Capítulo 5
- ¿Qué? – siento como la sangre comienza a correr más rápido por mi venas debido a los alocados latidos de mi corazón – eso no puede ser, en ningún momento acepte ser tu compañero en nada.
- Bueno... - Denisse comienza a ver para todos lados – no estabas y... el doctor dijo que alguien debía ser tu pareja, así que me ofrecí yo, para que no tuvieras ningún problema.
- Ahora mismo iré a hablar con él para que me cambie de pareja o para hacer el trabajo solo – tomo mis llaves y salgo de casa dejando a Denisse plantada en mi puerta.
- ¡No! – corre detrás de mí, básicamente nuestra dinámica de siempre - ¡no puedes hacer eso!
- ¿Por qué no? – pregunto deteniéndome para verla a la cara - ¿Qué no me estás diciendo?
- No es eso, es que... dijo que ya habías causado suficientes retrasos con lo de salir y no volver – empieza a hablar rápidamente como siempre odio que haga – que no tenias derecho a elegir a tu pareja por eso y yo me ofrecí a ser tu compañera porque sería más fácil para ti y para mí también. Anda, estamos perdiendo tiempo aquí discutiendo mientras podríamos estar haciendo la tarea.
Sé que lo que dice es cierto y también que perdí mi derecho a reclamar por mi compañera de trabajo, no regresar a esa clase no estuvo bien, tengo que enfocarme en lo que importa y que Denisse no interfiera en eso, no me hará esto otra vez. Sin decir nada regreso a mi casa y voy a mi habitación para traer mis cosas, casi he llegado hasta arriba cuando me doy cuenta que ella viene tras de mí.
- ¿A dónde crees que vas? – me doy la vuelta para que pueda ver lo enojado que estoy con ella.
- ¿No vamos a hacer la tarea? - pregunta confundida.
- No tengo otra opción ¿verdad? – le respondo sarcásticamente – pero no vamos a hacerlo en mi habitación, lo haremos en la sala, espera ahí. – sigo mi camino y cuando llego a mi habitación tomo mi mochila, pero me detengo un momento, estoy muy alterado y voy a decir cosas feas allá abajo, siento que estoy perdiendo mi temperamento, siempre soy muy paciente, pero pensé que en la universidad sería diferente, que al fin me libraría de Denisse.
Y ahora resulta que está allí también, si no lo ha logrado aun, va a volverme loco. Nunca he sido abusivo con nadie, mucho menos con una chica, pero siento que en este momento podría serlo. Respiro y me tranquilizo para no hacer algo de lo que me arrepienta más tarde. Con mi mal genio aplacado, bajo y estoy a punto de perderlo otra vez cuando veo a mi mamá sentada junto a Denisse hablando con ella como me hubiera gustado que lo hiciera con alguna de las tres novias que traje a casa.
Ahora que las veo así, me pregunto si toda esta locura que Denisse tiene por mi no ha sido alentada por mi madre, tendré que hablar con ella mas tarde.
- Vamos – la llamo y voy hacia el escritorio donde está la computadora de casa, la enciendo y espero a que inicie sesión.
- ¿Necesitas algo hijo, Denny? – de reojo veo como mi mamá le aprieta el hombro a Denisse, eso es espeluznante, definitivamente debo mantener a esta chica lejos de mi casa o lo siguiente será verme parado frente al altar esperando por ella. Esa imagen casi me mata del susto y pego un brinco en la silla – ¿te encuentras bien, cariño?
- Si, si – trago saliva y tomo el mouse para abrir la pagina de Google – no necesitamos nada, mamá. ¿No tenias que salir a una cita? – revisa el reloj que lleva en la muñeca y abre los ojos.
- Tienes razón, debo correr para llegar a tiempo – toma sus cosas y se dirige a la puerta – nos vemos, chicos, no hagan cosas malas...
- Adiós, mamá – le digo abochornado y viendo como Denisse se pone roja.
Cuando mamá se va, la casa se queda en silencio y yo mas incomodo de lo que he estado alguna vez en toda mi vida. Cuando creo que voy a explotar de tensión Denisse me entrega su cuaderno con los apuntes para que busque la información, la cual vamos a completar con la información que sacamos de libros de la biblioteca, que ella trajo.
Las siguientes tres horas se nos van mientras realizamos diapositivas para apoyo y aprendiendo los temas que nos corresponden, me sorprende comprobar que Denisse es muy buena organizando y aprendiendo, es una buena estudiante. Supongo que no lo sabía porque nunca hemos compartido salón.
- Muy bien, solo envíamelo a mí correo para que pueda revisarlo – ella empieza a recoger sus cosas, e increíblemente no me ha molestado estar con ella todo este tiempo. – y mañana todo saldrá muy bien, tenemos que ser los mejores. – empieza a caminar hacia la salida y por un loco y demente instante siento el pequeño impulso de preguntarle si no quiere quedarse un rato mas. Debe ser el estrés del día que ya me fundió el cerebro.
Porque, por Dios, esta es mi acosadora desde que tengo ocho años, no puedo alentar sus tendencias obsesivas. Cuando creo que ella se quedara plantada en mi puerta para que yo me vea obligado a invitarla a quedarse, me sorprende, otra vez, porque ni siquiera se despide, corre y grita hacia su casa hasta que se pierde en el interior.
Si necesitaba una confirmación de que estaba loca... acaba de dármela.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro