4 años después...

Ese era un día especial, para JiMin lo era. Terminó de arreglar su ropa, escuchando a Chae ir de un lado a otro, nerviosa por encontrar el atuendo perfecto. Ese día era la graduación de Lisa y quería lucir esplendida para ella. Su tía la acompañaría a ella mientras Bom se encargaría de ir con él para la graduación de YoonGi.

Al fin, luego de cuatro años, su alfa logró graduarse en ingeniería acústica y hoy era su tan esperada graduación. Momento que le tomó años duros de estudio, esfuerzo y hasta algunos pequeños sacrificios (como esos fines de semana en los que no podían verse).

Tocó la marca de su pareja, hacía años de ella y, aunque pensaron en vivir juntos, sus padres pensaron que lo mejor era terminar sus carreras ante de eso. Un trabajo de medio tiempo y mantener un lugar no era bueno si querían concentrarse en sus carreras. Y a pesar de que él se había graduado hacía ya dos años, aun así YoonGi pensó que lo mejor era que él se graduara también antes de vivir juntos. Creyó que era una buena idea, incluso ya había visto un bonito departamento donde podrían vivir. Ya verían de averiguar por una casa para cuando quisieran tener hijos.

-¡Hijo! ¡Rápido!-exclamó su madre.

-¡Ya voy!-contestó tomando unas últimas cosas para salir de su habitación.

Esperaba que a YoonGi le gustaran esos pantalones ajustados que llevaba puesto y esa camisa que marcaba bien su torso. Esperaba que cuando estuvieran juntos y solos le hiciera el amor como hacía más de tres semanas no lo hacía. Lo necesitaba, necesitaba a su alfa ahora más que nunca.

Su madre iba cantando mientras él conducía su pequeño auto, uno que había logrado comprarse gracias a su trabajo y el cual solía usar para ir a buscar a su novio cuando salía tarde de la universidad, aunque a él no le gustara mucho alegando que tendría que ser él quien pasara por él y lo cuidara más.

Cuando llegaron al lugar, JiMin bajó ansioso mientras su madre reía de su actitud, tratándolo de niño pequeño que se emocionaba por la llegada de Santa Claus. Pero no le importaba, él sólo quería ver a su novio.

Los lugares apartados tenían su nombre y mientras más se acercaba la hora, más emocionado estaba él de ver a YoonGi recibir su diploma. Incluso tenía preparada la cámara para ese momento. Ah, esperaba que no le hiciera caras malas cuando comenzara a fotografiarlo.

🌸Acomplejados🌸

-¡Yoonie!-en cuanto su novio estuvo libre, y luego de sacar tantas fotos como para un álbum, JiMin se colgó de su cuello sonriendo feliz y dándole sonoros besos en las mejillas.

-¡JiMinnie!-a pesar de quejarse, YoonGi no podía ocultar la sonrisa en su rostro por el gesto.

Al omega le encantaba ver esas sonrisas que su alfa le dedicaba, esas donde dejaba ver sus adorables encías y pequeños dientes. Años atrás, cuando comenzaron a salir, era muy raro ver sonreír a YoonGi, pero luego de que aprendiera a aceptarse tal cual era, era común que le dedicara sonrisas (cuando estaba de humor claramente). Le encantaba saber que la mayoría de ellas eran dedicadas a él y sólo a él.

-Hijo, déjalo ya-Bom reía, en especial cuando hizo un puchero al separarse de su alfa.

No era gracioso, necesitaba abrazarlo y estar a solas con él.

-No te preocupes, después tendremos tiempo para nosotros-se sonrojó ante el susurro de su novio, pero asintió sonriente.

Luego de eso, Bom se sacó fotos con su yerno muy feliz, al igual que Young Soo y Sun Hee, los padres betas de YoonGi. JiMin también se sacó unas cuantas fotos con su novio (una de las cuales puso como fondo en la pantalla de su celular). Todo muy lindo, hasta que entre charla y charla, ambos se vieron libres de irse de ahí, tomando el primer taxi que apareciera y dirigiéndose a un hotel ya conocido donde anteriormente habían pasado la noche juntos. Sabían que en cuanto notaran que ya no estaban se ganarían un regaño monumental (no importaba que ya fueran adultos, sus padres iban a regañarlos igual). Sin embargo, no importaba, no mientras estuvieran juntos.

Bajaron entre risas, como dos pequeños que habían cometido una travesura, y luego de pagar por la habitación se dirigieron a ella entre besos cortos y juguetones. Las risas de los juegos seductores frenaron cuando entraron a la habitación, en ese instante sólo hubo besos fogosos, caricias indecentes y gemidos placenteros.

La euforia de volver a sentirse hizo que los juegos previos pasaran para la segunda ronda, luego de que YoonGi marcara de nueva cuenta a su omega. Ahí fue cuando se tocaron y amaron con mayor paciencia, queriendo sentir cada centímetro de piel y deseando escuchar cada jadeo o gemido. Se centraron en hacer disfrutar al otro por horas, hasta que agotados de amarse sin control, quedaron acostados sobre la cama, desnudos y sin sábana alguna que los cubriera.

