamos o nos reunimos, creo que va siendo hora de que lo hagamos, me levanto de la cama y llamo a Alex.

- Hola, hermano – saluda Alex.

- ¿Hermano? – pregunto irritado - ¿has estado cerca de Anderson en las ultimas… dos horas que no nos hemos visto?

- ¿Cómo lo sabes? – la voz de Alex suena extraña. – Anderson te manda saludos…

- Alex… ¿estas drogado?

- ¡Por supuesto que no!

- Pues yo diría que por supuesto que si – me dirigo escaleras abajo – mamá voy con Alex, ya regreso.

- Esta bien, pero no tardes. – me llega la contestación desde su "oficina".

- Alex, estas en muchos problemas – le gruño furioso – prometiste que no lo harias, lo prometiste sobre una biblia y te crei, pero ahora si se lo dire a tus papás.

- Vamos, Allan, no estoy drogado, dejame en paz – su voz suena enfadada, pero se que solo trata de intimidarme para que lo deje en paz.

- Muy bien, ya que no estas drogado, entonces ire por tus padres y los llevare a casa de Anderson.

- No estamos en su casa – se burla.

- No importa, se como encontrarlos.

- Ya esta bien, Allan. Solo fue uno, eso no le hace daño a nadie – su voz ya no suena tan segura.

- No te muevas de donde estas, ya voy para alla y dile a Anderson que por su bien, cuando llegue, él ya no este cerca – cuelgo el teléfono y corro hacia el antiguo parque donde se que los voy a encontrar en la parte mas alejada tras los antiguos columpios que ahora sirve para drogadictos,  ebrios y novios calenturientos.

Cuando llego encuentro a Alex parado aparentando estar relajado, pero en los ojos se ve la evidencia, los tiene irritados y se ve desorientado.

- Maldicion, Alex, lo prometiste. Te cubri la espalda porque me prometiste que no lo volverias a hacer – me paro a un metro de distancia con las manos en las caderas – pensé que lo tenías bajo control, pero ya no te ayudare, se lo voy a decir a tus papás.

- ¿Quién te crees que eres para ir de chismoso? – lo atontado no le quita lo amenazante cuando se enfada, y se que su tamaño debería darme miedo, pero no lo hace. Este es mi amigo.

- Tu amigo, ese soy y tengo todo el derecho del mundo a meterme en tus asuntos si sé que esos asuntos te perjudican – me paso la mano por el cabello – mira, esta es la ultima oportunidad, vamos a hacer algo drástico, y si aun asi no funciona… se acabo, no mas ayuda, no mas indulgencias para ti, ¿entiendes?

- Allan, ya te dije que no lo haría mas, dejalo estar.

- Dejalo estar tu. ¿Qué te pasa, que tienes en la cabeza?  - me planto frente a él y aunque es un par de centímetros más alto que yo, la culpa lo hace mas pequeño y a mi el enfado me crece – entiende que estoy preocupado porque te quiero y porque no quiero que eches a perder todo el futuro que tienes por estupideces.

- Ya lo sé, lo sé – se pasa las manos por el rostro – es que… me encontré con Anderson cuando iba  a mi casa, quise esquivarlo, pero sabes como es de persistente y llevaba el porro en la mano y el olor me volvió loco, no tardó mucho en convencerme.

- De acuerdo, si tengo que llevarte hasta tu casa, lo haré – él va a  aprotestar pero lo corto con una mirada afilada – tengo una idea y tu no tienes voz ni voto en esto, te sientas y calladito aceptas lo que voy a hacer y sobre todo cooperaras, ¿estamos?.

- Estamos – responde resignado.

Es hora de llamar a EEAD, ESCUADRÓN ESPECIAL ANTI DISTURBIOS. Alex necesita ayuda urgentemente y tendremos que traer a todo el equipo para esta ardua tarea.

No sé ustedes, pero yo estoy muy emocionada por ver al Escuadrón 😌 pronto los conoceremos! 💓