-¿Es imaginación mía o te sentí más apasionado que otras veces?-preguntó YoonGi sonriendo mientras su mano acariciaba la cintura de su omega.

-Fueron tres semanas sin verte, Yoonie, no podías esperar menos.-sonriendo coqueto jugó con sus dedos en el brazo del menor-además, tú parecías muy entusiasmado también.

-Tú lo dijiste, tres semanas sin vernos, JiMinnie...fue una tortura.-la mano acarició pasando a su cadera hasta acercarse a esa parte pomposa que le gustaba acariciar-te extrañé.

-Creo que lo que más extrañaste fue mi trasero.-bromeó sintiéndolo tocar con suavidad esa zona.

-No puedes culparme, tienes un trasero de infarto, cariño.

-Qué romántico, señor Min.-sus dedos siguieron jugando en el brazo pálido-tan romántico como el día que me propuso casamiento.

-Oh, vamos, admite que fui original.

-Sí, a nadie se le hubiera ocurrido nunca gritar la propuesta desde el balcón de mi lugar de trabajo amenazando con tirarse de ahí si decía que no.-suspiró recordando aún aquel día.

-Aun así me dijiste que no.-se quejó al sentir un pellizco en esa zona.

-Sabía que no te arrojarías del balcón.

-Pero rompiste mi corazón.-otro nuevo pellizco en su trasero-malo, ChimChim, malo.

-No fui malo, sólo justo. Tenías que preocuparte por tus estudios y no por organizar una boda.-sus dedos dejaron de jugar sobre el brazo de YoonGi y sus mejillas adquirieron un suave rosado-aunque ahora...no tienes que preocuparte por eso...podríamos...preocuparnos por la boda.-YoonGi lo miró sin querer creerlo del todo, así que levantó su mano mostrando la alianza de compromiso, esa que su alfa había comprado con su primer sueldo en su tercer trabajo de medio tiempo y el cual no había usado hasta ese momento.

Y no, no era por haberlo rechazado, sino porque el anillo era barato y le dejaba el dedo verde cada vez que lo usaba. Era un milagro que en ese año medianamente mantuviera su color original y no se oxidara. Bueno, había sido lo mejor que había podido comprar YoonGi en ese momento.

-Oh...lo...tenías puesto-decía sorprendido viendo el anillo.

-Lo he llevado puesto desde que nos escapamos, mamá es muy observadora y lo hubiera notado.-comentó desviando la mirada-y...bueno...creo que ahora podríamos preocuparnos por la boda y...

-No.-JiMin alzó la mirada cuando YoonGi se levantó de la cama.

Se sentó en el colchón intentando decir algo ante la sorpresa de esa negativa. Su alfa se puso el pantalón y volvió a la cama pero para tomar su mano y arrancar el anillo de su dedo. Sintió un dolor agudo en el pecho ante esa acción, quiso decir algo pero cuando la preguntaba ya estaba por salir de sus labios, YoonGi lo silenció con un beso. Pudo sentir algo frío pasar por su dedo anular y entonces se separó para ver un anillo plateado, bonito y sencillo, que brillaba en su mano.

-Bueno, ahora sí podríamos preocuparnos por la boda.-acarició la mano, viendo el anillo-este es más decente que el anterior, al menos no corre peligro de oxidarse.

JiMin se quedó sin palabras...pero no sin movilidad. Así que tan pronto como pudo le dio un golpe en la cabeza a YoonGi. El alfa se quejó pero él se le arrojó encima para golpearlo ¡El muy idiota lo había hecho asustar!

Diez minutos después, en los que YoonGi logró detener a JiMin entre risas, ambos se quedaron mirando. El omega mantenía el ceño fruncido, unas diminutas lágrimas brillando en sus ojos, mientras el alfa sonreía divertido sosteniéndolo de las muñecas.

-¿En serio te enojaste tanto? Ni siquiera era una broma lo que había hecho, sólo me expresé mal.

-Muy mal, diría yo.-desvió la mirada a un costado, YoonGi rio y le dio un beso en la mejilla.

-Bueno, creo que sería mejor hablar de esto antes de la boda, no queremos un divorcio a meses de casados ¿o sí?-JiMin sonrió, era claro que no se divorciarían por algo así y dudaba que pasara algo lo suficientemente grave como para separarse.

Se amaban y comprendían demasiado como para que su matrimonio se fuera a la basura en tan poco tiempo.

Los labios de su pareja acariciaron su cuello y fue en ese instante en que volteó a verlo para besarlo y comenzar una nueva ronda de sexo.

Ya mañana podrían preocuparse por la futura boda.

Si a mi me pidieran matrimonio como a JiMin...salgo corriendo de la vergüenza por más que sea YoonGi  :V

Aqui doy por finalizada la historia YoonMin, en breve subo el VHope, besos!💋💋💋